Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.

Jesús comienza el texto diciendo “un mandamiento nuevo os doy”. el mandamiento que Jesús cita en este texto en realidad no era algo desconocido para el pueblo de Israel, ya que en el antiguo testamento encontramos este mandamiento. Levítico 19:18 dice “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.” ¿entonces porque Jesús utiliza la palabra nuevo para describir a este mandamiento? utiliza esta palabra en el sentido de presentar una norma de amor más alta, que tiene como base el amor sacrificado de nuestro Señor Jesucristo. El amor de nuestro salvador es el modelo perfecto de amor que debe de reflejar el creyente. Un amor sacrificial y desinteresado, un amor lleno de gracia y misericordia. Alguien escribió lo siguiente “estoy enamorado del amor, de todo vaso viviente que contenga el mandamiento nuevo… Más lo que me apasiona, lo que ha cambiado esta miseria mía en esperanza, es el Jesús cordero, roto y crucificado, es ese amor cargado de extremada inocencia, que muere por los ingratos que le clavan, es el amor que olvida sus clavos, excusa a sus verdugos y ruega al padre perdone su ignorancia; es el amor que olvida sus clavos lacerándole el alma para decir a aquel ladrón: hoy estarás conmigo en la eterna morada.” Es ese amor la clase de amor que debe de expresar el creyente. El mundo poco entiende de teología y exégesis, las personas están cansadas de nuestras palabras, lo que quieren es ver nuestra fe reflejada en acciones. ¿Cómo podemos manifestar esta clase de amor? Por nuestros propios medios es imposible, es solo a través del poder transformador del Espíritu Santo que podemos vivir de esa forma. En la práctica hay dos maneras en que podemos manifestar amor los unos a los otros. En primer lugar, tenemos que estar dispuestos a disculparnos y buscar el perdón de aquellos a quienes hemos ofendido. Somos humanos y como tal va a ver momentos en las cuales digamos algo que no corresponde, hagamos algo que no es correcto o nos comportemos de una forma que ofenda a los demás ¿Qué hacer ante ello? Pues reconocer que hemos fallado, buscar a quienes hemos ofendido y restaurar nuestra relación con nuestros hermanos en la fe. Y la segunda forma de mostrar amor los unos a los otros es perdonando. La iglesia debe de ser la unión de buenos perdonadores. Muchas veces decimos te perdono pero que sea la última ¿Cuántas veces tiene que perdonar el creyente? A Jesús le hicieron la misma pregunta y él dijo “Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.” Si alguien tiene algo contra ti, no te quedes con los brazos cruzados esperando a que la persona suplique misericordia, somos nosotros los que tenemos que dar el primer paso, buscar a nuestro hermano y arreglar las cuentas. Alguien dijo “el amor no necesita ser entendido, simplemente necesita ser demostrado” Jesús pocas veces hablo de amor, pero en una cruz mostró cuánto nos amaba, nosotros debemos seguir sus pasos. Dios los bendiga. Corpus Unum.