De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.

La vida es uno de los regalos más maravillosos que Dios nos ha dado, en consecuencia, debemos de gozar, disfrutar, defender y escoger la vida. Jesús es el gran dador de la vida, en primer lugar, él nos dio vida física. Génesis 2:7 dice “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Cuando éramos solo polvo y agua él sopló aliento de vida en nosotros. cada célula de nuestro cuerpo, cada tejido, cada órgano y cada aparato y sistema es obra del gran arquitecto y escultor llamado Dios. En segundo lugar, Jesús nos dio vida espiritual. así como al ser concebidos tenemos vida física, de la misma forma al confiar en él y arrepentirnos de nuestros pecados tenemos vida espiritual. el Espíritu Santo viene a morar a nuestros corazones y somos transformados y regenerados por él. En tercer lugar, Jesús nos dio vida eterna. Juan 10:27-28 dice “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Sin embargo, así como hay un defensor y promotor de la vida, también tenemos a un defensor y promotor de la muerte. Su nombre: Satanás. Él vino al mundo para traer muerte física, muerte espiritual y muerte eterna. Así que todo hombre en este mundo no puede permanecer neutral ante esto, tiene que tomar la decisión de qué camino seguir. puede escoger la vida o puede escoger la muerte. Hemos sido llamados a ser los defensores de la vida. En consecuencia, tenemos que protegerla. en primer lugar, de la muerte por una negligencia. Deuteronomio 22:8 dice “Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno.” Todo padre ha sido llamado a cuidar la vida de su familia. en la nación de Israel si un padre construía una casa con una azotea, debía construir necesariamente una reja alrededor de la azotea para así prevenir que alguien pueda caer de ella y morir. En segundo lugar, debemos proteger la vida desde la concepción. Vivimos tiempos en que la corrupción y la maldad están en sus auges y a consecuencia de ello muchos países han legalizado el aborto o mejor dicho han legalizado el asesinato infantil. Según las estadísticas cada minuto mueren 85 niños a consecuencia del aborto que suman en total 45 millones de abortos por año. El pastor Adrián Rogers dijo “Actualmente el vientre de una madre es el lugar más peligroso para la supervivencia de un bebé, cuando ese vientre debería ser el lugar más seguro para esa criatura.” Y tercer lugar debemos proteger la vida del asesinato mental. 1 Juan 3:15 “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida” Un hombre puede tal vez ser libre de asesinar físicamente a alguien, pero estoy seguro de que todos hemos quebrantado este mandamiento al sentir odio y desprecio hacia alguien. El mandamiento de no mataras no se limita al acto en sí, sino que incluye aún las intenciones del corazón. Dios nos ayude como cristianos a amar la vida y a defenderla, sé que hacerlo no será una batalla fácil de pelear. Bien dijo Moisés a su pueblo “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” este es el mismo llamado para todo creyente. Escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia. Dios los bendiga. Corpus Unum