Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Este texto que fue escrito mucho tiempo atrás es un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Cuántas personas en el día de hoy pagan a alguien una buena suma de dinero con el fin de que quite la vida a su prójimo. Hace algún tiempo atrás en nuestro país se leyó en las noticias lo siguiente: “Agentes de la Policía detuvieron a una mujer sindicada como la autora intelectual de la muerte de su madre de 62 años de edad. Esto ocurrió en el distrito de comas en mayo del presente año. La detención se efectuó al interior de un conocido centro comercial de Lima Norte luego que se encontraran indicios que involucraban a la mujer con el homicidio de su progenitora. En vídeos que fueron entregados por familiares a la Policía se escucha como la parricida acepta haber contratado a sicarios para matar a su madre. Según explicó el resentimiento que sentía hacia la mujer que le dio la vida habría sido la causa de este horrible homicidio. "Mi mamá era mala conmigo. (La maté) por rencor (...) Todos los días me humillaba", aseguró. La mujer, además, dio detalles de lo que ocurrió el día de la muerte de su madre. Según dijo ella dio aviso a los asesinos sobre la ubicación de la víctima minutos antes del ataque. Contó, también, que para este fin pagó S/4 mil a dos asesinos a sueldo, que el día del crimen, llegaron a bordo de motocicletas y dispararon contra la comerciante cuando se encontraba sentada en el boulevar España en Comas. Noticias como esta son el pan de cada día en la sociedad en la que vivimos y esto pasa por el poco valor que tiene la vida para cada uno de nosotros. Dios detesta no solo a aquel quien quita la vida, sino también a aquel que es cómplice o forma parte de un asesinato. Tal es su odio por este pecado que pronuncia una maldición sobre aquellos para los cuales la vida no vale nada. Vivimos tiempos horrendos en nuestro país. Hace poco el ministerio de salud de nuestra nación decidió distribuir a todos los puestos, centros y hospitales de salud de todo el Perú la pastilla del día siguiente de forma gratuita. Siendo que esta pastilla es abortiva. ¿Cómo actúa esta pastilla? Una vez que el espermatozoide del varón se ha unido con el óvulo de la mujer a nivel de la trompa de Falopio este desciende de ese lugar y entre el cuarto y séptimo día se implanta en el útero de la mujer, donde después de nueve meses nace un hermoso bebe. La pastilla del día siguiente actúa impidiendo que el embrión se implante en la pared del útero, que recibe el nombre de endometrio. De esta manera el embrión no puede desarrollarse, muere y es expulsado del cuerpo de la mujer. El ministerio de salud para calmar sus conciencias y ocultar su pecado simplemente crearon un nuevo concepto de vida, ellos aseveran que la vida no comienza en la fecundación, sino en la implantación. Es realmente triste esta noticia, cada día miles de niños mueren en nuestro país con el dinero de nuestros impuestos. El presidente, el ministerio de salud y miles de obstetras y médicos de nuestro país cada día prescriben este medicamento y lo entregan de forma gratuita a miles de señoritas y con ello son parte de este derramamiento de sangre. ¿Por qué no se detiene este horrendo crimen? La razón es bien sencilla: hay dinero de por medio, las grandes empresas farmacéuticas que crean este tipo de producto sobornan con millones y millones de dólares a las autoridades para que su producto sea aceptado. Dios tenga misericordia de su pueblo y como creyentes nos ayude a valorar la vida, así como él la valora. Dios los bendiga Corpus Unum