Escritura
Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.
El nombre de Dios es tan puro y santo que utilizarlo simplemente para sacar provecho de una situación es algo digno de condenación. Los nombres en tiempos bíblicos no se colocaban al azar, cada nombre representaba una oración una profecía o un carácter. Por ejemplo, Josías significa “al que Dios ayuda” y cuán bien representa a su persona. Dios iba a traer juicio sobre su pueblo a causa de su idolatría sin embargo al ver el corazón de arrepentimiento de su siervo, al ver sus lágrimas de dolor por el pecado de su pueblo Dios tuvo misericordia de él y le prometió que mientras él estuviera vivo, ningún juicio caería sobre la nación. El nombre de nuestro Dios no es la excepción. Hay una personalidad y carácter en ese nombre, el nombre de Jehová deriva probablemente de la raíz ser. Se ha traducido como “el que es” haciendo referencia a la eternidad y autonomía del ser de Dios, o también como “el que da el ser” aludiendo a su calidad de creador. Pero más exactamente puede entenderse como “el que está presente” haciendo referencia a un Dios vivo que se manifiesta como y cuando lo desea. Esta es la razón por la cual no podemos utilizar su nombre para hacer algo deshonroso ya que hacerlo sería simplemente profanar el nombre de Dios y a Dios mismo. La palabra profanar significa tratar una cosa sagrada sin el debido respeto y consideración. Literalmente significa atravesar el umbral y se aplica al hecho de traspasar algo sagrado a un uso común. El que jura falsamente comete doble pecado. Primero comete una mentira y segundo por toma el nombre de Dios en vano. ¿Cuántas veces no hemos tomado el nombre de Dios en vano? ¿No es común escuchar en los niños después de haber quebrado algo en la casa, decir a sus padres “te juro por diosito que yo no fui “con tal de no ser castigados? ¿o quién no ha oído decir a un amigo que necesita un préstamo “por dios que en esta semana te lo pagaré” y ya han pasado meses y nada.? Cuando tomamos el nombre de Dios a la ligera no solo engañamos a la gente sino principalmente pecamos contra el Dios el universo, aquel que tiene nuestra vida en sus manos. El presidente Woodrow Wilson hablaba con frecuencia de su padre, el reverendo Joseph R. Wilson, que fue un distinguido pastor presbiteriano. «Mi padre se encontraba una vez en compañía de algunos hombres que discutían acaloradamente. En la mitad de la discusión, uno del grupo profirió varias expresiones profanando el nombre de Dios. Se dio cuenta inmediatamente de que mi padre estaba presente. Se disculpó enseguida, diciendo: “Dr. Wilson, me olvidaba de que estaba usted aquí. Perdóneme, por favor”. Mi padre le contestó: “No es a mí a quien tiene que disculparse, sino a Dios”». Cuán fácil es quebrar el tercer mandamiento, cuán fácil es deshonrar a nuestro Dios. y la pregunta es ¿Qué vamos a hacer al respecto? ¿seguir pecando o clamar misericordia y comenzar a honrar el nombre de nuestro Dios? es una buena pregunta que podemos hacernos el día de hoy. Corpus Unum.
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)