Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Los líderes religiosos en los tiempos de Jesús por una mala interpretación de la ley creían que uno podía divorciarse de su esposa por cualquier motivo. El divorcio se había vuelto tan fácil y casual que un hombre podía divorciarse de su esposa por cosas tan triviales como quemar la comida o avergonzarlo frente a sus amigos. Ante esto Jesús alzó su voz de protesta y dijo “pero yo os digo: que el que repudia a su mujer” la palabra repudiar significa literalmente dejar en libertad o abandonar a alguien y es una referencia al divorcio en el matrimonio. ¿Qué pasaba con alguien que se separaba de su mujer por cosas triviales? Dice el texto “hace que ella adultere”. Si un hombre se divorciaba de su mujer por cualquier motivo que no sea la fornicación hacía que su inocente exesposa adultere si se volvía a casar. Y no solo eso, sino que también su nueva pareja se encontraba en la misma condición. Alguien comentó al respecto “Un hombre o una mujer que no tienen derecho al divorcio no tienen derecho a volver a casarse. Hacer eso inicia toda una cadena de adulterio, porque segundas nupcias después de divorcio ilegítimo resultan en relaciones ilegítimas y adúlteras para todas las partes involucradas.” ¿y que de la parte inocente? ¿existe alguna cláusula que permita el divorcio? Si la hay. El texto dice “a no ser por causa de fornicación” la fornicación se refiere a cualquier relación sexual ilícita como por ejemplo la infidelidad, el incesto, la prostitución, la homosexualidad o el bestialismo. si en un matrimonio una de las partes incurría en el pecado de fornicación, la parte inocente podía pedir carta de divorcio. Con esto Jesús no defiende el divorcio, ni mucho menos lo exige, simplemente reconoce que hay ocasiones en que el divorcio no conduce al adulterio y la parte inocente es libre de volverse a casar. Dios aborrece el divorcio sin embargo este es tolerado en casos de adulterio sin arrepentimiento. Ejemplo de ello tenemos la analogía del divorcio entre Dios e Israel a causa de su pecado. Jeremías 3:6-8 “Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.” La enseñanza que sacamos de este texto es que todo pecado de inmoralidad sexual trae efectos perjudiciales no solo a nuestra familia sino también a la sociedad en general, la Biblia dice que todo lo que el hombre sembrare eso también segará. Y quien siembra adulterio simplemente cosecha confusión, resentimiento, odio, amargura, desesperación, conflicto, destrucción y dificultades de toda clase. Dios los bendiga. Corpus Unum.