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Reglas Del Hogar
Santifica El Día Del Señor - Parte 5
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:05:36 Minutes
Listens:
14
Aired on Sep 27, 2019

Escritura

Hechos 20:7

El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.

¿Alguna vez se han preguntado porqué es que la iglesia evangélica en nuestros días se reúne el domingo y no el sábado? Hay varias razones para ello. En primer lugar, nos reunimos el primer día de la semana porque ese día sucedió el evento más maravilloso y glorioso en este mundo. La resurrección de nuestro amado salvador. Marcos 16:9 dice “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana…” ¿fue ese evento tan importante para los creyentes? Claro que sí. El apóstol Pablo dijo concerniente a ello. “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”. esta es la razón por la cual celebramos todos los domingos la victoria de nuestro salvador sobre la muerte y el pecado. En segundo lugar, porque fue ese día que Jesús se reunió con sus discípulos después de haber resucitado. Juan 20:19 dice “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.” En tercer lugar, porque fue el primer día de la semana cuando el Espíritu santo descendió sobre la iglesia. ¿en qué momento ocurrió este evento? Fue en el día de Pentecostés, aquella que se celebraba 50 días después de la pascua y siempre caía domingo. En cuarto lugar, porque la iglesia que fundo nuestro Señor Jesucristo se reunía a adorar a Dios en el primer día de la semana. Dice nuestro texto “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.” Sé que todos los días debemos de honrar al Señor, pero el día domingo, el día del Señor debiera ser un día especial. El legendario corredor británico Eric Lidell, era la esperanza de su nación durante las olimpiadas de París de 1924. Siendo seleccionado Olímpico y teniendo todo a su favor para ganar la competencia de los 100 metros planos, que era su mejor prueba y donde era el favorito, Eric decide no participar al enterarse que la competencia se llevaría a cabo en domingo, ya que competir en domingo no era aceptable para un joven cristiano de padres misioneros que creció con la convicción de que los domingos eran días consagrados solo al Señor. Fue duramente criticado por la prensa y puso de cabeza al comité olímpico cuando a fin de cuentas decidió inscribirse en la prueba de los 400 metros planos que se realizaba otro día, donde luego de gran debate fue aceptado mientras todos los ingleses meneaban la cabeza sin entender la decisión tan radical del corredor. Cuando le preguntaban a Lidell: ¿porque corres? El siempre respondía: corro porque siento que Dios se deleita conmigo cuando lo hago, corro para Dios. Eso definitivamente marcaba una gran diferencia respecto a los demás, ese atleta no corría por ganar una medalla, corría para complacer a Dios. El día de la competencia de los 400 metros planos, mientras todos auguraban su derrota, Lidell llegó a la meta en primer lugar, ganó la medalla de oro para su nación y más que eso, para su Dios. A su vuelta a Edimburgo se celebró un banquete ofrecido por las iglesias de aquella ciudad. La tarjeta del menú llevaba la siguiente inscripción: «Cena en honor de Eric Henry Liddell, en reconocimiento por sus hazañas atléticas y su fidelidad al principio de santificación del Día del Señor». Que hermoso ejemplo de cómo honrar al Señor ¿Qué de nosotros querido amigo? ¿es el domingo un día cualquiera o es un día consagrado a nuestro Señor? Una buena pregunta para meditar el día de hoy. Dios los bendiga Corpus Unum.

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