Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

El amor es la virtud suprema que se centra por completo en las necesidades y el bienestar de la persona amada y hace todo lo posible por satisfacer esas necesidades. El amor fraternal habla de un amor de familia, todos tenemos un aprecio especial a la familia en sangre, con ellos hemos compartido momentos inolvidables. nuestros padres y hermanos son aquellos que nos han visto crecer, aquellos con los que hemos compartido alegrías y tristezas, momentos de diversión y momentos de reflexión, hay un lugar especial reservado en nuestro corazón en donde están ellos. El apóstol Pablo nos exhorta a tener ese tipo de amor con los hermanos en la fe, recuerden que, en el momento de colocar nuestra fe en nuestro redentor, pasamos de la familia del diablo a la familia de Dios, ahora él es nuestro Padre y aquellos que los siguen nuestros hermanos. Una forma de mostrar este amor es prefiriéndonos los unos a los otros, esto significa que el creyente debe de esforzarse hasta el máximo con el fin de mostrar su estimación, respeto y honra a los demás en lugar de procurar la suya propia. El Profesor Drummond cuenta que en África conoció a algunos nativos que se acordaban de David Livingstone. No entendían una sola de sus palabras, pero reconocieron en el gran misionero el lenguaje universal del amor. Hacía muchos años que no tenían contacto alguno con los cristianos, pero recordaban la personalidad bondadosa de Livingstone. Es este mismo mensaje universal del amor, amor divino, amor parecido al de Cristo, que debemos poseer si queremos que el Señor nos utilice. El mundo poco entiende de dogmas o de teología, pero entiende de simpatía y de amor. Una acción bondadosa puede ser más potente y tener mayor alcance que el más elocuente de los sermones. Muchos hemos cambiado la frase amaos los unos a los otros por armaos los unos a los otros, cuántas veces no se ha visto en la iglesia a creyentes que por mucho tiempo no se dirigen la palabra, cuantas veces no hemos visto a hermanos que no se quieren ver ni en pintura. Me pregunto si realmente serán creyentes verdaderos, ya que cada vez que el amor de Dios se derrama en el corazón de una persona al momento de creer, este fluye como una fuente sobre las demás personas. ¿Cómo podemos amar buscando el bien de los otros por encima del nuestro? Hay varias formas de hacerlo. por ejemplo, una de ellas es invirtiendo nuestra vida en la vida de otros, creo que no hay mejor forma de amar al prójimo de forma práctica que discipulando a una nueva persona. Sé que hacer esto te va a tomar tiempo, dinero y recursos, pero vale la pena hacerlo. otra forma de hacerlo es estando atento a las necesidades de los demás creyentes y buscar la manera de poder ayudarles. Como líderes en la iglesia siempre debiéramos de tener un corazón humilde y buscar menguar para que otros crezcan. ¿Cuándo fue la última vez que como pastor diste la oportunidad a alguien más para que predique en la iglesia? Muchos pastores nunca hacen esto por temor a que su discípulo sea mejor predicador que uno, y con el tiempo le quite el puesto, sin embargo, al hacer esto en vez de ganar pierden ya que siempre dos es mejor que uno. Me gustaría decirles que hacer todo esto será una tarea fácil, pero no es así, es más fácil pensar solo en uno mismo y buscar el bien solo de nuestra propia persona. Dios nos ayude a seguir el ejemplo del maestro el cual nos amó y se entregó así mismo por amor a todos nosotros. él no habló mucho del amor, pero en una cruz mostró cuánto nos amaba, nosotros debemos de hacer lo mismo. Dios los bendiga. Corpus Unum.