Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

La palabra honra en el idioma hebreo significa literalmente “peso” de modo que a la persona que se le honra se la considera de mucho peso o valía. En el idioma griego por su parte transmite la idea de estima, valor o preciosidad. Cuando leemos “honra a tu padre y a tu madre” el apóstol Pablo quiso dar a entender que debemos de amar, estimar altamente y mostrar un espíritu de respeto y consideración hacia aquellos que nos dieron la vida. Si deseamos honrar a nuestros padres en primer lugar debemos mostrar respeto hacia ellos. El respeto es la consideración acompañada de sumisión con que se trata a una persona. En Levítico 19:3 leemos “Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios” aquí la palabra temor no significa miedo o pavor a alguien, sino más bien reverencia. Debemos de ser reverentes con nuestros padres, nunca debiéramos de faltarle el respeto, nunca debiéramos de alzarles la voz ni decirles cosas despiadadas. En el Antiguo Testamento si una persona maldecía a su papá o a su mamá este era un crimen que se pagaba con la muerte. ¿se imaginan si esa ley se aplicara hoy? Tendríamos que agrandar los cementerios ya que cada día miles y miles de jovencitos morirían. En segundo lugar, debemos de expresar agradecimiento. Uno no entiende a cabalidad todo lo que nuestros padres han hecho por nosotros hasta que recién somos padres. Cuando tenemos un hijo pequeño al cual hay que cambiar los pañales, cuidar que no se caiga, alimentarlo a pesar de que él no quiere, amanecernos con él en su enfermedad y costear todos sus estudios, recién entendemos todo lo que nuestros padres han hecho por nosotros. ante ello la mejor forma de responder es con agradecimiento. En tercer lugar, debemos escuchar sus consejos. Proverbios 1:8-9 dice “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello.” No hay joya más preciosa que uno puede lucir que llevar en el corazón el consejo de sus padres. Sé que no son perfectos sin embargo ellos hablan desde la experiencia, ellos ya han estado en el lugar donde nosotros estamos hoy, así que pueden hablar y aconsejarnos con sabiduría. Alguien dijo “un joven a los 16 años duda del consejo de sus padres, a los 19 el siente que los ha sobrepasado, a los 22 cree saber mucho más que ellos, a los 35 recuerda que sus padres tenían razón en muchas cosas, y a los 45 reconocen que sus padres casi casi eran perfectos” En cuarto lugar, debemos de vivir una vida piadosa y noble. Creo que nada en este mundo causa más alegría a los padres que el oír que sus hijos andan en la verdad. Una de las metas en nuestra vida en relación a nuestros padres es el vivir de tal forma que traiga alegría al corazón de ellos. En quinto lugar, demuestre amor hacia ellos, ellos lo dieron todo por ti, tú tienes que darlo todo por ellos, mientras usted es joven obedézcalos y cuando ya estén ancianos cuide de ellos, llámelos, visítelos, llévalos a comer, no esperes a que fallezcan para llevarles flores y visitarlos cada semana en el cementerio, recuerda: las narices muertas no pueden percibir olores y los cuerpos muertos no pueden sentir el calor de un abrazo. Si un hijo vive de esta manera, honrando a su papá y a su mamá, hay una linda promesa de parte de Dios para ellos. ¿Cuál es la promesa? Tus días se alargarán en la tierra que Jehová tu Dios te da. Dios los bendiga. Corpus Unum.