Copyright 2016-2019 Lifeword
Emosiones Que Matan
Emociones Que Matan - Victoria Sobre La Depresión – Parte 3
Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Duración: 00:22:21 Minutes
Listens:
9
Aired on Ago 16, 2020

Escritura

Salmos 103:2; Mateo 6:26

Bendice, alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

No importa lo que estés experimentando hoy, recuerda que ese no es el final de tu historia. Hoy continuaremos con la serie “Emociones que matan” y estudiaremos la tercera parte del tema “Victoria sobre la depresión” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   Hola amados amigos, estamos estudiando sobre el tema de la depresión.   Hoy veremos algunas causas más por las cuales se produce este terrible mal y aprenderemos como tener victoria sobre ella.   En primer lugar, estudiamos que el pecado no confesado puede llevarnos a la depresión, en segundo lugar, aprendimos que el agotamiento físico también es una causa de ella. En tercer lugar, estudiamos como la filosofía o las enseñanzas equivocadas del mundo nos pueden conducir a este terrible mal. Hoy estudiaremos algunas causas más por las cuales experimentamos este serio problema. En cuarto lugar, las pérdidas nos pueden llevar a la depresión. Por ejemplo, la pérdida de un familiar cercano pude llevar a las personas a un dolor profundo, a una angustia, a una desesperación que si no se logra manejar nos puede conducir incluso a la muerte.   Recuerdo que hace algunos años atrás, mientras estaba estudiando en la Universidad, uno de nuestros vecinos llegó a fallecer, él era una persona de más o menos 70 años de edad. Su esposa quedó gravemente afectada por esta pérdida a tal punto que mientras velaban a su esposo, ella llegó a fallecer de un infarto al corazón.   El dolor y las lágrimas es algo normal que experimentamos todos ante la pérdida de un ser querido. ¿pero qué podemos hacer para que ésta no nos lleve a la depresión? La respuesta es bien sencilla. Si tenemos familiares o amigos cercanos que no conocen a Jesús, nuestro deber es compartirles el evangelio antes de que ellos partan de este mundo. Si no lo hacemos un dolor profundo marcará nuestro corazón ya que sabremos que el lugar donde ahora se encuentran no es nada agradable.   Pero si tenemos un familiar creyente que partió a la presencia del Señor, no hay porque angustiarse en sobremanera ya que nosotros tenemos esperanza y confiamos en las palabras de Cristo quien dijo: “yo soy la resurrección y la vida, quien cree en mí, aunque este muerto vivirá” la muerte de un creyente no es más que el despertar a una nueva vida. Esta es la razón por la cual el Apóstol Pablo decía “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”.   Nuestro salvador está en el cielo, nuestra familia está en los cielos, nuestra casa está en los cielos ¿Por qué he de sentirme triste y deprimido de llegar allá o de que algún hermano mío parta a su presencia? ¡En Jesús tenemos victoria aún sobre la muerte ¡   La pérdida de un trabajo o de algún bien material también puede llevarnos a la depresión. ¿Cuántas personas en estos días se han quedado sin empleo? Muchas. ¿Cuántas personas han perdido el trabajo injustamente? Muchas. Recuerdo que cierto día me echaron del trabajo simplemente por no compartir un vaso de cerveza con el jefe de mi institución. Eso lo ofendió tanto que al finalizar el año simplemente ya no me renovó el contrato. ¿Qué hacer ante ello? Creo que lo primero que tenemos que hacer es en vez de quejarnos dar gracias al Señor por el trabajo que nos dio. Salmos 103:2 dice: “Bendice, alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios.” Lo segundo es confiar en que Dios nos va a proveer de un nuevo empleo Mateo 6:26 dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” y lo tercero es esforzarnos por encontrar un nuevo empleo. Dios va a abrir puertas, nosotros tenemos que estar atentos a ellas.   En quinto lugar, la soledad nos puede llevar a la depresión. La soledad se puede producir por múltiples causas, una de ellas es el no encontrar una pareja con la cual compartir la vida.  Si eres un joven o una señorita soltera y ya has pasado los treinta y cinco años de edad, sabrás a lo que me refiero. ¿Qué hacer al respecto? Les cuento que yo pase por lo mismo. Recuerdo que cuando acabe mis estudios en la universidad con más o menos 26 años, no tenía pareja y me sentía muy solo, y a mi mente venían pensamientos como “Dios no te ama él quiere que te quedes solo para siempre” en esa angustia por esos pensamientos malos, abrí mi Biblia y busqué la ayuda de Dios. Recuerdo le dije “Señor háblame a través de tu palabra y ayúdame a lidiar con esta soledad” de pronto mientras leía la Biblia un texto llamó mucho mi atención y era la respuesta que estaba esperando. El texto se encuentra en Génesis 2:18 que dice “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” mientras Satanás me decía “Dios no te ama y quiere que te quedes solo para siempre”, Dios me decía “no es bueno que estés solo, pronto te daré una ayuda idónea”. Recuerdo que después de esto le dije al Señor “¿Señor, hasta cuando tengo que esperar? o ¿cuándo me darás a mi futura esposa? Luego seguí leyendo y Dios tan bueno respondió nuevamente a mi pregunta a través de Génesis 2:24 que dice: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Ahí lo entendí todo. Dios me dijo “¿estás listo para dejar a tu padre y a tu madre y hacerte cargo de una familia? ¿estás listo espiritualmente y económicamente para sostener un hogar? Yo respondí: no, todavía vivo con mis padres y ni siquiera tengo trabajo. Ahí entendí que a veces pedimos a Dios cosas en las cuales ni siquiera estamos preparados. Ese día el sentimiento de soledad que tenía se esfumó. Fui paciente y en poco tiempo conseguí un trabajo y Dios me dio a la persona que estaba esperando.   También puede aparecer sentimientos de soledad que nos llevan a la depresión al haber perdido un familiar cercano como nuestra esposa o nuestros hijos. ¿Qué podemos hacer ante ello? ¿Recuerdan lo que le dijo Jesús a María su mamá antes de morir en la cruz? Le dijo “mujer he ahí tu hijo, indicando a Juan su discípulo amado.” Jesús encargó a Juan el cuidado de su madre quien no solo era viuda, sino también acababa de perder a su amado hijo.   Talvez no tengamos a nadie de nuestra familia de sangre en este mundo, pero puedes encontrar en la iglesia una familia que te amé y se preocupe por ti. Si tu solamente vas de vez en cuando a la iglesia, tal vez vas a pasar desapercibida, pero si tú entregas tu vida a Cristo, te bautizas y forma parte de una iglesia local, ten la seguridad que tu pastor, tus líderes y tus hermanos en la fe estarán ahí para ayudarte y hacerte compañía cuando pases momentos de soledad.   En sexto lugar una prueba de parte de Dios nos puede llevar a la depresión. Dios constantemente está probando a sus hijos, él quieres que seamos mejores cada día y solo frente a la adversidad es que podemos evidenciar donde esta cimentada nuestra fe.   ¿Recuerdan la vida de Job? Él era un hombre intachable, un hombre íntegro, un hombre que tenía temor de Dios y vivía apartado del mal, sin embargo, el fuego de la prueba tocó su vida. Cierto día Satanás se presenta delante de Dios y Dios le dijo: no has visto a mi siervo Job, no hay un hombre como él en la tierra. A lo que Satanás responde: Job se comporta de esa manera simplemente porque tú lo bendices, haber toca su vida y verás como el blasfema contra ti en tu misma presencia.   Entonces Dios le dice: Está bien, puedes probarlo, has con él lo que quieras, simplemente no toques su vida, no lo mates. Entones Job de ser el hombre más rico y próspero sobre la tierra, paso a ser el hombre más miserable. En un día mataron a sus animales y a sus trabajadores, en un día cayó fuego del cielo y calcinó a todas sus ovejas, en un día robaron sus camellos y mataron a sus sirvientes, en un día todos sus hijos murieron en un terrible accidente y por si esto fuera poco, una terrible enfermedad toco su cuerpo.   ¿Cómo hubiéramos respondido ante estas terribles situaciones? Creo que muchos de nosotros simplemente hubiésemos levantado nuestra voz a Dios, nos hubiésemos quejado y alejado del cristianismo para siempre, sin embargo, Job no actuó así. Él dijo “desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo estaré cuando me valla, el Señor me dio lo que tenía y el Señor me lo ha quitado, Alabado sea el nombre del Señor. Waoo que respuesta más maravillosa. Job comenzó bien sin embargo más tarde otra sería su actitud.   Después de esta situación vinieron los amigos de Job para animarlo por todo lo que estaba pasando, pero saben, en vez de animarlo, lo desanimaron. Le dijeron lo siguiente: Job lo que tú estas experimentando es el juicio de Dios por tu pecado, ¡arrepiéntete y serás bendecido¡. Entonces Job respondió y dijo: ¡soy inocente¡, pero eso ya no importa, estoy cansado de esta vida.   No hay duda hermanos que la prueba puede quebrantar y llevar a la depresión al hombre más espiritual sobre esta tierra. sin embrago ¿Por qué permitió Dios esta prueba tan terrible en la vida de Job.? Dios se presentó delante de Job cierto día y lo encontró confundido, deprimido y con dudas en cuanto a la justicia de Dios. Se acercó a él y le preguntó si él era eterno, grande, poderoso, sabio y perfecto como Dios. Y ante su falta de respuesta le dijo: Job, si tú no eres así, mejor hubiese sido que estuvieses en silencio y confiaras en la absoluta soberanía de Dios, ya que yo se él porque hago las cosas.   Hermanos la sabiduría de Dios es tan perfecta, su control es tan soberano en todo lo que él hace y eso es lo único que el hombre necesita saber en medio del dolor más profundo que este experimentando. Dios es sabio, Dios es bueno y él utiliza las circunstancias más negativas que experimentamos para moldearnos a su imagen.   Después de toda esta experiencia Job agacho la cabeza, miró al Señor y le dijo: Señor hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora mis ojos te han visto, me retracto de todo lo que dije y me siento en polvo y ceniza en señal de arrepentimiento.   Amado hermano, la vida cristiana no siempre será color de rosa, van a venir problemas, van a venir dificultades, van a venir pruebas, van a venir una serie de situaciones donde no entenderemos el porqué, sin embargo, en medio de todo eso, confía en el Señor. En medio del dolor más profundo dile a tu Dios: “Dios tu eres bueno, tu eres suficiente, tu eres mi tesoro, ayúdame. ¿a quién tengo en los cielos, sino a ti? y fuera de ti nada deseo en la tierra. puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón, tu eres mío para siempre.   En séptimo lugar algunos hechos estresantes o infelices en la vida nos pueden llevar a la depresión. Por ejemplo, el maltrato, el rechazo o el abuso en la infancia puede ser una causa de ello. Hace poco escuche el testimonio de Josh Macdowell quien en su infancia él y su madre sufrieron de maltrato físico por su padre quien era alcohólico y por si esto fuera poco sufrió de abuso en el área sexual por un familiar suyo que vivía con ellos.  Esto lo llevó a muchas lágrimas y a periodos de depresión gran parte de su vida.   ¿Cómo pudo salir de ello? Dos cosas le ayudaron, la primera y la más importante fue conocer a Jesús como su Señor y su salvador y lo segundo fue ir donde su padre y su tío y decirles: les perdono, perdono todo lo que me hicieron, así como Cristo perdonó mis pecados. Eso trajo paz a su corazón y lo ayudó a seguir adelante y ser de bendición a multitudes.   Para terminar este estudio quiero darte algunos consejos más que te pueden ayudar a luchar contra la depresión en tu vida.   En primer lugar, comparte tu depresión con algún hermano de la iglesia. Salir de la depresión no es fácil, pero si tienes a alguien al lado es más fácil llevar la carga juntos. Job 7:11 dice “Por tanto, no refrenaré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y me quejaré con la amargura de mi alma.” No tengas temor de compartir tus luchas con alguien, somos una familia y estamos para ayudarnos el uno al otro.   En segundo lugar, aférrate más al Señor en tiempos de angustia. Cuando uno se siente triste o deprimido ya no quiere leer su biblia, ni orar, ni mucho menos congregarse. hágalo de todas formas ya que solo Dios podrá ayudarte a seguir adelante.   En tercer lugar, recuerde que por más grande que sea el problema que este enfrentando, así no es cómo acabará tu vida.  No les ha pasado que cuando compran un libro casi siempre vemos primero como acaba la historia antes de comenzar por el principio. Eso nos ayuda a tener esperanza, ya que sabemos que no importa lo que pase en el intermedio, ni las adversidades que enfrenten los protagonistas, nuestra historia al terminar tendrá un final feliz.   Si eres creyente, no importa lo que estés experimentando hoy, recuerda que ese no es el final de tu historia. Nuestro final está en el cielo al lado de nuestro Señor Jesucristo por toda la eternidad.  Allí ya no habrá más llanto, ni tristeza, ni dolor.

Otros archivos en esta serie