Copyright 2016-2019 Lifeword
Emosiones Que Matan
Emociones Que Matan - Victoria Sobre La Depresión – Parte 2
Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Duración: 00:20:43 Minutes
Listens:
11
Aired on Ago 16, 2020

Escritura

Números 11:11-14

Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: ¿Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.

No existe lágrima ni oscuridad que el amor y la luz de Cristo no puedan borrar. Hoy continuaremos con la serie “Emociones que matan” y estudiaremos la segunda parte del tema “Victoria sobre la depresión” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   Hola amados amigos, estamos estudiando sobre el tema de la depresión, las causas, los factores, y como podemos tener victoria sobre ellas.   En primer lugar, estudiamos que el pecado no confesado puede llevarnos a la depresión, ante esto la única cura posible es el arrepentimiento humilde y sincero delante de nuestro creador.   En segundo lugar, el agotamiento físico nos puede llevar a la depresión. Cada persona en este mundo está compuesta de alma y cuerpo, y entre ellos existe una relación tan estrecha que los problemas del alma afectan al cuerpo y los problemas del cuerpo afectan el alma. El agotamiento físico ya sea por el trabajo, por los estudios o por cualquier actividad puede llevarnos a la depresión.   Ejemplo de ello tenemos a Moisés.  Números 11:11-14 dice “Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: ¿Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?  ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.”   Moisés con la ayuda de Dios liberó a la nación de Israel del poderío egipcio, alrededor de 2 millones de personas, fueron liberadas en un día. Era una obra maravillosa sin embrago la falta de liderazgo de Moisés lo llevó a cargar con todo el peso él mismo. Esto lo llevó a un agotamiento extremo.   ¿No pasa lo mismo hoy en día? ¿Cuántos pastores son pastores orquesta? Quieren hacerlo todo ellos mismos. Abren la puerta de la iglesia, hacen limpieza del templo, dirigen las alabanzas, recogen las ofrendas, lo hacen absolutamente todo y piensan que hacer eso es lo correcto. ¡cuán equivocados están ¡   Lo mismo ocurre con los miembros de la iglesia, algunos varones trabajan más de 12 horas al día y al llegar a casa llegan malhumorados y sumamente cansados, lo mismo puede ocurrir con las mujeres que tienen varios hijos que cuidar y a la vez hacer los quehaceres de la casa. Las entendemos, nosotros tenemos un pequeño que es hiperactivo, todo el día quiere saltar, correr y jugar y nunca quiere hacerlo solo, siempre quiere que papá o mamá jueguen con él.   Todas estas circunstancias nos pueden llevar a un cansancio severo que más adelante se puede manifestar en cuadros depresivos. Esto paso con Moisés, al sentir un agotamiento extremo dijo al Señor “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.” Números 11:14-15   Moisés pensaba que la única solución para su problema era la muerte. Este es un síntoma muy común en una persona que pasa por depresión.   ¿Qué hacer ante ello? ¿Cómo podemos salir victoriosos de este problema? En primer lugar, debemos de compartir la carga. ¿Qué hizo Dios ante el problema de depresión de su siervo Moisés? Le dijo: “Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo” Números 11:16-17.   Que magnifica solución. Dios compartió la carga que tenía moisés, con 70 líderes que había en el pueblo. Lo mismo tenemos que hacer nosotros. La misión de un pastor no es realizar todo el ministerio sino es perfeccionar a los creyentes para la obra del Ministerio. La calidad de un líder no se evidencia en cuantas horas se dedica al ministerio, sino en cuantas horas se dedican al ministerio los miembros de su congregación. El trabajo tiene que ser compartido, esto no solo trae descanso a los pastores sino también los libras de la depresión.   Otra cosa que podemos hacer como familia es darnos algunas vacaciones, les aconsejo viajar con la familia lejos de su ciudad por lo menos una vez al año y tener un tiempo de compañerismo por lo menos una vez por semana. Cada vez que veo a mi esposa cansada o un poco malhumorada por los quehaceres de la casa, trato de sacarla a pasear juntamente con mi pequeño, eso nos ayuda a despejar nuestra mente y descansar de toda la rutina diaria.   ¿Qué si no podemos hacer eso? Tal vez digas me gustaría descansar, pero tengo que trabajar o tengo varios pequeños que cuidar y no puedo tomarme vacaciones, mi consejo es que pidas fuerzas al Señor.   Recuerdo cuando estaba en mi cuarto año en la Universidad estudiando la carrera de Medicina, casi todo el día me encontraba en la biblioteca, era una tarea muy agotadora, sin embargo, necesaria, no podía perder el tiempo o sino nunca lograría terminar mis estudios de forma satisfactoria. Algo que hacía muy frecuentemente cuando me sentía muy cansado era salir un rato de la biblioteca, buscaba un lugar a solas y oraba al Señor, pasaba un tiempo de comunión con él y le decía “Padre mío estoy cansado y no tengo fuerzas para seguir, por favor ayúdame, ten misericordia de mí y deme fuerzas y aliento para seguir adelante” después volvía nuevamente a la biblioteca y seguía estudiando.   El tener un tiempo cada día en comunión con él, es la mejor forma de recargar nuestras energías.   En tercer lugar, las enseñanzas equivocadas del mundo te pueden llevar a la depresión. El mundo nos bombardea cada día con filosofías que en poco o nada ayudan a nuestro espíritu y si nos dejamos influenciar por ellas pronto estaremos yendo camino a la depresión.   Por ejemplo, en estos días de Cuarentena cuando alguien enciende la televisión solo ve casos de muerte y enfermedad por Covid  19  en  todos  los  canales.  Muchos ante esto están desesperados y ante un leve dolor de garganta ya piensan que van a morir.   Estudios recientes dicen que ante los primeros síntomas por Covid 19 uno no debería de tomar nada, a excepción de paracetamol si es que presenta fiebre o dolor de garganta. Sin embargo, las personas ante la desesperación y la angustia están tomando alrededor de 10 fármacos que creen que les puede salvar la vida cuando en realidad lo único que hace es empeorar el cuadro.   ¿Qué hacer ante ello? Creo que lo mejor es mantener la calma, informarnos bien sobre un tema y no creer todo lo que los medios nos dicen, también podemos tomar algunas medidas preventivas que creamos nos pueden ayudar y sobre todo confiar en que nuestra vida está en las manos de Dios y no en las manos de una enfermedad. La palabra de Dios dice en Mateo 6:27 “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?   Un codo equivale a 45 cm. Con esto Jesús no dice que por mucho que te afanes no podrás crecer 45 cm. Esa no es la interpretación. Esta es simplemente una metáfora para la longitud o la extensión de la vida. Lo que él está diciendo es. ¿creen ustedes que por preocuparse van a añadir más años a su vida?   Nuestra sociedad clama a gritos: si tomas este medicamento, si usas mascarilla, si haces ejercicio o tienes una dieta saludable vivirías por muchos años. Sin embargo, Dios dice: usted no puede añadir un día más a su vida.”   Dios tiene el control de nuestra vida amados hermanos y vamos a estar en este mundo hasta que él lo decida, no hay razón del porque vivir angustiados y deprimidos por lo que está pasando o por lo que nos puede llegar a pasar.   Otra filosofía muy común en nuestros días que afecta sobre todo a las mujeres es aquella que dice: que para ser bella tienes que tener un cuerpo perfecto, que para ser bella tienes que tener las medidas de 90, 60, 90. y si no la tienes nunca serás apreciada por los demás. Esta forma de pensar ha llevado a miles de señoritas a dedicar horas y horas en el cuidado de su aspecto físico descuidando aspectos más importantes en sus vidas, también ha llevado a muchas a una serie de trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia. Sin embrago a pesar de todo el esfuerzo que muchas han realizado son pocas las que logran tener los resultados que tanto desean, motivo por el cual la mayoría ante el fracaso lloran y se sumergen en la más profunda depresión.   ¿Qué hacer ante ello?  Creo que la mejor forma de combatir la filosofía mundana y Satánica es con la verdad de la palabra de Dios. Proverbios 31:30 dice “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.” Para Dios más importante es cómo te ves por dentro que por fuera.   Un corazón que ama y teme a Dios tiene más valor que un corazón que busca la aprobación de los hombres. ¿Recuerdan las palabras que le dijo Dios al profeta Samuel cuando este estaba eligiendo al próximo Rey de Israel? 1 Samuel 16:7 dice “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” Dios está más interesado en lo que eres que en lo que haces, en cómo te ves por dentro que en cómo te exhibes por fuera.   Con esto no digo que no hagas ejercicio ni cuides tu aspecto personal, ¡hazlo¡, pero recuerda que la belleza externa con el pasar de los años se irá esfumando y si alguien se casó contigo solo por ello, cuando eso se acabe, te dejará. Sin embargo, la belleza interna en vez de menguar crece con los años y si alguien se enamoró de ti por ese motivo, ten la seguridad que cuando pasen los años su amor hacia ti crecerá más y más.   Otra filosofía muy común en nuestros días es aquella que dice “que cuanto más tienes, más vales” esto ha llevado a las personas, incluso a los creyentes a dedicar su tiempo, energía y recursos en alcanzar esta meta.   Muchas personas viven para trabajar y trabajan para vivir, todo su corazón está enfocado solamente en acumular riquezas, y cuando las cosas no suceden como ellos quisieran se frustran y caen en depresión.   Hace poco escuche el caso de una señora que era negociante de profesión y para su negocio sacó un préstamo muy alto. El negocio no le fue tan bien como ella esperaba y no pudo pagar la deuda. El hombre que le prestó el dinero al no pagar la cuenta estaba haciendo todos los trámites para quedarse con la casa que ella tenía. Esto la llevó a la desesperación, a la angustia y una depresión profunda que por poco acaba con su vida.   Cuan bien haría esta mujer en entender que el sentido, el propósito y la meta de la vida no se resume en las posesiones que tenemos. Bien dijo nuestro Maestro en Lucas 12:15 “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”   El sentido de la vida se encuentra en Dios. Si tienes a él lo tienes todo. A W Tozer expreso lo siguiente “El hombre que tiene a Dios por su posesión, tiene todo lo que es necesario tener. Podrá carecer de todos los tesoros materiales, o si los posee, estos no le producirán ningún placer especial. Y si los ve desaparecer, uno tras otro, apenas podrá sentir la pérdida. Porque teniendo a Dios tiene la fuente de toda felicidad. No importa cuántas cosas pierda, de hecho, no ha perdido nada. Todo lo que posee, lo posee en Dios, pura y legítimamente para siempre.”   ¿Qué de ti amado oyente? ¿Estas dejando que la filosofía de este mundo llene tu corazón y vivas en completa depresión? ¿Por qué no dejas a un lado esa filosofía barata y comienzas a leer el libro de Dios? La palabra de Dios es suficiente. Ella puede dar paz a tu corazón y cambiar tus lágrimas en un gozo profundo y verdadero.

Otros archivos en esta serie