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Emosiones Que Matan

Emociones Que Matan - Victoria Sobre La Depresión – Parte 3
No importa lo que estés experimentando hoy, recuerda que ese no es el final de tu historia. Hoy continuaremos con la serie “Emociones que matan” y estudiaremos la tercera parte del tema “Victoria sobre la depresión” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   Hola amados amigos, estamos estudiando sobre el tema de la depresión.   Hoy veremos algunas causas más por las cuales se produce este terrible mal y aprenderemos como tener victoria sobre ella.   En primer lugar, estudiamos que el pecado no confesado puede llevarnos a la depresión, en segundo lugar, aprendimos que el agotamiento físico también es una causa de ella. En tercer lugar, estudiamos como la filosofía o las enseñanzas equivocadas del mundo nos pueden conducir a este terrible mal. Hoy estudiaremos algunas causas más por las cuales experimentamos este serio problema. En cuarto lugar, las pérdidas nos pueden llevar a la depresión. Por ejemplo, la pérdida de un familiar cercano pude llevar a las personas a un dolor profundo, a una angustia, a una desesperación que si no se logra manejar nos puede conducir incluso a la muerte.   Recuerdo que hace algunos años atrás, mientras estaba estudiando en la Universidad, uno de nuestros vecinos llegó a fallecer, él era una persona de más o menos 70 años de edad. Su esposa quedó gravemente afectada por esta pérdida a tal punto que mientras velaban a su esposo, ella llegó a fallecer de un infarto al corazón.   El dolor y las lágrimas es algo normal que experimentamos todos ante la pérdida de un ser querido. ¿pero qué podemos hacer para que ésta no nos lleve a la depresión? La respuesta es bien sencilla. Si tenemos familiares o amigos cercanos que no conocen a Jesús, nuestro deber es compartirles el evangelio antes de que ellos partan de este mundo. Si no lo hacemos un dolor profundo marcará nuestro corazón ya que sabremos que el lugar donde ahora se encuentran no es nada agradable.   Pero si tenemos un familiar creyente que partió a la presencia del Señor, no hay porque angustiarse en sobremanera ya que nosotros tenemos esperanza y confiamos en las palabras de Cristo quien dijo: “yo soy la resurrección y la vida, quien cree en mí, aunque este muerto vivirá” la muerte de un creyente no es más que el despertar a una nueva vida. Esta es la razón por la cual el Apóstol Pablo decía “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”.   Nuestro salvador está en el cielo, nuestra familia está en los cielos, nuestra casa está en los cielos ¿Por qué he de sentirme triste y deprimido de llegar allá o de que algún hermano mío parta a su presencia? ¡En Jesús tenemos victoria aún sobre la muerte ¡   La pérdida de un trabajo o de algún bien material también puede llevarnos a la depresión. ¿Cuántas personas en estos días se han quedado sin empleo? Muchas. ¿Cuántas personas han perdido el trabajo injustamente? Muchas. Recuerdo que cierto día me echaron del trabajo simplemente por no compartir un vaso de cerveza con el jefe de mi institución. Eso lo ofendió tanto que al finalizar el año simplemente ya no me renovó el contrato. ¿Qué hacer ante ello? Creo que lo primero que tenemos que hacer es en vez de quejarnos dar gracias al Señor por el trabajo que nos dio. Salmos 103:2 dice: “Bendice, alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios.” Lo segundo es confiar en que Dios nos va a proveer de un nuevo empleo Mateo 6:26 dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” y lo tercero es esforzarnos por encontrar un nuevo empleo. Dios va a abrir puertas, nosotros tenemos que estar atentos a ellas.   En quinto lugar, la soledad nos puede llevar a la depresión. La soledad se puede producir por múltiples causas, una de ellas es el no encontrar una pareja con la cual compartir la vida.  Si eres un joven o una señorita soltera y ya has pasado los treinta y cinco años de edad, sabrás a lo que me refiero. ¿Qué hacer al respecto? Les cuento que yo pase por lo mismo. Recuerdo que cuando acabe mis estudios en la universidad con más o menos 26 años, no tenía pareja y me sentía muy solo, y a mi mente venían pensamientos como “Dios no te ama él quiere que te quedes solo para siempre” en esa angustia por esos pensamientos malos, abrí mi Biblia y busqué la ayuda de Dios. Recuerdo le dije “Señor háblame a través de tu palabra y ayúdame a lidiar con esta soledad” de pronto mientras leía la Biblia un texto llamó mucho mi atención y era la respuesta que estaba esperando. El texto se encuentra en Génesis 2:18 que dice “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” mientras Satanás me decía “Dios no te ama y quiere que te quedes solo para siempre”, Dios me decía “no es bueno que estés solo, pronto te daré una ayuda idónea”. Recuerdo que después de esto le dije al Señor “¿Señor, hasta cuando tengo que esperar? o ¿cuándo me darás a mi futura esposa? Luego seguí leyendo y Dios tan bueno respondió nuevamente a mi pregunta a través de Génesis 2:24 que dice: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Ahí lo entendí todo. Dios me dijo “¿estás listo para dejar a tu padre y a tu madre y hacerte cargo de una familia? ¿estás listo espiritualmente y económicamente para sostener un hogar? Yo respondí: no, todavía vivo con mis padres y ni siquiera tengo trabajo. Ahí entendí que a veces pedimos a Dios cosas en las cuales ni siquiera estamos preparados. Ese día el sentimiento de soledad que tenía se esfumó. Fui paciente y en poco tiempo conseguí un trabajo y Dios me dio a la persona que estaba esperando.   También puede aparecer sentimientos de soledad que nos llevan a la depresión al haber perdido un familiar cercano como nuestra esposa o nuestros hijos. ¿Qué podemos hacer ante ello? ¿Recuerdan lo que le dijo Jesús a María su mamá antes de morir en la cruz? Le dijo “mujer he ahí tu hijo, indicando a Juan su discípulo amado.” Jesús encargó a Juan el cuidado de su madre quien no solo era viuda, sino también acababa de perder a su amado hijo.   Talvez no tengamos a nadie de nuestra familia de sangre en este mundo, pero puedes encontrar en la iglesia una familia que te amé y se preocupe por ti. Si tu solamente vas de vez en cuando a la iglesia, tal vez vas a pasar desapercibida, pero si tú entregas tu vida a Cristo, te bautizas y forma parte de una iglesia local, ten la seguridad que tu pastor, tus líderes y tus hermanos en la fe estarán ahí para ayudarte y hacerte compañía cuando pases momentos de soledad.   En sexto lugar una prueba de parte de Dios nos puede llevar a la depresión. Dios constantemente está probando a sus hijos, él quieres que seamos mejores cada día y solo frente a la adversidad es que podemos evidenciar donde esta cimentada nuestra fe.   ¿Recuerdan la vida de Job? Él era un hombre intachable, un hombre íntegro, un hombre que tenía temor de Dios y vivía apartado del mal, sin embargo, el fuego de la prueba tocó su vida. Cierto día Satanás se presenta delante de Dios y Dios le dijo: no has visto a mi siervo Job, no hay un hombre como él en la tierra. A lo que Satanás responde: Job se comporta de esa manera simplemente porque tú lo bendices, haber toca su vida y verás como el blasfema contra ti en tu misma presencia.   Entonces Dios le dice: Está bien, puedes probarlo, has con él lo que quieras, simplemente no toques su vida, no lo mates. Entones Job de ser el hombre más rico y próspero sobre la tierra, paso a ser el hombre más miserable. En un día mataron a sus animales y a sus trabajadores, en un día cayó fuego del cielo y calcinó a todas sus ovejas, en un día robaron sus camellos y mataron a sus sirvientes, en un día todos sus hijos murieron en un terrible accidente y por si esto fuera poco, una terrible enfermedad toco su cuerpo.   ¿Cómo hubiéramos respondido ante estas terribles situaciones? Creo que muchos de nosotros simplemente hubiésemos levantado nuestra voz a Dios, nos hubiésemos quejado y alejado del cristianismo para siempre, sin embargo, Job no actuó así. Él dijo “desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo estaré cuando me valla, el Señor me dio lo que tenía y el Señor me lo ha quitado, Alabado sea el nombre del Señor. Waoo que respuesta más maravillosa. Job comenzó bien sin embargo más tarde otra sería su actitud.   Después de esta situación vinieron los amigos de Job para animarlo por todo lo que estaba pasando, pero saben, en vez de animarlo, lo desanimaron. Le dijeron lo siguiente: Job lo que tú estas experimentando es el juicio de Dios por tu pecado, ¡arrepiéntete y serás bendecido¡. Entonces Job respondió y dijo: ¡soy inocente¡, pero eso ya no importa, estoy cansado de esta vida.   No hay duda hermanos que la prueba puede quebrantar y llevar a la depresión al hombre más espiritual sobre esta tierra. sin embrago ¿Por qué permitió Dios esta prueba tan terrible en la vida de Job.? Dios se presentó delante de Job cierto día y lo encontró confundido, deprimido y con dudas en cuanto a la justicia de Dios. Se acercó a él y le preguntó si él era eterno, grande, poderoso, sabio y perfecto como Dios. Y ante su falta de respuesta le dijo: Job, si tú no eres así, mejor hubiese sido que estuvieses en silencio y confiaras en la absoluta soberanía de Dios, ya que yo se él porque hago las cosas.   Hermanos la sabiduría de Dios es tan perfecta, su control es tan soberano en todo lo que él hace y eso es lo único que el hombre necesita saber en medio del dolor más profundo que este experimentando. Dios es sabio, Dios es bueno y él utiliza las circunstancias más negativas que experimentamos para moldearnos a su imagen.   Después de toda esta experiencia Job agacho la cabeza, miró al Señor y le dijo: Señor hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora mis ojos te han visto, me retracto de todo lo que dije y me siento en polvo y ceniza en señal de arrepentimiento.   Amado hermano, la vida cristiana no siempre será color de rosa, van a venir problemas, van a venir dificultades, van a venir pruebas, van a venir una serie de situaciones donde no entenderemos el porqué, sin embargo, en medio de todo eso, confía en el Señor. En medio del dolor más profundo dile a tu Dios: “Dios tu eres bueno, tu eres suficiente, tu eres mi tesoro, ayúdame. ¿a quién tengo en los cielos, sino a ti? y fuera de ti nada deseo en la tierra. puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón, tu eres mío para siempre.   En séptimo lugar algunos hechos estresantes o infelices en la vida nos pueden llevar a la depresión. Por ejemplo, el maltrato, el rechazo o el abuso en la infancia puede ser una causa de ello. Hace poco escuche el testimonio de Josh Macdowell quien en su infancia él y su madre sufrieron de maltrato físico por su padre quien era alcohólico y por si esto fuera poco sufrió de abuso en el área sexual por un familiar suyo que vivía con ellos.  Esto lo llevó a muchas lágrimas y a periodos de depresión gran parte de su vida.   ¿Cómo pudo salir de ello? Dos cosas le ayudaron, la primera y la más importante fue conocer a Jesús como su Señor y su salvador y lo segundo fue ir donde su padre y su tío y decirles: les perdono, perdono todo lo que me hicieron, así como Cristo perdonó mis pecados. Eso trajo paz a su corazón y lo ayudó a seguir adelante y ser de bendición a multitudes.   Para terminar este estudio quiero darte algunos consejos más que te pueden ayudar a luchar contra la depresión en tu vida.   En primer lugar, comparte tu depresión con algún hermano de la iglesia. Salir de la depresión no es fácil, pero si tienes a alguien al lado es más fácil llevar la carga juntos. Job 7:11 dice “Por tanto, no refrenaré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y me quejaré con la amargura de mi alma.” No tengas temor de compartir tus luchas con alguien, somos una familia y estamos para ayudarnos el uno al otro.   En segundo lugar, aférrate más al Señor en tiempos de angustia. Cuando uno se siente triste o deprimido ya no quiere leer su biblia, ni orar, ni mucho menos congregarse. hágalo de todas formas ya que solo Dios podrá ayudarte a seguir adelante.   En tercer lugar, recuerde que por más grande que sea el problema que este enfrentando, así no es cómo acabará tu vida.  No les ha pasado que cuando compran un libro casi siempre vemos primero como acaba la historia antes de comenzar por el principio. Eso nos ayuda a tener esperanza, ya que sabemos que no importa lo que pase en el intermedio, ni las adversidades que enfrenten los protagonistas, nuestra historia al terminar tendrá un final feliz.   Si eres creyente, no importa lo que estés experimentando hoy, recuerda que ese no es el final de tu historia. Nuestro final está en el cielo al lado de nuestro Señor Jesucristo por toda la eternidad.  Allí ya no habrá más llanto, ni tristeza, ni dolor.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Ago 16, 2020
Duración
00:22:21 min.
Tamaño
31MB
MP3
Emosiones Que Matan

Emociones Que Matan - Victoria Sobre La Depresión – Parte 1
No existe en el mundo dolor tan profundo que Cristo no pueda llevar. Hoy continuaremos con la serie “Emociones que matan” y estudiaremos la primera parte del tema “Victoria sobre la depresión” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   Hola amados amigos, hoy hablaremos acerca de la depresión y de cómo podemos salir victoriosos de ella. La depresión se define como un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad.   En la palabra de Dios encontramos una definición precisa de ella.  2 Corintios 4: 7-9 dice lo siguiente “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”   Aquí el apóstol Pablo utiliza 4 palabras que describen muy bien a la depresión, la primera es la angustia, que es un estado de aflicción y congoja que afecta a una persona, la segunda es la desesperación, que es la pérdida total de la esperanza, la tercera es el desamparo, la persona deprimida siente que está abandonada y sola en esta vida y la cuarta es la destrucción, si no se logra controlar este problema la persona puede llegar a acabar con su vida, dos de cada tres suicidios en el mundo se deben a esta causa.   Según las estadísticas más de 121 millones de personas sufren de depresión en el mundo, en el Perú tenemos alrededor de 1 700 000 personas que enfrentan este problema cada año y lo que es interesante es que muchos tienen este mal, pero no saben que la tienen.   ¿Cómo saber si tenemos depresión? Los principales signos y síntomas son los siguientes. En primer lugar, la persona deprimida tiene una profunda tristeza acompañada normalmente de abundantes lágrimas. David es un ejemplo de ello. En el Salmo 42:3 él expresa lo siguiente “Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche”. Así como la lluvia moja los campos, de la misma forma las lágrimas de David inundaban su vida. Él se encontraba bajo una tristeza profunda y esta se manifestó con abundantes lágrimas.   En segundo lugar, la persona deprimida tiene un estado de ánimo irritable y bajo la mayoría de las veces. Se siente todo el tiempo cansada, agotada y sin fuerzas para vivir, a esto se suma el carácter áspero y colérico que maneja.   En tercer lugar, tiene problemas para dormir y descansar en la noche, a veces se acuesta en cama y no puede conciliar el sueño, los problemas que le aquejan es como una nube que se esparce por toda su mente, otras veces se queda en cama más de 12 horas al día, cierra las cortinas y no quiere que nadie le moleste.   En cuarto lugar, tiene alteraciones del pensamiento, como ser sentimientos de inutilidad, culpa y odio a sí mismo, frases como “no puedo” “soy un fracaso” “nada me sale bien”, nadie me quiere”, “me siento mal”, “no me gusta mi vida” “nunca seré feliz” son las que expresa en cada momento.   En quinto lugar, tiene dificultad en concentrarse. No puede trabajar, estudiar, ni realizar sus quehaceres diarios, toda su vida está enfocada solamente en sus problemas y lo demás ha pasado a un último plano.   En sexto lugar tiene sentimientos de desesperanza y abandono, siente que nadie se preocupa por ella, siente que está sola en el mundo y que nadie la puede llegar a entender.   En séptimo lugar tienen cambios grandes en el apetito, algunas tienden a subir de peso, pero en la gran mayoría ocurre todo lo contrario, pierden el apetito y en pocos meses llegan a un estado de desnutrición severa.   En octavo lugar son personas ansiosas. Tienen preocupación y sentimientos de miedo, terror o intranquilidad de forma excesiva.   En noveno lugar tienen perdida de placer. Actividades que antes le causaban alegría y placer hoy no le llaman la atención, ha perdido interés en el trabajo, en el deporte, en los juegos y en otras actividades diarias.   y en décimo lugar una persona deprimida, tiene pensamientos repetitivos de muerte o suicidio. Piensa que su vida no tiene sentido y que la mejor solución para su problema es simplemente quitarse la vida.   Estas son las características de una persona deprimida y uno podría pensar que un hombre o una mujer de Dios nunca llegará a experimentar este mal, sin embargo, esto no verdad. Este mal ha afectado a muchos siervos de Dios, hombres cuya comunión con Dios era intachable, sin embargo, en un momento de su vida creyeron que la vida no tenía sentido.   Ejemplo de ello tenemos a Moisés, el gran libertador, un hombre que vio las maravillas que Dios hizo al liberar a su nación, un hombre que vio como el mar se abría en dos para que su pueblo pasase en seco, un hombre que era considerado el más manso sobre la tierra.  sin embargo, en un momento de su vida, en un momento cuando las quejas y las murmuraciones de su pueblo llegaron al tope, expreso a Dios lo siguiente: “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.” Números 11:14-16   También tenemos a Elías quien después de haber salido victorioso frente a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, ahora se encontraba con miedo y con temor ante la amenaza de una mujer llamada Jezabel que estaba resuelta en quitarle la vida. Esto lo llevó a una profunda depresión. 1 Reyes 19:4 dice: “Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.”   A la depresión se le ha llamado el resfrío común del alma y tarde o temprano la mayoría se contagia de ese terrible mal. Si grandes hombres de Dios han pasado por ello. ¿Qué te hace pensar que tú no lo experimentaras? Esta es la razón por la cual debemos estar preparados.   A continuación, les presentaré las principales causas de depresión en el mundo y también estudiaremos como podemos salir victoriosos de cada una de ellas.   En primer lugar, estudiaremos una causa directa que lleva a las personas a la depresión y esta es el sufrir o padecer de algunas enfermedades físicas. Se calcula que el 10% de los pacientes con Alzheimer padecen depresión mayor. También los pacientes con Diabetes Mellitus son dos veces, más propensas a sufrir de depresión. El 15 a 25% de los pacientes con cáncer sufren de depresión, personas que han tenido un infarto de miocardio viven con ansiedad y depresión ante el temor de presentar un nuevo episodio de la enfermedad. El 85% de los individuos que padecen de VIH sufren algún cuadro depresivo durante el curso de su enfermedad. Estas son algunas de las enfermedades que pueden llevar a una persona a sufrir un cuadro depresivo.   ¿Qué hacer al respecto? En primer lugar, orar al Señor y pedir al pueblo de Dios que ore por nuestra enfermedad. Santiago 5:14-16 dice: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”   En segundo lugar, acudir a un médico especialista para tratar nuestra enfermedad, y si es cristiano mucho mejor. No hay nada de malo en hacerlo. Actualmente con el avance de la ciencia podemos saber las causas, signos y síntomas y el tratamiento de muchas enfermedades que nos llevan a la depresión.   En segundo lugar, estudiaremos un grupo de causas indirectas que nos pueden llevar a la depresión, ninguna de estas cosas en sí mismas nos puede producir depresión, sino es nuestra respuesta incorrecta a ellas las que nos llevan a la depresión. Sabiendo esto podemos decir con certeza que el único culpable de la depresión, somos nosotros mismos.   La depresión es simplemente el resultado de una respuesta equivocada ante un problema de la vida. Les pondré un ejemplo. Cierto día había dos zapateros que llegaron a una nueva ciudad, el primer zapatero al ver a las personas que vivían en la ciudad se quedó realmente triste y sorprendido, y con un dolor profundo y con lágrimas en los ojos se dijo a sí mismo: ¡aquí voy a fracasar¡¡todos andan descalzos en este lugar¡¡nadie utiliza zapatos ¡, Por su parte el segundo zapatero al ver la misma ciudad se llenó de alegría y emoción y dentro de sí se dijo: ¡aquí voy a triunfar¡ ¡nadie utiliza zapatos¡ así que yo voy a proveer de zapatos para todas estas personas. La misma situación, las mismas circunstancias, sin embargo, dos respuestas diferentes a un mismo problema.   En primer lugar, los pecados no confesados nos pueden llevar a la depresión. Cuando una persona peca y no es creyente normalmente tienen un pequeño remordimiento en el corazón que a los pocos días desaparece, sin embargo, cuando un creyente verdadero peca una angustia tremenda inunda su corazón ¿Por qué ocurre esto? La razón es bien sencilla, el creyente aparte de tener una naturaleza pecaminosa también tiene una naturaleza espiritual. Pablo lo expresó bien al decir en 1 corintios 3:16 “¿no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Así como un niño agacha la cabeza ante sus padres después de haber hecho algo malo, de la misma forma el creyente se angustia de haber ofendido a un padre amoroso y compasivo. Y si este pecado no es confesado prontamente nos puede llevar a un dolor profundo y a la depresión.   Ejemplo de ello tenemos a David quien no solamente se acostó con una mujer que no era su esposa, sino también mandó a matar al marido de aquella mujer. El hombre conforme al corazón de Dios cayó y esto lo llevó a experimentar una profunda tristeza y depresión. Salmos 32:3. Dice “Mientras callé, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el día, Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano.”   Este texto nos muestra de forma clara como el pecado no confesado nos puede llevar a la depresión y como esta se manifiesta en la vida del creyente. En primer lugar, afecta el área física. “mientras calle se envejecieron mis huesos dijo David” Nuestra mente está ligada a nuestro cuerpo y nuestro cuerpo está ligada a nuestra mente. La depresión tarde o temprano va a afectar severamente nuestro organismo. En segundo lugar, afecta el área emocional. “en mi gemir todo el día” Un dolor, una pena profunda invadió el corazón de David no por unos cuantos minutos, sino durante todo el día, durante toda la semana, durante todo el año. En tercer lugar, lo llevó a un debilitamiento físico y espiritual. Su fuerza se evaporó como agua al calor del verano. Así de feo es el pecado, así de feo son las consecuencias del mismo.   ¿Qué podemos hacer ante ello? Creo que la respuesta es muy sencilla. Tenemos que confesar nuestro pecado delante de nuestro creador. En el salmo 51:1-4 escuchamos la confesión de David: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos”.   Cuando el creyente se humilla delante de Dios y con un corazón quebrantado reconoce su miseria y su pecado.  ¿saben cómo responde Dios?  La Biblia lo dice 1  Juan  1:9  “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” El resultado de una confesión sincera trae paz, alegría, limpieza y gozo en la vida del creyente.   ¿Qué de ti amado hermano? ¿tienes un corazón recto delante de tu creador? ¿o estas cargando con un pecado no confesado? Deja esa carga angustiante a los pies de tu Señor. No permitas que la tristeza, la amargura y la desesperación sean tus compañeras en la vida. Acércate delante del trono de la gracia, acércate delante del Padre de misericordia y confiesa tu pecado, solo él puede transformar tu llanto en alegría, tu desesperación en tranquilidad, tu insomnio en descanso y tu angustia en paz.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Ago 09, 2020
Duración
00:22:02 min.
Tamaño
31MB
MP3
Emosiones Que Matan

Emociones Que Matan - Victoria Sobre La Depresión – Parte 2
No existe lágrima ni oscuridad que el amor y la luz de Cristo no puedan borrar. Hoy continuaremos con la serie “Emociones que matan” y estudiaremos la segunda parte del tema “Victoria sobre la depresión” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   Hola amados amigos, estamos estudiando sobre el tema de la depresión, las causas, los factores, y como podemos tener victoria sobre ellas.   En primer lugar, estudiamos que el pecado no confesado puede llevarnos a la depresión, ante esto la única cura posible es el arrepentimiento humilde y sincero delante de nuestro creador.   En segundo lugar, el agotamiento físico nos puede llevar a la depresión. Cada persona en este mundo está compuesta de alma y cuerpo, y entre ellos existe una relación tan estrecha que los problemas del alma afectan al cuerpo y los problemas del cuerpo afectan el alma. El agotamiento físico ya sea por el trabajo, por los estudios o por cualquier actividad puede llevarnos a la depresión.   Ejemplo de ello tenemos a Moisés.  Números 11:11-14 dice “Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: ¿Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?  ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.”   Moisés con la ayuda de Dios liberó a la nación de Israel del poderío egipcio, alrededor de 2 millones de personas, fueron liberadas en un día. Era una obra maravillosa sin embrago la falta de liderazgo de Moisés lo llevó a cargar con todo el peso él mismo. Esto lo llevó a un agotamiento extremo.   ¿No pasa lo mismo hoy en día? ¿Cuántos pastores son pastores orquesta? Quieren hacerlo todo ellos mismos. Abren la puerta de la iglesia, hacen limpieza del templo, dirigen las alabanzas, recogen las ofrendas, lo hacen absolutamente todo y piensan que hacer eso es lo correcto. ¡cuán equivocados están ¡   Lo mismo ocurre con los miembros de la iglesia, algunos varones trabajan más de 12 horas al día y al llegar a casa llegan malhumorados y sumamente cansados, lo mismo puede ocurrir con las mujeres que tienen varios hijos que cuidar y a la vez hacer los quehaceres de la casa. Las entendemos, nosotros tenemos un pequeño que es hiperactivo, todo el día quiere saltar, correr y jugar y nunca quiere hacerlo solo, siempre quiere que papá o mamá jueguen con él.   Todas estas circunstancias nos pueden llevar a un cansancio severo que más adelante se puede manifestar en cuadros depresivos. Esto paso con Moisés, al sentir un agotamiento extremo dijo al Señor “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.” Números 11:14-15   Moisés pensaba que la única solución para su problema era la muerte. Este es un síntoma muy común en una persona que pasa por depresión.   ¿Qué hacer ante ello? ¿Cómo podemos salir victoriosos de este problema? En primer lugar, debemos de compartir la carga. ¿Qué hizo Dios ante el problema de depresión de su siervo Moisés? Le dijo: “Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo” Números 11:16-17.   Que magnifica solución. Dios compartió la carga que tenía moisés, con 70 líderes que había en el pueblo. Lo mismo tenemos que hacer nosotros. La misión de un pastor no es realizar todo el ministerio sino es perfeccionar a los creyentes para la obra del Ministerio. La calidad de un líder no se evidencia en cuantas horas se dedica al ministerio, sino en cuantas horas se dedican al ministerio los miembros de su congregación. El trabajo tiene que ser compartido, esto no solo trae descanso a los pastores sino también los libras de la depresión.   Otra cosa que podemos hacer como familia es darnos algunas vacaciones, les aconsejo viajar con la familia lejos de su ciudad por lo menos una vez al año y tener un tiempo de compañerismo por lo menos una vez por semana. Cada vez que veo a mi esposa cansada o un poco malhumorada por los quehaceres de la casa, trato de sacarla a pasear juntamente con mi pequeño, eso nos ayuda a despejar nuestra mente y descansar de toda la rutina diaria.   ¿Qué si no podemos hacer eso? Tal vez digas me gustaría descansar, pero tengo que trabajar o tengo varios pequeños que cuidar y no puedo tomarme vacaciones, mi consejo es que pidas fuerzas al Señor.   Recuerdo cuando estaba en mi cuarto año en la Universidad estudiando la carrera de Medicina, casi todo el día me encontraba en la biblioteca, era una tarea muy agotadora, sin embargo, necesaria, no podía perder el tiempo o sino nunca lograría terminar mis estudios de forma satisfactoria. Algo que hacía muy frecuentemente cuando me sentía muy cansado era salir un rato de la biblioteca, buscaba un lugar a solas y oraba al Señor, pasaba un tiempo de comunión con él y le decía “Padre mío estoy cansado y no tengo fuerzas para seguir, por favor ayúdame, ten misericordia de mí y deme fuerzas y aliento para seguir adelante” después volvía nuevamente a la biblioteca y seguía estudiando.   El tener un tiempo cada día en comunión con él, es la mejor forma de recargar nuestras energías.   En tercer lugar, las enseñanzas equivocadas del mundo te pueden llevar a la depresión. El mundo nos bombardea cada día con filosofías que en poco o nada ayudan a nuestro espíritu y si nos dejamos influenciar por ellas pronto estaremos yendo camino a la depresión.   Por ejemplo, en estos días de Cuarentena cuando alguien enciende la televisión solo ve casos de muerte y enfermedad por Covid  19  en  todos  los  canales.  Muchos ante esto están desesperados y ante un leve dolor de garganta ya piensan que van a morir.   Estudios recientes dicen que ante los primeros síntomas por Covid 19 uno no debería de tomar nada, a excepción de paracetamol si es que presenta fiebre o dolor de garganta. Sin embargo, las personas ante la desesperación y la angustia están tomando alrededor de 10 fármacos que creen que les puede salvar la vida cuando en realidad lo único que hace es empeorar el cuadro.   ¿Qué hacer ante ello? Creo que lo mejor es mantener la calma, informarnos bien sobre un tema y no creer todo lo que los medios nos dicen, también podemos tomar algunas medidas preventivas que creamos nos pueden ayudar y sobre todo confiar en que nuestra vida está en las manos de Dios y no en las manos de una enfermedad. La palabra de Dios dice en Mateo 6:27 “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?   Un codo equivale a 45 cm. Con esto Jesús no dice que por mucho que te afanes no podrás crecer 45 cm. Esa no es la interpretación. Esta es simplemente una metáfora para la longitud o la extensión de la vida. Lo que él está diciendo es. ¿creen ustedes que por preocuparse van a añadir más años a su vida?   Nuestra sociedad clama a gritos: si tomas este medicamento, si usas mascarilla, si haces ejercicio o tienes una dieta saludable vivirías por muchos años. Sin embargo, Dios dice: usted no puede añadir un día más a su vida.”   Dios tiene el control de nuestra vida amados hermanos y vamos a estar en este mundo hasta que él lo decida, no hay razón del porque vivir angustiados y deprimidos por lo que está pasando o por lo que nos puede llegar a pasar.   Otra filosofía muy común en nuestros días que afecta sobre todo a las mujeres es aquella que dice: que para ser bella tienes que tener un cuerpo perfecto, que para ser bella tienes que tener las medidas de 90, 60, 90. y si no la tienes nunca serás apreciada por los demás. Esta forma de pensar ha llevado a miles de señoritas a dedicar horas y horas en el cuidado de su aspecto físico descuidando aspectos más importantes en sus vidas, también ha llevado a muchas a una serie de trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia. Sin embrago a pesar de todo el esfuerzo que muchas han realizado son pocas las que logran tener los resultados que tanto desean, motivo por el cual la mayoría ante el fracaso lloran y se sumergen en la más profunda depresión.   ¿Qué hacer ante ello?  Creo que la mejor forma de combatir la filosofía mundana y Satánica es con la verdad de la palabra de Dios. Proverbios 31:30 dice “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.” Para Dios más importante es cómo te ves por dentro que por fuera.   Un corazón que ama y teme a Dios tiene más valor que un corazón que busca la aprobación de los hombres. ¿Recuerdan las palabras que le dijo Dios al profeta Samuel cuando este estaba eligiendo al próximo Rey de Israel? 1 Samuel 16:7 dice “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” Dios está más interesado en lo que eres que en lo que haces, en cómo te ves por dentro que en cómo te exhibes por fuera.   Con esto no digo que no hagas ejercicio ni cuides tu aspecto personal, ¡hazlo¡, pero recuerda que la belleza externa con el pasar de los años se irá esfumando y si alguien se casó contigo solo por ello, cuando eso se acabe, te dejará. Sin embargo, la belleza interna en vez de menguar crece con los años y si alguien se enamoró de ti por ese motivo, ten la seguridad que cuando pasen los años su amor hacia ti crecerá más y más.   Otra filosofía muy común en nuestros días es aquella que dice “que cuanto más tienes, más vales” esto ha llevado a las personas, incluso a los creyentes a dedicar su tiempo, energía y recursos en alcanzar esta meta.   Muchas personas viven para trabajar y trabajan para vivir, todo su corazón está enfocado solamente en acumular riquezas, y cuando las cosas no suceden como ellos quisieran se frustran y caen en depresión.   Hace poco escuche el caso de una señora que era negociante de profesión y para su negocio sacó un préstamo muy alto. El negocio no le fue tan bien como ella esperaba y no pudo pagar la deuda. El hombre que le prestó el dinero al no pagar la cuenta estaba haciendo todos los trámites para quedarse con la casa que ella tenía. Esto la llevó a la desesperación, a la angustia y una depresión profunda que por poco acaba con su vida.   Cuan bien haría esta mujer en entender que el sentido, el propósito y la meta de la vida no se resume en las posesiones que tenemos. Bien dijo nuestro Maestro en Lucas 12:15 “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”   El sentido de la vida se encuentra en Dios. Si tienes a él lo tienes todo. A W Tozer expreso lo siguiente “El hombre que tiene a Dios por su posesión, tiene todo lo que es necesario tener. Podrá carecer de todos los tesoros materiales, o si los posee, estos no le producirán ningún placer especial. Y si los ve desaparecer, uno tras otro, apenas podrá sentir la pérdida. Porque teniendo a Dios tiene la fuente de toda felicidad. No importa cuántas cosas pierda, de hecho, no ha perdido nada. Todo lo que posee, lo posee en Dios, pura y legítimamente para siempre.”   ¿Qué de ti amado oyente? ¿Estas dejando que la filosofía de este mundo llene tu corazón y vivas en completa depresión? ¿Por qué no dejas a un lado esa filosofía barata y comienzas a leer el libro de Dios? La palabra de Dios es suficiente. Ella puede dar paz a tu corazón y cambiar tus lágrimas en un gozo profundo y verdadero.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Ago 16, 2020
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Victoria Sobre La Ansiedad

Victoria Sobre La Ansiedad
La ansiedad no nos libra de los males del mañana, solo nos roba la felicidad del día de hoy. Hoy iniciamos una nueva serie titulada Emociones que matan” y el mensaje de este estudio se titula “Victoria sobre la Ansiedad” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Hola estimados amigos, hoy estudiaremos acerca de la ansiedad, un problema muy común en nuestros días. Más de 260 millones de personas en el mundo sufren este mal y en el Perú se calcula que el 25% de la población presentará este cuadro en algún momento de su vida. El diccionario define la ansiedad como el estado de preocupación, miedo y tensión excesivo que provoca un deterioro clínico en el individuo. Actualmente tenemos  diferentes  tipos  de ansiedad.  Como  ser el  trastorno  de ansiedad generalizado que se caracteriza por una preocupación exagerada por todo, como ser la salud, el dinero, la familia, el trabajo etc. También tenemos el trastorno de pánico, esta se manifiesta con episodios bruscos de miedo a morir, a volverse loco o a perder el control. Otro tipo de ansiedad es el trastorno obsesivo compulsivo, en este mal las personas experimentan constantes  pensamientos  o  temores  que los  llevan  a efectuar ciertos  rituales  o  rutinas irracionales. También tenemos la fobia que es un miedo exagerado a un objeto, actividad o situación específico que, en realidad, presentan poco o ningún peligro y por último tenemos al trastorno de estrés postraumático que aparece después de un evento aterrador como el asalto físico, el abuso sexual, la muerte inesperada de un ser querido o algún desastre natural. Todos estos problemas que comienzan en la mente tarde o temprano se manifiestan a través de signos y síntomas en el cuerpo humano. Sudoración, temblor, tensión muscular, dolor de cabeza, dispepsia, náuseas, vómitos, aumento de los latidos del corazón, dolor en el pecho y dificultad para respirar son algunas de las manifestaciones clínicas y si estas no se logran controlar tarde o temprano pueden acabar con la vida del paciente. Ante ello los profesionales de salud han tratado de ayudar a este tipo de personas con fármacos antidepresivos, ansiolíticos, psicoterapia o terapia cognitivo conductual, sin embargo, poco o nada han servido sus esfuerzos. Pero aquello que la medicina no puede hacer, Dios puede hacerlo y él no solo quiere ayudarte a manejar la ansiedad en tu vida, sino a quitarla de tu vida para siempre. Les invito a abrir sus Biblias en el libro de Lucas 12:22-32. Hoy estudiaremos algunos principios que nos enseñó nuestro maestro para luchar contra este terrible mal. En primer lugar, para tener victoria sobre la ansiedad debo entender el propósito del hombre en este mundo. La palabra de Dios dice “Dijo luego a sus discípulos: Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.” La vida del hombre no se resume en cuan bien come ni en cuan bien viste. ¿Estas cosas son necesarias? Claro que sí, pero no es el todo del hombre. Dios nos creó para algo más grande y sublime. Nos creó para su gloria, fuimos creados para servir a los demás, para llevar el mensaje de salvación al mundo entero y para invertir nuestra vida en la vida de las demás personas, esa es la razón por la cual existimos y mientras vivamos centrados en ello, él nos va alimentar, él no va a cuidar hasta el fin de nuestros días. La gente que no es cristiana viene y se va, sin cumplir ningún propósito divino, ellos invierten su vida en una búsqueda insaciable de comida y vestido, lo hacen porque no entienden el sentido de la vida, lo hacen porque son como un barco sin timón. Van de aquí para allá a donde el viento los lleve. Sin embargo, nosotros amados hermanos tenemos un padre amoroso que vela por nosotros, un padre que da dirección y propósito a nuestras vidas y mientras vivamos para su gloria, él va a suplir todas nuestras necesidades. En segundo lugar, para tener victoria sobre la ansiedad debo entender la provisión y el cuidado de Dios sobre sus hijos. La palabra de Dios dice “Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?” Los cuervos son una especie de ave cantora, miden de 52 a 69 cm de longitud y su peso varia de 0.69 a 1.7 Kg. Viven generalmente de diez a quince años, y algunos han llegado a vivir hasta cuarenta años. los jóvenes normalmente se desplazan en grupos, pero las parejas permanecen juntas toda la vida. Los cuervos no son animales muy apreciados en Israel  ya que son considerados aves inmundas. También son incapaces de producir sus propios alimentos ya que no pueden sembrar ni cosechar, tampoco almacenan sus alimentos para largo plazo ya que no cuentan con graneros ni despensas. Sin embargo, sobreviven por muchos años gracias al sustento y alimento que Dios les provee. Job 38:41 dice ¿Quién prepara al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, y andan errantes por falta de comida? Y la respuesta es un rotundo: Dios, el proveedor. Y si Dios provee de alimento a estas pequeñas aves ¿Cuánto más lo hará con aquellos que son sus hijos?   ¿Cómo un hombre puede vivir preocupado o ansioso sabiendo esta maravillosa verdad? Sé que vivimos tiempos difíciles, muchos actualmente se encuentran desempleados y con pocos recursos económicos, sin embargo, no olvides esta gran verdad: “si él cuida de las aves, cuidara también de ti, no lo dudes ni por un segundo”. En tercer lugar, para tener victoria sobre la ansiedad debo entender que solo Dios determina la duración de mi existencia. La palabra de Dios dice “¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?” Un codo equivale a 45 cm. Con esto Jesús no dice que por mucho que te afanes no podrás crecer 45 cm. Esa no es la interpretación. Esta es simplemente una metáfora para la longitud o la extensión de la vida. Lo que él está diciendo es. ¿creen ustedes que por preocuparse van a añadir más años a su vida? Nuestra sociedad clama a gritos: si tomas este suplemento, si haces ejercicio o tienes una dieta saludable vivirías por muchos años. En estos días de pandemia cuantas veces no he oído decir “si usas mascarilla o si no sales de casa vivirás por mucho tiempo” Sin embargo, Dios dice: usted no puede añadir un día más a su vida.” Con esto no digo que usted no debe de vivir una vida sana o que no se debe de proteger de la mejor forma contra alguna enfermedad.  Lo que el texto nos enseña es que la ansiedad o la preocupación no va a extender su vida más de lo que Dios ha determinado. En cuarto lugar, para tener victoria sobre la ansiedad debo entender el valor que tiene el hombre para Dios. La palabra de Dios dice “Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; más os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.” Aunque una buena parte del territorio de palestina sea desierta, en los valles abundan todo tipo de plantas, aquí el término lirio no es utilizado para hablar de una planta específica, sino más bien es un término general en el cual se incluye cualquier planta que florece. Estas no trabajan ni hilan para fabricar sus propias ropas, sin embargo, son las más hermosas en el campo.  Tanto así que ni aun la vestidura de Salomón quien fue el hombre más rico en la historia de Israel, se puede comparar a la belleza de estas pequeñas plantas. Y si Dios viste de una forma maravillosa a estas plantas que hoy están con nosotros y mañana son echadas al fuego, no existe duda que Dios proveerá de ropa para cada uno de nosotros. Si esto es verdad ¿Por qué andar por el mundo preocupados y ansiosos por si tendremos abrigo el día de mañana? ¿acaso no tenemos un padre que vela por nosotros? ¿acaso no tenemos una promesa maravillosa para sus hijos? Amados hermanos la ansiedad en un pecado y se da como resultado de dos cosas. en primer lugar, de la ignorancia del cuidado, del amor y de la provisión de Dios y en segundo lugar de la falta de fe. En quinto lugar, para tener victoria sobre la ansiedad debo entender que Dios es mi Padre. La palabra de Dios dice “Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Más buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. Tengo un pequeño de dos años y medio llamado Josías y saben hasta el día de hoy nunca lo he escuchado preocupado decir “papá ¿Qué vamos a comer o que vamos a vestir mañana?” él confía en mí, él confía en que voy a proveer todas sus necesidades, tal es su confianza que todos los días esta alegre y reposando en el cuidado de su padre. Antes cuando  salíamos al  mercado  al lado de mi esposa siempre comprábamos  cosas pensando en nosotros mismos, sin embargo, ahora que somos padres, siempre que salimos nos preguntamos ¿Qué necesita nuestro hijo? Y si nosotros siendo malos tenemos un corazón listo para proveer todas las necesidades de nuestro pequeño, cuanto más hará Dios quien es un padre amoroso y perfecto. Así que ¿Por qué preocuparnos? Las personas de este mundo pueden vivir preocupados y angustiados por todas estas cosas y eso es entendible ya que el diablo quien es su padre no hace promesas, no cuida de sus hijos y nunca estará dispuesto a suplir todas sus necesidades, sin embargo, nosotros no debemos de actuar de esa forma ya que tenemos un padre compasivo que sabe las necesidades que tenemos y él estará listo para proveer cada una de ellas. ¿Cómo podemos tener la seguridad que Dios hará todo ello? El texto lo dice “Más buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas” Cuando nuestro corazón está enfocado en engrandecer el reino de Dios por medio de servir, evangelizar y discipular Dios promete suplir cada una de nuestras necesidades. En nuestro tercer año de matrimonio al lado de mi esposa comenzamos una pequeña misión aquí en Huancayo, y hasta ese tiempo vivíamos de alquiler en alquiler, ya nos habíamos mudado tres veces en tres años. Cuando llegó el cuarto año de matrimonio enfrentamos una situación difícil, me sacaron del trabajo por no aceptar un vaso de cerveza al jefe de la institución, sin embrago en medio de esos días grises sabíamos que Dios estaba con nosotros y saben Dios premio nuestra fidelidad y nos dio una linda casa de dos pisos a un precio sumamente cómodo. En ese momento no teníamos todo el dinero para pagar la casa, pero Dios obro en el corazón de mi tía quien nos prestó el dinero que nos faltaba. Recuerdo que cuando el dueño de la cada nos vendió el inmueble dijo lo siguiente “yo le pedí a Dios que enviara a la persona adecuada a vivir a este lugar”. Waooo no era casualidad ni suerte lo que estaba pasando era simplemente Dios cumpliendo su palabra.   Por último, para tener victoria sobre la ansiedad debo entender que lo mejor está por venir. la palabra de Dios dice “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Dios en su bondad no solo nos salvó de nuestros pecados y nos dio un propósito para vivir en este mundo, sino también se deleita en darnos el reino. Muchas personas en nuestros días están sumamente temerosas de morir por el covid 19 y esto es entendible ya que ellos no tienen esperanza, saben que si mueren estarán lejos de la presencia de Dios por toda la eternidad. Sin embargo, nosotros amados hermanos debiéramos reflejar en este tiempo donde verdaderamente esta nuestro hogar. No hay razón por la cual estar tristes y temerosos ya que lo mucho que puede hacer el covid 19 con nosotros es simplemente adelantar nuestra entrada a un maravilloso reino. Un reino de justicia, paz y gozo, un reino en el que viviremos para siempre al lado de nuestro amado salvador. Esta es la razón por la cual el apóstol Pablo decía “para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” Sabiendo todo esto no hay razón ni motivo para vivir una vida ansiosa y preocupada. Dios los bendiga.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Ago 09, 2020
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Vida Nueva

Lección 18 - El Costo De Seguir a Jesús
Seguir a Jesús no te tomará unos cuantos minutos en la vida, te tomará la vida entera. Hoy concluimos la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “El costo de seguir a Jesús” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   En el año 2004 acabe mis estudios en el Colegio Nacional San Ramón de Tarma. En ese tiempo estaba muy confundido de lo que sería de mí en adelante. Intente estudiar Literatura, Ingles y me estaba preparando en una academia en el área de Matemática. Sin embargo, todo me iba mal. Uno de esos días recuerdo oré al Señor y le pedí perdón por actuar de forma independiente y por no tomarlo en cuenta en mis decisiones, también le dije los deseos de mi corazón y acabé mi oración con un hágase tu voluntad y no la mía”   Pronto Dios abrió las puertas y por medio de unos misioneros que llegaron a la iglesia donde asistía viaje a Bolivia.   Dios fue bueno conmigo y permitió que pudiera estudiar por las noches en el Seminario la carrera de Teología de forma totalmente gratuita, luego paso algo increíble. Cuando fui a preguntar a una Universidad secular sobre la carrera de Medicina, me ofrecieron una beca que costeaba casi todos mis estudios. A lo largo de todos mis años en la universidad no pague ni una mensualidad, todos mis estudios me salieron completamente gratis, sin embargo, una vez ingrese a ambas carreras, me costó la vida entera.  Estudiaba día y noche para poder concluir mis estudios de forma satisfactoria y cuando llegué a mi último año de la carrera de Medicina casi dormía solo 3 días por semana, me costó todo, sin embargo, fue totalmente gratuito.   Saben, lo mismo sucede cuando uno ingresa al reino de Dios. La salvación y la entrada a ese reino es totalmente gratuita, no existe nada que el hombre pueda hacer para obtenerla, todo lo hizo nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, sin embargo, tomar esta decisión te costará la vida entera. Tendrás que morir a tu yo personal, tendrás que tomar tu cruz cada día, tendrás que renunciar a todo lo que posees y tendrás que dejar que sea Cristo quien reine ahora en tu vida. todos tus sueños, metas y propósitos serán reemplazado por las metas, sueños y propósitos de Dios.   Hoy estudiaremos el tema “el costo de seguir a Jesús” les invito a abrir sus Biblias en el libro de Lucas capítulo 14:25-33. La palabra de Dios comienza diciendo “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo”   El texto comienza describiendo un número grande de personas que seguían al Maestro. Muchos estaban ahí por simple curiosidad, otros llevaban a sus enfermos para que Jesús los sanase, algunos simplemente lo seguían buscando alguna falla en él para desacreditarlo y muy pocos de ellos estaban ahí por los motivos correctos.   Saben, es muy fácil estar en una multitud, uno puede pasar desapercibido, uno puede estar ahí sin el mínimo compromiso posible y eso es lo último que desea nuestro Maestro.   Esta es la razón por la cual fijó su mirada en ellos y les dijo: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”   Este un llamado a seguirlo y es un llamado en el cual todos están incluidos, no importa la condición social, el sexo, el color de la piel, la nacionalidad o el pasado oscuro que uno tenga, la invitación a venir a él es universal.   Venir a él es sinónimo de creer en él, de confiar en él y de seguirlo de forma personal. La invitación está en tu puerta, puedes tomarla y acercarte al salvador o simplemente puedes ignorarla y hacer caso omiso de ella.   A lo largo de todas las escrituras Jesús siempre ha llamado a las personas a dar un paso de fe. Llamó a Mateo y le dijo “sígueme”, llamó a Pedro y Andrés quienes estaban pescando y les dijo “venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres” llamaba a las personas y les decía “venid a mi todos los que estéis trabajados y cargados y yo os haré descansar” y ahora llama esta multitud y les dice “si alguno viene a mí”.   Seguido a esto dice algo impresionante y seguramente dejo con la boca abierta a más de uno. “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” Waooo ¡que palabras¡ primero les diré lo que no significa y luego les diré lo que significa. No significa que para seguir a Jesús tienes que odiar a tu familia ya que a lo largo de todas las escrituras Dios nos manda a amar y honrar a cada uno de ellos. ¿entonces qué significa? Aquí nuestro Señor está usando una figura literaria llamada hipérbole que consiste en aumentar o disminuir de forma exagerada lo que se dice con el fin de enfatizar algo. Por ejemplo, ¿han oído alguna vez decir a un jovencito a su enamorada: te amo tanto que por ti bajaría una estrella del cielo? ¿Significa esto que el joven tiene que volverse astronauta y viajar a una estrella cercana y tomar un pedazo de ella y dárselo a su enamorada? Claro que no, lo que significa es que su amor hacia ella es tan grande que haría cualquier cosa con tal de verla feliz.   De la misma forma, con estas palabras nuestro Señor no está pidiendo que detestemos a nuestros seres queridos, lo que él quiere enseñar es que nuestro amor a Dios tiene que ser tan alto y profundo, tan maravilloso y sublime que, si pudiéramos comparar el amor que tenemos a Dios con el amor que tenemos a nuestra familia o incluso a nuestra propia vida, estos últimos serian pequeños y minúsculos en comparación al amor a nuestro Señor.   Alguien dijo que el mejor intérprete de la Biblia es la Biblia misma y saben en Mateo 10:37 encontramos la interpretación de este texto. Ella dice lo siguiente “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”. lo que Jesús está diciendo es que nuestro amor hacia él tiene que ser más grande que a cualquier cosa que existe en este mundo. Él debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, él debe ser el Señor de nuestro corazón y el amo de nuestra barca.   Amigo ¿Amas a Jesús más que a tu familia? Cuantas veces no he escuchado decir “me gustaría seguir a Jesús, pero si tomo esa decisión mis padres se ofenderán grandemente y   muy posiblemente me echen de la casa” ¿saben que respondería Jesús ante esto? Él diría: está bien respeto tu decisión, pero recuerda esto: no puedes ser mi discípulo.   Amigo ¿Amas a Jesús más que a tu propia vida? El amor hacia uno mismo se manifiesta en la preocupación y el cuidado que tenemos hacia nuestra propia persona, vamos a donde nosotros queremos ir y hacemos las cosas que nosotros queremos hacer, todo, absolutamente todo gira alrededor nuestro. Ante esto ¿Qué diría Jesús al respecto? El diría. Si vas a vivir para ti mismo, si el centro de tu vida vas a ser tú mismo, puedes hacerlo, pero no puedes ser mi discípulo. No puedes ser mi discípulo.   Seguido a esto nuestro Señor dice “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” Muchas personas al leer este texto piensan que lo que Jesús está pidiendo es simplemente cargar un crucifijo en el pecho. ¡cuán equivocados están ¡   Hablar de la cruz es hablar de muerte. La crucifixión era una de las formas más crueles y bárbaras de muerte conocidas por el hombre. nunca se aplicaba a ciudadanos romanos, pues esta forma de castigo se reservaba para las personas más despreciadas: los esclavos, los peores criminales y los no romanos. Estos eran juzgados y una vez condenados tenían que cargar su propia cruz por las calles de la ciudad como señal de vergüenza, hasta llegar al lugar de su ejecución.   Este acto se parece mucho a lo que pasa cuando uno toma la decisión de seguir al Maestro. Espiritualmente uno se encuentra delante del juez supremo, condenado a muerte por nuestros pecados. Y ahora tenemos que cargar nuestra cruz por este mundo en reconocimiento de nuestra culpabilidad y sumisión delante de Dios, quien es el Señor de nuestras vidas y en esta condición morimos cada día, morimos a nosotros mismos, morimos a nuestros deseos y metas personales, morimos a nuestros placeres pecaminosos, morimos a nuestra vida centrada en nosotros mismos, morimos a nuestro yo personal y hora dejamos que sea Dios quien controle nuestra vida, que sea él quien viva a través de nosotros.   Seguido a esto nuestro maestro dice “y viene en pos de mi” no basta solamente creen en él y arrepentirnos de nuestros pecados, ahora tenemos que ir en pos de él. Así como un niño sigue los pasos de su padre en la playa, de la misma forma el nuevo creyente debe de seguir los pasos del maestro.   Amado amigo ¿estas llevando tu cruz? ¿estas siguiendo al maestro? tal vez digas me gustaría hacerlo, pero dejar a un lado mis placeres y pecados, dejar a un lado a mis amigos, dejar a un lado mis metas y sueños personales me parece una locura. ¿sabes que respondería Jesús a esto? Él te diría: si no estás dispuesto a hacerlo no puedes ser mi discípulo.   Después de esto nuestro Señor cuenta dos historias. La primera de ella nos enseña el costo de seguir a Cristo. La palabra de Dios dice “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.” ¿Qué quiere enseñarnos Jesús al contar esta historia?  Creo que el mensaje es bien claro. Si   vamos a seguir a Jesús, no tomemos esta decisión a la ligera, ya que podríamos seguir el paso de este mal constructor, que seguramente comenzó alegre y emocionado, creyendo que las cosas serían fáciles, pero pronto se cansó y se le acabo los materiales y dejo a medias lo que había comenzado. Seguir a Jesús no será una tarea sencilla, hay un costo que pagar y si no estás dispuesto a pagar el costo menor ni te atrevas a seguir a este camino.   Luego continua con la segunda historia donde nos muestra el costo de no seguirlo. La palabra de Dios dice “¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.” ¿a quiénes representan estos reyes? El primer rey, aquel que tiene un ejército de diez mil, representa a cualquier persona en este mundo, representa a cualquiera de sus oyentes dentro de la multitud. El segundo rey por su parte, aquel que tiene un ejército de veinte mil representa a Dios quien es el rey de Reyes y Señor de Señores. Entre ambos hay una guerra, y si por cualquier motivo el rey menor va y se enfrenta al rey mayor, hacerlo sería una completa barbaridad ya que acabaría completamente destruido. ¿Qué quería enseñarnos el maestro con esta historia? Lo que él está diciendo es que, si cualquier persona no se acerca humildemente delante del Rey de reyes en arrepentimiento y fe, clamando misericordia y buscando estar en paz con Dios a causa de su pecado, ¿saben lo que va a pasar? Un día el Rey mayor vendrá a este mundo y va a destruir en el infierno a todos aquellos que despreciaron las condiciones de paz y dieron la espalda a su creador.   Por último, nuestro texto concluye con las palabras “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” ¿Qué significa renunciar a todo lo que uno posee? Significa que cuando tú sigues a Cristo, ahora no solo tu vida entera le pertenece, sino todo lo que él te ha dado. Tu familia, tu esposa, tus hijos, tu casa, tu carro, tu cuenta bancaria, tu profesión, tus talentos, tus habilidades, todo le pertenece a él y tu llegas a ser ahora solo un administrador. Y un día darás cuenta por la forma como administraste todo lo que le pertenece a tu Señor.   ¿Qué si no estás dispuesto a hacerlo? La respuesta es sencilla: no puedes ser discípulo de Cristo.   Para acabar quiero preguntarte amado amigo ¿eres uno de la multitud o eres discípulo suyo? ¿estas con el siguiendo sus pasos o estas en contra del camino al infierno? La invitación a seguirlo y rendirte a él está a tu puerta en el día de hoy, ven a él querido amigo, ven a él con un corazón quebrantado por tu pecado y por tu maldad, clama misericordia y fija tu mirada únicamente en él, él puede salvarte, él puede limpiar tus pecados, él puede darte una vida nueva. Sin embargo, no tomes esta decisión a la ligera, considera el costo y se valiente y aunque en esta vida transites por un camino estrecho, áspero y lleno de dificultades, ten la seguridad que Jesús ira contigo, y con él todo es posible.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Ago 09, 2020
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Vida Nueva

Lección 17 – La Transformación De Una Mujer
Y justo cuando la oruga pensó que era su final se transformó en una mariposa. Hoy continuamos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “La transformación de una mujer” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   La historia de hoy tiene lugar en Galilea, lugar donde nuestro Señor Jesucristo se encontraba ministrando.  De pronto aparecen dos personajes en la escena. Les invito a abrir sus Biblias en el libro de Lucas 7:36 - 50. La palabra de Dios comienza diciendo “Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume”   En primer lugar, vemos a un hombre que se acerca donde Jesús y le suplica que coma con él en su casa.  Este hombre se llamaba Simón y era un fariseo. Los fariseos eran los hombres más religiosos de la ciudad, hombres moralistas y decentes, hombres que enseñaban las escrituras y guiaban al pueblo a Dios. Estaban tan cerca de Dios, sin embargo, su corazón estaba tan lejos de él, la gran mayoría de los fariseos eran simplemente hipócritas. Decían, pero no hacían.   No sabemos con seguridad cuales fueron las intenciones de este fariseo al invitar a casa a Jesús, algunos creen que tenía interés en conocer quién era Jesús, otros creen que simplemente lo había invitado para acumular más pruebas en contra de él, ya que ningún fariseo que se respetara tendría alguna forma de relación con un hombre que era considerado blasfemo.   Ante la invitación Jesús acepta ir a casa de Simón y cuando llega a ella, se recuesta a la mesa para comer. De pronto aparece una mujer en la escena. No se sabe su nombre, ni su edad ni de dónde venía, lo único que dice el texto es que era pecadora. este término era reservado para la gente más despreciada de una ciudad. Muy probablemente era una prostituta, una mujer inmoral que vivía esclavizada por sus propios deseos pecaminosos.   Seguido a esto podemos ver la conducta y la actitud de estos dos personajes frente a Jesús. La palabra de Dios dice “trajo un frasco de alabastro con perfume y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.” en primer lugar notamos la actitud de la mujer. Vemos a una mujer valiente y decidida entrar a una casa donde sabia no sería bien recibida por todos. Pero eso no importaba, ella estaba resuelta a llegar donde Jesús estaba. seguramente había escuchado de Jesús, talvez había presenciado alguno de sus milagros, pero estoy seguro que lo que más le impacto fue su mensaje. Un mensaje lleno de gracia y compasión. Un mensaje de esperanza para el alma angustiada, buenas nuevas de salvación para el pecador más perdido.  Tal vez escucho decir al maestro “venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os hare descansar, los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos, no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. Este era el lenguaje de nuestro maestro. Estoy seguro que cuando esta mujer lo escucho predicar, las palabras de Cristo cautivaron su corazón herido y se dio cuenta que todavía existía esperanza para ella, todavía podía ser perdonada y limpiada de años de impureza y maldad.   Esta es la razón por la cual no le importo la vergüenza de entrar a una casa ajena donde seria mal vista y despreciaba. Estaba resuelta a llegar frente a aquel que podía limpiarla y sanar su corazón herido.   Tan pronto ingresa a la casa va directamente sobre los pies del maestro, no se atreve ni siquiera a mirar a su Señor, ella se siente indigna de hacerlo. Trae consigo un frasco de alabastro con un perfume para ungir la cabeza de Jesús. El frasco de alabastro no era un frasco común y corriente, este era diseñado de un tipo costoso de mármol de las canteras de Egipto, por esto podemos suponer que el perfume que contenía era sumamente valioso.   Que hermosa lección, así es como debemos de acercarnos siempre a nuestro Señor, con un corazón dispuesto a colocar lo mejor de nosotros a los pies del maestro.   Seguido a esto le abrumo la emoción y llorando comenzó a regar con lágrimas los pies de Jesús. Así como la lluvia cae sobre la tierra en días de invierno, de la misma forma sus lágrimas caían sobre los pies del maestro. Eran lágrimas de dolor, lágrimas de arrepentimiento.   Mientras lloraba se dio cuenta que el dueño de la casa se había olvidado de lavar los pies del maestro, así que con sus lágrimas lavo los pies de sus Señor y como no tenía una toalla a la mano para secarle los pies, lo hizo con su propio cabello. Waoo Que una mujer judía se suelte el cabello en público se consideraba en esos días como algo indecente e inmoral, sin embargo, a esta mujer no le importo la vergüenza, no le importo el qué dirán. Lo único que quería era servir y rendir un homenaje a aquel que podía salvarlo.   Seguido a esto beso los pies del maestro en señal de cariño y afecto y ungió los pies de su Señor con el perfume que ella tenía.  ¡Que escena más asombrosa e impactante¡ Esa noche la mujer no pronunció ni una sola palabra, pero sus hechos hablaron por ella!   En segundo lugar, vemos la actitud del fariseo. La palabra de Dios dice “Cuando vio esto el fariseo que le había convidado dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.”   En vez de alegrarse por un pecador que se arrepiente, Simón sintió rabia y desprecio ante aquella mujer, por otra parte, se sintió satisfecho por haber confirmado su creencia de que Jesús realmente era un falso profeta, ya que, si fuera verdadero, sabría qué clase de mujer es la que estaba delante de él.   Jesús no solo sabía quién era esa mujer, sino que también sabía lo que Simón estaba pensando. Así que miró a Simón y le dijo: “Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.   Jesús quería enseñar una lección a Simón y le cuenta una historia en la que un hombre prestó dinero a dos personas. Al primero le prestó quinientos denarios y al segundo cincuenta. Un denario era el pago que se le daba a un trabajador común por un día de trabajo, conociendo esto el primer trabajador le debía casi un año y medio de salario y el segundo solo un mes y medio. Sin embargo, ninguno de ellos tenía con que pagar, así que el acreedor movido a misericordia perdono a ambos. Fin de la historia   Seguido a esto Jesús pregunta a Simón. ¿Cuál de ellos le amará más? La respuesta era obvia y Simón lo dijo: “pienso que aquel a quien perdonó más. ¡respuesta correcta¡ dijo Jesús. En realidad, el principio era simple: un gran amor es consecuencia de un gran perdón.   A continuación, Jesús utiliza esta ilustración para mostrar a Simón el contraste entre él y la mujer, entre su trato indiferente y frio y entre el amor sincero y profundo de parte de la mujer. La palabra de Dios dice “Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; más ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; más ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; más ésta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama”.   El contraste entre Simón y la mujer era evidente.  En primer lugar, Jesús le dice “entre a tu casa y no me diste agua para mis pies, mas ésta ha regado mis pies con lágrimas”. En la cultura judía siempre que un visitante llegaba a una casa el anfitrión llamaba al sirviente de menor rango y le ordenaba lavar los pies de sus invitados. Esta era una tarea denigrante para el que lo hacía, pero muy necesaria debido al polvo y el lodo que cubría todas las calles de palestina que ensuciaban los pies de quienes transitaban por ella. Sin embargo, cuando Jesús entró en casa de Simón él fue muy descortés en su trato y no le proveyó de agua. Actuar de esa forma era casi considerado un insulto, por el contrario, la mujer lavó con sus lágrimas los pies de su maestro, en una expresión de profundo arrepentimiento.   En segundo lugar, Jesús exclama: “No me diste beso; más ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.” El beso en la cultura judía era una expresión de íntima amistad y consideración hacia alguien, muy semejante a estrechar las manos en nuestro país.  Él no hacerlo simplemente reflejaba el poco aprecio y respeto hacia la otra persona. En tercer lugar, Jesús le dice a Simón: “No ungiste mi cabeza con aceite; más ésta ha ungido con perfume mis pies.” El acto de ungir consistía en la aplicación de un aceite o ungüento sobre la cabeza o el cuerpo de otra persona. Representaba en este caso un acto de hospitalidad. Lo triste fue que cuando Jesús entró en casa de Simón, este ni siquiera utilizó el aceite de oliva más barato para ungir al Señor, por el contrario, la mujer ungió con un perfume muy valioso los pies de Jesús.   Waoo que contraste. Al comienzo uno pudiera haber pensado que Simón por ser un hombre religioso y educado estaba más cerca del cielo y esta mujer por todos sus antecedentes estaba más cerca del infierno, pero Jesús invierte los papeles y le muestra a Simón que su estado espiritual era peor que el de aquella mujer.   Como conclusión Jesús le dice “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama”.   Simón, así como todo fariseo se creía un hombre justo, perdonado y digno heredero del cielo, esto lo llevó a mirar a los demás como simples pecadores que iban camino al infierno.  Sin embargo, ese día Jesús le mostró que su falta de amor era evidencia de que nunca había sido perdonado, en contraste la mujer por más pecadora que haya sido fue lavada y perdonada al refugiarse en la maravillosa gracia y misericordia de Dios y la evidencia de ello fue la muestra de agradecimiento y amor hacia aquel que misericordiosamente la había perdonado.   Nuestro texto de hoy termina con las palabras de Jesús a la mujer. La palabra de Dios dice: “Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?  Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.”   Ante la vergüenza que sentía esta mujer al estar en una casa donde no era bien recibida y ante el desprecio que sentía por casi todos los invitados, nada podía alegrar más su corazón, que escuchar las palabras “tus pecados te son perdonados”. Cada uno de los pecados sucios y horribles que esta mujer había cometido a lo largo de toda su vida fueron perdonados. Esa carga, ese peso terrible de impiedad quedo en el olvido.   ¿Qué salvo a esta mujer? Muchos pensarían que sus acciones de amabilidad le llevaron a la salvación. sin embargo, para que no existan dudas. Jesús lo aclara al decir “tu fe te ha salvado, ve en paz” La salvación no se obtiene por hacer algo, sino por creer algo.  Nadie en este mundo ira al cielo simplemente por hacer unas cuantas buenas acciones. La salvación es un regalo de la gracia de Dios que se obtiene mediante la fe en la persona de Cristo. Y la evidencia de que esto ha ocurrido en la vida de alguien son las expresiones de amor, gratitud, servicio y buenas acciones hacia aquel que nos ha salvado.   Ese día la oruga se trasformó en mariposa y vivió como mariposa para siempre.   ¿Cuál es tu condición delante de Dios querido amigo? ¿tu vida se asemeja a la vida de Simón o puedes verte reflejado en la vida de aquella mujer?   Talvez te mires a ti mismo como una buena persona, como alguien que no ha hecho mal a nadie, tal vez creas que estas cumpliendo los mandamientos de Dios y que vas camino al cielo. Déjame decirte algo. Si tú nunca te has visto como un vil pecador que merece el infierno, tú no eres salvo y cuando mueras grande será tu sorpresa ya que pasaras toda la eternidad en el infierno.   Ese mal no le deseo a nadie, por ello amado amigo ven a él con la misma actitud de aquella mujer, ven a él reconociendo humildemente que has pecado y que mereces el infierno. La Biblia dice que el hombre a causa de su pecado merece la condenación eterna, sin embargo, hubo uno que nos amó de una forma maravillosa, a tal punto que descendió a este mundo y entrego su vida por el bien de todos nosotros. Él murió y fue por su sacrificio en la cruz del calvario que la mugre de nuestros pecados puede ser limpiada.   Así que ven a él querido amigo, ríndete delante de aquel que puede salvarte y limpiarte de toda maldad. Estoy seguro de que si lo haces él te acogerá en sus brazos y así como a esta mujer, te dirá: “hijo: tus pecados te son perdonados, ve en paz”. Y una vez que experimentes la salvación simplemente sigue el ejemplo de aquella mujer. Rinde tu vida como una ofrenda de gratitud por sus múltiples bondades.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Ago 02, 2020
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Enseñando Para Cambien Vidas

Lección 16 - El Sentido De La Vida
Dios es como un pintor, es aquel que da color y sentido a la vida. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “El sentido de la vida” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. «¿De qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?» (Marcos 8:36). En 1923 se reunió un grupo de los hombres de finanzas más prósperos del mundo en el Hotel Edgewater Beach, en Chicago. Entre ellos estaban el presidente de la mayor compañía de acero, el presidente de la mayor compañía de servicios, el mayor especulador de trigo, el presidente del Stock Exchange (la Bolsa) de Nueva York, un miembro del Gobierno del país, el presidente del Banco Internacional de pagos, y el jefe del mayor monopolio del mundo. Estos hombres controlaban entre sí más riquezas que las del Tesoro de los Estados Unidos. Por donde iban salían en los titulares de los periódicos y revistas. Pero veamos lo que les había sucedido treinta años después. El presidente de la compañía de acero vivió de préstamos los últimos cinco años de su vida, y murió en la pobreza. El presidente de la compañía de servicios murió en la miseria después de haber quebrado. El mayor especulador de trigo murió en el extranjero, insolvente. Richard Whitney, el presidente de la Bolsa, fue puesto en libertad del penal de Sing Sing. El mayor especulador en Wall Street se había suicidado. El miembro del ministerio, Albert Fall, recibió el perdón en la cárcel, para que pudiera morir en su casa. Leon Frazier, presidente del Banco Internacional de Pagos, se suicidó. Estos hombres habían aprendido a hacer dinero, pero ni uno de ellos había aprendido a vivir. ¿Qué provecho sacaron de ello? Ninguno. Hoy veremos la vida de un hombre que aparentemente lo tenía todo, sin embargo, carecía de lo más importante. Les invito a abrir sus Biblias en el libro de Lucas capítulo 12:13-21 La palabra de Dios dice: “Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. Pero él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Y les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has guardado, ¿de quién será?” Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios. Mientras Jesús enseñaba grandes verdades espirituales a la multitud, un hombre muy egoísta lo interrumpió y le dijo “Maestro di a mi hermano que parta conmigo la herencia.” No se sabe con exactitud qué problema tenía este joven con su hermano, pero muy probablemente sería el hijo menor y deseaba que la herencia que sus padres les habían dejado se repartiese en partes iguales, esto iba en contra de la ley que otorgaba al hijo mayor dos tercios de la herencia en comparación al menor que solo le tocaba un tercio. Ante este pedido Jesús respondió “Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Jesús se negó a la petición de este hombre probablemente por dos razones: la primera es que no quería pasar por alto las autoridades que tenían el deber de ocuparse de tales asuntos y en segundo lugar porque su propósito al venir a este mundo no era el de traer posesiones a los hombres sino más bien el llevar a los hombres a Dios. Y partiendo desde este punto fijo su mirada en la multitud “Y les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia” este es un llamado a estar en guardia, así como un soldado que vigila su cuartel en la noche está atento ante el ataque del enemigo, de la misma forma Jesús quería que cada oyente esté atento ante cualquier indicio de avaricia que podía destruir su vida. ¿Qué es la avaricia? Es el afán de poseer muchas riquezas con el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie. literalmente significa la sed de tener más. ¿Por qué debemos de guardarnos de la avaricia? La respuesta es muy sencilla y Jesús lo dijo “porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de bienes que posee” el sentido, la meta y el propósito de nuestra vida no se resume en simplemente llenarnos de cosas materiales. La sociedad en la que vivimos mide el éxito en base a las riquezas y recursos económicos que poseemos. Nuestra sociedad proclama a gritos “cuanto más tienes, más vales” esta puede ser la forma como el mundo evalúa al hombre, sin embargo, no es la forma como Dios lo hace. Y para darles un ejemplo de este asunto, Jesús les cuenta una parábola. “La heredad de un hombre rico había producido mucho.” Aquí vemos a un agricultor que había tenido éxito en su cosecha, un hombre rico al cual le había ido bien en los negocios. Tanta era su producción que se dijo “¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos?” su cosecha era tan abundante que sus depósitos quedaban chicos en comparación a todo el fruto que tenía. Después de meditar un poco en este asunto, por fin llego a una solución. “Se dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes” ¿Por qué derribar sus graneros? ¿acaso no era mejor conservarlos y construir en otro lugar? Claro que no. Él era un hombre muy inteligente y astuto para los negocios, no quiso desperdiciar ni un centímetro de tierra que más adelante le producirían más cosechas. Esta fue la razón del porque pensó en derribar los graneros pequeños y construir en el mismo lugar unos más grandes. ¿Qué iba guardar en ellos? Dice el texto “sus frutos y sus bienes” tenía una cosecha impresionante, sin embargo, también tenía un montón de bienes materiales, tantos que ya no cabían en su casa, así que había que guardarlos en otro lugar. Siguiendo su discurso, se dijo “Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y regocíjate.” Estas palabras me suenan muy familiares, ya que es el lenguaje y la aspiración de nuestra sociedad. Cuantas veces no he oído decir a gente “vive la vida, come, bebe y regocíjate, que cuando mueras, ahí acabara todo.” Sin embargo, mientras este hombre pensaba en todo el tiempo que le quedaba de vida y en cómo iba a disfrutar de cada uno de sus bienes. Dios le dijo: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has guardado, ¿de quién será?” Si algo no esperaba este hombre era la muerte, el creía que viviría por mucho tiempo y si había que pensar en Dios eso podía hacerlo más adelante, sin embargo, la muerte estaba a la puerta y hoy venían por su alma. Muchos somos como este hombre hacemos planes de aquí a 10 años cuando ni siquiera sabemos con certeza si mañana veremos la luz de un nuevo día. Cuan bien nos haría decir “Si Dios quiere haremos eso o aquello”. ¿Qué concepto tendría el mundo si este hombre viviera en nuestros días? Estoy seguro que su foto estaría en todos los periódicos y revistas famosas alabando su éxito en las finanzas, estoy seguro que sería un hombre muy reconocido e importante, un hombre del cual los cineastas harían muchas películas, los escritores escribirían muchas historias y los jovencitos lo verían como el modelo perfecto a seguir, seria alabado por multitudes y su nombre tendrían muchas calles de nuestra nación. sin embargo ¿Qué concepto creen que tenía Dios de él? Dios lo llama necio, la palabra necio es sinónimo de tonto, estúpido, vacío, torpe e ignorante. ¿Por qué Dios lo llama así? ¿Qué de malo había en este hombre? Por su actitud y sus palabras podemos notar una serie de problemas en su vida. En primer lugar, sus riquezas se habían convertido en su dios. el problema de este hombre no era el tener muchos bienes, el problema radicaba en que los bienes lo tenían a él, él era un esclavo de sus riquezas. Saben, no hay nada de malo en ser rico, muchos hombres en la Biblia eran ricos y amaban al Señor, hombres como Abraham, José, David, Job, etc sin embargo la diferencia radicaba en que estos hombres no tenían en el centro de su corazón a las riquezas, sino a Dios y cuando Dios se los quitaba solo exclamaban “Jehová dio y Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito” En segundo lugar, este hombre no sabía nada de sí mismo. El creía que podía vivir muchos años, creía que tenía la vida comprada, sin darse cuenta que ese día sería el último de su existencia. Además de esto este hombre nunca se dio cuenta que todo lo que había acumulado no le podía dar la satisfacción que su alma necesitaba. Tenía mucho, pero a la vez no tenía nada. La riqueza es astuta y mentirosa amado oyente, promete al hombre felicidad, esperanza y satisfacción, por tal motivo el hombre se afana y dedica horas, días y los mejores años de su vida para conseguirlo, sin embargo, al final se da cuenta que aquello que tanto buscaba no puede darle satisfacción, ni llenar su corazón vacío. En tercer lugar, era un hombre completamente egoísta, nunca pensó en su prójimo, nunca pensó en el necesitado, nunca pensó en compartir con las personas pobres algo de lo que Dios le había dado, todo era yo y yo y yo, que no había tiempo para pensar en los demás. En cuarto lugar, era un hombre malagradecido. Después de todo lo que Dios le había dado, lo normal hubiera sido que elevase su voz al cielo y exclamase “gracias Dios mío por todas tus bondades” Sin embargo, no lo hizo ya que ni siquiera creía en Dios. Por ultimo Dios lo llama necio porque tuvo tiempo para todo, menos para lo más importante. Descuido la salvación de su alma por una vida totalmente egoísta. Cierto día un caballero pregunto a otro, mientras pasaban frente a una hermosa casa de campo rodeada de jardines ¿Cuánto crees que vale esa propiedad? No sé en cuánto está tasada; pero sé lo que le costó a su antiguo propietario. ¿Cuánto le costó? Le costó el alma. Alguien dijo lo siguiente “si vives sin Dios en este mundo, ten la seguridad que tu condición no cambiara cuando mueras” ¿Qué de ti querido amigo? ¿te sientes identificado con este hombre? Tal vez te despiertas cada mañana solo con el fin de alcanzar el sueño americano: una linda casa, un carro del año y una gran posición en la sociedad es aquello que no te deja ni conciliar el sueño. Cuando viene alguien y te invita a escuchar la palabra de Dios respondes: “no tengo tiempo” “otro día será” y cuando te preguntan la razón del porque no puedes asistir le contestas “es que tengo que trabajar, es que tengo que viajar, es que tengo que estudiar una maestría, es que tengo que salir con mi familia, es que tengo que emprender un negocio, es que tengo que hacer las labores de la casa, es que tengo que hacer esto y aquello. Tienes tiempo para todo, menos para Dios. Has quitado a Dios de tu agenda y en su lugar has colocado miles de cosas. Dios no significa nada en tu vida, lavar un calcetín sucio es más importante que prepararse para la eternidad, unos dólares más en el bolsillo son más importantes que el dador de la vida. Para ti Dios es solo un amuleto de la buena suerte, lo buscas solo cuando se presenta alguna necesidad, sin embargo, cuanto todo va bien él es el gran desconocido. Dedicas horas y horas en acumular riquezas, pensando que eso dará satisfacción a tu alma, sin embargo, cada vez te sientes más vacío, pobre y miserable. Piensas que tienes el control de tu vida, que eres el señor de tu propio destino y el capitán de tu alma, sin embargo, no sabes que un día de estos tu corazón dejará de latir y estarás delante de tu creador. Cuando eso pase ¿Quién se quedará con todo lo que has acumulado? Ya veo a tus hijos riéndose y repartiéndose las cosas que tan afanosamente has amontonado. Y mientras ellos hacen eso ¿Dónde estarás tú? ¿acaso no estarás delante de su creador esperando la sentencia de muerte? ¿acaso no serás condenado a un tormento eterno? Amado amigo, deseo este no sea tu futuro, ¿por qué no dejas a un lado tus juguetes y examinas la condición de tu alma? ¿Por qué no te inclinas delante de tu creador y clamas misericordia? Misericordia por una vida desperdiciada, misericordia por una vida sin Dios. arrepiéntete de tus pecados y humildemente rinde tu vida al Señor Jesucristo. El vino a este mundo a morir por tus pecados y por los míos, el vino para dar sentido y propósito a nuestra existencia, él vino para dar paz y satisfacción a nuestra alma. ¡No lo rechaces ¡ven a él hoy con un corazón quebrantado por tu pecado, ven a él hoy y dile: ten compasión de mi oh Dios que soy un pecador. Hazlo hoy mientras todavía haya tiempo, no esperes al mañana para entregar tu vida a él, ya que mañana puede ser demasiado tarde.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jul 26, 2020
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00:21:41 min.
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Enseñando Para Cambien Vidas

Lección Quince – Un Tesoro De Valor Incalculable
Hay más tesoros en Jesucristo que en todo el botín de los piratas. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Un tesoro de valor incalculable” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Ma Qingrong de 62 años y natural del condado de Dayao en China, soñó en 1990 el hallazgo de una gran fortuna escondida en la montaña de Maanshan, a escasamente 20 Kilómetros de su aldea. Él cuenta lo siguiente “En mi sueño una niña vestida de negro me guiaba hacia un misterioso palacio de piedra, donde hallaba importantes inscripciones y un cofre con un precioso tesoro” desde ese día en adelante y por más de 16 años Ma Qingrong ha excavado a martillo y cincel la montaña de Maanshan con la esperanza de encontrar en algún momento ese precioso tesoro. ¿Sabían que existe un tesoro mucho más grande y de valor incalculable que el hombre puede hallar en este mundo? Hoy estudiaremos sobre ese tesoro y como tú y yo podemos llegar a obtenerlo. Les invito a abrir sus Biblias en el libro de Mateo 13:44. La palabra de Dios dice “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.” Estas son palabras de nuestro Señor Jesucristo quien nos relata dos historias fascinantes cuya enseñanza tiene como fin mostrar al hombre el camino a un hermoso reino, un reino maravilloso donde él es el Rey. Estudiemos la primera historia. Aquí vemos a un hombre que encuentra un precioso tesoro en el campo. Antiguamente era muy común enterrar objetos de valor en la tierra. se cuenta según la historia que cuando los españoles vinieron a conquistar el Perú, mucha gente en ese periodo de tiempo escondió gran parte de su riqueza bajo tierra y muchos de ellos nunca lo llegaron a recuperar, esta es la razón por la que de vez en cuando uno que otro al escarbar la tierra se topa con un gran tesoro. Lo mismo pasaba en Palestina, por muchos años había sido un gran campo de batalla, muchas guerras y enfrentamientos se habían producido en ese lugar, así que la gente cuando se sentía amenazada por algún enemigo lo que hacía era enterrar sus posesiones más preciadas como el oro, la plata y algunas prendas de sumo valor, con el pasar del tiempo cuando el dueño de estas riquezas moría o era deportado a una tierra extranjera, el tesoro quedaba perdido a menos que alguien lo descubierta por accidente. Esto paso en nuestra historia. No se sabe con exactitud cómo se topó este hombre con semejante tesoro, pero probablemente al caminar se tropezó con parte del tesoro o mientras cultivaba el campo lo encontró. Seguido a esto, esconde nuevamente el tesoro y con una sonrisa en el rostro va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo. Muchos al escuchar esta historia, creen que Jesús no debió nunca de haberla contado, ya que supuestamente al contarla está colocando como ejemplo para los demás a un hombre poco honorable. Muchos dicen que lo que debió hacer el hombre es entregar el tesoro al dueño del campo y no quedarse con él. Sin embargo, aunque el propósito de esta historia no era esa, veremos que este hombre actuó de forma correcta en esa situación. Según la ley rabínica que regía en esos tiempos “Si un hombre encontraba fruta o dinero disperso, le pertenecía a quien lo encontraba”. Ante esto quien se topaba con alguna posesión valiosa tenía el derecho de quedarse con ella. También lo que podemos deducir según los hechos es que el dueño de esta tierra no sabía nada de ese tesoro ya que si lo hubiera sabido nunca hubiera vendido la tierra. y por si esto fuera poco este hombre al encontrar el tesoro, no salió corriendo de la escena con el tesoro en la mano, ni tampoco tomó parte de ella para comprar el campo, sino por el contrario fue y vendió todo lo que tenía y compró el campo. Que interesante. Seguido a esto nuestro Señor contó una historia muy semejante a la primera. La palabra de Dios dice en Mateo 13:45-46 “También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que, habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.” Un mercader era un comerciante que compraba artículos de valor a un bajo costo y la revendía a uno mayor. Él caminaba por diferentes lugares en busca de joyas preciosas, muy probablemente visitaba con regularidad las regiones costeras ya que de ahí salían estas hermosas perlas. Encontrar una perla no era nada sencillo, recuerden que en esos días no existían los trajes de buceo, que son trajes especiales que proveen de oxígeno y calor a la persona, así que la costumbre en esos días era simplemente tirarse al agua, y retener la respiración lo más que uno pueda y en esos pocos minutos tratar de sacar la máxima cantidad de ostras con la esperanza de que una de ella tuviera esta valiosa joya. Se calcula que para obtener una perla natural era necesario extraer 200.000 ostras, por lo que no es difícil imaginar lo poco gratificante de la tarea, por no hablar de los riesgos que corrían estas personas que se sumergían a pulmón a grandes profundidades. Muchos morían en el intento y otros quedaban con daños pulmonares severos por el resto de su vida. Esta es la razón por la cual era la joya más valiosa en tiempos antiguos a tal punto que muchos Romanos y Egipcios las llegaron a adorar. También era una costumbre de la gente rica comprar este tipo de joyas como una inversión ya que de ese modo podían llevar una gran riqueza en un pequeño espacio. Se calcula que el precio de una joya como estas tenía el valor de más de un millón de dólares. Se cuenta que cierto día Cleopatra apostó con Marco Antonio a que era capaz de preparar la cena más lujosa del mundo, más incluso que las que se organizaban en Roma. Marco Antonio incrédulo, aceptó la apuesta y cuando llegó a la cita, en la que no faltaban viandas y sirvientes quedó poco impresionado por el festín y así se lo comunicó a su anfitriona. Cleopatra, entonces, cogió una de las perlas de sus pendientes y la sumergió en vino hasta que se disolvió. Bebió de ese particular vino de perla y Marco Antonio tuvo que admitir que había perdido la apuesta. Este mercader en su búsqueda hallo una perla realmente impresionante, una perla que no se comparaba a ninguna que había visto anteriormente, entonces fue y vendió todo lo que tenía y la compró. ¿Qué quiso enseñarnos Jesús al contarnos estas dos parábolas? ¿a quién representa el tesoro escondido y la perla de gran precio? La palabra de Dios lo dice: ella representa al reino de los cielos, el reino de los cielos abarca muchas cosas, en primer lugar, al Rey, quien es nuestro Señor Jesucristo, también representa la salvación que es la única forma de entrar a ese maravilloso reino. De estas dos historias podemos aprender muchas cosas. En primer lugar, así como estos hombres se apropiaron del tesoro y la perla preciosa, de la misma forma nosotros tenemos que apropiarnos personalmente del reino de los cielos. El hecho de que hayamos nacido en una familia cristiana o el que hayamos sido creados a imagen de Dios no nos hace hijos suyos. Hace poco el papa en una conferencia dijo lo siguiente “muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan a Dios o encuentran a Dios de diversa manera, en esta multitud, en este abanico de religiones, hay una sola certeza que tenemos para todos: todos somos hijos de Dios” aunque suene bonito la frase y agrade a todo el mundo esto no es verdad. No todos son hijos suyos, sino Jesús nunca les hubiera dicho a los fariseos “ustedes son de vuestro Padre el diablo”.   Tampoco el asistir a una iglesia, disfrutar de la predicación, bautizarnos o hacernos miembros de una congregación nos puede salvar. Es solo a través de Jesús que podemos entrar a ese maravilloso reino, es solo a través de Jesús que podemos obtener la salvación de nuestra alma y el perdón de nuestros pecados. En segundo lugar, así como el tesoro escondido y la joya preciosa tenían un valor incalculable, lo mismo sucede con el reino de los cielos. La gran mayoría de personas en nuestros días piensa que si tienen esto o aquello alcanzaran la felicidad y la satisfacción en su vida. Recuerdo que cuando estaba estudiando medicina, cierto día converse con uno de mis compañeros y le pregunte cual era la razón por la cual él estudiaba medicina y él me expreso lo siguiente. “aparte de ayudar y salvar a las personas, estudio Medicina básicamente para ganar un montón de dinero. me dijo que su padre era Neurólogo y vivía una vida lujosa y él quería seguir sus pasos” Amado amigo no importa cuánta educación tengas, ni cuanta fama, poder, placer o dinero puedas acumular, ninguna de estas cosas puede brindar paz a una mente atribulada, sanar una relación destruida o perdonar a un corazón pecador. Es solo Cristo quien puede dar la satisfacción que tu alma necesita y llenar el vacío que hay en tu corazón. Esta es la razón por la cual el ser hijo de Dios y el pertenecer al reino es más valioso que todo lo que este mundo puede ofrecer, es por eso que no importa cuanto tengas en esta vida, si no tienes a Cristo déjame decirte que no tienes absolutamente nada y por el contrario podrás carecer de todo lo que este mundo puede ofrecer, pero si tienes a Cristo lo tienes todo. Nada en este mundo se compara a la belleza de Cristo y su Reino. él conocerlo y tener una relación personal con él supera en creces a las joyas más preciosas que encontramos en el mundo, es más estas a su lado parecen nada más que excremento. el Apóstol Pablo, en la carta a la iglesia a los Filipenses en el capítulo 3:5-7 expresa lo siguiente “Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra. Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho. Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” Waoo que palabras. Pablo decía todos mis títulos y posiciones, todas mis riquezas y honor, toda mi fama y mi justicia personal, todo, absolutamente todo es nada en comparación a Cristo. Que hermosas palabras. En tercer lugar, así como estos hombres se llenaron de gozo al encontrar el tesoro y la perla de gran precio, de la misma forma quien tiene a Cristo y es parte de su reino tiene la fuente de un gozo indescriptible. Podrá enfrentar problemas y falta de empleo, podrá sufrir por la causa de Cristo, podrá experimentar días grises en el mundo, pero en medio de todo esto su corazón está lleno de gozo y esperanza, él sabe que su verdadero hogar no se encuentra en este mundo así que no espera mucho de ella y entiende que en medio de esos días oscuros tiene un amigo que camina a su lado. En cuarto lugar, así como estos hombres vendieron todo lo que tenían con tal de apoderarse de esos preciosos tesoros, de la misma forma el pecador que se acerca a Dios debe tener un corazón dispuesto a renunciar a todas las cosas sin valor que posee mientras recibe gratuitamente todas las cosas de valor incalculable que Dios tiene para ofrecerle en Cristo. Bien dijo el maestro “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” Ante todo, esto ¿Qué vas a hacer querido amigo?  ¿seguirás despreciando a tu creador para disfrutar de los deleites pasajeros que este mundo te ofrece? ¿seguirás buscando en la basura la paz y la satisfacción que tu alma necesita? o ¿vendrás a él con un corazón arrepentido y humillado delante de su presencia.? Tú decides. C. S. Lewis decía “nosotros somos criaturas con corazones divididos, entreteniéndonos con bebidas, sexo, ambición, cuando se nos ofrece un gozo infinito, somos como un niño ignorante que quiere continuar haciendo pasteles de lodo en su barrio, porque él no puede imaginarse siquiera, lo que significa la oferta de un día de fiesta en el mar” Hay una joya preciosa que está al alcance de tus manos, hay un tesoro incomparable que espera por ti. Ven a él querido amigo, ven a él en arrepentimiento y fe, ven a él con las manos vacías y con un corazón dispuesto a renunciar a tu vida vieja. Si lo haces esa venda sucia que ciega tus ojos serán abiertas y veras a Cristo en toda su gloria, en toda su belleza y en todo su esplendor.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jul 19, 2020
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección Trece – Lo Mejor Está Por Venir
La vida del hombre es simplemente como la introducción de un libro,  la escena más importante está a punto de suceder.   Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Lo mejor está por venir” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. No hay duda de que las cosas pequeñas pueden tener un efecto de largo alcance, por ejemplo, miren la situación en la que nos encontramos en el día de hoy. Un pequeño virus conocido como el coronavirus que mide alrededor de 80 a 220 nanómetros, tan pequeño que solamente se puede ver con un microscopio especializado, está causando un desastre mundial. Cientos de países hoy están en cuarentena, han cerrado sus fronteras y se encuentran en una crisis económica severa. Todo causado por un pequeño virus que al inicio paso desapercibido, sin embargo, ahora es la portada de todos los medios de comunicación a nivel mundial. Lo mismo podemos decir en cuanto a la escritura, todos los poemas hermosos que hemos escuchado, todos los libros que nos han cautivado, todas las revistas y artículos que han sido publicados, todo, absolutamente todo, nació de 27 letras del alfabeto. No hay duda que las cosas pequeñas pueden tener un efecto de largo alcance. En la parábola que estudiaremos hoy veremos algo semejante. Les invito a abrir la palabra de Dios en el Libro de Mateo capitulo 13:31-32 la Biblia dice “Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. Este pequeño texto tiene una enseñanza realmente hermosa. Aquí vemos a nuestro Señor Jesucristo, el maestro por excelencia contar esta pequeña parábola. Una parábola no es más que una narración breve y simbólica de la cual se extrae una gran enseñanza moral. Y la parábola comienza diciendo “El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza” en primer lugar ¿Qué es el reino de los cielos? Es la esfera de dominio de Dios sobre todos aquellos que le pertenecen. El reino es ahora manifiesto en el reinado espiritual del cielo sobre el corazón de los que creen en él, sin embargo, un día no muy lejano será establecido literalmente en un reino aquí en la tierra. Este reino maravilloso no comenzó con bombos y platillos, sino dice el texto que sus comienzos fueron semejantes a un grano de mostaza. Los granos de mostaza son pequeñas semillas redondas, cuyo color va del blanco amarillento al negro.  A lo largo de los años se ha utilizado como uno de los condimentos más populares en la gastronomía, sin embargo, también al ser rica en sodio y vitamina A, ayuda a estimular el tránsito de nutrientes y a conformar diferentes tejidos en el organismo; de igua l forma la mostaza es abundante en hierro y potasio, lo que ayuda a que los músculos se mantengan sanos. La mostaza es también muy baja en calorías, aunque tiene una cantidad estupenda de proteínas que ayudan a construir  y a reparar tejidos. También, contiene piridoxina, un componente que ayuda a formar glóbulos rojos y que disminuye la resequedad de la piel. Estas y muchas más utilidades tiene esta pequeña semilla. Seguido a esto el texto continúa diciendo. “que un hombre tomó y sembró en su campo” aquí vemos a un agricultor que tomó esta pequeña semilla que mide de 1 a 2 mm y la sembró en el campo. Luego nuestro Señor agrega y dice “el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas” al leer estas palabras muchos agnósticos y ateos se han levantado y han dicho que la Biblia contiene errores y que las palabras de Jesús no son ciertas. Ya que en la actualidad existen semillas como el de la orquídea silvestre que son mucho más pequeñas en tamaño. ¿Qué podemos decir al respecto? ¿Quién tiene razón? Y la respuesta es Jesús tiene razón. ya que cuando se utiliza la palabra grano o semilla en el Nuevo Testamento siempre es en referencia a las hortalizas, que son un conjunto de plantas cultivadas generalmente en huertos o regadíos, esta es la razón por la más adelante en el texto nuestro Señor dice “pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas” especificando con esto que la semilla de mostaza no es la más pequeña entre todas las plantas, sino entre todas las hortalizas. Esta semilla diminuta que a las justas podemos ver, tiene un crecimiento fenomenal una vez ingresa a la tierra. Se convierte en poco tiempo en la mayor de las hortalizas y se hace árbol de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.  La planta de mostaza en Palestina a menudo crece hasta una altura de cinco a seis metros y en ciertas épocas del año sus ramas se vuelven suficientemente rígidas como para soportar el nido de un ave. Un ave no hace su nido en cualquier lugar, siempre busca un lugar apropiado, un lugar que pueda soportar el peso y si es posible que le provea de alimento. y el arbusto de mostaza cumple con todos estos requisitos. Ahí acaba esta pequeña parábola y a diferencia de otras parábolas que se encuentran en las escrituras, esta no presenta el significado del texto. ¿Qué quiso enseñarnos el maestro? ¿Cuál es la lección detrás de esta pequeña historia? En pocas palabras lo que Jesús quiso enseñarnos es que el reino de los cielos comenzara siendo pequeño en tamaño, insignificante a la vista de los demás, sin embargo, con el pasar de los días se convertirá en un gran arbusto que llenará toda la tierra. Tan solo miremos sus inicios, observemos detalladamente al Rey de este gran Reino.  No nació en una ciudad prominente y famosa de su tiempo, sino por el contrario nació en un pueblo pequeño llamado Belén. Bien dijo el profeta de ella “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.”.   tampoco nació en un castillo, rodeado de los mejores médicos y sirvientes para atender su parto, el nació en un establo y fue acostado en un pesebre, un recipiente donde comen los animales. En su nacimiento no se congregaron los líderes más famosos y prominentes de su tiempo, sino por el contrario estuvo rodeado de animales y los únicos que lo visitaron fueron unos pobres pastores de los campos de belén. Vivió en Nazaret una región de mala reputación del cual la gente decía “que nada bueno podía salir de ese lugar. Ahora miren a los súbditos del Rey, no eran los estudiantes más sobresalientes de su tiempo, tampoco pertenecían a ningún grupo religioso, ni se encontraban dentro del liderazgo en Israel, eran hombres comunes y corrientes, hombres sin educación, hombres débiles, temerosos, faltos de fe y lentos para aprender. Ningún líder respetado en su tiempo habría puesto sus ojos en ellos, sin embargo, Jesús lo hizo. Bien dijo el apóstol Pablo en referencia a los primeros creyentes “Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó.  En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante.” Así comenzó el reino de Dios, y aun cuando el ministerio de nuestro maestro fue poderoso en palabras y milagros, cuando el ascendió al cielo, solo contaba con 120 seguidores. Un inicio pequeño, que pasó desapercibido por muchos. En cierta ocasión un grupo de Fariseos al escuchar a Jesús hablar de su reino le preguntaron: tú que tanto hablas del reino, haber dinos cuando se manifestará, a lo que Jesús respondió: “El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.” que interesante, lo que Jesús les dijo fue que pocos o nadie iban a percibir el inicio del reino ya que no vendría con bombos y platillos, sin embargo el reino ya se estaba manifestando entre ellos. Sin embargo, este reino que comenzó siendo pequeño como la semilla de mostaza, pronto crecerá y se hará un arbusto gigante. Desde la partida de nuestro maestro, el evangelio se ha extendido por el mundo entero, miles se han rendido ante el Salvador, miles han reconocido su miseria y su pecado y han llegado a los pies de Cristo, hoy podemos decir que el cristianismo ha crecido como nunca antes, sin embargo, todavía somos la minoría, todavía vivimos en un mundo corrupto donde el creyente es el hazmerreír de la sociedad. La gran mayoría nos ve como gente rara que pone su fe en fabulas y cuentos de niños, la gran mayoría piensa que para convertirse al cristianismo tienes que dejar a un lado tu cerebro. Somos calumniados, perseguidos, avergonzados, criticados e incluso asesinados. Ser cristiano en nuestros días no es nada fácil, recuerdo que cuando me encontraba trabajando en un Centro de salud, cierto día organizaron un evento al lado de nuestra institución, había deporte, comida y cerveza. De pronto cuando  fui a recoger mi almuerzo  me llamo  el presidente de la comunidad, quien formaba parte del liderazgo en el centro de Salud. Acudí a su llamado y de pronto saco una cerveza y me dijo: sírvete. Le dije: no gracias, no tomo” de pronto sentí un odio profundo en su mirada. Y recuerdo que en esos días ya estaba a punto culminar mi contrato y según yo nada impedía que me volvieran a renovar el contrato, sin embargo, no lo hicieron, recibí una carta de despido del mismo presidente de la comunidad, donde me decía que había hecho una buena labor en la institución, pero no menciono por ningún lado el motivo de mi despido. Al comienzo me sentí triste y frustrado, incluso  quise denunciarlos, sin embargo, me di cuenta que tengo un Dios que es mas grande que mis problemas, acudí a él en oración y al poco tiempo él me dio un trabajo donde gano mucho más de lo que ganaba en el trabajo anterior. Como les dije ahora somos minoría, no tenemos voz ni voto en medio de una sociedad tan corrupta y depravada. Vivimos en un mundo donde aparentemente la maldad está triunfando, donde el político corrupto se sale con la suya y donde el asesino y violador sale libre tan solo pagando una buena suma. Sin embargo, esto llegara a su fin, la maldad tiene sus días contados, y aquellos que hoy se jactan de su injusticia un día lloraran eternamente en el infierno. Nuestro Rey está a punto de venir a la tierra, su regreso está cada vez más cerca. Volverá montado en un caballo blanco lleno de gloria y de poder y destruirá a sus enemigos tan solo con el resplandor de su venida. Vendrá a este mundo donde reinará por mil años, y su reino será un reino como nunca antes, un reino de justicia y de verdad, un reino de paz y amor, un reino donde el llanto y el dolor desaparecerán, un  reino donde viviremos al lado de nuestro salvador por siempre. El salmista hablo de ello al decir  “Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Ante él se postrarán los moradores del desierto, Y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán. Por ultimo dice el texto que “aún las aves del cielo hacen su nido en ella” ¿Qué significa esto? ¿a quién representan las aves? Yo creo que representa al mundo entero. Recuerden que cuando hablamos de anidar normalmente conlleva la idea de protección, seguridad y refugio. El reino de los cielos crecerá hasta convertirse en un árbol que finalmente proporcionará abrigo, protección y beneficio para toda la humanidad ¿Qué de ti querido amigo? gozaras el privilegio de estar en ese maravilloso reino. Tal vez te preguntes ¿Cómo puedo entrar a él? Y la respuesta es bien sencilla.  Jesús mismo lo dijo en Mateo 4:17 “A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca» Primero tienes que reconocer tu pecado, luego tienes que ir a él con un corazón quebrantado y arrepentido, reconociendo tu miseria y tu indignidad delante de Dios. Seguido a esto deposita toda tu confianza en aquel que murió por ti para salvarte. Si haces esto y lo haces de corazón, en ese mismo  momento tus vestiduras llenas de harapos serán cambiadas por vestiduras blancas, y de ser hijo del Diablo pasaras a ser hijo del gran Rey y gozaras a su lado por toda la eternidad. No hay duda que lo mejor está por venir. Dios los bendiga.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jul 05, 2020
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección Catorce – Joven Rico Y Famoso
Existe en el mundo personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Joven, rico y famoso” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Muchos dedican horas y horas en acumular riquezas, pensando que con ello encontrarán la felicidad que su alma necesita, sin embargo, no importa cuántos lujos tengamos ni cuantas posesiones lleguemos a acumular ninguno de esos juguetes nos darán la paz y la felicidad que nuestra alma necesita. Esto lo prueban los dichos de los siguientes hombres, todos ellos multimillonarios bien conocidos y famosos: Juan B. Rockefeller dijo: «He hecho muchos millones, pero no me han traído ninguna felicidad. Los cambiaría de buena gana por aquellos días en los que me sentaba ante mi mesa de trabajo en Cleveland y me consideraba rico con un sueldo de tres dólares semanales». Podemos añadir que este famoso millonario, además de tener la salud quebrantada, necesitaba una guardia permanente para preservar su vida de enemigos codiciosos de su fortuna. W. Vanderbilt dijo: «La administración de 200 millones de dólares es un peso bastante grande para anonadar cualquier cerebro; es un peso aplastante capaz de matarle a uno. No hay en ello ningún placer». Juan Jacobo Astor dejó cinco millones de dólares, una gran fortuna en su tiempo; pero había sido un mártir de la dispepsia y la melancolía. Su confesión fue: «Soy el hombre más miserable de la tierra». Henry Ford, el rey de los automóviles, dijo: «El trabajo es el único placer; es tan solo el trabajo lo que me conserva vivo y hace la vida digna de ser vivida. Yo era más feliz cuando hacía el trabajo de mecánico». Andrés Carnegie dijo: «Los multimillonarios raramente sonríen». Todas estas frases simplemente confirman que el dinero es inútil para saciar un alma que carece de paz, gozo y esperanza. El dinero en sí mismo no es malo, es como un medicamento, si la administramos en la dosis correcta y la sabemos utilizar será muy provechoso para nosotros, pero si la consumimos todos los días y no podemos desprendernos de ella, pronto nos llevará camino a la tumba y no solo eso, también camino al infierno. Les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Marcos capítulo 10:17-27, hoy estudiaremos el encuentro que tuvo Jesús con un hombre joven, rico y famoso. La palabra de Dios dice “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: !Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! … Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.” Cierto día mientras Jesús se encontraba en Perea, una ciudad localizada al oriente del río Jordán, se presentó a su encuentro un hombre, este hombre tenía ciertas características, en primer lugar, era un hombre joven, probablemente tenia entre veinte y treinta años, en segundo lugar, era un hombre muy rico y acaudalado, un joven con la billetera bien cargada, es poco probable que un hombre se vuelva rico a tan corta edad, así que probablemente recibió una gran herencia de su familia. En tercer lugar, este hombre era un principal entre los judíos, algunos teólogos creen que era el líder de una sinagoga o lugar donde se reunía el pueblo para estudiar las escrituras, y por último era un hombre con un carácter moral y religioso admirable. Waoo que curriculum vitae tenía este hombre. Estoy seguro de que muchas chicas estaban tras de él y muchos padres lo aceptarían felices como parte de su familia. Marcos cuenta que este joven vino a Jesús corriendo, a pesar de que en los tiempos de Jesús la gente de prestigio no corría, ya que al correr se les levantaba su túnica y se exponían a que la gente les viera sus piernas, esto era considerado poco digno y hasta vergonzoso, por tal motivo nadie que era respetable en el pueblo lo hacía, sin embargo, él lo hizo y con esta actitud vemos el entusiasmo y el interés que tenía por conocer a Jesús. A pesar de todos sus logros religiosos, este hombre en lo más profundo de su ser sabía que algo le faltaba, sabía que había una duda dolorosa respecto a su relación con Dios, sabía que no tenía vida eterna, así que fue donde la persona indicada para responder todas sus preguntas. Se acercó a Jesús, se arrodillo delante de él y le hizo la pregunta del millón, era la pregunta que casi todos algún día nos lo hemos hecho. Le dijo “maestro bueno ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” Ante esta pregunta, Jesús le responde “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino solo uno, Dios” antes de responder su pregunta Jesús quería que este joven entendiera bien el concepto de ser una persona buena, muchos tenemos un concepto equivocado en este tema. La palabra bueno es algo absoluto y no relativo, las personas pueden mostrar ciertos actos de bondad, pero solo Dios es absoluta, perfecta y eternamente bueno. Jesús conocía que este hombre tenía un concepto equivocado de sí mismo, él se creía justo, él se creía bueno, y esto no era cierto. Así como este joven muchos en el mundo tienen el concepto de que son personas buenas que a veces hacen cosas malas, sin embargo, el concepto que la Biblia enseña es todo lo contrario, somos personas malas que por la gracia y misericordia de Dios a veces hacemos cosas buenas. Nacemos con una naturaleza inclinada al pecado, el Apóstol Pablo describe bien nuestra condición en la carta a los Romanos 3:10 donde dice “no hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque Dios, todos se desviaron, a una se hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Cuando nos comparamos con personas como Hitler, Stalin, Sadam Husein, Bin Laden u otro, al lado de ellas parecemos personas buenas, justas, respetables y dignas de admiración, sin embargo, cuando nuestro estándar no es el Hombre sino Dios, solo nos queda reconocer nuestra maldad e inmundicia delante de él. Seguido a esto Jesús le dice “los mandamientos sabes: no adulteres, no mates, no hurtes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre” a lo que el joven rico contesta inmediatamente “maestro todo esto lo he guardado desde mi juventud”. Jesús no tenía en mente enseñar a este joven que para que pueda ser salvo él tenía que guardar cada uno de los mandamientos, sino todo lo contrario, Jesús quería mostrarle cuán lejos estamos de cumplir la ley de Dios. El Apóstol Pablo cita en Romanos 3:20 “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” La ley de Dios es como un bisturí que nos deja al descubierto ante el padre y si somos sinceros cada uno de nosotros ha quebrantado la ley no solo una, sino miles de veces. Este joven vivía tan cegado por su religión que no entendía realmente el estado pecaminoso de su alma, él creía que guardar la ley tenía que ver simplemente con cumplirla externamente, sin embargo, la ley de Dios evalúa aún las intenciones del corazón. En lugar de guardar la ley como creía que lo estaba haciendo, la violaba a diario en su mente y en su corazón. Ante la respuesta del joven Jesús pudo haberle dicho “oye tu eres un hombre mentiroso y arrogante, yo te conozco y sé que miles de veces en tu vida has quebrantado la ley de Dios” sin embargo no lo hizo, las escrituras dicen “Jesús mirándole, le amo” que gracia más maravillosa, Jesús era un hombre compasivo y lleno de misericordia y esto se reflejaba en sus palabras y en su actitud. “Una cosa te falta” fueron las palabras de Jesús a este joven “anda y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven sígueme, tomando tu cruz” ¿Qué cosa le faltaba a este joven? ¿acaso si este joven vendía todas sus posesiones y se las daba a los pobres tenia entrada en el reino de los cielos? Creo que no, el punto era que el primero tenía que quitar o remover el ídolo que había en su corazón, para hacer de Jesús el único objeto de adoración, deleite y satisfacción, y la evidencia de que su amor por el dinero quedaba en segundo plano era el venderlo todo y entregarlo a los pobres. Un teólogo dijo lo siguiente: “Lo que Jesús realmente le estaba diciendo era esto: Joven imagínate una vida sin dinero, imagínate una vida sin bienes materiales, sin casa, sin carro, sin ropa lujosa, sin cuenta bancaria, imagínate una vida en la que únicamente me tuvieras a mí, ¿estarías satisfecho?”   Y la respuesta del joven fue no. Él no estaba dispuesto a dejarlo todo y seguir al maestro, su amor hacia el dinero superaba en creces al amor que decía tener a Dios y a su prójimo. Dice el texto “entonces afligido por esta palabra se fue triste, porque tenía muchas posesiones” ¿saben porque se fue triste? Porque prefirió sus riquezas que a Jesús. La Biblia dice “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” la riqueza terrenal y la satisfacción temporal era el dios de este hombre y cuando había que tomar una decisión él eligió a quien verdaderamente amaba. ¿Significa esto que todos los cristianos o seguidores de Cristo tienen que ser pobres? Claro que no, el problema de este muchacho no era que tenía muchos bienes, el problema radicaba en que los bienes lo tenían a él, él era un esclavo de sus riquezas. Seguido a esto Jesús mirando alrededor dijo ¡cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas ¡Ante esto los discípulos se asombraron y dijeron ¿Quién pues podrá ser salvo? A lo que Jesús respondió “Para los hombres es imposible” esta es una de las verdades más grandes en toda la Biblia. La salvación es imposible de alcanzar por medio de méritos o esfuerzos humanos. “más para Dios no hay nada imposible” la salvación únicamente depende de la obra de Dios. El diseño un plan maravilloso de salvación, un plan lleno de gracia y misericordia, él se hizo hombre así como nosotros, vivió una vida perfecta, y como cordero sin mancha y sin pecado fue llevado al matadero, y en esa cruz cargó con el pecado del hombre y  en ese madero llevó toda nuestra maldad e inmundicia, sin embargo ahí no quedo todo, la muerte no tuvo poder sobre él y al tercer día resucitó de entre los muertos y ahora ofrece vida eterna y salvación a todo aquel que humildemente reconoce su bancarrota espiritual, se acerca a él con un corazón arrepentido y deposita su fe y su confianza únicamente en él. Se cuenta del multimillonario Vanderbilt que cuando se acercó el final de su vida pidió a un fiel criado suyo negro que se acercara a su cama y le cantara el antiguo himno evangélico «Acercaos, pecadores, pobres y necesitados». El negro cantó el himno con toda la emoción de su alma, cuya traducción al español es: Venid, oh pecadores; Jesús, refugio vuestro, os llama, y en su seno, amparo os brinda ya. En este día grato del Evangelio santo, vuestra maldad llorando la salvación buscad. De tal manera al mundo amó Dios, que a su Hijo ha dado en sacrificio por nuestra iniquidad. Y Cristo, compasivo, a todos hoy recibe; «Al que a mí viene, dice, no le echaré jamás». Al concluir el himno, Vanderbilt confesó: ¡Soy un pobre y necesitado pecador! Todos somos así delante de los ojos de Dios, tanto si vivimos en la penuria económica o si somos multimillonarios.  Todos necesitamos ir delante de su presencia y decir «¡Dios, ten misericordia de mí, que soy nada más que un pobre pecador!». Amado amigo tienes que tomar una decisión, te puedes ir hoy a casa triste, así como este joven rico y disfrutar por un tiempo de los placeres y juguetes terrenales que este mundo puede ofrecer o puedes dejarlo todo y seguirle únicamente él. ¿Qué camino eliges? Si decides seguir el camino del joven rico, déjame decirte que tu fin no será nada agradable, sin embargo, si decides seguir a Jesús gozaras de paz, esperanza y felicidad el resto de tu vida. Dios te bendiga.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jul 12, 2020
Duración
00:21:34 min.
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección Doce – Sígueme
No importa lo que tengas que dejar por seguir a Cristo, recuerda que lo que obtendrás será mil veces mayor a lo que perdiste. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Sígueme” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Había una vez, una niña que se llamaba Fabiola, era una niña de siete años que vivía con sus padres y tenía dos hermanitos más. Pues resulta que un día ella salió al súper con su mamá y llegó al lugar donde estaban los accesorios para niñas: aritos, pulseras, todo de plástico. De pronto la niña vio un collarcito de perlas de plástico hermoso  ¡le encanto! Y le rogó a su mamá que se lo comprara, la mamá se lo compró, pero con la condición de que hiciera oficio toda la semana y se lo iba a dar al final de la semana. La niña trabajo, hizo todos los mandados, ayudo con la comida, cuido a sus hermanitos, etc. hasta que se ganó su collarcito de perlas. Una noche cuando su papá terminó de leerle el cuento habitual, le pregunto a su hija ¿hija tú me quieres? La niña le contestó: sí papa. Entonces regálame el collar de perlas de plástico que tienes. Rápidamente Fabiola le respondió: ¡no papi mi collar de perlas no, me costó ganármelo! pero te puedo dar a mi periquita Valentina para que juegues con ella. no le dijo el papá, no te preocupes. A las semanas ocurrió lo mismo, el papá le volvió a decir Fabi regálame tu collar de perlas, y la niña le dijo ¡no papi!, pero te puedo regalar esta muñeca que es la que más me gusta, la que puede patinar solita, y el papá le dijo: no te preocupes. Esa noche fabi se durmió pensando en lo mucho que ella amaba a su papá y en todo lo que él trabajaba para que ella tuviera todo lo necesario y pensó: le voy a regalar mi collar de perlas. A la noche siguiente antes de que su papá le leyera el cuento Fabiola se puso a llorar y poco a poco abrió el puño en el que tenía el collarcito de perlas de plástico y se lo dio a su papá y le dijo: Te Amo papá. Al instante su papá la abrazo y sacó de su bolsillo una franelita azul con unas perlas Genuinas que deslumbraron los ojos de Fabiola, perlas que probablemente Fabiola las conserva hasta el día de hoy. Así como este padre amaba a su hija, de la misma forma nos ama Dios. solo está esperando que tu sueltes esa baratija a la que te estas aferrando para darte un verdadero tesoro. Hoy estudiaremos la vida de un hombre que estuvo dispuesto a dejarlo todo por seguir a Cristo ya que entendía que todo lo que poseía no se comparaba en nada a la joya preciosa que es Cristo. Les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Marcos capítulo 2:13-14, hoy estudiaremos el encuentro que tuvo Jesús con un cobrador de impuestos llamado Leví. La palabra de Dios dice “Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.” Una de las tareas principales de nuestro Señor Jesucristo durante su ministerio era la enseñanza, ante él se congregaban multitudes, había personas de diferentes razas, idiomas, color, condición social y vida moral. En uno de esos recorridos por las orillas del mar de Galilea, vio a Leví, sentado al bando de los tributos públicos. Levi o Mateo como comúnmente es conocido era un publicano, un recolector de impuestos, debemos recordar que Israel en los tiempos de Jesús vivía bajo el dominio del Imperio Romano y como tal tenía que pagar impuestos. Había impuestos de toda clase y color, impuestos personales, impuestos a la renta, impuestos generales sobre la tierra, impuestos por transporte de bienes y productos, impuestos por el uso de caminos, por el cruce de puentes y por otras actividades diversas. El pagar impuestos era algo normal en todo tipo de nación y cultura. Sin embargo ¿Cuál era la razón por la cual los cobradores de impuestos en Palestina eran tan odiados? La razón es bien simple, es que ellos cobraban mucho más de lo que la ley requería. De todo el dinero recaudado una parte era para los romanos y una parte se quedaba en sus bolsillos. Estos hombres se hacían ricos a expensas del trabajo de su propio pueblo, dentro del cual se encontraba gente pobre y humilde económicamente, a los cuales los explotaban y a quienes no podían pagar, les prestaban dinero a exorbitantes tasas de interés y si por algún motivo alguien se atrevía a evadir los impuestos, estos contrataban matones que los golpeaban hasta pagar el último centavo y si a pesar de esto no pagaban, ellos tenían a disposición soldados romanos que estaban listos para apresar a quien se estaba contra de la leyes romanas. Esto los llevó a un rechazo tremendo por su propio pueblo, un desprecio, un estigma social, al punto que ni aun en las sinagogas o los lugares donde se estudiaban las escrituras se les permitía el paso y si por cualquier motivo uno tenía contacto o alguna relación con uno de estos hombres era considerado impuro. La gente los odiaba, los escupía, los despreciaba, incluso su propia familia cuando se enteraba que uno de sus hijos se había convertido en cobrador de impuestos inmediatamente los echaban de casa y cortaban cualquier tipo de relación familiar para siempre. Tener un hijo que era publicano era simplemente no tener un hijo. En resumen, eran clasificados como traidores a su patria, ladrones, mentirosos, avaros y los pecadores más viles que existían en su tiempo. Así era Levi, la sociedad entera lo despreciaba sin embargo hubo un hombre que fijó su mirada en él. Un día, así como otro mientras se encontraba realizando su trabajo, vino a su encuentro un hombre que se llamaba Jesús, este le miró con ojos de gracia y le dijo “sígueme”, ante este llamado. Estoy seguro que los discípulos de Cristo, los soldados romanos y todos a su alrededor debieron quedarse realmente con la boca abierta. Y es más, seguro no falto alguno que tomo a Jesús aparte y le dijo: Señor no sabes lo que estás haciendo, este hombre es la escoria de la sociedad, si relacionarnos con él es pecado imagínate lo que pensará la gente si llega a ser tu discípulo. Levi sabía quién era Jesús ya que Jesús había hecho de Capernaun la sede principal de su ministerio, seguramente vio sus milagros y quedo realmente impactado. Levi era un hombre calculador, matemático, un experto en las finanzas. Él no tomaba una decisión al azar, seguramente cuestiono el ministerio del maestro, sin embargo, ante tanta evidencia no había duda de que él era el Mesías esperado por su nación. Sin embargo, el poco conocimiento que tenia de Jesús, no se comparaba al conocimiento que tenía Jesús de Levi, él vio a un hombre miserable, afligido por el peso de su culpa y listo para arrepentirse. Le dijo “¡sígueme! y levantándose, le siguió” esta no era una invitación a simplemente tomar un simple cafecito o a una salida temporal, esta era una invitación a dejarlo todo y seguirlo de forma permanente. Pensemos por un momento en la situación en la que se encontraba Levi. El durante mucho tiempo habría juntado el dinero suficiente para comprar a los Romanos el derecho de cobrar los impuestos, había soportado el desprecio de su familia y el rechazo de todo su pueblo por conservar su profesión. Ahora Jesús le pide que lo deje todo y lo siga únicamente a él. Esta no era una decisión fácil. Según cuentan los historiadores “si un Publicano decidía abandonar su puesto de trabajo ya no podía volver a tomarlo nunca más en su vida.” Así que en ese momento Mateo estaba tomando la decisión de cortar por completo con lo que había sido su vida hasta entonces, para poder seguir a Jesús. Es a eso lo que la Biblia llama conversión. ¿lo has experimentado? ¿te podrías identificar con la experiencia de Levi? En ese momento Levi fue transformado de ser un cobrador de impuestos amante del dinero, a ser un seguidor del maestro, amante de Dios. Se cuenta que cierto día un viajero se perdió en medio de la selva africana. Le preguntó a un nativo si le podía mostrar el camino a través de ese bosque. Ya habían avanzado una buena distancia, cuando aquel viajero entró en dudas, y preguntó: ¿Es este el camino? El nativo respondió: Aquí no hay caminos; yo soy el camino. La sagacidad del aborígen guio a través de la selva inexplorada a aquel viajero perdido. El guía era el camino. De la misma forma Cristo es el camino a una vida plena y significativa. Solo Él puede guiarnos. Él dijo: Sígueme. Al decir esto no quiso decir nada más que siguiéramos ciertos principios o cierta disciplina de vida, sino  que nos entregáramos por completo a Él, que estuviéramos dispuestos a renunciar a nuestra vida vieja y a seguirlo únicamente a él. Cuando Levi se arrepintió y decidió seguir a Jesús el entendió que seguirlo era mil veces mejor que continuar aumentando su cuenta bancaria, en otras palabras, Leví en ese momento rasgo de su vida el ídolo que tanto se había impregnado en su corazón al punto de preferirlo aun antes que, a su familia, su reputación, sus amigos, e incluso a Dios. Leví vio en Jesús una joya preciosa y estuvo dispuesto a dejarlo todo con tal de tenerlo a él. Uno puede tener todo lo que desea en la vida, pero si no tiene a Jesús no tiene absolutamente nada, y uno puede carecer de todo lo que este mundo puede ofrecerte ya sea fama, dinero, posición, pero si tiene a Jesús lo tiene todo. Eso creyó Leví. Al escuchar la invitación de Jesús, el entendió que a pesar de su condición y su vida pasada él podía ser perdonado y aceptado, no en base a sus méritos personales, ya que el evidentemente carecía de ellos, sino únicamente por la bendita gracia y misericordia de Dios. Alguien dijo lo siguiente “El antiguo extorsionista, traidor y paria fue transformado en un discípulo. Aunque perdió su carrera, ganó una recompensa eterna y “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos” (1 P. 1:4). Perdió posesiones materiales, pero ganó la vida espiritual; perdió seguridad terrenal, pero ganó un futuro celestial; perdió recompensa económica, pero ganó una corona incorruptible de glor ia (1 P. 5:4). Levi pudo haber sido excluido de la sinagoga, pero fue aceptado por Dios y se le concedió la salvación.” ¿Y que, de ti, querido amigo?, ¿tu vida se asemeja a la vida de Levi? Tal vez seas un hombre que por amor al dinero has dejado a tu familia, a tus amigos e incluso a Dios mismo, tal vez seas un hombre que ha caído en lo más bajo que un hombre puede caer en la sociedad o tal vez lo tengas todo, dinero, poder y todos los placeres que este mundo te puede ofrecer, pero por dentro careces de paz, amor, esperanza y felicidad. Ven a Jesús querido amigo, ven a Jesús tal y como eres, no intentes maquillarte aparentando ser una mejor persona, ven a él con todos tus pecados y colócalos a los pies de aquella cruz. Tu puedes ser perdonado y aceptado no en base a tus méritos personales o a tus buenas acciones, sino únicamente por la gracia de Dios. Él vino a este mundo a morir por nuestros pecados. la Biblia dice que la paga del pecado es la muerte y eso es lo que merecemos cada uno de nosotros, sin embargo, él por amor, vino a este mundo, ocupo nuestro lugar en la cruz y murió por nuestros pecados. El profeta Isaías dijo de él “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” La muerte no tuvo poder sobre él y al tercer día resucito de los muertos y ahora desde esa tumba vacía ofrece salvación y vida nueva a todo aquel que humildemente viene a él en arrepentimiento y fe. ¿estás dispuesto a dejarlo todo y seguirlo únicamente a él? ¿estás dispuesto a dejar a un lado tus ídolos y correr a los pies del maestro? Leví lo hizo, que hermoso sería si tú lo hicieras también. Saben cuándo Jesús miro a Leví no miro solamente lo que era Leví en el momento actual, sino miro lo que él podría llegar a ser. Leví llego a ser uno de los discípulos fieles que tuvo nuestro Señor Jesucristo, también se convirtió en uno de los autores de la Sagradas escrituras, su amor a Jesús lo llevo a sufrir el martirio y la persecución, pero eso no le importo ya que su muerte simplemente aceleraba su encuentro con su precioso salvador.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jun 28, 2020
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección Diez – El Sembrador
Si buscas culpables a los problemas que el hombre experimenta cada día, creo que deberías empezar por examinar tu corazón. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “El sembrador” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Recuerdo cuando era adolescente mi papá nos llevaba a la chacra y ahí nos enseñaba a sembrar la papa, primero hacia los surcos, luego tomaba un pico pequeño, hacía un hueco en la tierra y ahí colocaba una semilla de papa, dejaba un espacio y hacia lo mismo a través de todo el campo. pasaban los días y pronto se veía salir una pequeña plantita la cual con el tiempo iba creciendo más y más cada día. Pronto llegaba el día de la cosecha, era un evento sumamente emocionante. De una pequeña papa salían alrededor de 10 y 20 papas de diferente forma y tamaño, nunca olvidare esa hermosa experiencia que viví en mi adolescencia.  Hoy estudiaremos algo semejante. Les invito a abrir la palabra de Dios en el libro de Mateo 13: 1-23. La biblia comienza diciendo “Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa.” Al comienzo de su ministerio nuestro salvador paso ministrando más tiempo en las casas y en las sinagogas, las sinagogas era el lugar donde el pueblo se reunía a escuchar las escrituras, sin embargo, ante la oposición constante de los judíos, paso más tiempo ministrando en el exterior. Por ejemplo, aquí lo vemos a orillas del mar, tomando a un barco como pulpito y a la arena del mar como reposo para sus oyentes. De pronto comenzó a hablar a las personas y lo hizo por medio de parábolas. Una parábola era una forma común de enseñanza judía, significa literalmente colocar algo al lado de algo con el propósito de compararlo. Los maestros de Israel a menudo colocaban una gran verdad espiritual al lado de un ejemplo físico o evento cotidiano todo con el fin de hacerlo más comprensible al oyente. Y comienza la parábola diciendo  “He aquí, el sembrador salió a sembrar.  Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga. La escena de un hombre sembrando en el campo era una escena común en la nación de Israel y es muy probable que mientras Jesús estuviese contando esta historia, a lo lejos se podía ver a un agricultor realizando esta tarea. Un hombre que llevaba una bolsa de semilla colgado del hombro que caminaba de arriba hacia abajo entre los surcos de su campo y lanzaba la semilla de un lado a otro. Cuando este agricultor realizaba esta tarea era imposible controlar exactamente donde caerían los granos. Y Jesús en esta historia indica que hay cuatro tipos de tierra sobre la cual esa semilla cae. En primer lugar, tenemos la semilla que cae al lado del camino.  Palestina es un hermoso lugar que está rodeada de un sin fin de campos y entre un campo y otro existen caminos de más o menos 1 metro a un metro y medio, estos caminos eran utilizados por el granjero para llegar a su campo y también eran utilizados por los viajeros para ir de un lugar a otro, así que la tierra que se encontraba en la orilla de estos caminos, era una tierra dura y compactaba y si un agricultor al sembrar trigo hacia caer alguna semilla en ese lugar, pronto las semillas eran blanco fácil para las aves y las que sobraban eras pisoteadas por los caminantes. En segundo lugar, tenemos la semilla que cae en pedregales. Esto no se refiere que en el campo había un montón de piedras y ahí cayo la semilla. Esto no podría ser ya que todo agricultor antes de sembrar quitaba las piedras, palos y otros objetos del campo. Lo que se refiere es que en alguna zona del campo había una plataforma de roca interna que estaba a centímetros de la tierra y si alguna semilla caía en ese lugar pronto se topaba con este bloque de piedra que lo llevaba a brotar por sobre la tierra mucho más rápido de lo esperado. Por fuera se veía bien, pero por dentro carecía de raíces y cuando llegaba el sol simplemente se quemaba, se secaba y moría. En tercer lugar, tenemos la semilla que cayó entre espinos. Después que pasan algunos días, así como germinan las semillas, también germinan los espinos. Estas plantas llenas de cardos se apoderaban de la humedad, de los nutrientes y de la luz solar ahogándolas y matándolas. En cuarto lugar, tenemos la semilla que cayó en buena tierra, era una tierra suave, profunda y limpia.  Una tierra excelente para cualquier semilla, esta germino y dio frutos a montón. En promedio se espera que una semilla produzca 7 frutos y si era una cosecha sumamente buena podían esperar hasta 10 frutos por cada semilla. Esta tierra dio 30 por uno, sesenta por uno y 100 por uno. ¿se imaginan? Era una cosecha realmente asombrosa. Una cosecha tremendamente fructífera. Y la historia acaba con esta frase “El que tiene oídos para oír, oiga.”  En otras palabras “si usted puede entender el mensaje, entonces entiéndalo ya que es sumamente importante” ¿Cuál es la interpretación de esta parábola?   No debemos hacer ninguna suposición o especulación de ella ya que más adelante nuestro salvador mismo nos proporciona la interpretación. La palabra de Dios dice: “Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador” Primero  ¿a quién representa el sembrador? El texto no identifica claramente quien es el sembrador, pero más adelante en la parábola del trigo y la cizaña lo podemos notar. Una parte del texto dice “El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre” Es obvio que el Sembrador es nuestro Señor Jesucristo, sin embrago en un sentido más amplio cualquier creyente que comparte el evangelio es también un sembrador. Segundo ¿a quién representa la semilla? La semilla es la palabra del Reino o la palabra de Dios, más específicamente el evangelio, las buenas nuevas de la entrada al reino por gracia por medio de la fe. Tercero ¿a quién representa la tierra? en la parábola Jesús menciona cuatro suelos diferentes en los cuales la semilla cae al ser plantada, y estas representan a cuatro tipos de corazones que oyen el evangelio. En primer lugar, veremos el corazón endurecido. La palabra de Dios dice “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.” El sembrador tiro la semilla, pero este cayó en superficie dura, no pudo penetrar y vinieron las aves y se comieron la semilla. Este es el hombre duro de corazón, a él no le importan las cosas espirituales y es totalmente indiferente a las cosas de Dios. ¿se han topado con este tipo de personas? Alguien le comparte la palabra y él no lo toma en serio, lo ve como un chiste o una locura.  Su corazón esta tan endurecido que la palabra simplemente rebota de ella. Este hombre es el necio que odia la sabiduría y la enseñanza en el libro de proverbios, es el necio que afirma que no hay Dios, es autosuficiente y engreído y a menudo se cree un hombre justo y respetable. Luego viene Satanás quien representa a las aves y arrebata la semilla. 2 Corintios 4:4 dice en referencia a esto “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo.” Cuando un hombre tiene el corazón endurecido Satanás simplemente lo ciega para que no pueda apreciar la belleza del evangelio. ¿Cómo lo hace? A veces envía falsos maest ros que los mantienen engañados, cuantas veces no he predicado a personas que simplemente no aprecian el evangelio por estar cegadas por su falsa religión.  otras veces Satanás utiliza el temor, les hace creer que, si se vuelven cristianos serán el hazmerreír de la sociedad, sus amigos los dejarán y su familia los odiarán. Algunas veces Satanás utiliza el orgullo, les hace creer que lo saben todo y que no necesitan de nada ni de nadie para ser feliz y hallar sentido a la vida. Este tipo de corazón es muy común encontrar en las universidades, muchos de los jovencitos de nuestro tiempo tienen el corazón tan endurecido que cuando alguien les comparte el evangelio simplemente se burlan de ello, creen que ser cristiano es sinónimo de ignorancia y creen que para ser feliz no necesitan a Dios en su vida. En segundo lugar, tenemos el corazón superficial. La palabra de Dios dice “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. Este es el hombre que, al oír la palabra de Dios, su corazón se llena de emoción incluso lágrimas caen por sus ojos, sin embargo, no calculan el costo de seguir a Cristo. Piensan que si son cristianos todo será color de rosa, sus problemas terminarán, su salud mejorara, sus finanzas irán en creces, sin embargo, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra simplemente tropiezan. Este es el hombre que ha construido su casa religiosa sobre la arena de la experiencia emocional y cuando las tormentas de la aflicción golpean contra su casa, esta se derrumba y es arrastrada por la corriente. El creyente superficial puede hacer una profesión de fe, bautizarse, servir en la iglesia e incluso actuar como un modelo para los demás creyentes, sin embargo, cuando el fuego de la prueba toca su puerta esta simplemente pone al descubierto su falta de vida. Recuerdo que cuando comenzamos la misión aquí en Huancayo, a los pocos meses llegó un joven con una sonrisa en el rostro, le compartí el evangelio y después de escucharla lágrimas cayeron de su rostro, se levantó con gozo y dijo que quería seguir a Jesús fielmente. Parecía realmente sincero, pero tan pronto un amigo mío inicio el discipulado con él, el sintió la presión y simplemente se esfumo y nunca más lo volvimos a ver. En tercer lugar, tenemos el corazón mundano. La palabra de Dios dice “El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Este es el hombre que escucha la palabra, pero su primer amor se encuentra no en Dios sino en el mundo. Ama el dinero y las riquezas y vive para ella como si estas le dieran la satisfacción que su alma necesita. El apóstol Pablo habla de este tipo de personas al decir “raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” ¿han conocido a este tipo de personas? Claro que sí, son aquellas, que llegan a la iglesia, pero nunca se comprometen a servir, evangelizar y discipular, su mente y su corazón está continuamente preocupado por el dinero, la moda, la profesión, el deporte, los autos, las casas, el poder, la fama y todo lo demás menos la obra del Señor, es alguien cuyo corazón esta infestado de mala hierba. Y por último tenemos el corazón que lleva fruto.  La palabra de Dios dice “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.”  Este es el hombre que viene con un corazón humilde y quebrantado delante de su creador y Dios lo honra abriendo sus oídos espirituales y su mente para que entienda el evangelio y crea en él. Este es el hombre que da evidencia de su fe al producir fruto abundante. ¿a qué fruto se refiere el texto? En primer lugar, tenemos el fruto espiritual de la actitud. Gálatas 5:22-23 dice “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” El creyente verdadero comienza a vivir una vida diferente. Alguien dijo “la evidencia que eres verdaderamente creyente es que comienzas a amar la justicia que antes ignorabas y odiar el pecado que antes amabas”, esto no significa que uno llega a ser perfecto, pero sí que uno va camino a la perfección.  En segundo lugar, tenemos al fruto de las buenas obras. Es cierto que no somos salvos por obras, pero si somos salvos para buenas obras. Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” En tercer lugar, el fruto representa ganar personas para Cristo. Pablo en la carta a los Romanos dijo lo siguiente. “Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles”. El fruto es la marca de un creyente verdadero, algunos producen fruto en menor cantidad, treinta por uno y otros en mayor cantidad, cien por uno, pero todos llevan fruto. Para terminar querido amigo, quiero preguntarte ¿Qué tipo de corazón tiene usted?   ¿un corazón endurecido, un corazón superficial, un corazón mundano o un corazón que lleva fruto? Si sinceramente reconoces que tu corazón no es el adecuado, ¿Por qué no te rindes delante de tu creador el día de hoy? ¿Por qué no reconoces tu pecado y tu miseria y te aferras en el único que puede salvarte? El murió por ti y desea salvarte y darte una nueva vida. Él quiere que tu vida sea como un árbol plantado a la orilla de un rio, que siempre da su fruto a su tiempo, que sus hojas no se marchitan y caen y que prospera en todo lo que hace. Dios los bendiga.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jun 14, 2020
Duración
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección once – Un Paralitico De Cuerpo Y Alma
¿tienes problemas? Seguro que si ¿Quién no las tiene? Pero ¿sabías que existe un problema que supera en creces a todos los que has tenido? Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Un paralítico de cuerpo y alma” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Alguien dijo “Si nuestro más serio problema hubiese sido económico, Dios hubiera enviado a un economista. Si hubiese sido psicológico y emocional, hubiera enviado a un psiquiatra cósmico. Si hubiese sido de salud, hubiera enviado a un médico; pero Dios envió a un SALVADOR, porque el más serio problema del hombre es su PECADO.” Hoy estudiaremos la vida un hombre con un problema físico serio, sin embargo, este problema no se compara en nada con el gran problema espiritual que él tenía. Les invito a abrir sus Biblias en el libro de Marcos capítulo 2:1-12. Podemos dividir este estudio en 3 partes. En primer lugar, una multitud reunida en casa; en segundo lugar, un paralitico de cuerpo y alma y en tercer lugar unos escribas endurecidos. En primer lugar, veremos una multitud reunida en casa. La palabra de Dios dice “Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.” Cuando Jesús entro en Capernaum ya su fama se había extendido por todas partes, muchos querían ser sanados físicamente, otros querían conocerlo simplemente por curiosidad y un grupo muy reducido realmente quería seguirlo y aprender de él. Por este motivo ya no podía entrar abiertamente a la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos y la gente venía a él. Así que cuando entró a Capernaum lo hizo en silencio, y se alojó muy probablemente en casa de Pedro o de Zebedeo, sin embargo, no paso mucho tiempo antes de que se supiera que él estaba ahí y pronto una gran multitud se reunió, lleno la casa y las afueras de la casa y allí les enseñó la palabra de Dios. Los tiempos no han cambiado, muchos en nuestros días se acercan a la iglesia, solo con el fin de sacar algún provecho de ella, otros van por simple curiosidad y son muy pocos los que realmente deciden seguirlo de corazón, renunciar a su vida vieja y rendirse ante el salvador. ¿en qué grupo te encuentras tu amado oyente? En segundo lugar, estudiaremos un paralítico de cuerpo y alma. La palabra de Dios dice: “Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.” De la multitud que estaba escuchando al maestro, la historia ahora se centra en un paralítico que era llevado por sus amigos. Ser paralítico en tiempos de Jesús era realmente un problema serio. Comenzando por el rechazo que la gente los tenía ya que suponían que la enfermedad era consecuencia inmediata del pecado. Por otra parte, en esos días no existía neurocirujanos que podrían ayudar o curar a este tipo de pacientes, no existía fisioterapeutas que pudiera mejorar el estado de sus músculos, ni siquiera había silla de ruedas para que ellos pudieran ser trasladados de un lugar a otro. Estos hombres pasaban la mayor parte del día recostados en su cama y si alguien por compasión no los movía constantemente pronto en su cuerpo se formaban escaras, que eran lesiones purulentas con tejido muerto que pronto los llevaba a una infección y la muerte. Este hombre vivía una vida triste y miserable. no podía vestirse, comer, trabajar, jugar, ni siquiera realizar sus necesidades fisiológicas básicas, este hombre dependían completamente de otros para su supervivencia. Estoy seguro de que más de una vez paso por su mente el deseo de quitarse la vida y acabar con este terrible problema que tenía. ¿Cuántos de nosotros nos podemos identificar con este hombre? muchos estamos enfrentando actualmente serios problemas económicos, problemas en nuestra relación con nuestra esposa e hijos, problemas físicos como el cáncer o una enfermedad terrible, problemas en el área laboral, problemas en los negocios, problemas con nuestro carácter, y un sinfín de problemas más que enfrentamos todos los días. Estoy seguro de que si alguien nos preguntara ¿Qué es lo que más desean en el mundo? Muchos inmediatamente diríamos. Librarme de este problema que me está matando. Cierto día mientras el paralitico estaba en cama,  escucho  una noticia que lo lleno de esperanza,  un  hombre milagroso había llegado a Capernaum,  estoy seguro de que en ese momento su corazón salto de gozo y alegría, por fin había una luz de esperanza en medio de un túnel gris que cubría su vida. Entonces llamo a sus amigos y estos con gusto le llevaron donde el maestro. Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando se toparon con una muralla de personas alrededor de él. ¿Qué hacer ante ello? Muchos de nosotros simplemente hubiésemos tirado la toalla, pero no estos amigos, ellos subieron al techo de la casa, hicieron una abertura y bajaron al paralítico. Las casas en esos tiempos no eran como en nuestros días, estas eran mayormente de un piso que contaba con una terraza plana a la que se accedía por una escalera exterior, la azotea era construida de madera, cubierta de paja, espigas y barro. ¿se imagina a estos hombres haciendo eso? Era toda una verdadera hazaña, un acto de fe increíble. ¿Quién se hubiera animado a hacer eso, si no creyera con el corazón que el maestro pudiera sanarlo? Estos hombres tenían la completa certeza de que Jesús seria la respuesta al problema de su amigo. Al ver que abren el techo y empieza a caer polvo, barro y paja. Jesús no los detuvo ni les dijo “¡hombres imprudentes, aléjense de mí que están interrumpiendo mi enseñanza!” por el contrario Jesús vio hombres con mucha fe que creían en él y en lo que él podía hacer. Sin embargo, al descender el paralítico paso algo que nadie esperaba. La palabra de Dios dice “Al ver Jesús la fe de ellos dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.” Todo el mundo esperaba que Jesús le dijera “levántate y anda” ya que ese era aparentemente el mayor problema que él tenía, sin embargo, Jesús le dijo “Hijo, tus pecados te son perdonados”. Jesús veía la vida de forma diferente a los demás, él creía que el problema físico que este hombre tenía, por más que era un problema terrible, no se comparaba en nada al problema del pecado en su vida. El pecado es el mayor problema que el hombre tiene que enfrentar, no solo porque nos lleva a la ruina y el dolor sino también porque nos lleva a la muerte, no solo a la muerte física, sino también a la muerte espiritual, a la separación de Dios por toda la eternidad en el infierno. Todos creían que la necesidad más grande que este hombre tenía era la curación física, sin embargo, Jesús sabía que la necesidad más grande no solo de este hombre sino de toda la humanidad era el perdón de sus pecados, ya que esta es la única manera de reconciliarnos con Dios y traer bendición a nuestra vida terrenal y vida eterna a nuestra vida venidera. Jesús vio en este hombre no solo la confianza en que él podía sanarlo físicamente, sino también la confianza en que él podía perdonarlo de sus pecados. Esta es la razón por la cual le dice “tus pecados te son perdonados” ¿Qué hizo este hombre para merecer el perdón de sus pecados? Absolutamente nada. Este es un ejemplo claro de que la salvación no es por medio de las buenas obras que nosotros hubiéramos realizado, sino es simplemente por gracia por medio de la fe en el Señor Jesucristo. ¿Qué de ti querido amigo? Déjame decirte que todos los problemas que estas enfrentando hoy son pequeños en comparación al problema del pecado en tu vida. A veces tendemos a creer que, si nos sanáramos de nuestra enfermedad, o si tuviéramos un mejor trabajo o si compráramos la casa del año o si terminásemos ese doctorado, o si esto o aquello, entonces seriamos felices, entonces estaríamos satisfechos, sin embargo, estamos totalmente equivocados ya que tener todo esto nunca dará la paz, la felicidad, la satisfacción y la esperanza que tu alma necesita. En tercer lugar, veremos a unos escribas endurecidos. La palabra de Dios dice: “Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: ¿Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.” En el ambiente en que enseñaba Jesús también se encontraban algunos Escribas, ellos eran los eruditos de su tiempo, personas que trascribían las escrituras y las enseñaban al pueblo. Hombres religiosos que poseían una capacidad intelectual increíble, se cree que podían recitar todo el pentateuco o los 5 primeros libros de la Biblia de memoria. Sin embargo, tanta religiosidad no les servía de nada, ya que su corazón estaba totalmente entenebrecido. Estos al escuchar las palabras de Jesús inmediatamente razonaron en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice.  ¿Quién puede perdonar pecados,  sino  sólo Dios? Su razonamiento era correcto, solo Dios puede perdonar pecados ya que todo pecado es en última instancia un acto de rebelión contra Dios y solo él tiene el derecho de condenar o perdonar a alguien. ¿Recuerdan las palabras de David, después que el profeta Natán lo confrontara por su pecado? Él dijo lo siguiente: “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos” David sabía que había pecado contra su prójimo, pero también entendía que su pecado en primer lugar era una ofensa contra Dios y por eso clamo misericordia y perdón. Para los escribas las palabras de Jesús no eran más que una simple blasfemia, que un hombre actuara como si fuera Dios era la ofensa más indignante de todas y esta debía ser castigada con la muerte. Sin embargo, lo que no se dieron cuenta los Escribas en ese día, es que delante de ellos se encontraba Dios hecho carne. Frente a estas acusaciones Jesús mostro que era Dios de tres formas: primero mostro su omnisciencia o la capacidad de saber o conocer todo. La palabra de Dios dice “Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?” Jesús pudo leer los pensamientos de ellos como un libro abierto, no había necesidad de conversar con ellos para saber lo que pensaban, él conocía cada uno de sus pensamientos. En segundo lugar, Jesús no discutió con los Escribas sobre el hecho de que solo Dios puede perdonar pecados ya que él sabía que esto era verdad y en tercer lugar Jesús respaldo su afirmación demostrando poder divino. Miro a los escribas y al paralitico y les dijo: “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. De pronto ante el asombro de la multitud, esos músculos débiles y atrofiados comenzaron a moverse y pronto este hombre se puso de pie. ¡qué acto más increíble y maravilloso! Todos se quedaron con la boca abierta, pasmados del poder que salía de este hombre. Ese día el paralítico se fue a su casa caminando, sin embargo, años más tarde su cuerpo estaba en una tumba, el milagro fue maravilloso, pero solo duro por un poco tiempo, sin embargo, el perdón de sus pecados le aseguro un lugar en la presencia de Dios por toda la eternidad ¿Qué de ti querido amigo? ¿con cuál de estos dos grupos te identificas? ¿Tu vida se asemeja a los escribas o al paralítico? Los escribas rechazaron a Jesús porque creían que solo era un hombre blasfemo, si tu hoy cierras tu corazón a Dios, déjame decirte que estas en la misma condición que estos hombres. sin embargo, si tomas el lugar del paralitico y te acercas delante de él tal y como eres, si reconoces tu miseria, parálisis e incapacidad delante de Dios, si te arrepientes de tus pecados y colocas toda tu confianza en Jesús quien murió por ti para salvarte, ten la seguridad que él te salvará, perdonará tus pecados y te dará una nueva vida.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jun 21, 2020
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección Nueve – Simple Apariencia
Todo el mundo creía que era bueno, cuando solo había oscuridad en su corazón. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Simple apariencia” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Alejandro I, emperador de Rusia, tenía grandes deseos de que la Biblia fuese difundida por todas las partes de su Imperio. Un día, estando de viaje, vio por una ventana una Biblia abierta en San Mateo. Entró en la casa y preguntó al hombre que ahí estaba si leía el libro, y él le respondió que sí. Mientras se fue el hombre para dar agua a los caballos del monarca, este puso un billete de 100 rublos en Efesios 4, donde dice: «Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo». Cuando llegó la hora de partir, el zar dirigió algunas palabras de amonestación al hombre y emprendió su camino. Al cabo de un tiempo, volvió Alejandro I a pasar por allí, y otra vez se interesó por saber si el labriego leía la Biblia. Este le contestó otra vez que sí. —¿En qué punto estás de tu lectura? Le pregunto —Ahora en Apocalipsis —le dijo el hombre. Entonces, el monarca, acercándose a la Biblia, la abrió y buscó el lugar donde había colocado los 100 rublos, y los encontró todavía allí.—¡Mira, embustero, lo que hubieras hallado si hubieras leído la Biblia! Y no solo esto, sino tesoros mayores que el dinero.   El pobre hombre recibió una buena lección. Es de creer que quedó por mucho tiempo curado de su hipocresía. ¿Sabía ustedes que la palabra hipócrita proviene de las antiguas obras de teatro griegas? El actor se ponía una máscara grande, que tenía una amplia sonrisa, y decía sus líneas cómicas mientras el público se reía a carcajadas. El actor luego se iba tras bastidores y se ponía una enorme máscara con el ceño fruncido y expresión triste, y volvía para decir líneas trágicas mientras el público gemía y lloraba. ¿Adivine como lo llamaban? Hipócritos, uno que lleva una máscara. Hoy estudiaremos la vida de un hombre que por mucho tiempo utilizo una máscara, todos lo consideraban un hombre ejemplar y respetable, un hijo que amaba profundamente a su padre, sin embargo, en lo más profundo de su corazón solo había amargura, odio, venganza y resentimiento. les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas capítulo  15:15-32, hoy estudiaremos la segunda parte de una historia fascinante, una parábola que contó nuestro Señor Jesucristo. A lo largo del ministerio de Jesús, siempre que enseñaba estaba rodeado de personas de diferente clase social, estado espiritual y vida moral, especialmente de las personas más marginadas en la sociedad, personas que en su estado buscaban ayuda, personas como los cobradores de impuestos, los ladrones y las prostitutas. Sin embargo, esto en vez de causar alegría en los Escribas y Fariseos quienes eran la gente más religiosa de su tiempo, les causaba enojo e ira a tal punto que comenzaron a criticar a Jesús diciendo “este hombre no es nada más que amigo de pecadores” Creo que estas palabras reflejaban muy bien el concepto que ellos decían tener de sí mismo, ellos se creían hombres justos y decentes, hombres que guardaban la ley de Dios, hombres dignos del cielo. Pero ¡cuán equivocados estaban! Esta es la razón por la cual Jesús les narra la siguiente historia “un hombre tenía dos hijos” el primero que aparece en el relato es el hijo menor más conocido como el hijo pródigo, un joven rebelde que menosprecio a su padre, menosprecio su herencia y menosprecio su nación, un joven que vivió una vida perdida y cuando se encontraba en medio de la miseria más terrible decidió volver a su padre con un corazón arrepentido. Hoy estudiaremos al segundo hijo, el hijo mayor. Aunque al comienzo de la historia brilla por su ausencia podemos llegar a ciertas conclusiones viento el contexto de la historia. Cuando el hijo menor de forma descarada pidió la herencia a su padre, me pregunto ¿Dónde estuvo el hijo mayor para defender el honor de su Padre ante las irresponsables acciones de su hermano menor? La respuesta es bien sencilla, simplemente no estaba ahí. No estaba ahí porque no amaba verdaderamente a su padre, no se interesaba en él ni en los problemas que este pudiera enfrentar. Y cuando el hijo menor se fue a una provincia apartada, en el cual malgasto todo lo que tenía, me pregunto ¿Dónde estaba el hermano mayor quien debía de haber intervenido para evitar que su hermano menor arruinara su vida y llenara de vergüenza a todo el mundo? ¿acaso no debía ir corriendo y conversar con él? ¿acaso no debía corregirlo con amor? Eso debía hacer, sin embargo, no lo hizo, no lo hizo ya que tampoco amaba a su hermano. Seguido a esto vemos como el hermano menor arrepentido va donde su Padre quien lo estaba buscando, quien corre a él y lo recibe con brazos de gracia y misericordia. Hace una fiesta en su honor e invita a toda la aldea. ¿Dónde se encontraba el hijo mayor mientras esto pasaba? Dice el texto “Y su hijo mayor estaba en el campo” él se encontraba supervisando a los trabajadores en el campo lejos de la aldea donde se realizaba la fiesta. “y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.” El hermano mayor no estaba al tanto de la fiesta, aunque él como primogénito tenía el deber y la responsabilidad de planificarla, ya que eran sus bienes los que se estaban usando en la fiesta, recuerden que al comienzo de la historia su Padre distribuyo sus bienes sobre sus dos hijos tocándoles las dos terceras partes al hijo mayor. Legalmente el Padre no tenía que pedirle permiso a su hijo mayor para usar los recursos ya que él todavía tenía el control de los bienes mientras estaba vivo. Pero ¿Cuál fue la razón por la cual el Padre no consulto al hijo mayor? La respuesta es muy sencilla. El hermano mayor no tenía ninguna relación con su Padre y menos con su hermano menor. Este simplemente era insensible ante las necesidades y alegrías de su familia. Ante la pregunta del hermano mayor uno de sus siervos respondió lo siguiente “Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar.” Ante la respuesta del siervo el hermano mayor debió de saltar de alegría y llenarse de gozo ya que su hermano quien se creía que estaba muerto había regresado, sin embargo, sucedió todo lo contrario, en vez de alegrarse se enojó y en vez de apoyar a su Padre se enfureció con él, estaba enfurecido de que su Padre se reconciliase con su hermano y haya hecho la paz con él. Este hubiese preferido que su padre le hiciese trabajar arduamente y que hiciese restitución por su derroche y su pecado. Uno puede aparentar espiritualidad por mucho tiempo, pero tarde o temprano se manifestará verdaderamente quienes somos. El hijo mayor por mucho tiempo había ocultado el odio y el desprecio que tenía a su padre y a su hermano menor, sin embargo, en esta escena se evidencio claramente su corazón. ¿A quién representa el hermano mayor? No hay duda de que representa a los escribas y fariseos, quienes al ver a Jesús comiendo con publicanos y pecadores y alcanzándolos con el evangelio, en vez de alegrase sintieron repugnancia y odio al maestro. Por fuera aparentaban una vida moral recta y respetable, pero por dentro estaban lleno de odio, celos e ira. En contraste con el legalista religioso y mostrando la misma paciencia compasiva que tuvo con su hijo menor. “Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.” Así como Dios en Cristo ruega a los pecadores para que se acerquen a él, de la misma forma actuó el Padre con su hijo mayor. Sin embargo, el hijo mayor en vez de aceptar el consejo del Padre, niega de forma irrespetuosa dirigirse a él como Padre y sin rodeos le dice “He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Aquí notamos varias características del hijo mayor, en primer lugar, para el hijo mayor el servir a su padre por tantos años no era más que una carga y una esclavitud, no existía amor ni consideración por su Padre, solo lo servía por interés, esperando con ansias que su padre muriera para así quedarse con todo. En segundo lugar, notamos que el hijo mayor se creía una persona buena, Así como los fariseos se creían personas buenas y justas, de la misma forma pensaba el hijo mayor, él creía que nunca había desobedecido a su padre, sin embargo, ese mismo día rechazó hacer la voluntad de su padre, evidenciando con ello que era un mentiroso e hipócrita. En tercer lugar, se queja de que su padre nunca le felicito por su legalismo. En realidad, el cielo nunca hará fiesta por alguien que se cree justo, sino solo por aquellos que humildemente reconocen su pecado y se acercan en arrepentimiento y fe a Dios. En cuarto lugar, vemos que las personas que más le importaban al hijo mayor no eran su Padre ni su hermano, sino sus amigos. Esto es muy interesante ya que los fariseos nunca se relacionaban con la gente que realmente necesitaba ayuda, es más creían que al relacionarse con publicanos y pecadores solo manchaban su manto religioso y se contaminaban ceremonialmente. Esta es la razón por la cual solo se reunían con otros fariseos, y a pesar de que decía creer en Dios y vivir para él, su corazón se encontraba lejos de él. En quinto lugar, vemos la falta de amor que tenía con su hermano. No se dirige a él como hermano sino lo llana de forma despectiva “este tu hijo, que consumió sus bienes con rameras” ¿Cómo sabia esto el hijo mayor? muy probablemente cuando el hermano menor se fue de la casa, alguien el paso la voz de donde estaba su hermano y que estaba haciendo, sin embargo, el simplemente fue indiferente y nunca fue tras su hermano menor quien más lo necesitaba. Nunca fue en busca de él simplemente porque no lo amaba. Qué imagen más triste y aterradora, el hermano mayor que ofende ves tras ves a su amado y compasivo Padre. Este hijo era una representación exacta de los escribas y fariseos quienes a pesar de estar tan cerca de Dios, estaban tal lejos de él, a tal punto de que cuando Dios se hizo carne en la persona de Jesucristo, en vez de amarlo y respetarlo, solo murmuraban de él, lo injuriaban y lo despreciaban. A pesar de todo el desprecio de parte del hijo mayor la historia termina con las palabras amorosas del Padre quien le dice a su hijo “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Más era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.” A pesar del lindo final con esas palabras llenas de gracia, creo que todos nos hemos preguntado ¿Cómo habrá acabado esta historia? ¿Cómo habrá respondido el hijo mayor? ¿se habrá reconciliado con su padre? o ¿Qué habrá pasado? Estoy seguro de que los fariseos y los escribas se hicieron las mismas preguntas y estoy seguro de que si ellos se acercaban donde Jesús a preguntarle sobre el asunto, el respondería “el final la escribirán ustedes” La respuesta definitiva que los fariseos le dieron a Jesús escribiría el final de la historia. Ya que la figura del padre representa a Cristo y el hermano mayor representa a la élite religiosa de Israel, el verdadero final de la historia la escribieron los mismos escribas y fariseos, una final más o menos así “el hijo mayor estaba indignado con su padre por haber perdonado a su hermano, entonces agarro un pedazo de madera y lo mató a golpes frente a todos” fin de la historia. ¿Cómo sabemos que así acabo la historia? Porque eso fue lo que hicieron los Fariseos con Jesús,  quien representa al padre amoroso.  Lo capturaron, lo golpearon y lo clavaron en una cruz. ¿Qué de nosotros querido amigo? Tal vez simplemente seamos un vivo reflejo del hijo mayor. Personas que hemos crecido en una familia muy religiosa en la cual todos aparentan espiritualidad y una vida moral respetable, delante de todos sabemos cómo comportarnos y que palabras decir, creemos que no necesitamos salvación ya que no hay nada que salvar. Nos creemos personas justas y buenas y creemos que por nuestras buenas acciones llegaremos al cielo. Sin embargo, todo es una farsa, no somos más que religiosos hipócritas que por fuera nos vemos bien frente a la sociedad, sin embargo, por dentro solo hay pecado en nuestras vidas. ¿Qué podemos hacer al respecto? Eso depende de nosotros. Podemos reconocer nuestra miseria delante de Jesús, clamar misericordia y alcanzar la vida eterna o podemos hacer lo que hicieron los fariseos, engañarnos a nosotros mismos, desechar y quitar a Dios de nuestra vida y pasar la eternidad en el infierno y en el tormento eterno ¿Cuál será el final de nuestra historia? Eso depende de nosotros. ¿Porque no vienes a él querido amigo? ¿Por qué no te acercas ante el Padre lleno de toda misericordia y compasión? ¿Por qué en vez confiar en tus buenas obras, no dejas aun lado tu justicia personal y reconoces que no eres más que un pecador, un religioso hipócrita que necesita de salvación? Ven a él mientras todavía haya tiempo. Ven a él querido amigo.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Jun 07, 2020
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Vida Nueva

Lección Ocho: El Hijo Prodigo
Lo que sea que hayas hecho, y en lo que sea que te hayas convertido, no importa. Por favor, regresa a casa. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “El hijo prodigo” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. María y su hija cristina vivían en un barrio pobre en las afueras de un pueblo del Brasil. El esposo de María falleció cuando Cristina era niña de brazos y su madre nunca volvió a casarse. Pasaron tiempos difíciles, pero al fin Cristina llegó a la edad suficiente como para conseguir un trabajo y ayudar. Cristina a menudo hablaba acerca de ir a la ciudad. Soñaba en cambiar el polvo de su barrio por las avenidas y las aventuras de la vida en la ciudad. El solo pensar en eso horrorizaba a su madre, que sabía exactamente lo que Cristina iba a tener que hacer para poder ganarse la vida. Por eso se le partía el corazón. Por eso fue que no lo pudo creer cuando se despertó una mañana y encontró la cama de su hija vacía. Sabiendo hacia donde se dirigía su hija, rápidamente echó algo de ropa en un bulto, recogió todo el dinero que tenía y salió de la casa corriendo. De camino a la estación del autobús entró a una farmacia para hacer una última cosa. Fotografías. Se sentó en la caseta, cerró la cortina, y se pasó todo el tiempo que pudo tomándose fotos de sí misma. Con su cartera llena de pequeñas fotos en blanco y negro, abordó el próximo autobús a Río de Janeiro. María sabía que Cristina no tenía ninguna forma de ganar dinero. También sabía que su hija era demasiado testaruda para darse por vencida. Cuando el orgullo se encuentra con el hambre,  el ser humano hace cosas que antes hubiera considerado inimaginable. Sabiendo esto, María comenzó su búsqueda. Cantinas, hoteles, discotecas, cualquier lugar que tuviese la reputación de prostitutas o mujeres de la calle. Fue a todos ellos; y en cada lugar María dejaba su foto; pegada al espejo de los servicios higiénicos, en la cartelera, o en la caseta del teléfono público. Detrás de cada fotografía escribía una nota. Con el tiempo se le acabaron las fotos y el dinero, y María se fue a casa. Unas semanas más tarde, la joven Cristina descendía por las escaleras de un hotel. Su joven rostro estaba cansado. Sus sueños se habían convertido en una pesadilla. Pero al llegar al fondo de las escaleras, sus ojos notaron un rostro familiar. Miró de nuevo y ahí sobre el espejo de la entrada estaba una pequeña foto de su madre. Los ojos le ardieron y sintió que su garganta se le cerraba mientras atravesaba el cuarto y se dirigía hacia la foto. Escrita en el reverso estaba una invitación: “Lo que sea que hayas hecho, y en lo que sea que te hayas convertido, no importa. Por favor, regresa a casa.” Y regresó. Así como Cristina hubo un joven en la Biblia que paso por la misma experiencia Hoy estudiaremos la primera parte de una historia fascinante, una parábola contada por los labios de nuestro Señor Jesucristo. Cierto día mientras Jesús predicaba se acercaron a él los cobradores de impuestos y los pecadores para oírle, estos eran considerados la escoria de la sociedad, personas de segunda categoría, la gente más vil y despreciaba por el pueblo. Al ver esto los escribas y fariseos quienes se considerados a sí mismos como personas justas, religiosas y decentes   comenzaron a enojarse y a criticar a Jesús diciendo  “este hombre es amigo de los pecadores e incluso se atreve a comer con ellos” Al oír esto Jesús les conto la siguiente historia. les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas capítulo 15:11-24. Ella comienza diciendo “un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo a su Padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.” El texto comienza por el segundo hijo, el hijo menor, un joven rebelde que estaba cansado de su familia y deseaba estar solo para satisfacer sus propios deseos egoístas, y para ello pide a su padre que le dé la parte de la herencia que le corresponde. (al hijo menor le correspondía un tercio de la herencia, ya que al hijo mayor por ser el primogénito le correspondía el doble). Esta era una petición descarada e irrespetuosa y expresaba la falta de amor y gratitud hacia aquel que le habían dado todo. Que un hijo hiciera esa petición mientras su padre todavía estaba vivo equivalía a decir “me gustaría que estés muerto” “no quiero tu autoridad en mi vida” “deme mi dinero y me iré lo más lejos posible”. ¿Cómo tenía que actuar el padre ante esto? Lo normal era que, si cualquier joven judío hacia esta petición tendría que ser avergonzado en público por su padre, abofeteado por su insolencia, desheredado, despedido de la familia y considerado muerto. Sin embargo, vemos algo sorprendente. el padre concedió la petición del joven y repartió los bienes entre sus hijos. Seguido a esto dice el texto “No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.” Al recibir la herencia de su padre que básicamente consistían en tierras, casas y animales, lo cambio todo por dinero en efectivo ¿Cómo lo hizo tan rápido? Muy probablemente remato todo lo que tenía al primer postor que se presentó, luego con tal de no ser visto por su familia se fue a una provincia apartada, un pueblo gentil en el que vivió perdidamente, gastando su dinero en fiestas y prostitutas. Esta es la razón por la cual se le llama prodigo que literalmente significa un hombre que despilfarra y gasta sus bienes sin cuidado. Waoo no solo desprecio a su padre, también desprecio su herencia y desprecio a su amada nación. “Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.” Tan pronto se acabó el dinero, los supuestos amigos se acabaron y para colmo de males cuando no tenía nada vino una terrible hambruna en aquella nación. ¿Qué hizo entonces?  “fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.” Recuerden que el joven era un extraño en tierra extranjera sin tener a donde ir y sin tener a nadie a quien pedir ayuda. Se convirtió en un mendigo y al ver que nadie le ayudaba fue y se aferró fuertemente a la pierna de alguien hasta no soltarlo, sin embargo, con el fin de deshacerse de este extraño el hombre al cual se aferró lo envió a cuidar cerdos sin la mínima intención de pagarle por ello. Para un judío apacentar cerdos en una tierra gentil era una de las ocupaciones más degradantes que se podía imaginar, sin embargo, ¿qué más le quedaba? Y cuando   viene el hambre la vergüenza se acaba y el pobre joven se vio obligado a pelearse por las algarrobas que comían los cerdos. Cuando creímos que todo estaba perdido, paso algo en la vida de este joven. Dice el texto “Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” Mientras se encontraba en la más terrible situación, en el foso más profundo en el cual un hombre puede caer, el joven volvió en sí, es como si su mente hubiera estado inundada en la más profunda oscuridad, pero de pronto una pequeña luz, el recuerdo de su bondadoso padre lleno de esperanza su ser. Entonces el joven hizo una evaluación verdadera de su condición y este fue el inicio de su arrepentimiento. Vino a su mente la bondad que tenía su padre con sus jornaleros, los jornaleros mayormente eran gente pobre que vivían de trabajos ocasionales y con un salario  mínimo,  sin  embargo,  los  jornaleros  de  su  padre  eran  bendecidos  y tenían abundancia de pan. Se dijo ¿Si mi Padre muestra compasión y misericordia a hombres desconocidos, tal vez tenga misericordia de mí? Luego dijo “me levantare e iré a mi padre”. Estaba en el suelo de la desesperación y el pecado, sin embargo, tomó la decisión de levantarse e ir donde su padre.  Sin embargo, ante de ir ensayo una breve confesión que decía: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.” sus pecados eran tan grandes que llegaban hasta el cielo y tan horrendos que habían lastimado el corazón de su padre. Seguido a esto dijo “Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.” Ante semejante pecado y vergüenza lo mucho que esperaba el joven de parte de su padre es que este lo tomara como un trabajador más. Entonces con el plan listo para ponerlo en marcha fue donde su padre. Dice el texto “Y levantándose, vino a su padre.” En la cultura judía si un hijo había ofendido de esa forma a su padre, el padre a fin de conservar su honor inicialmente se negaría a verlo, luego lo llevaría fuera de la puerta de su casa en vergüenza y desgracia, luego cuando por fin le concediera una audiencia a su hijo, sería una recepción fría, informándole los trabajos que tendría que hacer hasta la restitución completa de todo lo que había gastado, después de esto quizá podría dársele el derecho de regresar a casa pero ya no como hijo sino como un jornalero más. Así se hacían las cosas en ese tiempo, eso era lo que se esperaba que todo padre hiciera. Sin embargo, algo impresionante paso ese día “cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.”   Waooo ¿Cómo pudo haberlo visto de lejos el padre? La única respuesta es que lo vio porque estaba buscando a su hijo. Seguido a esto corrió a él, no espero que su hijo entrase al poblado y sea el hazmerreír de la gente, sino que corrió hacia él.  En la cultura judía un hombre de prestigio no corría ya que al hacerlo se le levantaba la túnica y se le veían las piernas, esto era algo vergonzoso, sin embargo, el padre tomo la vergüenza sobre si con el fin de evitar que la vergüenza cayera sobre su hijo. Luego sin importarle la suciedad y la inmundicia de su hijo se echó sobre su cuello y le beso.  Waooo que impresionante.   Entonces el hijo comenzó a decir el discurso que había planeado, cuando su padre ni siquiera lo dejo terminar. Es que no había nada que discutir. él ya había sido perdonado únicamente por la misericordia y la gracia de su Padre.   Después de esto dijo el padre a sus siervos “Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.” El mejor vestido era solo reservado para los patriarcas y se utilizaba solamente en ocasiones especiales, era un símbolo de dignidad, el anillo por su parte era la joya del padre, tenía el escudo familiar y se utilizaba para estampar el sello de cera en documentos importantes. Al darle el anillo el padre le dio con ella autoridad completa y por último los calzados representan la relación padre-hijo, recuerden que en esos días lo que diferenciaba a un hijo de un esclavo eran los calzados, los esclavos normalmente andaban descalzos. Seguido a esto dijo “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi  hijo  muerto  era,  y ha  revivido;  se  había  perdido,  y es  hallado.  Y comenzaron a regocijarse.” Feliz porque su hijo regreso nuevamente a casa el padre mando  a matar el becerro más gordo, este era reservado  solo  para acontecimientos importantes como el matrimonio de un hijo o la visita de alguien importante, con ella se podía alimentar a 200 personas, así el padre quería celebrar a lo grande y para ello invito a toda la aldea. ¿Cuál es el significado de esta parábola? El padre representa a Dios y el joven representa a los pecadores, las prostitutas, los ladrones, los cobradores de impuestos y todos aquellos quienes han caído en lo más bajo de la sociedad. Al estudiar esta historia, creo que me he visto en el espejo. ¿Qué de ti querido amigo? ¿te sientes identificado también? Pues si no, deberías de hacerlo porque este joven no es más que un reflejo perfecto de nuestra situación sin Dios. Dios nos creó para su gloria y honra, para tener una relación de amor con él sin embargo en un momento de rebeldía despreciamos su amor, le faltamos el respeto, rechazamos su voluntad. y le dijimos “te quiero lejos de mi vida” “desearía que no existieras”. Tomamos los regalos que él nos dio y los despilfarramos en una vida licenciosa, una vida de satisfacción personal, una vida desenfrenada y contaminada por el pecado y como resultado solo cosechamos lo que sembramos: una vida vacía, miserable y sin sentido, una vida en pobreza y bancarrota espiritual, una vida condenada al infierno y al tormento eterno. Esta es la realidad de todo hombre sin Dios en la tierra, sin embargo, a pesar de todo ello todavía hay esperanza, así como el hijo pródigo todavía podemos volver en sí, reconocer que hemos pecado, arrepentirnos y volver a nuestro amado Padre. Ten la seguridad que, si lo haces, los brazos del padre estarán ahí esperándote, no importa cuán alto llegue tu pecado, ni todas las barbaridades que hayas cometido en la vida,  el amor de Dios sobrepasa tus pecados. Ese Dios amoroso dejo su gloria, se humillo a sí mismo, corrió por las calles polvorientas de este mundo, y en una cruz llevo nuestra vergüenza y pecado sobre sí mismo, esto lo hizo por amor a ti y por amor a mí. Y ahora desde esa cruz ofrece salvación y vida eterna a todo aquel que viene a él con un corazón arrepentido y lleno de fe. Si vienes a él querido amigo ten la seguridad de que serás aceptado, reconciliado con Dios y gozaras de todos los privilegios y las bendiciones que tiene un hijo.   ¿Qué  estas esperando? Ven a él querido amigo, ven a él tal y como eres, que los brazos del padre te están esperando.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Abr 26, 2020
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Vida Nueva

Lección Siete: Un Banquete Con El Rey
Hay una invitación en tu puerta el día de hoy y es una invitación a un gran banquete. ¿estarías listo para asistir? Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Un banquete con el Rey” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Hola estimado oyente, hoy estudiaremos una parábola muy hermosa y esta fue narrada en la casa de un gobernador que era Fariseo y que había invitado a Jesús a comer. En ese lugar nuestro maestro sanó a un hombre enfermo y enseño sobre el valor de la humildad como un requisito indispensable para entrar al reino de los cielos. Al oír acerca del Reino de Dios uno de los fariseos que estaba en ese lugar dijo una frase en referencia a ese tema. Les invito a abrir sus Biblias en el libro de Lucas 14:15-24 la palabra de Dios dice “Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.” La palabra bienaventurado significa feliz, contento o dichoso. ¿Quién gozaba de tales privilegios? Dijo el fariseo “Aquel que coma pan en el reino de Dios.” Estas palabras pronunciadas por este hombre, no eran dirigidas a todo el mundo, sino era una referencia a sí mismo y a sus amigos fariseos quienes estaban a la mesa con él. En otras palabras, lo que el fariseo dijo en realidad fue “Felices nosotros que un día gozaremos en el reino de Dios” Si algo caracterizaba a los Fariseos era la arrogancia, eran unos completos pavorreales, ellos no solo creían que tenían el cielo asegurado, sino también que eran dignos de entrar ahí. Lo que ellos no entendían es que nadie en este mundo es digno de entrar al cielo, el cielo es simplemente un regalo de la gracia de Dios a aquellos que reconocen su miseria y pecado delante de su creador y depositan toda su confianza en el salvador. Ante la errónea suposición de que él y sus amigos entrarían al reino, Jesús les mostro a través de una parábola quienes verdaderamente entrarían a ese lugar. Una parábola no era más que una narración breve y simbólica de la que se extraía una gran verdad espiritual. El texto de hoy lo podemos dividir en tres partes. En primer lugar, Un Reino Maravilloso; en segundo lugar, una invitación rechazada y en tercer lugar un regalo inmerecido. En primer lugar, veremos un reino maravilloso. La palabra de Dios dice “Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.” La historia comienza presentando a un hombre que hizo una cena realmente impresionante. Por la cena que hizo y por la cantidad de invitados podemos notar que este hombre era sumamente rico. ¿a quién representa este hombre? Este hombre representa a Dios.  ¿y la gran cena?   Esta cena maravillosa representa la salvación en su reino eterno. Este no era un evento cualquiera, era una cena extraordinaria y fenomenal, un verdadero banquete, una celebración llena de gozo, deleite y felicidad. ¿sabían que así será el cielo? Amado amigo, creo que el pensamiento más hermoso que podamos tener de ese lugar no se compara en nada a lo que ella será. el cielo será un lugar maravilloso, un lugar lleno de gozo, vida abundante, satisfacción y felicidad. Jesús también presenta la entrada al reino como un verdadero privilegio. ¿se imaginan que un día de estos el presidente de tu nación te haga llegar una invitación a una gran cena en Palacio de gobierno? Muchos estaríamos emocionados y felices de asistir. El hombre rico de esta historia representa al Dios de los cielos y es él directamente quien hace la invitación. ¡Que hermoso privilegio ¡ Las invitaciones a esta cena se dieron en dos etapas. Primero los siervos fueron y dieron aviso a los invitados de esta maravillosa cena que se iba a realizar, pero no les dijeron la hora exacta a la que se realizaría la cena. Después de esto cuando ya todo estaba listo dice la palabra de Dios “Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.” Cuando ya el banquete estaba preparado, el local adornado y las mesas listas, el siervo fue inmediatamente a casa de todos los invitados a anunciarles que ya todo estaba listo y que se apresurasen en venir. ¿a quienes representa los siervos que llevaron la primera invitación? Estos representan a los profetas del Antiguo testamento  ¿y a quienes representan los invitados?  los invitados representan a los israelitas quienes en primera instancia aceptaron la voz de los profetas de que ellos eran el pueblo elegido de Dios y que por tanto entrarían al reino. En segundo lugar, veremos, una invitación rechazada. La palabra de Dios continúa diciendo: “Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.” Cuando ya todo estaba listo lo inimaginable paso. Ninguno vino a la fiesta, todos, uno tras otro comenzó a presentar excusas. En el texto vemos tres ejemplos de las excusas que presentaron. Uno de ellos dijo “he comprado una hacienda y necesito ir a verla; te ruego que me excuses” esta excusa era totalmente absurda y carecía de lógica y sentido. ¿Quién compra algo sin antes verlo previamente? Yo creo que nadie. Todos antes de comprar algo nos fijamos bien en el producto,  si está  en  buenas  condiciones,  si  cumple  todas  nuestras expectativas o si es de buena calidad. Ya que una vez comprado mayormente no se puede devolver. El siguiente hombre dijo “He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.” Esta es otra excusa sin sentido, ¿Qué agricultor prueba cinco yuntas de bueyes en la noche? Nadie. El tranquilamente pudo haber esperado hasta el siguiente día para hacerlo, sin embargo, esta no era más que una excusa para no ir. Por último, otro hombre dijo “Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.” todo recién casado en la nación judía tenía ciertos privilegios como el ser excusado de hacer viajes de negocios o de prestar servicio militar, así esos asuntos no eran impedimento para que ellos pudieran ir y si lo pensamos bien que mejor forma de celebrar una boda que asistiendo a un banquete de lujo. Creo que asistir a este evento hubiera traído felicidad a la esposa, sin embargo, el hombre rehusó asistir. ¿a quienes representa el siervo que dio la segunda invitación? no hay duda de que representa a Juan el Bautista y a Jesús. Cuyo mensaje era “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Sin embargo, los judíos entre ellos los Escribas y Fariseos a quienes la invitación había sido hecha al ver que Jesucristo era la puerta al salón de banquetes o al Reino de Dios simplemente rechazaron la invitación. la seducción de las riquezas y las preocupaciones de este mundo fueron la venda que les impidió ver la belleza de la salvación y el gozo de estar en Cristo. Antes de indicar con un dedo a estos hombres debemos de cerciorarnos si nosotros no estamos en la misma condición. ¿Cuántas personas en el día de hoy cuando se les invita a conocer y seguir a Cristo, presentan excusa tras excusa con tal de no hacerlo? ¿Cuáles son las excusas que normalmente escuchamos? Una de ellas es “no tengo tiempo ahora, más tarde talvez” decimos no tener tiempo para Dios, pero si tenemos tiempo para estar en el Facebook, tenemos tiempo para ver televisión o asistir a eventos o reuniones insignificantes. Otros dicen me gustaría ir a la iglesia, pero ahí todos son unos hipócritas” si algo es cierto es que no podemos generalizar, yo sé que hay muchos hipócritas en la iglesia, pero no todos son así, y si ese fuera el caso creo que no nos haría mal contar con uno más en la lista. Y si andas buscando una iglesia perfecta déjame decirte que nunca lo encontraras, y si en algún momento o lo encontraras déjame darte un consejo: “no te unas a ella, porque tan pronto lo hagas dejara de ser perfecta” muchos ven a la iglesia como si fuera un museo de santos, sin darse cuentas que no es más que un hospital de pecadores. Otra excusa bien común es “déjame gozar mi juventud y más adelante buscare a Dios” esta excusa no es válida ya que no sabemos cuándo será el último día de nuestra existencia, a veces creemos que viviremos muchos años, sin darnos cuenta que hoy puede ser el último día que estemos en este mundo.  Por último, muchos dicen “si entrego mi vida a Dios mi familia y mis amigos me abandonaran” si tus amigos te abandonan por tomar esa decisión en realidad no eran tus amigos, ya que un amigo permanece a nuestro lado en todo tiempo. Y si tu familia te bota de la casa por ser cristiano, déjame decirte que ese es el precio que tienes que pagar por ser discípulo del maestro. A veces decimos: “me gustaría estar en el cielo con el Señor” pero con nuestra vida, actitud y miles de excusas simplemente rechazamos esa hermosa invitación. Eso pasaba con los Fariseos, ellos soñaban con el cielo, sin embargo, con su vida y su actitud rechazaban y despreciaban al único que los podía salvar. En tercer lugar, veremos un regalo inmerecido. la palabra de Dios dice: “Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Porque os digo que ninguno de aquellos que fueron convidados gustará mi cena” Después del rechazo a la invitación y de las excusas que pusieron cada uno, el siervo fue donde su señor y le contó lo sucedido. El padre de familia al escuchar la noticia se enojó grandemente. ¿Quién no haría lo mismo? Habían despreciado y actuado con indiferencia ante su amabilidad y generosidad, ofendiéndolo personalmente y avergonzándolo frente a todos. De la misma forma está enojado Dios con todos aquellos que rechazan el maravilloso regalo de la salvación. Juan 3:36 dice “el que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” ¿Qué de ti querido amigo? Si no aceptas hoy la invitación a la salvación por manos de un Dios misericordioso y clemente, un día lo enfrentaras como juez soberano y serás excluido del cielo por toda la eternidad. El banquete estaba preparado, la fiesta estaba a punto de comenzar así que ya no había tiempo para cancelar semejante celebración.  se haría de todas formas, sin embargo, ahora con un grupo totalmente diferente. El Señor manda a su siervo a ir por las plazas y calles de la ciudad y traer a los pobres, a los mancos, los cojos y los ciegos. Muchos de ellos no podrían ir por su propia cuenta y algunos ni siquiera se creerían semejante invitación, así que requería que alguien los llevara. Y esa era la tarea del siervo. Para los fariseos que estaban escuchando lo que Jesús decía, esta invitación a este tipo de personas parecía algo absurdo y ridículo, ya que ellos los consideraban como impuros e indignos,  personas de segunda categoría,  que eran malditos a los ojos de Dios.  ¡cuán equivocados estaban¡ Después de cumplir la tarea el siervo va nuevamente a su señor y le dice: ya hice lo que me mandaste sin embargo todavía hay espacio en el salón. Entonces el dueño de la casa le ordena y le dice: ve por los caminos y por los vallados y fuérzalos a entrar para que se llene mi casa. ¿Quiénes vivían por los caminos y los vallados? Eran personas gentiles de mal vivir, muchos de ellos no tenían casa propia y se alojaban en burdeles, albergues andrajosos y posadas de caminos. ¿a quienes representan los pobres, los cojos, los mancos, los ciegos y aquellos que vagan por los caminos y collados? No hay duda que representan a los pecadores arrepentidos, a aquellos que reconocen su miseria y su pobreza espiritual, a aquellos que se creen indignos de entrar al cielo basado en sus logros personales. Representan a los humildes, a los que reconocen su bancarrota espiritual, a aquellos que no quieren ni siquiera alzar sus ojos al cielo y con lágrimas de dolor exclaman “Dios ten misericordia de mí, él gran pecador” ¿Qué de ti querido amigo? ¿has aceptado o has rechazado la invitación para la gran cena? A causa de nuestro pecado estamos condenados a la muerte eterna, sin embargo, por amor, nuestro Señor Jesucristo dejo su gloria y descendió a este mundo lleno de maldad para morir por tus pecados y por los míos, el ocupo en la cruz el lugar que nosotros merecíamos. Sin embargo, la muerte no tuvo poder sobre él y al tercer día resucito. Y desde esa tumba vacía invita a todo el mundo a arrepentirse de sus pecados, a creer en él y por gracia aceptar el regalo de la vida eterna. Amado amigo la invitación a la salvación de tu alma y a la entrada al reino está en tu puerta el día de hoy, no pongas excusas para rendirte delante de él, no rechaces semejante amor. Acepta la bondad y la misericordia de un Dios compasivo y solo así serás participe de la gran cena en el reino de los cielos.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Abr 19, 2020
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Vida Nueva

Lección Seis: El Fariseo Y El Publicano
La humildad te abre las puertas del cielo,  en  tanto que el orgullo te las cierra. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “El fariseo y el publicano” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Se cuenta que cierto día un joven caminaba con su padre, cuando en una curva él se detuvo y después de un pequeño silencio le preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Entonces el joven agudizó sus oídos y algunos segundos después le contesto: Estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es -dijo el padre-. Es una carreta vacía. Entonces el joven preguntó a su padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vez? Entonces el padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Los mismo pasa con las personas, aquellas que hablan demasiado e interrumpen a todos, aquellas que presumen lo que tienen y hacen quedar mal a sus semejantes, aquellas que se pavonean de todo lo que hacen y se creen la última coca cola en el desierto, son aquellas que se encuentran más vacías ya que nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo. Uno de los personajes que estudiaremos hoy creo que es un modelo perfecto de este tipo de personas. les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas 18:10-14. Hoy estudiaremos la parábola del Fariseo y el Publicano y dividiremos nuestro estudio en 3 partes. En primer lugar,  estudiaremos  la vida de 2 hombres,  en segundo lugar,  estudiaremos 2 tipos de oraciones y en tercer lugar estudiaremos los dos 2 resultados diferentes. Vayamos a nuestro primer punto. La vida de dos hombres. La palabra de Dios dice: “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.” Los fariseos eran una secta judía legalista de alrededor de seis mil personas. Su nombre significa literalmente “los apartados” eran conocidos por su apego estricto a las tradiciones y a los detalles ceremoniales contenidos en la Ley. Representaban el núcleo ortodoxo del judaísmo y ejercían una gran influencia sobre las personas comunes en Israel. Sin embargo, a pesar de estar tan cerca de Dios, su corazón estaba tan lejos de él. Vivian cegados por su religión a tal punto que, teniendo al Dios encarnado al frente suyo, no lo pudieron reconocer, si no por el contrario se opusieron a él y más tarde lo crucificaron en una cruz. Por otro lado, tenemos al publicano o comúnmente llamado cobrador de impuestos.   Los publicanos eran judíos servidores de Roma, estos hombres daban una buena suma de dinero a los romanos con tal de que ellos les dieran el trabajo de recaudar impuestos, ya que una vez que lo hacían, estos cobraban de forma exagerada a tal punto que en poco tiempo se volvían gente rica. Cobraban impuestos de todo tipo y color y si alguien por algún motivo se negaba a dar alguna contribución, estos hombres contrataban matones quienes por medio de la violencia les sacaban el dinero. Por este motivo eran gente despreciada por el pueblo a tal punto que ni siquiera se les permitía ingresar a las sinagogas que eran los sitios donde se estudiaban la biblia. Estos dos hombres eran totalmente diferentes. Uno se consideraba a si mimo como piadoso mientras que el otro era visto como un impío, uno era respetado por los demás mientras que el otro era el más despreciado dentro de la sociedad judía.   Creo que estas dos personas, representan muy bien a nuestra sociedad en el día de hoy. Por un lado, tenemos millones de personas que simplemente han dado rienda suelta a su naturaleza y han cometido todo tipo de pecados, y por otro lado tenemos a pecadores que se ven a sí mismos como gente moral y respetable, gente que no hace daño a nadie y trata de vivir cumpliendo las reglas, sin embargo, en lo más profundo de su ser están totalmente contaminados. En segundo lugar, veremos los dos tipos de oraciones. La palabra de Dios dice “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.” La primera oración es del fariseo. En primer lugar, notamos la posición que tenía al orar. Dice el texto que oro de pie. Orar de pie no era en si mismo nada malo, era una posición aceptable, el problema de este hombre era que se puso de pie solo con la intención de que todos lo observaran, de llamar la atención y de no pasar desapercibido. En segundo lugar, notamos que oro consigo mismo. ¿puede ser esto posible? Claro que sí.A veces decimos parece que mi oración no llega ni al techo de la casa, y muchas veces puede que sea cierto. La oración del fariseo no era una oración a Dios sino una oración arrogante solo con el fin de impresionar a otros. En tercer lugar, notamos la arrogancia en sus palabras. Su oración no comienza dando gloria y honra a su creador, sino dando honra y gloria a sí mismo. El comienza diciendo “Dios te doy gracias de que no soy como los otros hombres” si pudiéramos parafrasear sus palabras creo que esta diría: te agradezco que me creaste mejor que los demás, nadie se compara a mí, te has de sentir satisfecho de tener un hombre como yo en la tierra, creo que el cielo es digno de un hombre como yo, soy más santo que todos. Luego continua y procede a compararse con otros. Pero su comparación no es con personas devotas y espirituales, sino con gente de mala reputación.  Dice no ser ladrón, sin embargo, en su oración le robo toda la gloria a su creador, dice no ser injusto o engañador, sin embargo, su vida es un total fraude, ya que aparenta ser lo que verdaderamente no es. Dice no ser adúltero, ¿pero será que nunca tuvo un pensamiento lujurioso hacia alguien? Y lo que es peor ¿acaso no cometió adulterio al apartarse del Dios verdadero? Y por si esto fuera poco. Miro de lejos al publicano quien se encontraba golpeándose el pecho y suplicando misericordia y le dijo a Dios “tampoco soy como este cobrador de impuestos” los fariseos odiaban a los publicanos a tal punto que ni siquiera podían acercarse a ellos por temor a contaminarse ceremonialmente, guardaban una gran distancia como una declaración de su superioridad. Sin embargo, lo que no vio el fariseo es que, en ese preciso momento, el hombre a quien tanto despreciaba se encontraba camino al cielo y él camino al infierno. No contento con decir lo que no era, ahora procede a leer su currículum vitae. Dice el texto “ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.” En la cultura judía era costumbre ayunar una vez cada año sin embargo este hombre ayunaba más de cien veces al año. Y en cuanto al diezmo, la ley exigía dar tres tipos de diezmos que en total sumaba alrededor del 23.3% de sus ingresos totales. Sin embargo, el fariseo iba más allá, el diezmaba incluso las hierbas del jardín como ser la menta, el anís y el comino que no eran necesarios diezmar. Todo con el fin de comprar su entrada al cielo. Saben, así como este hombre en el día de hoy tenemos a millones de personas que luchan por conseguir un boleto al cielo basado en sus elevados logros y gran esfuerzo personal. Ellos creen que Dios tiene una balanza en el cielo donde en un lado están sus buenas obras y en el otro sus malas acciones. Y si sus buenas obras son mayores estas le permitirán la entrada al cielo, sin embargo, si sus malas obras son mayores simplemente irán al infierno. Esto, aunque suena interesante, es una total farsa. Lo cierto es que podemos vanaglórianos delante de la gente, podemos impresionar a los demás con nuestros éxitos humanos, podemos recibir aplausos y obtener títulos por nuestras buenas acciones, pero no podemos impresionar a Dios. Ya que él conoce a profundidad como somos y quienes somos en realidad. ¿quieres saber que piensa Dios de nuestras buenas obras? Isaías 64:6 dice “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias (o buenas obras) como trapo de inmundicia” podemos impresionar a todo el mundo, pero delante de Dios lo mejor de nosotros es simplemente como las vendas que recubren a un paciente con lepra, trapos sucios llenos de escoria y putrefacción. Así es la condición humana. ¡no hay razón porque jactarnos delante de un Dios santo como nuestro Dios¡ Por otro lado, tenemos la oración del publicano, una oración sencilla y poderosa, una oración que lo cambiaría por toda la eternidad. ¿quieres saber cómo una persona puede alcanzar la salvación de su alma, el perdón de sus pecados y la entrada al cielo? Pues no pierda de vista lo que hizo el publicano. La palabra de Dios dice “Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.” En estas palabras notamos algunas características del cobrador de impuestos. La primera es su lugar dentro del templo. Mientras que el Fariseo se encontraba lo más cerca posible del santuario con su lugar Santo y su lugar Santísimo, el publicano por el contrario se encontraba lejos del santuario, en una expresión de su indignidad de presentarse delante de su creador. En segundo lugar, notamos la actitud que tenía. Dice el texto que “no quería ni aun alzar sus ojos al cielo”. tengo un pequeño hijo de dos años y siempre que se porta mal, simplemente agacha el cabeza avergonzado por lo que ha hecho. Esta era la actitud del publicano delante de Dios. Su pecado y desobediencia simplemente se manifestó en un profundo dolor, en un sentido de culpa, temor y vergüenza por lo que había hecho. En tercer lugar, vemos su comportamiento. Dice el texto “se golpeaba el pecho” recuerden que en el pecho se encuentra el corazón que es el centro y el origen de toda la maldad en el hombre, así que golpearse el pecho no era más que un gesto usado para expresar la tristeza y la angustia más extrema que sentía este hombre por su pecado. ¿Cuál es la actitud que tienes tú al acercarte delante de Dios? Muchos creen que le hacen un favor a Dios al ir al templo, otros van solamente si hay algún banquete o algo que les pueda beneficiar, otros van con una actitud costumbrista, arrogante e irrespetuosa ¿Qué de ti querido amigo? Por último, notamos sus palabras. Dice el texto que decía “Dios, sé propicio a mí, pecador” o en otras palabras “Dios ten misericordia de mí. El pecador” en primer lugar el publicano reconoce que es un pecador. mientras que el fariseo mostraba cuan buen hombre era, este simplemente reconoce que es un completo desastre, un pecador con P Mayúscula, el principal de todos los pecadores. En segundo lugar, se dio cuenta que merecía el castigo divino por su pecado y en consecuencia vino suplicando misericordia. Él sabía que merecía el infierno, el entendía que la consecuencia de su pecado era la muerte, el entendía que estaba totalmente perdido y camino al infierno, y en su miseria clamó a Dios. Clamó a Dios y fue escuchado. Para terminar, estudiaremos los dos resultados diferentes ¿qué paso después de esto? Nuestro Señor Jesucristo termina la historia diciendo “Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Waooo que maravillosa historia, el publicano, este hombre tan vil y despreciado, llegó al templo con una carga tremenda por su pecado, sin embrago volvió a su casa declarado justo delante de Dios, libre de aquella carga, en tanto que el fariseo volvió a casa tal y como llegó, creyéndose justo sin embrago yendo camino al infierno. ¿Qué de ti querido amigo? ¿Dónde está tu depositada tu confianza? ¿en tus buenas acciones o en la misericordia de Dios? Se cuenta de una mujer que era bella, encantadora y muy talentosa, todo el pueblo hablaba de ella. Cierto día ella se sentó al piano y tocó a lo que el público decía: cuan dulce y cuan hermosa era.  Pero había un predicador allí esa noche. Su nombre era Cesar Milán. Y Cesar Milán se acercó a esta hermosa joven y le dijo: usted tiene encanto, tiene gracia y tiene belleza, pero si usted no se salva, si usted no ve su necesidad y entrega su corazón a Jesucristo esta tan perdida como la peor ramera de Londres. Esto la insulto un poco, estaba escandalizada por la descortesía de este predicador. En la noche al subir a su alcoba, trato de dormir, trato de no darle importancia, pero no pudo y a las tres de la mañana Charlot Eliot entregó su corazón a Jesucristo, nació de nuevo. Ella fue la que escribió un himno que cantamos frecuentemente que dice “tal como soy de pecador, sin más confianza que tu amor, ya que me llamas vengo a ti. Cordero de Dios heme aquí” esta es la forma en que ella vino a Dios y es la forma en la que tú y yo tenemos que venir a él. Tú y yo merecemos el infierno, tú y yo merecemos morir por nuestro pecado y maldad, pero hubo uno quien murió en la cruz en nuestro lugar. Hubo uno quien nos amó con un amor eterno, hubo uno quien venció la muerte con poder y desde esa tumba vacía ofrece salvación y vida eterna a todo aquel que confía en él. Ven a él querido amigo, deja a un lado tu soberbia y ven a él con un corazón humilde, quebrantado y vacío, ten la seguridad que él lo llenará de amor, gracia y favor.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Abr 12, 2020
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Vida Nueva

Lección Cinco: Jesús Y Zaqueo
Muchas personas pequeñas, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Jesús y Zaqueo” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Hola amigos ¿han conocido alguna vez a un hombre que era un completo desastre, un hombre al cual su familia lo llamaba la oveja negra, un hombre en el cual nadie veía esperanza alguna, sin embargo, después de algún tiempo era un hombre totalmente diferente, un hombre que con su vida, actitud y palabras dejó a todos con la boca abierta? Bueno, en el estudio de hoy veremos algo semejante. les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas 19:1-10. Hoy estudiaremos el encuentro de Jesús y Zaqueo y para ello dividiremos el estudio en 4 partes. En primer lugar, estudiaremos: una ciudad encantadora. La palabra de Dios dice: “Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.” El texto comienza describiendo la entrada de Jesús a Jericó. Jericó era un verdadero paraíso, su tierra era fértil, sus aguas encantadoras, su clima era cálido, su economía era próspera, hasta el aroma que respiraban era sumamente agradable. En resumen, era una verdadera belleza. Tal era su belleza que Marco Antonio la ofreció como un regalo a la hermosa reina Cleopatra. En el día de hoy no podríamos decir lo mismo de esta ciudad. Simplemente la belleza que antes cautivaba a multitudes, hoy quedo en el olvido. Esta ciudad se parece mucho a la vida del hombre. Mientras somos jóvenes gozamos de fuerza, energía, belleza y esplendor, pero tan pronto pasan los años, nuestra vida poco a poco se va consumiendo. Esta es la razón por la cual debemos de seguir el consejo del rey Salomón quien decía: “No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable». Acuérdate de él antes de que la luz del sol, de la luna y de las estrellas se vuelva tenue a tus ojos viejos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo.  Acuérdate de él antes de que tus piernas —guardianas de tu casa— empiecen a temblar, y tus hombros —los guerreros fuertes— se encorven. Acuérdate de él antes de que tus dientes —esos pocos sirvientes que te quedan— dejen de moler, y tus pupilas—las que miran por las ventanas— ya no vean con claridad” En segundo lugar, estudiaremos a Zaqueo, un ladrón profesional. La palabra de Dios dice: “Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.” Aquí notamos algunas características que tenía Zaqueo. La primera de ellas es que era jefe de los publicanos. Recuerden que en los tiempos en que vivía Jesús, toda palestina estaba bajo el control del Imperio Romano y en consecuencia todo judío tenía que pagar impuestos a Roma. ¿Quién se encargaba de cobrar los impuestos? Esta tarea la realizaban los publicanos o cobradores de impuestos. Estos hombres no eran Romanos, sino simplemente judíos que por medio del soborno a las autoridades Romanas se adueñaron de esos puestos ya que sabían que al estar en esa posición pronto serían hombres ricos. ¿No pasa lo mismo en el día de hoy? Cuantas personas están como jefes de cargos importantes en nuestra sociedad no en base a su capacidad ni a sus logros personales sino en base a su afiliación y contribución a algún partido político. Todo con el fin de que una vez dentro: saquen provecho de ello y se enriquezcan ilícitamente. En esos días había impuestos de todo tipo y color. Impuestos a la renta, impuestos a la tierra, impuestos sobre el transporte de bienes, cartas, uso de caminos, cruce de puentes, etc. Pagar impuestos en sí mismo no era algo malo. En el Antiguo Testamento Dios había establecido bajo un reino teocrático que la nación de Israel pagase el 23.3% de sus ingresos para apoyar al gobierno. Aun Jesús mismo pagó los impuestos que le exigieron. El problema no radicaba en los impuestos ni en quien cobraba los impuestos. El problema de los publicanos era que ellos cobraban mucho más de lo que exigía la ley, y si por algún motivo alguien no pagaba, contrataban matones que utilizaban la violencia física, la intimidación y la crueldad con tal de despojarlos de sus pertenencias. Así era Zaqueo el personaje de nuestra historia. Sin embargo, él no era un cobrador más, él era el jefe de los publicanos, en otras palabras, era el comisionario oficial de los impuestos. El más mas entre los cobradores de impuestos. La segunda característica que tenía Zaqueo, es que era un hombre sumamente rico. Todos los cobradores de impuestos al acabar su jornada tenían que darle un porcentaje de lo recaudado y como resultado de todo ello amontono para si grandes sumas de dinero ganado injustamente. La tercera característica de Zaqueo era que tenía un interés profundo por conocer a Jesús. Tal era su interés que estuvo dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de verlo.  Él sabía que era pequeño de estatura y sabía que frente a él había una gran multitud, con estos dos obstáculos, era casi imposible poder escuchar y ver al maestro. Así que ideo un plan. Salió corriendo y se subió a un árbol sicómoro. Los sicomoros eran árboles con troncos pequeños y con ramas bajas que hizo que Zaqueo pudiera treparla con facilidad. ¿Cuántos Zaqueos transitan por nuestro mundo el día de hoy?    Hoy estamos rodeados de miles de personas que alcanzan el éxito financiero en base al soborno y el robo. Personas que ocupan grandes cargos solo por pertenecer a algún partido político corrupto o por haber comprado un puesto en el gobierno. Son personas que lo tienen todo, pero que en lo más profundo de su ser saben que no tienen nada. La casa y el carro del año no le traen paz ni satisfacción a su alma. Y en ese vacío interno muchos buscan una salida. En tercer lugar, estudiaremos a Jesús un maravilloso salvador. La palabra de Dios dice: “Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.” Mientras Jesús caminaba fijo su mirada hacia arriba y a las ver a ese pequeño hombre trepado en el árbol lo llamó por su nombre: y le dijo «¡Zaqueo! ¡Baja enseguida! Que debo hospedarme hoy en tu casa». que maravilloso llamado del cual podemos extraer muchas enseñanzas. En primer lugar, es Jesús quien va en busca de los perdidos.  A pesar del interés que tenía Zaqueo de conocer a Jesús, fue Jesús y no el publicano quien dio el primer paso para un contacto personal entre los dos.  A veces tendemos a pensar que somos nosotros quienes buscamos a Jesús, cuando no nos damos cuenta de que es el quien nos busca primero a nosotros. ¿no les parece grandioso esa gran verdad? No importa dónde te encuentres, ni cuán lejos del camino hayas llegado, el salvador te está buscando, no huyas de él. En segundo lugar, Jesús sabe todo de nosotros. No había que presentar a Zaqueo con Jesús para que ellos se conocieran, él lo conocía desde antes de la fundación del mundo. Jesús conocía su nombre, conocía quién era, conocía lo que estaba haciendo, conocía su corazón y su deseo de arrepentimiento, conocía absolutamente todo de él y aun así lo amo. Que hermoso, de la misma forma Jesús conoce todo de nosotros, nos vio cuando apenas éramos un embrión, nos formó en el vientre de nuestra madre, nos dio vida y desde ese día en adelante sus ojos han estado sobre nosotros. ¿Qué podemos ocultar de él? Absolutamente nada. Él lo sabe todo, conoce todas nuestras alegrías y tristezas, conoce todas nuestras luchas y defectos, conoce todas nuestras maldades y pecados, él lo conoce todo y aun así nos ama. En tercer lugar, Jesús no rechaza a los rechazados.  Estoy seguro de que Zaqueo nunca pensó que un hombre tan honorable como Jesús pudiese entrar en su casa, él estaba acostumbrado al rechazo. La gran mayoría de los judíos en los tiempos de Cristo no tenían ninguna relación con cobradores de impuestos, los consideraban gente impía y despreciable, gente que merecía únicamente su desprecio. Incluso creían que si entablaban una relación de amistad con ellos esto los contaminaría espiritualmente. ¡cuán equivocados estaban ¡ Jesús vino al mundo con un propósito, buscar y salvar a los que estaban perdidos. Esta es la razón por la cual abrió su corazón frente a Zaqueo. Sin embargo, la multitud no lo tomó así, tan pronto Jesús entró en casa de Zaqueo, la gente se disgustó y comenzó a murmurar diciendo “este hombre se hospedó en casa de un pecador de mala fama”. ¿sabían que todos somos pecadores? En nuestro mundo existen dos tipos de pecadores. En primer lugar, están los pecadores que se reconocen pecadores y en segundo lugar están los pecadores que se creen justos. ¿en qué categoría te encuentras? Déjame decirte que, si estás en la primera categoría, tienes esperanza de salvación, sin embargo, si te crees una persona justa, déjame decirte que las puertas del cielo están cerradas para ti.   Bien dijo nuestro maestro: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí …pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores». En cuarto lugar,  estudiaremos  una salvación transformadora.  La palabra de Dios dice “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. No sabemos muchos detalles de lo que paso ese día, lo que sí sabemos es que Jesús se quedó en casa de Zaqueo, paso la noche ahí y seguramente pasaron un buen tiempo conversando sobre el evangelio, las buenas nuevas de salvación. Y de pronto al escuchar las palabras de Jesús aquel hombre ladrón, corrupto y despiadado, se arrepintió de sus pecados, confió en el salvador y se aferró a su gracia y misericordia. Esto trajo un cambio en el corazón que más tarde se manifestó en un cambio en su forma de actuar. Dice el texto que Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: “Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más.” La ley exigía que en ciertos casos al hacer restitución se añadiese un quinto del dinero recibido injustamente, en este caso un quinto de lo que habría cobrado de más. En otras circunstancias había que hacer restitución doble. Sin embargo, lo maravilloso de esta historia es que Zaqueo no devolvió la quinta parte, ni el doble, sino cuatro veces más. Y si esto fuera poco dio la mitad de su fortuna a la gente pobre. De ladrón y saqueador paso a benefactor, de egoísta a ser altruista, de ser alguien que quitaba a otros, a ser un dador. Este es el cambio que experimenta un verdadero creyente. Muchos en nuestros días dicen creer en Dios, dicen tener su religión y asisten fielmente a sus iglesias cada domingo, sin embargo, nunca se han arrepentido de sus pecados, nunca han experimentado la salvación y la transformación que Jesús ofrece, todavía se gozan en sus pecados, todavía se deleitan en su maldad. Alguien dijo lo siguiente “la evidencia de que una persona conoce a Jesús es que comienza a amar la justicia que antes ignoraba y odiar el pecado antes amaba.” Eso paso con Zaqueo, y eso puede pasar contigo también si humildemente vas a él en arrepentimiento y fe. El texto termina con las palabras de Jesús quien dijo “La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham.   Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.” Que hermoso final y que hermosas palabras. No sé en qué situación te encuentres estimado amigo. Pero recuerda esto, el salvador no está en busca de gente santa y respetable, sino de gente perdida y pecadora. Tal vez pienses que por todo lo que hiciese ya no hay esperanza para ti. Déjame decirte que estás equivocado, el salvador te ama tal y como eres, pero no desea dejarte así, él quiere que seas como Jesús. No permitas que tu pasado te atormente, recuerda que el parabrisas es más grande que el espejo retrovisor por una razón, tu presente y tu futuro importa más que tu pasado, la gracia de Dios es más grande que tu pecado. Lo que hiciste no fue bueno, pero Dios es bueno y así como perdonó a Zaqueo, él te puede perdonar a ti. Ven a él querido amigo, ven a él en arrepentimiento y fe que él está listo para escribir un nuevo capítulo en tu vida el día de hoy.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección Cuatro – El Malhechor Que Se Arrepintió
No importa cuán bajo hayas caído, ni al borde del abismo en el que te encuentres, en Jesús tienes esperanza. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “el malhechor que se arrepintió” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Hola amados amigos, les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas 23:32- 43. Hoy estudiaremos la vida de un hombre que estando a minutos de morir puso su confianza en el salvador y hallo gracia y misericordia para su alma. La palabra de Dios dice: “Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.” La escena en la que nos encontramos se dio minutos antes de la muerte de nuestro Señor Jesucristo. El iba camino a la cruz junto a dos malhechores, no sabemos mucho de ellos, no sabemos cómo se llamaban, de donde venían, ni que crimen habían cometido. Lo único que dice el texto era que eran malhechores. La palabra malhechor significa: un hacedor de males, alguien que se deleita en la maldad. El apóstol Mateo en su carta dice que eran ladrones. Sin embargo, hasta donde sabemos la Ley Romana y Judía no condenaban el robo con la muerte, por este motivo es de suponer que además de ladrones estos hombres habían cometido crímenes mayores.  Muchos teólogos creen que muy probablemente eran seguidores de Barrabás, un hombre rebelde y forajido, un hombre que mancho sus manos con sangre Romana. A parte de ser ladrones y criminales estos hombres eran blasfemos, duros de corazón y sin afecto natural. Al principio de la crucifixión cuando los judíos, los sacerdotes, los fariseos y los escribas se burlaban de Jesús estos malhechores también hacían lo mismo.  Mateo 27:44 dice “Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.” Y por si esto fuera poco, ser crucificado en una cruz no era el castigo común para la mayor parte de los criminales. La cruz era el más cruel y horroroso de todos los castigos y estaba reservada para aquel que hubiese cometido el peor de los crímenes que un hombre pudiera cometer.  Se aplicaba generalmente a esclavos y hombres libres que no pertenecían a Roma, por crímenes como el homicidio, la traición o la sedición. En resumen, Jesús no estaba siendo crucificado frente a dos hombres que injustamente fueron a parar a ese lugar sino, delante de él estaban los hombres más rebeldes y forajidos que este mundo pudieran concebir, hombres implacables y perversos, hombres que habían tomado la decisión de vivir sin respetar las leyes de los hombres y mucho menos las leyes de Dios. Muchos al ver a estos dos malhechores podrían caer en el error de creerse mejores que ellos. Sin embargo, la realidad es que ellos son simplemente el cuadro perfecto de los que nosotros somos. Romanos 3:9 -12 dice “¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Waoo no hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno. ¿tu creías que eras un hombre bueno y respetable? ¿un hombre justo que cumplía la ley y vivía una vida moral intachable? ¿te creías digno heredero del cielo? Pues bájate de ese pedestal, pues tu vida y la mía no es mejor que la de estos hombres. Bien decía el pastor Spurgeon “si algún hombre piensa mal de ti, no te enojes con él; porque tú eres peor de lo que él piensa que eres. Si te acusa falsamente por algo, estate satisfecho; porque si te conociera mejor podría cambiar la acusación y no saldrías beneficiado por ese cambio. Si pintan un cuadro moral de ti y es feo, estate satisfecho; porque todavía necesitaría unos toques de negro para acercarse más a la realidad” así es la condición del hombre. Sin embargo, antes de morir algo paso en la vida de uno de estos malhechores, algo que lo cambiaría por toda la eternidad. En primer lugar, el malhechor vio el testimonio de Cristo. La palabra de Dios dice “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.” Uno podría perdonar a un amigo que nos ha hecho daño y se ha equivocado, ¿pero perdonar a unos asesinos, despiadados, blasfemos y burladores? eso no se ve todos los días. Estoy seguro que el malhechor quedo impactado con las palabras y con la actitud de Cristo.  Se asombró de como ante esta avalancha de odio y desprecio, Jesús respondió con mansedumbre, misericordia y perdón. En lugar de tratar de vengarse de sus enemigos, dice el apóstol Pedro “cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente” Eso realmente impacto el corazón del malhechor. En segundo lugar, el Espíritu Santo uso el testimonio de los enemigos de Jesús para abrir el entendimiento del malhechor. La palabra de Dios dice: “Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios. Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros”. Cuatro fueron los grupos de personas que se encontraban en el calvario y los cuatro querían ridiculizar y burlarse del maestro. En primer lugar, estaba el pueblo que días antes aclamo a Jesús como su Mesías pero que ahora simplemente dio su aprobación para semejante crueldad. En segundo lugar, estaban los gobernantes quienes insultaban y se burlaban de Cristo diciendo: si este es el Cristo sálvese a sí mismo. En tercer lugar, estaban los soldados quienes en un acto de burla fingieron que el vinagre era en realidad vino real y se lo ofrecieron como si Jesús fuera su rey. Y en cuarto lugar se encontraba el otro malhechor que aun en sus últimos minutos de agonía no se arrepintió sino por el contrario exigía que Jesús lo salvase y se salvase él también si es que era el Cristo. Estoy seguro que, ante las palabras de todos ellos, interiormente el malhechor de nuestra historia se llenó de asombro ante la persona de Cristo y se dijo “waooo este hombre decía ser el Cristo, el escogido de Dios, el Rey de Israel” ¿será que el Mesías prometido que tanto ha esperado nuestro pueblo es este que está a mi lado? de pronto Dios abrió su corazón a la verdad, el velo que cubría sus ojos se rasgó en dos y paso de la oscuridad más profunda en la que se encontraba a la luz y la vida eterna. Un milagro ocurrió en ese momento. El hombre del cual la mayoría pensaría que nunca llegaría a los pies de Cristo hoy era hijo suyo. ¿Cómo lo sabemos? Por sus palabras que eran fruto de su conversión.  La palabra de Dios dice: “Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.” Al escuchar las palabras del malhechor, no hay duda que de ella brotan tres frutos o evidencias de un corazón transformado y perdonado por el Señor Jesucristo. En primer lugar, el malhechor mostro temor a Dios. Al oír a su amigo blasfemar contra Jesús, rápida fue su reacción y reprendió a su compañero al decirle: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? En otras palabras, lo que le dijo fue lo siguiente “estás a punto de morir, estas a puertas del infierno y ¿ni aun así tienes temor de tu Señor?   Estoy seguro que su compañero se quedó impresionado por esto porque al comienzo de la crucifixión ambos se hacían burla del maestro. Sin embargo, con el pasar del tiempo el corazón del uno fue quebrantado reconociendo que aquel quien estaba a su lado no era un hombre más, sino el Hijo de Dios, el Rey de Israel. Que interesante. La perspectiva del malhechor cambio por completo. Ahora ya no tenía temor a aquellos que podían destruir su cuerpo, su temor cambio hacia aquel que podía destruir su cuerpo y su alma en el infierno. ¿Qué de nosotros? ¿hay temor de Dios en nuestra vida? Muchos rechazan seguir y obedecer al maestro por temor a lo que sus padres, su familia o sus compañeros les pudieran hacer. Muchos viven una vida pecaminosa y secreta y su mayor temor es que alguien los descubra, sin embargo, no se dan cuenta que los ojos del Señor todo lo ven, son tan claros en el día, así como en la noche más oscura. Todo hombre debiera de tener temor de Dios, porque no es a un hombre a quien hemos de dar cuenta, sino al autor de la vida, al creador del universo y al sustentador de todo cuanto existe. En segundo lugar, el malhechor reconoció su pecado en contraste con la pureza de su salvador. El dijo “Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos, mas este ningún mal hizo”. Este hombre antes de morir reconoció su pecado e impiedad, reconoció que a lo largo de su vida había vivido una vida en total rebeldía hacia su creador, reconoció su miseria y bancarrota espiritual, reconoció que no tenía nada que ofrecerle al Señor y se amparó solo en la gracia y la misericordia de Dios. ¿Qué de ti amado amigo? ¿alguna vez has llorado por tu pecado e impiedad? ¿alguna vez le has dicho al Señor: ten misericordia de mí que soy un pobre pecador? ¿alguna vez te has visto a ti mismo como un mendigo espiritual que necesita la misericordia y la gracia de Dios para escapar del infierno? En tercer lugar, notamos su confianza y fe en Jesucristo. Sus últimas palabras fueron “acuérdate de mí, cuando vengas en tu reino” minutos antes de morir el malhechor reconoció quien era Jesús y puso su confianza en él. Apeló a su misericordia al decirle humildemente “acuérdate de mí” él sabía que no tenía nada que ofrecer a Dios, sino solo un corazón quebrantado y arrepentido, un corazón dispuesto a ser transformado por la gracia de Cristo. Seguro que por su mente paso las palabras de Cristo cuando dijo “padre perdónalos porque no saben lo que hacen” y él se dijo a sí mismo. Si él tuvo compasión de la gente que lo trato mal, tal vez también tenga compasión de mí. A su vez reconoció también que era el Rey de Israel, el Mesías prometido. reconoció que un día el Señor volvería a la vida y establecería un reino como nunca antes y le pidió que cuando llegue ese día, él le concediese entrada a ese reino. Ante ello la respuesta de nuestro Señor fue realmente asombrosa y maravillosa: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” waoo. No le dijo “primero tienes que bautizarte o cumplir los sacramentos” “no le dijo primero tienes que hacer obras de caridad y enmendar tu pecado” tampoco le dijo “hoy estarás en el purgatorio y después de cierto tiempo pasarás a la gloria” lo que le dijo fue: “hoy” no mañana, ni a la semana siguiente, “hoy estarás conmigo en el paraíso.” Que hermosa historia. ¿Qué de ti amado amigo? ¿crees que Dios no te puede aceptar por haber cometido tanto pecado y maldad? Pues mira la vida de este hombre. Si en todo el mundo existió un hombre que no tenía esperanza de salvación, era este. Y aun así Dios lo salvo. Y si él pudo salvar a este amante de lo malo mientras estaba en una cruz. ¿Cuánto más te puede salvar a ti, ahora que ha resucitado y está sentado a la diestra del Padre? Se cuenta que cierto día se le pidió a un campesino contar lo que Cristo había hecho por él, entonces él se fue al bosque, escarbo un poco la tierra y saco un gusano. Puso al gusano al medio de un montón de hojas secas, y con un fósforo comenzó a quemar las hojas, cuando ya el fuego estaba a punto de quemar al gusano, él tomó al gusano en sus manos y dijo “este es mi gusano” y lo salvo. y al acabar la demostración dijo “eso mismo hizo Jesús por mí”. Eso es lo que el Señor hizo por cada uno de nosotros, cuando ya estábamos a punto de quemarnos en el fuego del infierno, el por amor entregó su vida para salvarnos, nos libró del fuego, nos tomó entre sus manos y dijo “este es mi gusano”. Ven a él querido amigo, ven a él y dile como el malhechor “Señor, soy un pecador, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” hazlo con el corazón y ten la seguridad que él se acordara de ti.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Mar 29, 2020
Duración
00:19:54 min.
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección tres – La Oveja Perdida
Si estas lejos de casa, recuerda que el buen pastor te está buscando. Hoy continuaremos con la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “La oveja perdida” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco. Hola estimados amigos, les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas 15:1-7. Hoy estudiaremos la parábola titulada “la oveja perdida”. En el año 2015 un grupo de personas encontró a una oveja a la que llamaron Chris, vagando en un monte a varios Kilómetros de una granja en las afueras de Canberra - Australia. Lo que llamó mucho la atención fue el tamaño de su lana. Al esquilarla fue despojada de 41 Kilogramos de lana. Por salud y bienestar una oveja es esquilada cada año y se calcula que este animalito se habría perdido hace seis años atrás aproximadamente y de continuar así pronto hubiera fallecido.  Cuando una oveja no es trasquilada su lana genera mucho calor y hace que el animal transpire, la transpiración atrae a las moscas que dejan sus huevos en la lana y esto puede causarle mucho daño e incluso matar al animal. Que bendición que alguien encontró al animal y así lo libro de un terrible mal. Algo muy semejante veremos en la parábola de hoy.  La palabra de Dios dice “Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola” La parábola que estudiaremos hoy no fue dicha al azar sino nace en el corazón de Jesús después de ver algo malo que estaba pasando a su alrededor. Entre las personas que escuchaban las enseñanzas del maestro podemos notar claramente dos tipos de personas. En primer lugar, los publicanos y pecadores. Los publicanos o cobradores de impuestos eran judíos que habían traicionado a su propio pueblo al cobrar impuestos para los Romanos. No eran odiados únicamente por cobrar impuestos, sino por cobrar más de lo debido y así enriquecerse ilícitamente con el dinero de la gente pobre. Por su parte los pecadores eran personas de mala reputación, personas a quienes los fariseos consideraban la chusma de la sociedad, gente de segunda categoría e indignos de relacionarse con ellos. Por otro lado, tenemos al segundo grupo: Los fariseos y los escribas. Ellos eran los líderes religiosos en Israel, personas que por fuera aparentaban una vida intachable, pero por dentro estaban totalmente contaminados. Estos eran los dos grupos que escuchaban al maestro. De estos dos grupos Jesús tenía más apego hacia los publicanos y pecadores ya que ellos a pesar de la condición en la que se encontraban tenían un corazón arrepentido, dispuesto a buscar ayuda y reconciliarse con Dios, no así los fariseos quienes se consideraban personas justas, mejor que los demás y dignas de tener acceso al cielo. Este acercamiento de Jesús hacia la gente más baja de la sociedad trajo inmediatamente la reacción de sus opositores quienes comenzaron a murmurar diciendo “Este a los pecadores recibe, y con ellos come” William Barclay en su comentario al Nuevo Testamento detalla el desprecio que tenían los fariseos hacia estas personas: “Los fariseos ponían en la misma categoría a todos los que no cumplían todos los detalles de la ley tradicional, y los llamaban la gente de la tierra; y había una barrera infranqueable entre estas dos clases de personas… Las reglas fariseas establecían: “A nadie de la gente de la tierra le confíes dinero, ni aceptes su testimonio, ni le reveles ningún secreto, ni le nombres tutor de ningún huérfano, ni le pongas a cargo de un fondo de caridad, ni le acompañes en un viaje”. Un fariseo tenía prohibido hospedarse en casa de un hombre de la tierra e invitarle a la suya. Tenía prohibido hasta donde fuera posible tener ningún trato con él. Los fariseos tenían el propósito deliberado de evitar todo contacto con los que no cumplían todos los detalles de la ley… un judío estricto no diría “Hay alegría en el Cielo cuando se arrepiente un pecador”, sino: “Hay alegría en el Cielo cuando se pierde un pecador” Este fue el contexto por el cual Jesús contó la siguiente parábola.  Él comienza diciendo “¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Si algo caracteriza a las ovejas es que fácilmente se descarrían. si una de ellas por distraída se sale del rebaño, enseguida se pierde y anda sin rumbo fijo, ellas no tienen un instinto de encontrar su camino a casa y en consecuencia son incapaces de hallar agua y alimento adecuado, abandonadas a su suerte comen indiscriminadamente plantas buenas, así como plantas venenosas. Beben agua saludable, así como agua sucia y estancada. Otra característica es que son incapaces de cuidarse ellos mismos. por ejemplo, si una de ellas cae patas arriba le es imposible enderezarse, y al pasar las horas gases son acumulados en su panza, esto tiende a cortar la circulación sanguínea en sus extremidades y en pocas horas puede ser hallada muerta. También son por naturaleza animales pasivos y prácticamente indefensos contra los depredadores. Si una de ellas se pierde no tardará mucho tiempo en que lo encuentre un depredador y lo mate. Esta es la razón por la cual ante de perdida de una de ellas, el pastor debe de actuar inmediatamente y salir en busca de ella. Y así lo hizo el pastor de esta historia, de las cien ovejas que tenía bajo su cuidado, en un momento dado una de ellas se perdió, así que dejó las noventa y nueve en el desierto bajo el cuidado de otros pastores y fue inmediatamente tras la que se perdió y la busco hasta encontrarla. ¿Qué paso luego? Dice el texto “Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido” Hallar a la oveja no fue una tarea fácil, muy probablemente le tomó todo el día ya que dice el texto que después de encontrarla se dirigió a su casa y no hacia donde se encontraban las otras ovejas. Una vez que la encontró la llevó sobre sus hombros, muy probablemente era porque estaba lastimada o porque ya se encontraban a oscuras. Cargar una oveja no era una tarea sencilla, una oveja adulta puede llegar a pesar más de 50 kilogramos. Sin embargo, la oscuridad, el peso de la carga y el largo camino recorrido no fue realizado a regañadientes, sino dice el texto que el pastor se encontraba gozoso. Y su gozo no era simplemente por haber recobrado una perdida material, sino porque él amaba a su oveja. Seguido a esto el pastor reunió a sus amigos y vecinos y les dijo: “Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido” una verdadera fiesta se dio por este maravilloso acontecimiento. Ahí concluyó la historia, sin embargo, antes de acabar Jesús da la aplicación de ella. Una aplicación devastadora para los escribas y fariseos. La palabra de Dios dice “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” ¿A quién representa la oveja perdida? Es lógico que representa a los publicanos y pecadores, personas que han caído en lo más bajo que un hombre puede caer en la sociedad, sin embargo, ellos no son más que un modelo perfecto de la condición actual de toda la humanidad. Así como esta oveja se descarrió fácilmente, así se descarría el hombre. Desde el momento en que el hombre desobedeció a Dios en el Edén, anda por el mundo sin rumbo fijo, incapaz de encontrar por esfuerzo propio el camino a casa. Así como una oveja que por fuera se ve bien sin embargo cuando la trasquilan nos encontramos con animales débiles y flaquitos, así también es el hombre. externamente se puede ver bien, puede incluso alcanzar el éxito, la fama y una gran posición en la sociedad, sin embargo, internamente sin Dios no existe gozo, paz ni esperanza. Así como una oveja es por naturaleza sucia, ya que su lana segrega gran cantidad de lanolina aceitosa, en el cual se impregnan el polvo, el pasto y la suciedad, de la misma forma es la naturaleza del hombre.  vive en constante impureza y pecado, ama lo que es malo y desecha lo que es bueno y como consecuencia lo único que cosecha es la muerte física y la muerte eterna. Sin embargo, aún en esta condición, si humildemente nos quebrantamos, no arrepentimos de nuestros pecados y por la fe colocamos toda nuestra confianza en el salvador, él nos puede salvar y llevar en sus brazos camino a casa. ¿a quién representan las 99 ovejas? Representan a los escribas y fariseos, aunque también son ovejas perdidas, ellos creen que no lo son. Ellos se creen personas justas y limpias, personas dignas del cielo que no necesitan de arrepentimiento.  Sin embargo, detrás de toda esa fachada solo existe hipocresía y superficialidad. No conocían a Dios por lo tanto no podía manifestar amor y compasión hacia las demás personas. ¿Cuántas personas así existen en el día de hoy? Personas que tienen su religión y son fieles a ella, personas que por fuera se visten decentemente y llevan una Biblia entre sus brazos, sin embargo, por dentro están totalmente perdidos. Confían en su religión, en sus costumbres y en sus buenas acciones, confían en que alcanzarán el cielo basado en sus propios logros. Cuan equivocados están. Y por último ¿a quién representa el pastor en esta historia? Representa a Dios en la persona de Jesucristo. Él es el buen pastor y vino a este mundo con la misión de buscar y salvar lo que se había perdido. En Juan 10:11 Jesús expresa lo siguiente “Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por sus ovejas” Hace algunos años salió en las noticias, algo que llamó la atención de toda una población en la provincia de León, España, el señor Belarmino de la fuente Mayo cuya profesión era el pastorear ovejas, fue encontrado muerto en el mismo pozo al que había caído una oveja, se cree que, en el intento por salvar al animal, cayó al agua y sus intentos por salir de ella fueron vanos. Belarmino de la fuente murió a la edad de 81 años, nunca quiso jubilarse para dejar su profesión, y como dijo su viuda entre lágrimas cuando llegó al lugar de los hechos, “siempre estuvo dispuesto a hacer cualquier cosa por sus ovejas. Que hermosa acción, sin embargo, por más que este humilde pastor hizo una buena acción, estoy seguro que, si él hubiera sabido que esa acción lo llevaría a la muerte, ni siquiera lo hubiera intentado. Por el contrario, tenemos un pastor que fue de forma voluntaria a muerte por el bienestar de sus ovejas. Nuestro Señor Jesucristo al ver nuestra condición tan triste y miserable aquí en la tierra, al ver que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, al vernos sin Dios y sin esperanza en el mundo, al vernos cargar esas cadenas tan pesadas, al vernos como ovejas descarriadas y al vernos camino a la destrucción eterna. por amor descendió al mundo, por amor se hizo hombre, por amor habitó entre nosotros, por amor entregó su vida como el precio de nuestro rescate. No hay pastor tan precioso como nuestro salvador, quien viendo nuestra terrible condición y conociendo que la única sentencia que nos esperaba era la muerte eterna, él pago de forma voluntaria por nuestros pecados, el ocupo nuestro lugar en la cruz. Amado amigo ¿Qué de ti? ¿Estas vagando por el mundo siguiendo tu propio camino? ¿te has alejado de Dios creyendo que en el mundo encontraras satisfacción y todo lo que has encontrado es tristeza y soledad?  Tengo buenas noticias para ti. El pastor te está buscando, el pastor te conoce como nadie más en este mundo. Él te amó no solo con palabras, sino te amó al punto de entregar su vida por ti. ¿Por qué no te quebrantas y reconoces tu bancarrota espiritual? ¿Por qué no te acercas a él tal y como eres? ¿porque no te arrepientes de tu pecado y derramas tu alma y corazón frente a aquella cruz? Estoy seguro de que, si lo haces, el pastor sanará tus heridas, perdonará tus pecados, te tomará entre sus brazos, te llevará a casa y hará una tremenda fiesta en tu honor. Dios los bendiga.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Mar 22, 2020
Duración
00:18:47 min.
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Lección Dos - Jesús Y Nicodemo
Uno puede estar tan cerca de Dios y a la vez tan lejos de él. Hoy continuaremos con la serie: “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “Jesús y Nicodemo” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   Hola queridos amigos, les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Juan capítulo 3:1- 16, hoy estudiaremos la vida de un hombre que por fuera se veía bien, era un hombre muy respetado y religioso, un hombre que buscaba cumplir rigurosamente la ley de Dios, un hombre del cual todos pensaban que era un digno heredero del cielo. Sin embargo, a pesar de tenerlo todo le faltaba lo más importante, le faltaba experimentar el nuevo nacimiento o de lo contrario pasaría toda la eternidad alejado de la presencia de Dios. Hoy estudiaremos el encuentro de Jesús y Nicodemo.   Juan comienza el texto diciendo “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.” Este texto nos muestra dos características que tenía este hombre. En primer lugar, era un fariseo. Los fariseos eran un grupo religioso en Israel, hombres que tenían un celo profundo por la ley y las tradiciones, hombres que vestían, hablaban y vivían diferente a los demás, sin embargo, a pesar de toda su religiosidad había algo que les faltaba, carecían de un corazón transformado por el Espíritu Santo. se veían bien por fuera, pero por dentro vivían en la más profunda oscuridad.   En segundo lugar, era un principal entre los judíos. Nicodemo pertenecía al sanedrín, un grupo compuesto por 71 hombres influyentes y de gran estima en  Israel, estos tenían autoridad sobre asuntos civiles, penales y religiosos, incluso podían arrestar y juzgar a quienes se les oponían. Así era Nicodemo, un hombre muy sobresaliente y religioso en la nación de Israel.   La palabra de Dios dice que por la noche buscó a Jesús para conversar con él.  No se sabe con exactitud porque vino de noche, algunos creen que era porque de noche podría conversar con mayor calma y detenimiento con Jesús. sin embargo, creo que la razón correcta es porque tenía miedo y terror a lo que le podrían hacer sus colegas al relacionarlo con el maestro.   Y cuando estuvo cara a cara con Jesús le dijo: “Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” Nicodemo a diferencia de muchos de sus colegas veía en Jesús algo diferente, lo llama respetuosamente maestro y reconoce que venía de Dios. Al ver el ministerio de Jesús y los milagros que él realizaba, quedó pasmado con el poder que brotaba de él.   Ante esto, Jesús no ahondo en el tema de las señales y milagros sino por el contario fue directo al grano. Le dijo “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Jesús sabía que al tener a Nicodemo al frente no podía dejar pasar la oportunidad de hablarle del asunto más importante para el hombre en lo concerniente a su alma. El nuevo nacimiento.   ¿Qué de nosotros? ¿Cuál es el tema de conversación que tenemos frente a otras personas? Muchos somos expertos en hablar de política, economía y deporte, nos encontramos frente a muchas personas cada día y lo único que sabemos compartir con ellas son asuntos superfluos   que no sirven para nada en cuanto a lo relacionado a la salvación de una persona. Nicodemo quería hablar de señales y milagros, Jesús fue directo al meollo del asunto.   Jesús vio el vacío en su corazón y le dijo de forma contundente y sincera “Nicodemo si no naces de nuevo ten la seguridad que nunca verás el reino de Dios” Nicodemo, así como todo buen judío entendía lo que era el reino de Dios, sin embargo, tenía un concepto distorsionado de cómo llegar a él. él creía que, por ser descendiente de Abraham, por guardar la ley o por cumplir al pie de la letra los diferentes ritos religiosos tendría la entrada asegurada, sin embargo, no era así. No importa cuán religioso sea uno, ni como se vista, ni cuantas veces haya asistido a una iglesia, si una persona no experimenta el nuevo nacimiento todo será en vano.   El nuevo nacimiento es uno de los temas más importantes en las escrituras, así que es nuestra misión anunciarla a todos a nuestro alrededor. Se cuenta que el renombrado Jorge Whitefield predicó tantas veces sobre el texto que dice: “Os es necesario nacer de nuevo”, que una persona de su auditorio le preguntó: “¿Por qué predica usted tanto sobre el mismo texto?” y la respuesta fue la siguiente: “Porque os es necesario nacer de nuevo.”   Estoy seguro que las palabras de Jesús dejaron boquiabierto a Nicodemo ¿Cómo podía ser eso? ¿acaso toda su religiosidad no servía para nada? ¿acaso todo su esfuerzo humano por alcanzar la salvación era solo tiempo perdido?   C. H. Lenski en su comentario del libro de Juan describe muy bien lo que Nicodemo debió estar experimentando en ese momento “¡Qué golpe para Nicodemo! Ser judío no lo hacía partícipe del reino; ser fariseo, considerarse más santo que las otras personas, no le representaba nada; ser miembro del sanedrín y su fama como uno de sus escribas sumaba cero. ¡Este Rabí de Galilea le dijo tranquilamente que él todavía no estaba en el reino! Todo aquello sobre lo cual había depositado sus esperanzas a lo largo de una vida difícil se hizo añicos y quedó valiendo menos que un montón de cenizas”   Seguido a esto Nicodemo medio perplejo responde “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” Nicodemo no entendía muy bien las palabras del maestro incluso le parecían un poco absurdas e imposibles.   Sin embargo, Jesús para aclararle el tema le dice “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Muchos creen que cuando Jesús habla del nacimiento en agua habla del nacimiento natural ya que él bebé se encuentra antes de nacer bajo un líquido que lo recubre que es el líquido amniótico, otros creen que se refiere al bautismo, sin embargo creo que la interpretación correcta del agua en este pasaje no es un agua física ni literal, sino el agua en este pasaje es una figura o un símbolo de purificación y limpieza y si a esto le sumamos el espíritu, es claro entender que se refiere al lavamiento o limpieza espiritual del alma que es obra exclusiva del Espíritu Santo por medio de su palabra.   Este tema no era nuevo para Nicodemo, el profeta Ezequiel tiempo atrás había hablado de esto en el Antiguo testamento. Por ejemplo, Ezequiel 36: 24-27 dice: “Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os   limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” Aquí vemos una maravillosa promesa de parte de Dios para su pueblo, les promete que un día regresarían nuevamente a su tierra y les promete una completa renovación espiritual.   A pesar de que Jesús le aclaro una y otra vez el tema, Nicodemo respondió ¿Cómo puede hacerse esto? Para Nicodemo aceptar que la salvación era un regalo de la gracia de Dios que se obtiene por medio de la limpieza espiritual del alma por la obra del Espíritu Santo era algo difícil de creer, más fácil era para él confiar en su justicia personal o en sus buenas acciones como el medio por el cual llegar al cielo.   Seguido a esto vemos como Jesús reprocha su ignorancia al decirle ¿eres tu maestro de Israel, y no sabes esto? Su falta de entendimiento no tenía excusas ¿Cómo un maestro tan conocido y prominente, no podría entender el camino a la salvación? Eso era algo vergonzoso. Es como si un graduado de la universidad más prestigiosa de nuestro tiempo no sabría leer ni escribir.   Me gustaría decirles que eso no se ve en nuestros días, sin embargo, Nicodemo no es más que uno de millones de personas que viven con una venda en los ojos, cegados por su religión y tradición a tal punto que son ignorantes de verdades espirituales básicas de la fe cristiana.   Sin embargo, ante la ignorancia de Nicodemo Jesús no se dio por vencido y para que él entendiese el asunto se lo ilustró con una historia del Antiguo Testamento. ¿no hacemos lo mismo nosotros? Alguien dijo que una imagen es mejor que mil palabras y eso es lo que quería hacer Jesús con Nicodemo. Le pinto una historia que se encuentra en Números capítulo 21 donde narra como la nación de Israel después de ser liberada de Egipto y andar en el desierto empezó a murmurar contra Dios y contra Moisés diciendo «¿Por qué nos sacaron de Egipto para morir aquí en el desierto? Aquí no hay nada para comer ni agua para beber. ¡Además, detestamos este horrible maná¡ ante esto Dios como castigo envió serpientes venenosas y muchos fueron mordidos y murieron. Así que el pueblo arrepentido acudió a Moisés y  clamó  diciendo  «Hemos  pecado  al  hablar  contra  el SEÑOR y  contra  ti.  Pide al SEÑOR que quite las serpientes» entonces Moisés oró por el pueblo y Dios le dijo «Haz la figura de una serpiente venenosa y átala a un poste. Todos los que sean mordidos vivirán tan solo con mirar la serpiente». Y así sucedió   Jesús utiliza esta ilustración y le dice a Nicodemo “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”   Waoo que hermosa comparación, y cuan fácil de entender. Ya me imagino a Jesús mirar fijamente a Nicodemo y decirle “Nicodemo, así como Moisés levanto la serpiente, dentro de muy poco tiempo seré muerto y levantado en una cruz por amor a ti, y así como las personas se salvaban solo con mirar a la serpiente, de la misma forma todo aquel que fije su mirada por la sola fe en el salvador será curado del terrible mal del pecado y obtendrá la vida eterna.   Esas fueron una de las últimas palabras de Jesús a Nicodemo y aunque al parecer en ese momento Nicodemo no tomó la decisión de seguir al Maestro, más tarde Nicodemo abrazo por medio la fe la sublime gracia de Dios y experimentó el nuevo nacimiento. Esto lo llevó   a defender valientemente a Jesús ante el sanedrín y a la muerte del maestro ayudo a José de Arimatea a preparar su cuerpo para la sepultura.   ¿Qué de ti amado amigo? ¿Has experimentado el nuevo nacimiento? Tal vez tu vida se asemeje a la de Nicodemo, confías en tu religión, confías en tus buenas obras, confías en tu moralidad y en tus tradiciones como el camino para el Reino de Dios.   Quiero decirte que Jesús no piensa de la misma forma y las palabras que le dijo a Nicodemo hace mucho tiempo atrás son las mismas palabras para ti en el día de hoy “el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”   Se narra que un ladrillo muy interesante sacado del antiguo muro de Babilonia lleva la inscripción de uno de sus reyes poderosos. Sin embargo, en el centro de la inscripción está grabada la pata de un perro que, sin duda, vagaba por la populosa ciudad mientras este ladrillo particular estaba secándose al sol. La inscripción de la pata del perro tiene notable ventaja sobre la inscripción real, y los peritos no han podido leer —y, por tanto, conocerse— el nombre del rey, a pesar de lo mucho que lo han intentado.   Este suceso se compara muy bien a lo que paso con nosotros. Fuimos creados a imagen de Nuestro Dios, sin embargo, a causa del pecado la imagen de nuestro creador quedo desfigurada y borrada, resaltando la imagen del maligno que quedó impregnada en el corazón humano. Esta es la razón por la cual el hombre necesita nacer de nuevo y para ello nuestro corazón, así como el ladrillo tiene que ser enteramente desecho y hacerlo de nuevo para quitar de ella todo rastro de la pata de perro.   Enrique Drumond dijo lo siguiente: “Así como una planta debe descender hasta el mundo muerto que está abajo y tocar su materia con el misterio de la vida que ella tiene. De semejante manera, el hombre natural está sin esperanza, está muerto, hasta que Dios, el Ser infinito, llega a él, lo hace nacer otra vez, le abre los ojos del alma y le permite ver el reino de Dios.”   Amado amigo, quiero acabar este estudio citando las últimas palabras que le dijo Jesús a Nicodemo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”  Waoo que amor tan maravilloso e indescriptible. Yo soy Padre y tengo un hijo pequeño de 2 años al cual amo con todo mi corazón, pero estoy seguro que nunca lo enviaría a un campo de batalla a rescatar a alguien ya que sé que probablemente hacer eso le costaría la vida.  Sin embargo, por amor a la humanidad Dios lo hizo, envió a Jesucristo, su único hijo para morir por todos nosotros, no por gente buena y respetable, sino por gente cruel y despiadada, gente que se goza en su impiedad y le da la espalda continuamente a su creador, por nosotros vino Cristo para darnos una nueva oportunidad.   Y desde esa cruz ofrece salvación y vida eterna a todo aquel que en él cree. Ven a él querido amigo, ven a él en arrepentimiento y fe, ven con ese peso de maldad sobre tus hombros y descárgalos sobre aquella cruz, fija tu mirada en el salvador, deja de confiar en tus tradiciones y en tu religión y descansa solamente en él. Si lo haces la mugre de tu pecado será limpiada, el Espíritu Santo vendrá a ti y él te dará un nuevo corazón y una nueva vida.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Mar 15, 2020
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00:20:52 min.
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Enseñando Para Cambiar Vidas

Lección Uno - El Rico Y Lázaro
Un hombre no puede descender más bajo que cuando deposita toda su esperanza en las riquezas. Hoy iniciaremos la serie titulada: “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “El rico y Lázaro” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   Hola queridos amigos, les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas 16:19-31. Se cuenta que cierto día un hombre bastante rico como para poder adquirir todo lo que deseara, por curiosidad fue a visitar a un hombre piadoso que vivía voluntariamente en la pobreza. El rico le manifestó su aprecio y le dijo: - ¡cuán grande es tu renunciamiento! Pero el pobre repuso: - El tuyo es más grande. - ¿Qué quieres decir con esto? ¿Es una broma? Pregunto su interlocutor. De ningún modo –respondió- yo sólo renuncio al mundo temporal, pero tú renuncias a lo que es eterno.   En el día de hoy ¡Cuántos hombres se preocupan en ganar todo el mundo!  Sin embargo, al final de sus días pierden su alma. Dedican toda su energía en asuntos temporales y al final descuidan lo que es eterno.  En el mensaje de hoy veremos un ejemplo de ello.   Estudiaremos la vida del rico y lázaro y el contraste que había entre estos dos hombres. un contraste material, un contraste espiritual y un contraste eterno.   La palabra de Dios dice “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.” En primer lugar, vemos un contraste material. Por un lado, tenemos a un hombre extremadamente rico. Su vestimenta era prueba de ello, se vestía de púrpura. El tinte de color púrpura era un tinte muy costoso ya que se extraía de la secreción de los caracoles marinos, para producir un gramo de púrpura se necesitaban 9000 moluscos aproximadamente por lo que su uso se limitaba únicamente a artículos y prendas de lujo. Por su parte el lino fino era una tela egipcia de excelente calidad reservado únicamente para la realeza.   También dice el texto que este hombre “hacia cada día banquete con esplendidez” Recuerdo que mientras estaba en Seminario, cierto día después de una graduación los directivos nos llevaron a mí y a mis compañeros a un restaurante muy lujoso, donde había un banquete que nos estaba esperando. Había todo tipo de comidas y uno podía comer todo lo que quisiera. sin embrago este agasajo no se daba todos los días sino únicamente después de un acontecimiento importante ¿se imaginan a un hombre que al despertar cada mañana se encontraba rodeado de los platos más suculentos que este mundo podría concebir? Así era la condición del hombre de esta historia.   Por otro lado, había un mendigo, un hombre que se encontraba en la ruina y en la más extrema pobreza. Su nombre era Lázaro. Este hombre tenía ciertas características, en primer lugar, estaba echado a la puerta de la casa del hombre rico, era un indigente que aparentemente tenía parálisis de las extremidades motivo por el cual era incapaz de abastecer sus propias necesidades. Fue echado a la puerta del hombre rico con la única esperanza de que este tuviera misericordia de él.   Lo segundo que notamos es que estaba lleno de llagas, tenía una enfermedad cuya característica eran las úlceras, lesiones abiertas muy dolorosas y purulentas que cubrían todo su cuerpo. En tercer lugar, vemos que “ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico” Lázaro veía de lejos esas pequeñas porciones de pan que caían de las mesas y en su interior las anhelaba intensamente, pero nada parece indicar que tenía siquiera acceso a ellas. Muy probablemente esperaba a que los sirvientes recogieran estas migajas del suelo y lo tiraran a la basura para poder recién comerlas.   Y si esto fuera poco venían a él perros pestilentes e inmundos que le lamían las llagas, recuerden que en tiempos bíblicos los perros no eran mascotas con los cuales uno podía convivir, sino animales semisalvajes. La boca de un perro es muy contaminada y al lamer las heridas de Lázaro simplemente empeoraban e infectaban las lesiones que él tenía.   En segundo lugar, notamos un contraste espiritual. El rico tenía una oportunidad grande de ejercer misericordia, pero no lo hizo. Su corazón sin Dios solo estaba lleno de codicia y egoísmo, el mundo giraba alrededor de él y no había espacio ni cabida para pensar en los demás. Cada día pasaba por su puerta y de seguro miraba a Lázaro, sin embargo, su corazón no regenerado solo expresaba desprecio e indiferencia. Por el contrario, Lázaro en su angustia y miseria puso su confianza en Dios, descanso en él y Dios tuvo misericordia de él. Con esto hizo honor a su nombre que literalmente significa “a quien Dios ha ayudado”.   En tercer lugar, notamos un contraste eterno. La palabra de Dios dice “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.” El hombre rico murió y fue sepultado, estoy seguro que, con muchos lujos y pompas, seguro mucha gente se reunió para despedirlo, canciones y palabras hermosas fueron expresados ese día, no cabe duda que su cuerpo muerto se encontraba rodeado de flores y hermosos presentes. Sin embargo, tanta belleza quedo en el óvido cuando al abrir los ojos se encontró en un lugar lleno de tormento.   Por otro lado, también murió el mendigo, nada se dice de su muerte, si en vida nadie tuvo misericordia de él menos en aún en su muerte. Seguramente su cuerpo fue tirado al basurero de la ciudad para más tarde ser quemado en el fuego. Fue tristemente olvidado por el mundo, pero no por Dios. Cuando Lázaro dio su último suspiro los ángeles lo tomaron y fue llevado a la morada celestial. Alguien dijo lo siguiente “La muerte no es el extinguir la luz de un cristiano, sino simplemente el apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer” eso es lo que le ocurrió a Lázaro.   Si hay algo seguro es que un día no muy lejano todos vamos a partir de este mundo. Pobres y ricos, mendigos y profesionales, jóvenes y ancianos, todos experimentaremos la muerte física. Te pregunto ¿estás preparado para cuando llegue ese día? ¿sabes con certeza donde pasarás la eternidad?  Seguido a esto vemos una conversación entre el rico y Abraham. la palabra de Dios dice “Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.”   Tan pronto el corazón del hombre rico dejo de latir, la luz y la gloria que tanto ostentaba paso a un segundo plano.  El hades o el infierno era ahora su nuevo hogar. Y estando en ese lugar de tormento dice el texto que “alzo sus ojos y vio de lejos a Abraham” no hay duda que el hombre rico estaba consiente de todo lo que pasaba a su alrededor, sabía dónde estaba, sabia porque se encontraba en ese lugar e incluso pudo reconocer a Abraham y a Lázaro a quienes vio de lejos.   Fue entonces cuando suplico misericordia. Suplico que Abraham envíe a lázaro para que este moje la punta de su dedo en agua y así pueda mitigar un poco su sed. A lo largo de toda su vida el hombre rico nunca había mostrado misericordia a otros, sin embargo, ahora la exigía, es más el concepto que tenia de Lázaro no había cambiado, todavía lo veía como un ser tan bajo e insignificante que solamente servía para hacer mandados. Esto es evidencia de que el infierno no cambia la condición pecaminosa en el corazón del hombre.   Seguido a esto el hombre rico explica la razón del porque debían de tener consideración con él. El texto dice “porque estoy atormentado en esta llama” no hay duda de que no hay mejor forma de describir el infierno que esta: un lugar de tormento. Un lugar en el cual los incrédulos serán abandonados y desterrados de la presencia de Dios, un lugar donde será el lloro y el crujir de dientes, un lugar de agonía eterna, un lugar donde el fuego es insaciable y nunca se consume, un lugar donde la gente deseará morir, pero la muerte huirá de ellos.   Estoy seguro de que cuando Jesús contó esta historia los judíos hipócritas, especialmente los Fariseos quienes lo estaban oyendo se quedaron con la boca abierta, ya que ellos pensaban que la salud y la riqueza que un hombre poseía era simplemente un reflejo de la bendición de Dios sobre una persona y por el contrario la enfermedad y la pobreza era sencillamente la maldición y el abandono de Dios hacia alguien.  Seguramente se decían ¿Cómo un ser tan miserable como Lázaro puede gozar del cielo y no solo eso sino tener el honor de estar al lado de nuestro padre Abraham? Eso era algo que seguramente no lo podían entender.   Lo mismo pasa en nuestros días, muchos miden el éxito y la felicidad en base a la salud, posición y bienes materiales. ¡Cuanto más tenga uno más grande es¡, es la proclama de nuestra sociedad en el día de hoy. Sin embargo, esto no es verdad.   Uno pudiera tener todo lo que este mundo puede ofrecer, pero si no tiene a Dios no tiene absolutamente nada y en contraste uno pudiera carecer de salud, fama, posición y una gran cuenta bancaria, pero si tiene a Dios lo tiene todo.   La respuesta de Abraham fue sorprendente. Él le dijo “Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.”   Abraham miró al hombre rico y le dijo que su situación presente era simplemente la consecuencia de su vida sin Dios. Alguien dijo lo siguiente “si vives la vida lejos de Dios en este mundo, pasaras toda la eternidad de la misma manera.” Y esto es verdad. El hombre rico había puesto en el trono de su vida al dinero, al placer y a la comodidad, y eso le pago factura más adelante. Por el contrario, Lázaro que en su miseria se refugió en Dios ahora gozaba de paz y consolación eterna.   Además de esto dice Abraham “una gran sima esta puesta entre nosotros y vosotros” en otras palabras es imposible que después de llegar al cielo o al infierno, una persona pueda pasar de un lugar a otro.   Seguido a esto el hombre rico le dice a Abraham “Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, aunque alguno se levantare de los muertos.” El hombre rico conocía muy bien a sus hermanos, sabía que ellos habían seguido sus pasos y que no eran creyentes y que tarde o temprano se encontrarían en el mismo lugar de tormento. Sin embargo, también sabía que sus corazones eran tan duros que si no sucedía una señal espectacular no creerían, esta es la razón por la cual pide que alguien resucite de los muertos y les testifique. La respuesta de Abraham es realmente impresionante. “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos”. El Antiguo Testamento básicamente tiene dos divisiones: el pentateuco o los libros de la ley que fue escrito por Moisés y los libros proféticos. Si pudiéramos parafrasear las palabras de Abraham para nuestro tiempo, esta sería. “ahí tienen la Biblia, léanla y encontrarán el camino a la salvación” no hay duda que la Biblia, la palabra de Dios es suficiente para todos los problemas del hombre.   El Dr. Edwin San John Ward explicaba que cuando era director del Hospital Americano en Beirut acudió un paciente con una enfermedad muy extraña. Explicó que, siendo atacado por un grupo de bandidos, al verlos venir metió mano a su bolsillo y, sacando 26 monedas de oro del valor de una libra esterlina cada una, se las tragó, y ello le produjo una indigestión de oro que temía le llevara a la muerte. El cirujano le operó y, sacando el oro de su estómago, salvó su vida. Usando este ejemplo, solía decir el Dr. Edwin cuando regresó a América: «Hay muchas personas en este país que están tan llenas de oro en sus mentes y corazones que no pueden apreciar ni digerir las enseñanzas espirituales de la Palabra de Dios, que son las más importantes de la vida»   ¿Qué de ti querido amigo? Tal vez tu vida se asemeje a la vida del hombre rico, vives solo pensando en ti, y el acumular riquezas se ha convertido en el propósito de tu vida. ¿no te das cuenta de que dentro de muy poco tu corazón dejará de latir? ¿no te das cuenta de que si sigues ese camino el infierno será tu casa eternamente?  Por qué no dejas a un lado tus juguetes y con un corazón arrepentido comienzas a confiar en Dios. Lázaro lo hizo. Tú puedes hacerlo también. Dios los bendiga.
Por: Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Aired on Mar 08, 2020
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00:20:28 min.
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Enseñando Para Cambiar Vidas - El Hombre Necio

Enseñando Para Cambiar Vidas - El Hombre Necio
Hola, queridos amigos, les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas capítulo 12:13-21, hoy estudiaremos la vida de un hombre que aparentemente lo tenía todo, sin embargo, carecía de lo más importante. El estudio de este día se titula. La palabra de Dios dice: “Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. Pero él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Y les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has guardado, ¿de quién será?” Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios. Mientras Jesús enseñaba grandes verdades espirituales a la multitud, un hombre muy egoísta lo interrumpió y le dijo “Maestro di a mi hermano que parta conmigo la herencia.” No se sabe con exactitud qué problema tenía este joven con su hermano, pero muy probablemente sería el hijo menor y deseaba que la herencia que sus padres les habían dejado se repartiese en partes iguales, esto iba en contra de la ley que otorgaba al hijo mayor dos tercios de la herencia en comparación al menor que solo le tocaba un tercio. Ante este pedido Jesús respondió “Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Jesús se negó a la petición de este hombre probablemente por dos razones: la primera es que no quería pasar por alto las autoridades que tenían el deber de ocuparse de tales asuntos y en segundo lugar porque su propósito al venir a este mundo no era el de traer posesiones a los hombres sino más bien el llevar a los hombres a Dios. Y partiendo desde este punto fijo su mirada en la multitud “Y les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia” este es un llamado a estar en guardia, así como un soldado que vigila su cuartel en la noche está atento ante el ataque del enemigo, de la misma forma Jesús quería que cada oyente esté atento ante cualquier indicio de avaricia que podía destruir su vida. ¿Qué es la avaricia? Es el afán de poseer muchas riquezas con el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie. literalmente significa la sed de tener más. ¿Por qué debemos de guardarnos de la avaricia? La respuesta es muy sencilla y Jesús lo dijo “porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de bienes que posee” el sentido, la meta y el propósito de nuestra vida no se resume en simplemente llenarnos de cosas materiales. La sociedad en la que vivimos mide el éxito en base a las riquezas y recursos económicos que poseemos, esta puede ser la forma como el mundo evalúa al hombre, sin embargo, no es la forma como Dios lo hace. Y para darles un ejemplo de este asunto, Jesús les cuenta una parábola. “La heredad de un hombre rico había producido mucho.” Aquí vemos a un agricultor que había tenido éxito en su cosecha, un hombre rico al cual le había ido bien en los negocios. Tanta era su producción que se dijo “¿Qué haré, porque no tengo donde guardar mis frutos?” su cosecha era tan abundante que sus depósitos quedaban pequeños en comparación a todo el fruto que tenía. Después de meditar un poco en este asunto, por fin llego a una solución. “Se dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes” ¿Por qué derribar sus graneros? ¿acaso no era mejor conservarlos y construir en otro lugar? Claro que no. Él era un hombre muy inteligente y astuto para los negocios, no quiso desperdiciar ni un centímetro de tierra que más adelante le producirían más cosechas. Esta fue la razón del porque pensó en derribar los graneros pequeños y construir en el mismo lugar unos más grandes. ¿Qué iba guardar en ellos? Dice el texto “sus frutos y sus bienes” tenía una cosecha impresionante, sin embargo, también tenía un montón de bienes materiales, tantos que ya no cabían en su casa, así que había que guardarlos en otro lugar. Siguiendo su discurso, se dijo “Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y regocíjate.” Estas palabras me suenan muy familiares, ya que es el lenguaje y la aspiración de nuestra sociedad. Cuantas veces no he oído decir a gente “vive la vida, come, bebe y regocíjate, que cuando mueras, ahí acabara todo.” Sin embargo, mientras este hombre pensaba en todo el tiempo que le quedaba de vida y en cómo iba a disfrutar de cada uno de sus bienes. Dios le dijo: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has guardado, ¿de quién será?” Si algo no esperaba este hombre era la muerte, el creía que viviría por mucho tiempo y si había que pensar en Dios eso podía hacerlo más adelante, sin embargo, la muerte estaba a la puerta y hoy venían por su alma. Muchos somos como este hombre hacemos planes de aquí a 10 años cuando ni siquiera sabemos con certeza si mañana veremos la luz de un nuevo día. ¿Qué concepto tendría el mundo si este hombre viviera en nuestros días? Estoy seguro que su foto estaría en todos los periódicos y revistas famosas alabando su éxito en las finanzas, estoy seguro que sería un hombre muy reconocido e importante, un hombre del cual los cineastas harían muchas películas, los escritores escribirían muchas historias y los jovencitos lo verían como el modelo perfecto a seguir, seria alabado por multitudes y su nombre tendrían muchas calles de nuestra nación. sin embargo ¿Qué concepto creen que tenía Dios de él? Dios lo llama necio, la palabra necio es sinónimo de tonto, estúpido, vacío, torpe e ignorante. ¿Por qué Dios lo llama así? ¿Qué de malo había en este hombre? Por su actitud y sus palabras podemos notar una serie de problemas en su vida. En primer lugar, sus riquezas se habían convertido en su dios. el problema de este hombre no era el tener muchos bienes, el problema radicaba en que los bienes lo tenían a él, él era un esclavo de sus riquezas. En segundo lugar, este hombre no sabía nada de sí mismo. El creía que podía vivir muchos años, creía que tenía la vida comprada, sin darse cuenta que ese día sería el último de su existencia. Además de esto nunca se dio cuenta que todo lo que había acumulado no le podía dar la satisfacción que su alma necesitaba. Tenía mucho, pero a la vez no tenía nada. La riqueza es astuta y mentirosa amado oyente, promete al hombre felicidad, esperanza y satisfacción, por tal motivo el hombre se afana y dedica horas, días y los mejores años de su vida para conseguirlo, sin embargo, al final se da cuenta que aquello que tanto buscaba no puede darle satisfacción, ni llenar su corazón vacío. En tercer lugar, era un hombre completamente egoísta, nunca pensó en su prójimo, nunca pensó en el necesitado, nunca pensó en compartir con las personas pobres algo de lo que Dios le había dado, todo era yo y yo y yo, que no había tiempo para pensar en los demás. En cuarto lugar, era un hombre malagradecido. Después de todo lo que Dios le había dado, lo normal hubiera sido que elevase su voz al cielo y exclamase “gracias, Dios mío por todas tus bondades” Sin embargo, no lo hizo ya que ni siquiera creía en Dios. Por último, Dios lo llama necio porque tuvo tiempo para todo, menos para lo más importante. Descuido la salvación de su alma por una vida totalmente egoísta. ¿Qué de ti querido amigo? ¿te sientes identificado con este hombre? Tal vez te despiertas cada mañana solo con el fin de alcanzar el sueño americano: una linda casa, un carro del año y una gran posición en la sociedad es aquello que no te deja ni conciliar el sueño. Cuando viene alguien y te invita a escuchar la palabra de Dios respondes: “no tengo tiempo” “otro día será” y cuando te preguntan la razón del porque no puedes asistir le contestas “es que tengo que trabajar, es que tengo que estudiar una maestría, es que tengo que salir con mi familia, es que tengo que hacer las labores de la casa. Tienes tiempo para todo, menos para Dios. Dios no significa nada en tu vida, un calcetín sucio es más importante que prepararse para la eternidad, unos dólares más en el bolsillo son más importantes que el dador de la vida. Para ti Dios es solo un amuleto de la buena suerte, lo buscas solo cuando se presenta alguna necesidad, sin embargo, cuanto todo va bien él es el gran desconocido. Dedicas horas y horas en acumular riquezas, pensando que eso dará satisfacción a tu alma, sin embargo, cada vez te sientes más vacío, pobre y miserable. Piensas que tienes el control de tu vida, que eres el señor de tu propio destino y el capitán de tu alma, sin embargo, no sabes que un día de estos tu corazón dejará de latir y estarás delante de tu creador. Cuando eso pase ¿Quién se quedará con todo lo que has acumulado? Ya veo a tus hijos riéndose y repartiéndose las cosas que tan afanosamente has amontonado. Y mientras ellos hacen eso ¿Dónde estarás tú? ¿acaso no estarás delante de su creador esperando la sentencia de muerte? ¿acaso no serás condenado a un tormento eterno? Amado amigo, deseo este no sea tu futuro, ¿por qué no dejas a un lado tus juguetes y examinas la condición de tu alma? ¿Por qué no te inclinas delante de tu creador y clamas misericordia? Misericordia por una vida desperdiciada, misericordia por una vida sin Dios. arrepiéntete de tus pecados y humildemente rinde tu vida al Señor Jesucristo, no tardes en hacerlo ya que mañana puede ser demasiado tarde.
Por: Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Aired on Ago 18, 2019
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Enseñando Para Cambiar Vidas - El Hijo Mayor

Enseñando Para Cambiar Vidas - El Hijo Mayor
Hola, amigos, les invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas capítulo 15:15-32, hoy estudiaremos la segunda parte de una historia fascinante, una parábola que contó nuestro Señor Jesucristo. el mensaje de este estudio se titula A lo largo del ministerio de Jesús, siempre que enseñaba estaba rodeado de personas de diferente clase social, estado espiritual y vida moral, especialmente de las personas más marginadas en la sociedad, personas que en su estado buscaban ayuda, personas como los cobradores de impuestos, los ladrones y las prostitutas. Sin embargo, esto en vez de causar alegría en los Escribas y Fariseos quienes eran la gente más religiosa de su tiempo, les causaba enojo e ira a tal punto que comenzaron a criticar a Jesús diciendo “este hombre no es nada más que amigo de pecadores”  Creo que estas palabras reflejaban muy bien el concepto que ellos decían tener de sí mismo, ellos se creían hombres justos y decentes, hombres que guardaban la ley de Dios, hombres dignos del cielo. Pero cuan equivocados estaban. Esta es la razón por la cual Jesús les narra la siguiente historia “un hombre tenía dos hijos” el primero que aparece en el relato es el hijo menor más conocido como el hijo pródigo, un joven rebelde que menosprecio a su padre, menosprecio su herencia y menosprecio su nación, un joven que vivió una vida perdida y cuando se encontraba en medio de la miseria más terrible decidió volver a su padre con un corazón arrepentido. Hoy estudiaremos al segundo hijo, el hijo mayor. Aunque al comienzo de la historia brilla por su ausencia podemos llegar a ciertas conclusiones viento el contexto de la historia. Cuando el hijo menor de forma descarada pidió la herencia a su padre, me pregunto ¿Dónde estuvo el hijo mayor para defender el honor de su Padre ante las irresponsables acciones de su hermano menor? La respuesta es bien sencilla, simplemente no estaba ahí. No estaba ahí porque no amaba verdaderamente a su padre, no se interesaba en él ni en los problemas que este pudiera enfrentar. Y cuando el hijo menor se fue a una provincia apartada, en el cual malgasto todo lo que tenía, me pregunto ¿Dónde estaba el hermano mayor quien debía de haber intervenido para evitar que su hermano menor arruinara su vida y llenara de vergüenza a todo el mundo? ¿acaso no debía ir corriendo y conversar con él? ¿acaso no debía corregirlo con amor? Eso debía hacer, sin embargo, no lo hizo, no lo hizo ya que tampoco amaba a su hermano. Seguido a esto vemos como el hermano menor arrepentido va donde su Padre quien lo estaba buscando, quien corre a él y lo recibe con brazos de gracia y misericordia. Hace una fiesta en su honor e invita a toda la aldea. ¿Dónde se encontraba el hijo mayor mientras esto pasaba? Dice el texto “Y su hijo mayor estaba en el campo” él se encontraba supervisando a los trabajadores en el campo lejos de la aldea donde se realizaba la fiesta. “y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.” El hermano mayor no estaba al tanto de la fiesta, aunque él como primogénito tenía el deber y la responsabilidad de planificarla, ya que eran sus bienes los que se estaban usando en la fiesta, recuerden que al comienzo de la historia su Padre distribuyo sus bienes sobre sus dos hijos tocándoles las dos terceras partes al hijo mayor. Legalmente el Padre no tenía que pedirle permiso a su hijo mayor para usar los recursos ya que él todavía tenía el control de los bienes mientras estaba vivo. Pero ¿Cuál fue la razón por la cual el Padre no consulto al hijo mayor? La respuesta es muy sencilla. El hermano mayor no tenía ninguna relación con su Padre y menos con su hermano menor. Ante la pregunta del hermano mayor uno de sus siervos respondió lo siguiente “Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar.” Ante la respuesta del siervo el hermano mayor debió de saltar de alegría y llenarse de gozo ya que su hermano quien se creía que estaba muerto había regresado, sin embargo, sucedió todo lo contrario, en vez de alegrarse se enojó y en vez de apoyar a su Padre se enfureció con él, estaba enfurecido de que su Padre se reconciliase con su hermano y haya hecho la paz con él. Este hubiese preferido que su padre le hiciese trabajar arduamente y que hiciese restitución por su derroche y su pecado. Uno puede aparentar espiritualidad por mucho tiempo, pero tarde o temprano se manifestará verdaderamente quienes somos. El hijo mayor por mucho tiempo había ocultado el odio y el desprecio que tenía a su padre y a su hermano menor, sin embargo, en esta escena se evidencio claramente su corazón. ¿A quien representa el hermano mayor? No hay duda que representa a los escribas y fariseos, quienes al ver a Jesús comiendo con publicanos y pecadores y alcanzándolos con el evangelio, en vez de alegrase sintieron repugnancia y odio al maestro. Por fuera aparentaban una vida moral recta y respetable, pero por dentro estaban lleno de odio, celos e ira. En contraste con el legalista religioso y mostrando la misma paciencia compasiva que tuvo con su hijo menor. “Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.” Así como Dios en Cristo ruega a los pecadores para que se acerquen a él, de la misma forma actúa el Padre con su hijo mayor. Sin embargo, el hijo mayor en vez de aceptar el consejo del padre niega de forma irrespetuosa dirigirse a él como Padre y sin rodeos le dice “He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Aquí notamos varias características del hijo mayor, en primer lugar, para el hijo mayor el servir a su padre por tantos años no era más que una carga y una esclavitud, no existía amor ni consideración por su Padre, solo lo servía por interés, esperando con ansias que su padre muriera para así quedarse con todo. En segundo lugar, notamos que el hijo mayor se creía una persona buena, Así como los fariseos se creían personas buenas y justas, de la misma forma pensaba el hijo mayor, él creía que nunca había desobedecido a su padre, sin embargo, ese mismo día rechazó hacer la voluntad de su padre, evidenciando con ello que era un mentiroso e hipócrita. En tercer lugar, se queja de que su padre nunca le felicito por su legalismo. En realidad, el cielo nunca hará fiesta por alguien que se cree justo, sino solo por aquellos que humildemente reconocen su pecado y se acercan en arrepentimiento y fe a Dios. En cuarto lugar, vemos que las personas que más le importaban al hijo mayor no eran su Padre ni su hermano, sino sus amigos. Esto es muy interesante ya que los fariseos nunca se relacionaban con la gente que realmente necesitaba ayuda, sino solo con otros fariseos, y a pesar de que decía creer en Dios y vivir para él, su corazón se encontraba lejos de él. En quinto lugar, vemos la falta de amor que tenía con su hermano. No se dirige a él como hermano sino lo llana de forma despectiva “este tu hijo, que consumió sus bienes con rameras” ¿Cómo sabia esto el hijo mayor? muy probablemente cuando el hermano menor se fue de la casa, alguien el paso la voz de donde estaba su hermano y que estaba haciendo, sin embargo, el simplemente fue indiferente y nunca fue tras su hermano menor quien más lo necesitaba. Qué imagen más triste y aterradora, el hermano mayor que ofende ves tras ves a su amado y compasivo Padre. Este hijo era una representación exacta de los escribas y fariseos quienes a pesar de estar tan cerca de Dios, estaban tal lejos de él, a tal punto de que cuando Dios se hizo carne en la persona de Jesucristo, en vez de amarlo y respetarlo, solo murmuraban de él, lo injuriaban y lo despreciaban. A pesar de todo el desprecio de parte del hijo mayor la historia termina con las palabras amorosas del Padre quien le dice a su hijo “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Más era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.” A pesar del lindo final con esas palabras llenas de gracia, creo que todos nos hemos preguntado ¿Cómo habrá acabado esta historia? ¿Cómo habrá respondido el hijo mayor? ¿se habrá reconciliado con su padre? o ¿Qué habrá pasado? Estoy seguro de que los fariseos y los escribas se hicieron las mismas preguntas y estoy seguro que si ellos se acercaban donde Jesús a preguntarle sobre el asunto, el respondería “eso final depende de ustedes” La respuesta definitiva que los fariseos le dieron a Jesús escribiría el final de la historia. Ya que la figura del padre representa a Cristo y el hermano mayor representa a la élite religiosa de Israel, el verdadero final de la historia la escribieron los mismos escribas y fariseos, una final más o menos a sí “el hijo mayor estaba indignado con su padre, agarro un pedazo de madera y lo mató a golpes frente a todos” fin de la historia. ¿Qué de nosotros querido amigo? Tal vez simplemente seamos un vivo reflejo del hijo mayor. Personas que hemos crecido en una familia muy religiosa en la cual todos aparentan espiritualidad y una vida moral respetable, delante de todos sabemos cómo comportarnos y que palabras decir, creemos que no necesitamos salvación ya que no hay nada que salvar. Nos creemos personas justas y buenas y creemos que por nuestras buenas acciones llegaremos al cielo.  Sin embargo, todo es una farsa, no somos más que religiosos hipócritas que por fuera nos vemos bien frente a la sociedad, sin embargo, por dentro solo hay pecado en nuestras vidas. ¿Qué podemos hacer al respecto? Eso depende de nosotros. Podemos reconocer nuestra miseria delante de Jesús, clamar misericordia y alcanzar la vida eterna o podemos hacer lo que hicieron los fariseos, engañarnos a nosotros mismos, desechar y quitar a Dios de nuestra vida y pasar la eternidad en el infierno y en el tormento eterno ¿Cuál será el final de nuestra historia? Eso depende de nosotros. ¿Porque no vienes a él querido amigo? ¿Por qué no te acercas ante el Padre lleno de toda misericordia y compasión? ¿Por qué en vez confiar en tus buenas obras, no dejas aun lado tu justicia personal y reconoces que no eres más que un pecador, un religioso hipócrita que necesita de salvación? Ven a él mientras todavía haya tiempo. Dios los bendiga.  
Por: Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Aired on Jul 28, 2019
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00:15:05 min.
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El Hijo Prodigo

El Hijo Prodigo
Hola, amigo, le invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Lucas capítulo 15:11-24, hoy estudiaremos la primera parte de una historia fascinante, una parábola que contó nuestro Señor Jesucristo. el mensaje de este estudio se titula   Cierto día mientras Jesús predicaba se acercaron a él los cobradores de impuestos y los pecadores para oírle, estos eran considerados la escoria de la sociedad, personas de segunda categoría, la gente más vil y despreciaba por el pueblo. Al ver esto los escribas y fariseos quienes se considerados a sí mismos como personas justas, religiosas y decentes comenzaron a enojarse y a criticar a Jesús diciendo “este hombre es amigo de los pecadores e incluso se atreve a comer con ellos” Al oír esto Jesús les conto la siguiente historia. La Biblia dice “un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo a su Padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.” El texto comienza por el segundo hijo, el hijo menor, un joven rebelde que estaba cansado de su familia y deseaba estar solo para satisfacer sus propios deseos egoístas, y para ello pide a su padre que le dé la parte de la herencia que le corresponde. (al hijo menor le correspondía un tercio de la herencia, ya que al hijo mayor por ser el primogénito le correspondía el doble). Esta era una petición descarada e irrespetuosa y expresaba la falta de amor y gratitud hacia aquel que le habían dado todo. Que un hijo hiciera esa petición mientras su padre todavía estaba vivo equivalía a decir “me gustaría que estés muerto” “no quiero tu autoridad en mi vida” “deme mi dinero y me iré lo más lejos posible”. ¿Cómo tenía que actuar el padre ante esto? Lo normal era que, si cualquier joven judío hacia esta petición tendría que ser avergonzado en público por su padre, abofeteado por su insolencia, desheredado, despedido de la familia y considerado muerto. Sin embargo, vemos algo sorprendente el padre concedió la petición del joven y repartió los bienes entre sus hijos. Seguido a esto dice el texto “No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.” Al recibir la herencia de su padre que básicamente consistían en tierras, casas y animales, lo cambio todo por dinero en efectivo ¿Cómo lo hizo tan rápido? Muy probablemente remato todo lo que tenía al primer postor que se presentó, luego con tal de no ser visto por su familia se fue a una provincia apartada, un pueblo gentil en el que vivió perdidamente, gastando su dinero en fiestas y prostitutas. Esta es la razón por la cual se le llama prodigo que literalmente significa un hombre que despilfarra y gasta sus bienes sin cuidado. Waoo no solo desprecio a su padre, también desprecio su herencia y desprecio a su amada nación. “Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.” Tan pronto se acabó el dinero, los supuestos amigos se acabaron y para colmo de males cuando no tenía nada vino una terrible hambruna en aquella nación. ¿Qué hizo entonces?  “fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.” Recuerden que el joven era un extraño en tierra extranjera sin tener a donde ir y sin tener a nadie a quien pedir ayuda. Se convirtió en un mendigo y al ver que nadie le ayudaba fue y se aferró fuertemente a la pierna de alguien hasta no soltarlo, sin embargo, con el fin de deshacerse de este extraño el hombre al cual se aferró lo envió a cuidar cerdos sin la mínima intención de pagarle por ello. Para un judío apacentar cerdos en una tierra gentil era una de las ocupaciones más degradantes que se podía imaginar, sin embargo, ¿qué más le quedaba? Y cuando viene el hambre la vergüenza se acaba y el pobre joven se vio obligado a pelearse por las algarrobas que comían los cerdos. Cuando creímos que todo estaba perdido, paso algo en la vida de este joven. Dice el texto “Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” Mientras se encontraba en la más terrible situación, en el foso más profundo en el cual un hombre puede caer, el joven volvió en sí, es como si su mente hubiera estado inundada en la más profunda oscuridad, pero de pronto una pequeña luz, el recuerdo de su bondadoso padre lleno de esperanza su ser. Entonces el joven hizo una evaluación verdadera de su condición y este fue el inicio de su arrepentimiento. Vino a su mente la bondad que tenía su padre con sus jornaleros, los jornaleros mayormente eran gente pobre que vivían de trabajos ocasionales y con un salario mínimo, sin embargo, los jornaleros de su padre eran bendecidos y tenían abundancia de pan. Se dijo ¿Si mi Padre muestra compasión y misericordia a hombres desconocidos, tal vez tenga misericordia de mí? Luego dijo “me levantare e iré a mi padre”. Estaba en el suelo de la desesperación y el pecado, sin embargo, tomo la decisión de levantarse e ir donde su padre.  Sin embargo, ante de ir ensayo una breve confesión que decía: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.” sus pecados eran tan grandes que llegaban hasta el cielo y tan horrendos que habían lastimado el corazón de su padre. Seguido a esto dijo “Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.” Ante semejante pecado y vergüenza lo mucho que esperaba el joven de parte de su padre es que este lo tomara como un trabajador más. Entonces con el plan listo para ponerlo en marcha fue donde su padre. Dice el texto “Y levantándose, vino a su padre.” En la cultura judía si un hijo había ofendido de esa forma a su padre, el padre a fin de conservar su honor inicialmente se negaría a verlo, luego lo llevaría fuera de la puerta de su casa en vergüenza y desgracia, luego cuando por fin le concediera una audiencia a su hijo, sería una recepción fría, informándole los trabajos que tendría que hacer hasta la restitución completa de todo lo que había gastado, después de esto quizá podría dársele el derecho de regresar a casa pero ya no como hijo sino como un jornalero más. Así se hacían las cosas en ese tiempo, eso era lo que se esperaba que todo padre hiciera. Sin embargo, algo impresionante paso ese día “cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.”  Waooo ¿Cómo pudo haberlo visto de lejos el padre? La única respuesta es que lo vio porque estaba buscando a su hijo. Seguido a esto corrió a él, no espero que su hijo entrase al poblado y sea el hazmerreír de la gente, sino que corrió hacia él.  En la cultura judía un hombre de prestigio no corría ya que al hacerlo se le levantaba la túnica y se le veían las piernas, esto era algo vergonzoso, sin embargo, el padre tomo la vergüenza sobre si con el fin de evitar que la vergüenza cayera sobre su hijo. Luego sin importarle la suciedad y la inmundicia de su hijo se echó sobre su cuello y le beso.  Waooo que impresionante. Entonces el hijo comenzó a decir el discurso que había planeado, cuando su padre ni siquiera lo dejo terminar. Es que no había nada que discutir. él ya había sido perdonado únicamente por la misericordia y la gracia de su Padre. Después de esto dijo el padre a sus siervos “Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.” El mejor vestido era solo reservado para los patriarcas y se utilizaba solamente en ocasiones especiales, era un símbolo de dignidad, el anillo por su parte era la joya del padre, tenía el escudo familiar y se utilizaba para estampar el sello de cera en documentos importantes. Al darle el anillo el padre le dio con ella autoridad completa y por último los calzados representan la relación padre-hijo, recuerden que en esos días lo que diferenciaba a un hijo de un esclavo eran los calzados, los esclavos normalmente andaban descalzos. Seguido a esto dijo “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.” Feliz porque su hijo regreso nuevamente a casa el padre mando a matar el becerro más gordo, este era reservado solo para acontecimientos importantes como el matrimonio de un hijo o la visita de alguien importante, con ella se podía alimentar a 200 personas, así el padre quería celebra a lo grande y para ello invito a toda la aldea. ¿Cuál es el significado de esta parábola? El padre representa a Dios y el joven representa a los pecadores, las prostitutas, los ladrones, los cobradores de impuestos y todos aquellos quienes han caído en lo más bajo de la sociedad. Al estudiar esta historia, creo que me he visto en el espejo. ¿Qué de ti querido amigo? ¿te sientes identificado también? Pues si no, deberías de hacerlo porque este joven no es más que un reflejo de nuestra situación sin Dios. Dios nos creó para su gloria y honra, para tener una relación de amor con él sin embargo en un momento de rebeldía despreciamos su amor, le faltamos el respeto, rechazamos su voluntad. y le dijimos “te quiero lejos de mi vida” “desearía que no existieras”. Tomamos los regalos que él nos dio y los despilfarramos en una vida licenciosa, una vida de satisfacción personal, una vida desenfrenada y contaminada por el pecado y como resultado solo cosechamos lo que sembramos: una vida vacía, miserable y sin sentido, una vida en pobreza y bancarrota espiritual, una vida condenada al infierno y al tormento eterno. Esta es la realidad de todo hombre sin Dios en la tierra, sin embargo, a pesar de todo ello todavía hay esperanza, todavía podemos volver en sí, reconocer que hemos pecado, arrepentirnos y volver a nuestro amado Padre. Ten la seguridad que, si lo haces, los brazos del padre estarán ahí esperándote, no importa cuán alto llegue tu pecado, ni todas las barbaridades que hayas cometido en la vida, el amor de Dios sobrepasa tus pecados. ese Dios amoroso dejo su gloria, se humillo a sí mismo, corrió por las calles polvorientas de este mundo, y en una cruz llevo nuestra vergüenza y pecado sobre si mismo, esto lo hizo por amor a ti. Y ahora desde esa cruz ofrece salvación y vida eterna a todo aquel que viene a él con un corazón arrepentido y lleno de fe. Si vienes a él querido amigo ten la seguridad de que serás aceptado, reconciliado con Dios y gozaras de todos los privilegios y las bendiciones que tiene un hijo.  ¿Qué estas esperando? Ven a él querido amigo.
Por: Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Aired on Jul 06, 2019
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00:15:32 min.
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Jesús Y El Joven Rico

Jesús Y El Joven Rico
Le invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Marcos capítulo 10:17-27, hoy estudiaremos el encuentro que tuvo Jesús con un joven rico. el mensaje de este estudio se titula La palabra de Dios dice “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: !Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! … Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.” Cierto día mientras Jesús se encontraba en Perea, una ciudad localizada al oriente del río Jordán, se presentó a su encuentro un hombre, este hombre tenía ciertas características, en primer lugar, era un hombre joven, probablemente tenia entre veinte y treinta años, en segundo lugar, era un hombre muy rico y acaudalado, un joven con la billetera bien cargada, es poco probable que un hombre se vuelva rico a tan corta edad, así que probablemente recibió una gran herencia de su familia. En tercer lugar, este hombre era un principal entre los judíos, algunos teólogos creen que era el líder de una sinagoga o lugar donde se reunía el pueblo para estudiar las escrituras, y por último era un hombre con un carácter moral y religioso admirable.  Era el prototipo ideal de yerno que todo padre quisiera para su hija. Marcos cuenta que este joven vino a Jesús corriendo, a pesar de que en los tiempos de Jesús la gente de prestigio no corría, ya que al correr se les levantaba su túnica y se exponían a que la gente les viera sus piernas, esto era considerado poco digno y hasta vergonzoso, por tal motivo nadie que era respetable en el pueblo lo hacía, sin embargo, él lo hizo y con esta actitud vemos el entusiasmo y el interés que tenía por conocer a Jesús. A pesar de todos sus logros religiosos, este hombre en lo más profundo de su ser sabía que algo le faltaba, sabía que había una duda dolorosa respecto a su relación con Dios, sabía que no tenía vida eterna, así que fue donde la persona indicada para responder todas sus preguntas. Se acercó a Jesús, se arrodillo delante de él y le hizo la pregunta del millón, era la pregunta que casi todos algún día nos lo hemos hecho. Le dijo “maestro bueno ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” Ante esta pregunta, Jesús le responde “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino solo uno, Dios” antes de responder su pregunta Jesús quería que este joven entendiera bien el concepto de ser una persona buena, muchos tenemos un concepto equivocado en este tema. La palabra bueno es algo absoluto y no relativo, las personas pueden mostrar ciertos actos de bondad, pero solo Dios es absoluta, perfecta y eternamente bueno. Jesús conocía que este hombre tenía un concepto equivocado de sí mismo, él se creía justo, él se creía bueno, y esto no era cierto. Así como este joven muchos en el mundo tienen el concepto de que son personas buenas que a veces hacen cosas malas, sin embargo, el concepto que la Biblia enseña es todo lo contrario, somos personas malas que por la gracia y misericordia de Dios a veces hacemos cosas buenas. Nacemos con una naturaleza inclinada al pecado, el Apóstol Pablo describe bien nuestra condición en la carta a los Romanos 3:10 donde dice “no hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque Dios, todos se desviaron, a una se hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Cuando nos comparamos con personas como Hitler, Stalin, Sadam Husein, Bin Laden u otro, al lado de ellas parecemos personas buenas, justas, respetables, dignas de admiración, sin embargo, cuando nuestro estándar no es el Hombre sino Dios, solo nos queda reconocer nuestra maldad e inmundicia delante de él. Seguido a esto le dice “los mandamientos sabes: no adulteres, no mates, no hurtes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre” a lo que el joven rico contesta “maestro todo esto lo he guardado desde mi juventud”.   Jesús no tenía en mente enseñar a este joven que para que pueda ser salvo él tenía que guardar cada uno de los mandamientos, sino todo lo contrario, Jesús quería mostrarle cuán lejos estamos de cumplir la ley de Dios. El Apóstol Pablo cita en Romanos 3:20 “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” La ley de Dios es como un espejo que deja al descubierto nuestro pecado, y si somos sinceros cada uno de nosotros ha quebrantado la ley no solo una, sino miles de veces. Este joven vivía tan cegado por su religión que no entendía realmente el estado pecaminoso de su alma, él creía que guardar la ley tenía que ver simplemente con cumplirla externamente, sin embargo, la ley de Dios evalúa aún las intenciones del corazón. En lugar de guardar la ley como creía que lo estaba haciendo, la violaba a diario en su mente y en su corazón. Ante la respuesta del joven Jesús pudo haberle dicho “oye tu eres un hombre mentiroso y arrogante, yo te conozco y sé que miles de veces en tu vida has quebrantado la ley de Dios” sin embargo no lo hizo, las escrituras dicen “Jesús mirándole, le amo” que gracia más maravillosa, Jesús era un hombre compasivo y lleno de misericordia y esto se reflejaba en sus palabras y en su actitud. “Una cosa te falta” fueron las palabras de Jesús a este joven “anda y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven sígueme, tomando tu cruz” ¿Qué cosa le faltaba a este joven? ¿acaso si este joven vendía todas sus posesiones y se las daba a los pobres tenia entrada en el reino de los cielos? Creo que no, el punto era que el primero tenía que quitar o remover el ídolo que había en su corazón para hacer de Jesús el único objeto de adoración, deleite y satisfacción, y la evidencia de que su amor por el dinero quedaba en segundo plano era el venderlo todo y entregarlo a los pobres. En otras palabras, los que Jesús realmente le estaba diciendo era esto “Joven imagínate una vida sin dinero, imagínate una vida sin bienes materiales, sin casa, sin carro, sin ropa lujosa, sin cuenta bancaria, imagínate una vida en la que únicamente me tuvieras a mí, ¿estarías satisfecho? Y la respuesta del joven fue no. Dice el texto “entonces afligido por esta palabra se fue triste, porque tenía muchas posesiones” ¿saben porque se fue triste? Porque prefirió sus riquezas que a Jesús. La biblia dice “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” la riqueza terrenal y la satisfacción temporal era el dios de este hombre y cuando había que tomar una decisión él eligió a quien verdaderamente amaba. ¿Significa esto que todos los cristianos o seguidores de Cristo tienen que ser pobres? Claro que no, el problema de este muchacho no era que tenía muchos bienes, el problema radicaba en que los bienes lo tenían a él, él era un esclavo de sus riquezas. Seguido a esto Jesús mirando alrededor dijo ¡cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas ¡Ante esto los discípulos se asombraron y dijeron ¿Quién pues podrá ser salvo? A lo que Jesús respondió “Para los hombres es imposible” esta es una de las verdades más grande en toda la Biblia. La salvación es imposible de alcanzar por medio de méritos o esfuerzos humanos. “más para Dios no hay nada imposible” la salvación únicamente depende de la obra de Dios, el diseño un plan maravilloso de salvación, un plan lleno de gracia y misericordia, él se hizo hombre así como nosotros, vivió una vida perfecta, y como cordero sin mancha y sin pecado fue llevado al matadero, y en esa cruz cargó con el pecado del hombre y  en ese madero llevó toda nuestra maldad e inmundicia, sin embargo ahí no quedo todo, la muerte no tuvo poder sobre él y al tercer día resucitó de entre los muertos y ahora ofrece vida eterna y salvación a todo aquel que humildemente reconoce su bancarrota espiritual, se acerca a él con un corazón arrepentido y deposita su fe y su confianza únicamente en él.  Amado amigo tenemos que tomar una decisión, podemos irnos tristes a nuestra casa, así como este joven rico y disfrutar por un tiempo de los placeres y juguetes terrenales que este mundo puede ofrecer y acabar en el tormento eterno o podemos dejarlo todo y seguirle a únicamente él y disfrutar de su presencia por toda la eternidad. ¿Qué camino eliges?
Por: Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Aired on Jun 29, 2019
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00:13:52 min.
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Jesús Y Mateo

Jesús Y Mateo
Le invito a abrir la Palabra de Dios en el libro de Marcos capítulo 2:13-14, hoy estudiaremos el encuentro que tuvo Jesús con un cobrador de impuestos llamado Mateo. el mensaje de este estudio se titula “Jesús y Mateo”  La palabra de Dios dice “Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.” Una de las tareas principales de nuestro Señor Jesucristo durante su ministerio era la enseñanza, ante él se congregaban multitudes, había personas de diferentes razas, idiomas, color, condición social y vida moral. En uno de esos recorridos por las orillas del mar de Galilea, vio a Leví, sentado al bando de los tributos públicos. Levi o Mateo como comúnmente es conocido era un publicano, un recolector de impuestos, debemos recordar que Israel en los tiempos de Jesús vivía bajo el dominio del Imperio Romano y como tal tenía que pagar impuestos. Había impuestos de toda clase y color, impuestos personales, impuestos a la renta, impuestos generales sobre la tierra, impuestos por transporte de bienes y productos, impuestos por el uso de caminos, por el cruce de puentes y por otras actividades diversas. Los Romanos habían pactado con los cobradores de impuestos, de darles cada cierto tiempo una cantidad determinada de dinero y todo aquello que sobraba era para sus bolsillos. Entonces esto de cobrar impuestos se convirtió en un negocio rentable para cualquiera con elevadas aspiraciones financieras, bajas normas éticas y una pasión profunda por el dinero a tal punto que los llevo a cobrar mucho más de lo permitido, haciéndose ricos a expensas del trabajo de su propio pueblo, dentro del cual se encontraba gente pobre y humilde económicamente, a los cuales los explotaban y a quienes no podían pagar, les prestaban dinero a exorbitantes tasas de interés. Esto les genero un rechazo tremendo, un desprecio, un estigma social, al punto que ni aun en las sinagogas o los lugares donde se estudiaban las escrituras se les permitía el paso y si por cualquier motivo uno tenía contacto o alguna relación con uno de estos hombres era considerado impuro. En resumen, eran clasificados como traidores a su patria, ladrones, mentirosos y los pecadores más viles que existían en su tiempo. Este era Mateo, la sociedad entera lo despreciaba sin embargo hubo un hombre que fijó su mirada en él. Un día, así como otro mientras se encontraba realizando su trabajo, vino a su encuentro Jesús, quien le miró con ojos de gracia y le dijo “sígueme”, ante este llamado Mateo y todos a su alrededor debieron quedarse realmente sorprendidos. Mateo sabía quién era Jesús ya que Jesús había hecho de Capernaúm la sede principal de su ministerio, sin embargo, el poco conocimiento que tenia de él no se comparaba al conocimiento que tenía Jesús de Mateo, él vio a un hombre miserable, afligido por el peso de su culpa y listo para arrepentirse. Le dijo “sígueme, y levantándose, le siguió” esta no era una invitación a simplemente tomar un cafecito o a una salida temporal, esta era una invitación a dejarlo todo y seguirlo de forma permanente. Pensemos por un momento en la situación en la que se encontraba Mateo. El durante mucho tiempo seguramente habría juntado el dinero suficiente para comprar a los Romanos el derecho de cobrar los impuestos y según cuentan los historiadores si un Publicano decidía abandonar su puesto de trabajo ya no podía volver a tomarlo nunca más en su vida. Así que en ese momento Mateo estaba tomando la decisión de cortar por completo con lo que había sido su vida hasta entonces, para seguir a Jesús. Es a eso lo que la biblia llama conversión. En ese momento Mateo fue transformado de ser un cobrador de impuestos amante del dinero, a ser un seguidor del maestro, amante de Dios. Cuando Mateo se arrepintió y decidió seguir a Jesús el entendió que seguirlo era mil veces mejor que continuar aumentando su cuenta bancaria, en otras palabras, mateo en ese momento rasgo de su vida el ídolo que tanto se había impregnado en su corazón al punto de preferirlo aun antes que, a su familia, su reputación, sus amigos, e incluso a Dios. Mateo vio en Jesús una joya preciosa y estuvo dispuesto a dejarlo todo con tal de tenerlo a él. Uno puede tener todo lo que desea en la vida, pero si no tiene a Jesús no tiene absolutamente nada, y uno puede carecer de todo lo que este mundo puede ofrecerte ya sea fama, dinero, posición, pero si tiene a Jesús lo tiene todo. Eso creyó Mateo. Al escuchar la invitación de Jesús, el entendió que a pesar de su condición y su vida pasada él podía ser perdonado y aceptado, no en base a sus méritos personales, ya que el evidentemente carecía de ellos, sino únicamente por la bendita gracia y misericordia de Dios. Alguien dijo lo siguiente “El antiguo extorsionista, traidor y paria fue transformado en un discípulo. Aunque perdió su carrera, ganó una recompensa eterna y “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos” (1 P. 1:4). Perdió posesiones materiales, pero ganó la vida espiritual; perdió seguridad terrenal, pero ganó un futuro celestial; perdió recompensa económica, pero ganó una corona incorruptible de gloria (cp. 1 P. 5:4). Mateo pudo haber sido excluido de la sinagoga, pero fue aceptado por Dios y se le concedió la salvación.” ¿Y que, de ti, querido amigo?, ¿tu vida se asemeja a la vida de mateo? Tal vez seas un hombre que por amor al dinero has dejado a tu familia, a tus amigos e incluso a Dios mismo, tal vez seas un hombre que ha caído en lo más bajo que un hombre puede caer en la sociedad o tal vez lo tengas todo, dinero, poder y todos los placeres que este mundo te puede ofrecer, pero por dentro careces de paz, amor, esperanza y felicidad. Ven a Jesús querido amigo, ven a Jesús tal y como eres, no intentes maquillarte aparentando ser una mejor persona, ven a él con todos tus pecados y colócalos a los pies de aquella cruz. Tu puedes ser perdonado y aceptado no en base a tus méritos personales o a tus buenas acciones, sino únicamente por la gracia de Dios. Él vino a este mundo a morir por nuestros pecados. la Biblia dice que la paga del pecado es la muerte y eso es lo que merecemos cada uno de nosotros, sin embargo, él por amor, vino a este mundo, ocupo nuestro lugar en la cruz y murió por nuestros pecados. El profeta Isaías dijo de él “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. La muerte no tuvo poder sobre él y al tercer día resucito de los muertos y ahora desde esa tumba vacía ofrece salvación y vida nueva a todo aquel que humildemente viene a él en arrepentimiento y fe. Entregar tu vida a Jesús no te va a tomar como muchos creen cinco minutos en la vida, sino es una decisión que te toma la vida entera. ¿estás dispuesto a dejarlo todo y seguirlo únicamente a él? ¿estás dispuesto a dejar a un lado tus ídolos y correr a los pies del maestro? Mateo lo hizo, que hermoso sería si tú lo hicieras también. Saben cuándo Jesús miro a Mateo no miro solamente lo que era Mateo en el momento actual, sino miro lo que él podría llegar a ser. Mateo llego a ser uno de los discípulos fieles que tuvo nuestro Señor Jesucristo, también se convirtió en uno de los autores de la Sagradas escrituras, su amor a Jesús lo llevo a sufrir el martirio y la persecución, pero eso no le importo ya que su muerte simplemente aceleraba su encuentro con su precioso salvador.
Por: Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Aired on Jun 22, 2019
Duración
00:12:44 min.
Tamaño
18MB
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