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Reglas Del Hogar
No Asesines - Parte 4
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:04:24 Minutes
Listens:
24
Aired on Oct 17, 2019
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empujar enemistad vengador

Escritura

Números 35:20-22

Y si por odio lo empujó, o echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y muere; o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor morirá; es homicida; el vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encontrare.

Semana Dos: No Asesines Según las leyes y preceptos dados por Dios a su pueblo si alguien mataba a una persona de forma accidental sin la mínima intención de causarle daño, este podía ir inmediatamente a una de las ciudades de refugio. Estas ciudades levitas eran centros de acogida para cualquier persona que deseaba un juicio justo por sus acciones. Imagínense a dos hombres trabajando juntos en la construcción de una casa y de pronto uno de ellos se resbala, cae del segundo piso y muere al instante. El hombre que sobrevivió podría pensar que los parientes más cercanos del hombre que murió podrían acusarlo falsamente y matarlo en venganza por la muerte de su familiar. Ante ello este podía acudir a la ciudad de refugio y estar ahí a salvo hasta que el problema fuese solucionado. Sin embargo, esto se daba solamente cuando la muerte era accidental. Por el contrario, si un hombre por odio empujaba bruscamente a alguien causándole la muerte o le asesinaba al lanzarle un objeto pesado en la cabeza o por enemistad lo golpeaba duramente hasta quitarle la vida. Este hombre sería juzgado y sentenciado a muerte. ¿a quién se le daba la potestad de matarlo? El texto dice “el vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encontrare” en la cultura antigua de Israel el impartir justicia ante un asesinato no era tarea exclusiva del gobierno o las autoridades, sino también cada familia podía intervenir en el asunto. El vengador o mejor dicho el pariente más cercano de la víctima tenía el deber de vengar la muerte de su familiar, pero no hasta que se hubiese llevado a cabo un juicio justo. Esta práctica estaba basada en Génesis 9:6 donde dice “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre” Muchos al leer este texto enfatizan más la muerte del malhechor que el valor de una vida. A veces hasta tendemos a pensar ¿Dónde está el amor en todo esto? O que Dios es muy cruel con los asesinos por pagarles con la misma moneda y perdemos de vista que tal disciplina es necesaria porque viola y quebranta un mandamiento que para Dios es vital. “No matarás” nos muestra el valor y la importancia que tenía la vida para Dios. y así como para Dios era importante, para nosotros también debiera de serlo. La vida es un regalo de nuestro amado Dios, fuimos creados a imagen de Dios, no tenemos el derecho de quitarla a nadie simplemente porque no nos caiga bien o porque estemos enojados o con ira. Cualquiera que lo haga simplemente cosechará lo que haya sembrado. Dios los bendiga Corpus Unum.

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