y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

Semana Cuatro: Amar A Dios Una de las características de nuestro amado Dios es su misericordia ¿Cómo podemos definir esta palabra? Misericordia viene de miser que significa miseria y cordia que significa corazón. Es pasar por el corazón la miseria de la otra persona, y Dios es un experto en ello. Lo ha hecho de generación en generación, a millares y millares de personas sin embargo su misericordia se vierte de forma especial sobre aquellos que le aman y guardan sus mandamientos. El amor y la obediencia están íntimamente relacionados, no podemos decir que amamos a Dios sino vivimos en obediencia a su palabra, no basta solo con escuchar, memorizar o guardar en nuestra mente la palabra de Dios, Dios quiere que ese conocimiento sea puesto en acción. Cuán fácil es cantar “te amo oh Jehová fortaleza mía”, cuán fácil es entonar “mi primer amor eres tu Señor” ¿pero realmente nuestro amor es sincero o son solo miles de palabras que se las lleva el viento? ¿Cómo saberlo? Jesús dijo “si me amáis guardad mis mandamientos” la marca de nuestro amor a Dios es la obediencia. ¿Qué es lo que desea Dios de nosotros? si somos incrédulos Dios desea que nos arrepintamos de nuestros pecados, confiemos y sigamos a nuestro Señor Jesucristo. Si somos creyentes Dios desea que dediquemos nuestra vida al servicio, al evangelismo y al discipulado, ¿lo estamos haciendo? ¿Qué pasaría si hoy partieras de este mundo y te encontraras cara a cara con tu salvador? ¿estarías avergonzado por una vida desperdiciada? o ¿estarías alegre y en paz por una vida en obediencia a su palabra? Se cuenta que un padre llevó a sus hijos a nadar a las playas de Nueva Jersey, en el océano atlántico, estaban teniendo un tiempo hermoso, ella de 7 a 8 años y el de 4 a 5 años más o menos, el padre no noto que el agua los estaba llevando más y más allá de la playa y se da cuenta que se encontraban en una precaria situación, porque su pequeño hijo no podría nadar y su hija no era una nadadora fuerte. Y nadando hacia donde estaban ellos, tomó al pequeño entre sus brazos, luego se dirigió a su hija y le dijo “cariño escucha, papá va a llevar a tu hermano a la playa, después regresare por ti, recuerdas que te enseñe como flotar, solo te pones de espalda y flotas y flotas y flotas, mi amor papá regresará por ti, tú solo flota y flota” el trató de no asustarla y llevó al niño a la playa y cuando regresaba gritó ¡socorro¡ ¡socorro¡ ¡alguien que venga a ayudarme¡ ¡mi hija está en altamar y ni siquiera se en donde se encuentra¡ tengo que encontrarla. Finalmente vino un bote, buscaron por las aguas y encontraron a la niña flotando en su espalda. El padre la puso en su espalda y le dijo “cariño papá está muy orgulloso de ti” ¿saben lo que ella le contestó? Ella le dijo: papi tú me dijiste que flotara hasta que tu regreses y estuve haciendo lo que tú me dijiste hasta que regresaste. Eso es lo que me gustaría decir cuando un día me encuentre cara a cara con mi maestro: amado Jesús solamente estuve haciendo lo que tú me pediste hacer hasta que tu regreses. Dios los bendiga. Corpus Unum.