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Piedras Vivas

Por Medio De Cristo
Por muy insignificantes que sean sus regalos, cuando mis hijos me dan algo, lo aprecio. Lo aprecio, no por el valor del regalo, sino porque viene de parte de mis hijos. El cariño que desean mostrarme, el hecho de que hayan tenido el deseo de hacer algo para mí, en demostración del afecto que me tienen, hace que el regalo, por insignificante que sea, llegue a ser un tesoro de gran valor. Otra persona me podría dar algo de más valor y no sería apreciado de igual manera, porque no viene de mis hijos. Alguien podría darme algo de igual valor que lo que mis hijos me dan, y quizás vaya a la basura, debido a que no tiene ningún precio para mí. Debido al hecho de que no viene de parte de mis hijos. Lo que estoy tratando de decir, es que hay algo en el hecho que venga de mis hijos, que les da un valor especial a las cosas. Y todo esto lo he dicho, porque lo mismo sucede con nuestro Padre celestial.   Vamos a establecer en nuestro estudio hoy, que lo único que le agrada a Dios, lo único que Él aprecia, son las cosas que le son ofrecidas por medio de su Hijo Jesucristo. ¿Por qué? Pues, pienso que porque Jesús es muy especial. De todos los humanos, Jesús, siendo tentado en todo, es el único que ha sido totalmente obediente en todo; el único. En vista de esto, no debe sorprendernos el hecho de que cuando vamos a ofrecer algo a Dios, debe ir por medio de Jesucristo, sino a Dios, no le agradará. No aceptará regalos que no vienen por medio de su Hijo.   Vamos a 1 Pedro, capítulo 2, versículos 4 y 5, para reafirmar lo que acabo de decir. 1 Pedro, 2:4-5, nos dice: “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Quiero que nos fijemos bien en la última parte de nuestro texto. Nos señala que debemos ofrecer sacrificios espirituales. Pero fíjate bien, estos sacrificios, si van a ser aceptables a Dios, tiene que venir por medio de Jesucristo. Es importante que entendamos esta verdad; si no, pasaremos toda la vida cristiana, aquí en el mundo, haciendo sacrificios para Dios, pero serán sacrificios que Él no acepta. Habremos perdido nuestro tiempo. Así que, si vamos a ofrecer sacrificios, necesitamos asegurarnos de ofrecerlas de la manera correcta para que sean aceptables a Dios y le agraden.   Según la Biblia, todo lo que nosotros hacemos por nuestro propio medio, es suciedad ante los ojos de Dios. Isaías 64:6, nos explica que: “Todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia”. Imaginémonos a una persona que está totalmente cubierta de lodo, desde la coronilla de su cabeza, hasta la planta de los pies. Ahora, supongámonos que este individuo tiene un diamante que quiere regalarnos. Al entregarnos el diamante, va a estar cubierto de lodo, simplemente porque el individuo está cubierto de lodo. No pudiendo ver el diamante por la sencilla razón de que estaba cubierto de lodo, probablemente no lo aceptábamos, debido a la sucia condición del individuo que nos quiere hacer el regalo. Sin embargo, si el individuo se lo da a alguien que está limpio, y esa persona nos presenta el regalo, entonces, lo recibiremos sospechando que esta persona limpia, no nos daría nada que no fuera bueno. De la misma manera, nosotros estamos sucios. Si queremos ofrecer algo a Dios, la única manera en que Él aceptará el regalo es por medio de una persona limpia, y sólo existe una persona que califica, esa persona es Jesús.   Debemos entender que necesitamos de un mediador para llevar nuestras ofrendas a Dios. Nuevamente la Biblia nos enseña que sólo hay uno, es Jesucristo. 1 Timoteo 2:5, dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Cuando quiero ofrecer algo a Dios el Padre, tiene que ser por vía de Jesucristo. Si no, no será aceptado.   Otro asunto de notable importancia en nuestro texto es que nuestro sacrificio debe ser espiritual. Debemos recordar, que, si vamos a adorar a Dios, debe ser en espíritu y en verdad. Siento que hay muchos cristianos que hemos estado ofreciendo sacrificios a Dios, pero que no han sido aceptados por Él, por el hecho de que no son sacrificios espirituales. Demasiadas veces, nuestros sacrificios, son carnales. Me imagino que la mayor parte de nuestro servicio a Dios es carnal y no espiritual. O sea, que estamos haciendo muchas cosas para Dios, pero por razones y maneras equivocadas.   Cuando estamos sirviendo a Dios, quejándonos, tenemos que entender que eso no será aceptado por Él. Ese tipo de servicio no viene del Espíritu; ese servicio no se está realizando con amor. Hay quienes dan su diezmo y ofrenda, no con alegría o amor para la obra de Dios, sino porque sienten que Dios los castigará porque no lo dan, Esa ofrenda se está dando por interés, y no por amor, y Dios no la aceptará.   Hay quienes la dan, preocupados porque tienen deudas que pagar. No están confiando en las promesas de Dios de proveer sus necesidades; no están dando con alegría, sino con reservas, y Dios no aceptará esa ofrenda. Hay quienes enseñan en una clase de escuela dominical, pero viven quejándose de los alumnos y del tiempo que tienen que invertir en estudiar. Hablan de lo mucho que tienen que sufrir bajo la gran carga que el Señor les ha impuesto. Esto no es algo que Dios aceptará, Él quiere que le sirvamos con alegría. Quiere que hagamos las cosas porque le amamos, y no por necesidad.   Muchos de nuestros sacrificios son por culpabilidad, deber y responsabilidad. No son sacrificios espirituales, por lo consiguiente, no son aceptables a Dios. Cuando hago las cosas porque no hay otro quien las haga, y siento que tengo el deber de intentar regresarle a Dios algo de lo mucho que Él ha hecho por mí, entonces no estoy haciendo sacrificio por amor, sino porque quiero intentar pagar algo de la deuda que tengo para con el Señor. Esto es un insulto a Dios: Él no aceptará eso. Él quiere que le sirvamos por amor, y no porque tenemos una deuda con Él.   A veces, nos alejamos del Señor, y comenzamos a sentirnos un poco culpables. Para quitarnos nuestra culpabilidad, y calmar un poco nuestra conciencia, hacemos un sacrificio a Dios, tratando de comprar tranquilidad para nuestra mente. Esto no es algo que estamos haciendo para el Señor, sino para nosotros mismos. Este sacrificio no es espiritual, y no será aceptado por Dios.   Me acuerdo de las palabras del apóstol Pablo en Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Jesucristo hará las cosas de la manera correcta; no lo hará quejándose, no lo hará fuera de responsabilidad o por deber, no lo hará para sentirse menos culpable; lo hará por amor. Lo que nosotros tenemos que hacer es, morir al yo y dejar que Cristo haga las cosas en nuestras vidas, así estamos seguros de que nuestras ofrendas, serán aceptables a Dios.   Ya nos dimos cuenta de la importancia de la iglesia como el cuerpo de Jesucristo, en un estudio anterior. Vimos que no debemos luchar a solas, sino que tenemos la responsabilidad de unirnos a nuestros hermanos en la fe, para poder ofrecer un sacrificio espiritual aceptable a Dios. Fuera de la iglesia, esto es imposible. Nuevamente tenemos que recordar, que el sacrificio se hace por medio de Jesús, y el cuerpo de Jesús aquí en la tierra, es la iglesia. Aparte de la iglesia, el sacrificio que uno hace no puede ser por medio de Jesús, y por lo consiguiente, no será un sacrificio que Dios recibirá.   Si vamos a agradar a Dios, tendremos que hacer las cosas como Él dice, y no como a nosotros nos parece. Muchos de mis amigos hacen sacrificios físicos, torturando sus cuerpos, arrastrándose hasta quedar ensangrentados. Otros hacen fiestas a hombres santos, gastando todo lo que tienen, en un intento de buscar el favor de Dios. Siento una gran tristeza por ellos, ya que están buscando ofrecer un sacrificio a Dios, pero es en vano, porque lo están ofreciendo a su manera, y no a la manera en que Dios dice que debemos hacerlo. El sacrificio que hacen, ni siquiera les es tomado en cuenta; no es aceptable a Dios.   Lo que necesitan hacer es: arrepentirse, recibir a Jesús y comenzar a ser obedientes a su Palabra. De esta manera, podrán ser parte de la casa espiritual, que ofrece sacrificio espiritual, aceptable a Dios, por medio de Jesucristo.   Vamos a orar. Padre, hemos llegado al final de esta serie de estudios sobre piedras vivas que componen una casa espiritual. Te agradezco por lo mucho que este estudio me ha ayudado a mí y espero que tu Espíritu Santo, iluminará la mente de mis hermanos y amigos, para que todos juntos podamos hacer los cambios necesarios en nuestras vidas, para ofrecer sacrificios espirituales, que tú aceptarás con gusto, porque vienen por medio de nuestro Señor Jesucristo. Padre, confiamos en tu poder, para ayudarnos a realizar estos cambios que son de tan vitalidad e importancia, para el avance de tu reino. Gracias por hablar a nuestros corazones, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Abr 07, 2023
Piedras Vivas

Ofreciendo Sacrificios Espirituales
En varias ocasiones he llegado a mi casa, con la mente y el estómago listo para recibir la sorpresa de mi platillo favorito. Quizás haya sido porque mi esposa me había dicho que eso es lo que iba a preparar, o quizás simplemente era un deseo que era agradable al paladar. El asunto es que cuando uno está preparado para encontrarse con una cosa y se encuentra con otra, cómo se decepciona. De hecho, es difícil hallar el ánimo para aceptar otro tipo de comida, cuando uno ya se ha alistado, para su platillo favorito.   Hemos estado estudiando acerca de una casa espiritual que Dios está levantando con piedras vivas. Este es nuestro cuarto estudio en esta serie, y hoy vamos a tocar el asunto de la razón por la cual Dios desea una casa espiritual. Dios, al igual que nosotros, también se prepara para su platillo favorito. La Biblia nos enseña que Dios es Espíritu, y los que le adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. A Dios le encanta que le ofrezcamos sacrificios, pero lo que Él desea, son sacrificios espirituales. De hecho, lo espiritual es lo único que le va a satisfacer. No aceptará imitaciones; no aceptará otra cosa ajena a lo espiritual. Es por eso que Él está construyendo una casa espiritual con piedras vivas. ¿Cómo llegaron estas piedras a tener vida? Por medio de nacer espiritualmente. Pero ya hemos estudiado acerca de eso.   Vamos a nuestro texto de esta serie de estudios, para ver lo que nos dice concerniente al tema de sacrificios espirituales. 1 Pedro, capítulo 2, versículos 4 y 5, dicen: “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Fijémonos en el hecho, de que Dios exige que seamos edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, con el fin de ofrecer sacrificios espirituales. Nuevamente es importante que entendamos que esto no es algo que vamos a hacer, si es que sentimos deseos de hacerlo. Esto es algo que Dios exige. Él quiere que sus hijos crezcan espiritualmente, formando un ejército espiritual, que gane batalla tras batalla, para su honra y gloria. Y sus hijos deben hacer esto con ánimo y alabanza, desde lo más profundo de su ser.   Dios usa el término: sacerdocio santo, para ayudarnos a entender un poco mejor, nuestro deber como hijos suyos. Es difícil imaginarse una casa haciendo algo, ya que una casa es inmóvil. Por eso, Él nos explica que es una casa hecha de piedras vivas, para indicarnos que esta casa no es un edificio común y corriente. Para simplificar el asunto, introduce el pensamiento de sacerdocio santo. Este término es más fácil de comprender. Sin embargo, no cambia el significado de lo que nuestro Dios nos está diciendo. Como casa espiritual o como sacerdocio santo, lo que Dios quiere, es lo mismo. Quiere que le ofrezcamos sacrificios espirituales.   Mayormente cuando pensamos en sacerdotes nos imaginamos a unos hombres con trajes negros, que son en forma de vestido que les llega hasta el tobillo del pie. Tienen un collar blanco y una cadena con cruz alrededor del cuello. Caminan con los dedos de los manos entretejidos, la cabeza inclinada y murmuran las palabras: “El Señor te bendiga”, a cada cinco minutos. Esas personas no hacen otra cosa más que estar en el templo, y es prohibido que se diviertan porque entonces estarían pecando. De hecho, cuando se ríen, tiene que ser con una sonrisa o una risa santificada. Sólo hay un problema con esta imagen: es falsa. Según la Palabra de Dios, cada uno de los creyentes en Cristo es santo y son sacerdotes. Han sido separados para servicio a Dios. Los versículo 9 y 10, de 1 Pedro 2, nos dice: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de la tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”.   Los verdaderos sacerdotes del Rey Jesús, somos todos los que hemos recibido a Jesús en nuestros corazones. Todos juntos, debemos trabajar unidos para ofrecer continuamente, sacrificios espirituales aceptables a Dios. Cuando estamos hablando de ofrecer sacrificios espirituales, tenemos que comprender que deben ser precisamente eso, sacrificios espirituales. Muchos de nosotros nos ocupamos de las cosas del Señor, orando, visitando, dando nuestros diezmos y ofrendas, y asistiendo a todas las reuniones de la iglesia. Sin embargo, necesitamos comprender que esto no necesariamente agrada a Dios. Eso no significa que el sacrificio que estamos ofreciendo es espiritual. Hay muchos cristianos, que ofrecemos sacrificios fuera de responsabilidad, sacrificios por deber, sacrificios por necesidad y aún sacrificios porque nos sentimos culpables. Pero ninguno de esos sacrificios, son espirituales.   El Salmos 51:15-17, nos dice: “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. Como vemos en este pasaje, sacrificios hechos por deber o por responsabilidad, no son aceptados por Dios. Cuando uno viene ante Dios, y comienza a indicarle el hecho, de que uno tiene que hacer esto porque nadie más lo quiere hacer, esto no es sacrificio espiritual. Cuando uno viene sacrificando porque siente que le debe a Dios y está intentando regresarle a Dios un poco de lo que le debe, entonces se pone en un plan de comprar a Dios, y esto es menospreciar las bendiciones que el Señor nos da. Esto no es sacrificio espiritual. Cuando uno ha cometido pecado alejándose de Dios, y ahora comienza a servirle con toda su fuerza, intentando calmar el sentir de culpabilidad que uno tiene, esto tampoco es sacrificio espiritual.   El hecho de que uno trae visitas al templo da su ofenda y dice Amén de vez en cuando, para animar al predicador, no significa que tiene el corazón quebrantado por el alma de su visita, y que está dando su dinero para apoyar al avance del reino, y que va a tomar lo que el predicador está diciendo para aplicarlo a su vida, haciendo los cambios necesarios para ser un mejor siervo del Señor. La única ofrenda que Dios aceptará es la que viene de un corazón cuyo único deseo, es de servirle con todo su ser.   Dios no aceptará los sacrificios de un corazón arrogante. Dios no aceptará los sacrificios de un corazón que no hace las cosas por puro amor a Él. Muchos de nosotros hemos estado ocupados en la obra del Señor, pero eso no significa que nuestro sacrificio ha sido agradable a Dios. Demasiadas veces estamos tan ocupados en los asuntos del Señor, que no tenemos tiempo para hablar con Él. Demasiadas veces estamos ocupados en atender la obra del Señor a nuestra manera, y no de acuerdo a su voluntad. Demasiadas veces estamos tan ocupados en ministerio, que nos olvidamos que el ministerio se trata de personas y no de programas y edificios. Yo sé que yo he sido culpable de hacer estas cosas.   Si es que hemos cometido este error, lo que nos queda por hacer, es pedirle perdón a Dios, darle gracias por instruirnos en lo que necesitamos hacer, aplicar la enseñanza a nuestras vidas y seguir adelante. Nadie ha dicho que servir al Señor es cosa fácil. Debido a nuestra naturaleza carnal, nos va a ser difícil convivir con otros hermanos que son tan testarudos como nosotros. No es fácil ser pacientes con hermanos que no tienen tanto tiempo en las cosas del Señor como nosotros. No es fácil tener que admitir que uno ha estado en el error, cambiar viejos y malos hábitos, y ayudar a los demás hacer lo mismo. Por eso es que se llama: sacrificio.   De una cosa podemos estar seguros, cuando hacemos estos sacrificios porque amamos a Dios, y porque queremos ser obedientes a Él, y porque deseamos que nuestros hermanos en la fe crezcan también, entonces Dios aceptará el sacrificio que ofrecemos. Le agradará porque vendrá de un corazón de amor, un corazón que está dispuesto a dar, sin esperar nada a cambio.   Vamos a orar. Padre, queremos darte gracias por el privilegio que nos das de tener parte en la construcción de esta casa espiritual. Señor, todos queremos ofrecerte sacrificios que te agraden. Algunos nos damos cuenta hoy, que tenemos que hacer algunos cambios, porque te hemos estado sirviendo, pero quizás no por las razones correctas. Ayúdanos a hacer los cambios necesarios para crecer y convivir con nuestros hermanos para tú honra y gloria. Te amamos y deseamos hacer lo que es correcto, lo que te agrada. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Abr 06, 2023
Piedras Vivas

No Es El Llanero Solitario
Sería imposible edificar una casa con una sola piedra. Se necesitan muchas piedras para poder levantar una casa. Entre más piedras, mejor. Pero con una sola piedra, no se puede construir una casa. Estamos hablando acerca de edificar una casa espiritual, en esta serie de estudios. Y hoy quiero que analicemos una verdad que encontramos en nuestro texto, para ayudarnos a edificar con más rapidez. La verdad que deseo que analicemos, es la que muestra que no hay lugar para aquellos individuos quienes quieren ser como el Llanero Solitario, luchando a solas, a su antojo, en contra de la maldad que existe en nuestro mundo.   No estoy insinuando, que el creyente en Cristo no debe pararse en contra del mal, cuando se encuentra a solas. Tampoco estoy diciendo que debe quedarse sin hacer nada, por la causa de Cristo, cuando no hay otros que quieren vivir para Cristo. Pero sí estoy diciendo, que hay demasiados cristianos hoy día, que están trabajando a solas, a su propia manera, y aparte del cuerpo de Cristo, que es la iglesia. Estos individuos no se llevan bien con nadie, debido a orgullos, celos, envidia y falta de madurez espiritual. Y en vez de cooperar con la iglesia del Señor, para alcanzar al mundo para Cristo, sirven cuando les da la regalada gana, aparte de otros, para no tener que ser responsables a nadie. Lo triste es, que esto no es de Dios, y sí son responsables por lo que hacen, y tendrán que rendir cuentas a Dios por su actitud.   Para entender un poco mejor lo que estoy diciendo, vamos a nuestro texto, en 1 Pedro, capítulo 2, versículos 4 y 5, dice: “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Quiero que nos fijemos en los términos: casa espiritual y sacerdocio santo. Cuando pensamos en una casa, viene a nuestra mente un complejo de cuartos. Cada cual con una función diferente: un cuarto sirve como sala, otro como comedor, otro como cocina, otro como dormitorio, y así sucesivamente; pero todos juntos componen la casa. Ningún cuarto sólo representa lo más mínimo una casa. Cuando pensamos en el término sacerdocio, nos pintamos un cuadro mental de muchos sacerdotes trabajando unidos para rendir servicio a Dios. Cada uno tiene su posición y puesto, y todos trabajan con mucha organización para que todo salga a la perfección.   Lo que estoy intentado explicar, es que hay más que uno. Uno no puede tener un sacerdocio con un solo sacerdote. Uno no puede tener una casa con una sola habitación. Es necesario comprender que, como hijos de Dios, nuestro Padre Celestial desea que trabajemos unidos para la honra y gloria suya. Ninguno tenemos derecho de decir que vamos a trabajar a solas, a nuestra manera, cuando sintamos que es conveniente, sino que todos debemos entender y realizar, que el trabajo que se tiene que hacer es enorme, y que nos necesitamos los unos a los otros, para llevar a término, la gran comisión que nos ha sido entregada por nuestro Señor Jesucristo.   Hoy veo una competencia que se lleva a cabo entre hermanos para comprobar quien es más espiritual. Los discípulos de Jesús siempre han tenido este problema. En cierta ocasión estaban discutiendo sobre quién era el mayor entre ellos, cuando el maestro les presentó un niño y les dio una lección acerca de la humildad, mostrándoles que el que deseaba ser el mayor, tendría que ser el menor y servir a los demás. Nosotros necesitamos acordarnos de esta lección, y en vez de buscar como otros nos sirvan, buscar nosotros cómo servir a otros, para la honra y gloria de nuestro Padre que está en todo lugar.   Nuestro texto nos dice: “sed edificados como casa espiritual”. La palabra: sed, no es una alternativa, sino un mandato. La Biblia no dice que, si queremos edificarnos como casa espiritual, podemos. La Biblia nos manda, nos exige, que seamos edificados como casa espiritual. Ningún individuo tiene derecho por sí mismo, si desea unirse a otros hermanos o no. Ningún cristiano tiene derecho a cabalgar en un caballo llamado Plata, usar una máscara y llamarse el Llanero Solitario, por la causa de Cristo. La Palabra de Dios en enfática en exigir que nos unamos con nuestros hermanos en Cristo, para ser edificados como casa espiritual. En el capítulo 4 de Efesios, encontramos palabras que apoyan esta verdad, indicándonos que Jesús mismo ha puesto pastores, evangelistas y maestros, para instruir a los miembros de la iglesia, para que puedan llevar a cabo la obra de su ministerio, y que el cuerpo, o sea, la iglesia, sea edificado.   También indica que los miembros deben estar bien unidos, ayudándose mutuamente, de acuerdo a la actividad que Dios le ha dado a cada miembro individual. Esto nos trae al asunto de organización. No puede haber orden, sino hay estructura u organización. Es necesario que las piedras entiendan que no todos pueden ser las que van arriba. Nuestro deseo es siempre estar por encima de todas las cosas. Siempre queremos estar en una posición más alta que los demás, pero tal, no es la estructura de esta casa espiritual. Necesitamos comprender que los grandes y poderosos en casa espiritual, son las piedras de abajo, no las de arriba. Las fuertes y espirituales, son las piedras que están abajo, sosteniendo la obra y los demás. Conste que el ejemplo siempre lo da nuestro Señor Jesucristo, siendo Él el fundamento, o sea, la base sobre la cual todo el edificio se edifica. Solo Él puede sostener toda la obra de la casa espiritual.   Hermanos que sólo desean que su presencia sea vista por otros cristianos. Hermanos que visitan de un lado para otro, siempre presentes en servicios, pero nunca presentes en la iglesia local donde son miembros. Hermanos que sólo buscan la bulla de campañas y evangelistas, pero nunca toman una posición de responsabilidad en la iglesia a la cual pertenecen. Estos son los hermanos que se las dan de espirituales, pero que realmente no son nada en la casa espiritual. ¿Por qué? Porque no sostienen nada. No pueden sostener nada porque sólo viven viajando de un lugar a otro. No apoyan en oración, pues no saben qué pedir, porque no están en un lugar el suficiente tiempo, para conocer las necesidades de los hermanos. No apoyan con sus ofrendas y diezmos, porque tienen que pagar la gasolina de un lugar a otro, para ser vistos por la cristiandad. No enseñan ni una clase de escuela dominical, ni abren su hogar para compartir la Palabra de Dios con otros, porque nunca saben si van a estar o no. Uno no puede edificar algo si siempre sale de viaje. Estas personas necesitan encontrar su lugar de servicio, detenerse y empezar a construir, sosteniendo la Palabra y la obra de nuestro Señor, trayendo solidez y fuerza a la construcción.   En la construcción hay una cadena de autoridad. Ninguna obra puede funcionar sin estructura. No todos pueden ser jefes. El orden establecido por Dios en esta casa espiritual es: Jesús, pastores, maestros, evangelistas y santos. Todos tenemos que reconocer esto, y trabajar de acuerdo a esta estructura, para edificar con más rapidez. Entre tanto cada miembro quiere ser jefe, rehusando la cadena de autoridad establecida por el ingeniero por excelencia, la construcción es atrasada y no puede avanzar como debiera. Conste que quien detiene la construcción, tendrá que rendir cuentas a Dios. Muchas veces estos miembros han sido plantados por Satanás, para sabotear la construcción. Otras veces son hermanos carnales quienes se creen espirituales, y en su ignorancia estorban el avance de la obra. Muchos pastores han pasado largas horas llorando, porque un solo miembro estaba deteniendo la construcción. Muchos pastores han dejado de construir, debido a miembros quienes echaban a perder todo lo que intentaban edificar. Todos necesitamos reconocer que estamos en un plan de ejército y no en un plan de sálvese quien pueda.   Hermanos, si hemos estado luchando por nosotros mismos, necesitamos reconocer que la voluntad de Dios es que cooperemos con nuestros hermanos en Cristo, aceptando nuestra posición en el edificio, y soportando y fortaleciendo a los demás. Si todos aceptamos esta verdad, pronto tendremos un edificio estable, que no se derrumba por cada viento que Satanás hace soplar en nuestra dirección.   Vamos a orar. Padre, antes de todo, queremos pedirte disculpas por intentar muchas veces hacer las cosas a nuestra manera, en vez de ser obedientes a tu voluntad. Reconocemos que nuestro deber es unirnos a nuestros hermanos en la fe, dentro de una iglesia local y apoyar la obra. Entendemos que esto no es una alternativa, sino un mandato. Hemos aprendido que las piedras fuertes, son las que están abajo sosteniendo la obra, y no las que están arriba. Lo bello de esto, es que mientras el muro que va para arriba, se va fortaleciendo, más alta podemos hacer la construcción para tú honra y tú gloria. Gracias por la enseñanza de hoy, ayúdanos a ser constructores y no destruidores. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Abr 05, 2023
Piedras Vivas

Piedras Vivas, No Muertas
Cuando uno inicia la construcción de una casa, lo primero que va a hacer, es asegurarse de edificarla en un lugar seguro, sobre un fundamento o en una base sólida. De nada sirve edificar una casa que tiene paredes y techo estable, sobre un fundamente inestable. Por muy buena que fuera la estructura del edificio, pronto se derrumbaría por falta de estar sobre un cimiento sólido. Tal es el problema de edificar buenas casas en áreas donde hay frecuentes terremotos o diluvios, porque si se mueve el fundamente, todo el edificio se viene para abajo.   También hay otro asunto que se debe tomar en cuenta cuando uno inicia una construcción. La construcción será tan buena, como el material de que está compuesta. Todos nos acordamos de una historia que se nos contaba en nuestra infancia, de los Tres Cochinitos. Nos acordamos de que cada uno de los cochinos, hicieron su propia casa. Un lechón la hizo de paja, el otro de palos y el último construyó su casa con ladrillos. Luego vino el lobo, con un soplo fuerte, tiró la casa de paja. Con otro fuerte soplo de aire de sus poderosos pulmones, hizo caer la casa de palos. Pero cuando llegó a la casa de ladrillos, por mucho que soplara, no la pudo hacer caer y tuvo que buscar otros medios de entrar. El material de la tercera casa era demasiado para Él.   Satanás es el lobo, y quiere derrumbar la casa espiritual que Dios está edificando. Pero no podrá, porque el material que Dios usará es de lo mejor; es materia espiritual; es algo que el diablo no puede derrumbar; por lo consiguiente, tiene que buscar otros métodos para entrar. Dios no usará cualquier ladrillo o piedra para edificar su casa espiritual. Él va a usar piedras vivas que pueden ser construidas sobre el fundamento, que es una roca sólida: la persona de Cristo Jesús. Usará únicamente piedras, que contienen los mismos elementos que la roca.   Vamos a nuestro texto, en 1 Pedro, capítulo 2, versículo 4 y 5, para esta serie de estudios, titulados: Piedras vivas, casa espiritual, y vamos a ver qué podemos aprender el día de hoy. Nuestro texto nos dice: “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Quiero que notemos tres puntos importantes en este estudio. En primer lugar, uno tiene que acercarse a Jesucristo, quien ha sido desechado por los hombres. En segundo lugar, uno tiene que ser una piedra viva, no una piedra muerta. Y, en tercer lugar, que Dios sólo recibirá a los sacrificios, que son ofrecidos por medio de Jesús.   Ahora, tomemos tiempo para analizar cada uno de esos puntos. Si vamos a ser una piedra, que Dios utilizará en su casa espiritual, tendremos que pararnos sobre el cimiento que Dios ha escogido; su Hijo, Cristo Jesús. Efesios 2:20-21, dice: “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor”. Ningún otro fundamento será aceptado por Dios, el Padre. 1 Corintios 3:11, nos dice: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. Como vemos en nuestro texto de 1 Pedro, capítulo 2, versículos 4 y 5, la piedra principal del ángulo, Jesucristo, ha sido desechado por los hombres. Hoy día la gente busca edificar sobre muchos diferentes fundamentos. Algunos edifican sobre el poder de la familia, otros edifican sobre el dinero, otros intentan edificar sobre buenas obras, muchas personas intentan construir sobre otras personas, como: María, los santos y otras personas religiosas. Pero el resultado de edificar sobre todos estos cimientos es una casa que se va a caer. No existe ningún otro fundamento para esta casa espiritual; no hay otro. Claro está, y la Biblia lo dice, que el hombre rechaza a Jesús como la piedra principal del ángulo, y va a hacer todo lo que está a su alcance para establecer otro cimiento. Pero no puede hacer esto, y ser parte del edificio que Dios está construyendo. Simplemente, no se puede; es imposible.   En segundo lugar, vemos que Dios no edificará una casa espiritual con piedras muertas. Únicamente va a usar piedras vivas. En esta vida existen dos tipos de piedras: las vivas y las muertas. Estas piedras somos nosotros. Tú eres o una piedra viva, o eres una piedra muerta. ¿Cuál es la diferencia? ¿Cómo puede uno distinguir entre una piedra viva y una muerta? La respuesta es sencilla, pero vas a tener que prestar mucha atención para comprender. Escúchame: uno no puede convertirse en una piedra viva a solas, es algo que Dios tiene que hacer. Lo que sucede es que todos tenemos un espíritu, pero nuestro espíritu, está muerto. Dios no utilizará a una persona que está muerta espiritualmente, para edificar su casa espiritual. La manera en que uno llega a tener vida en su Espíritu es por medio de nacer espiritualmente. Este nacimiento sólo Dios lo puede llevar a cabo, y únicamente lo hará, cuando nosotros somos obedientes a Él. Nuestro texto nos enseña que tenemos que acercarnos a Jesús, quien es la piedra viva. ¿Cómo es que nos acercamos a Jesús? Lo hacemos de la misma manera en que se les ha explicado, vez tras vez, en este programa: Uno reconoce que está muerto, debido a sus pecados; uno se arrepiente de sus pecados y pide perdón a Jesús, quien es el único quien puede salvarnos de nuestros pecados; y uno le pide que entre al corazón, tomando posesión de todo, aceptándole como Salvador y Señor. En el preciso instante en que uno hace esto, Dios envía a su Espíritu Santo, a entrar en el espíritu humano de uno, y le da vida. Esto lo hace porque ha prometido hacerlo. Lo único que nosotros podemos hacer es creerle, aunque no podamos ver lo que sucede, y aunque no entendamos por qué es que Dios lo hace. Esto es lo que se llama fe. Así es como uno deja de ser una piedra muerta y se convierte en una piedra viva. Y esta clase de piedra es la que Dios utilizará para construir su casa espiritual.   Nadie puede llegar a tener vida espiritual aparte de la persona de Cristo Jesús. El que desecha a Jesús como el fundamento sobre el cual vivir, morirá físicamente porque ya está muerto espiritualmente, e irá al infierno. Como dijimos anteriormente, muchos desean poner otros fundamentos, pero hacer esto, es construir una casa que pronto caerá. Nadie iba a construir un edificio, poniendo la mitad sobre roca y la mitad sobre arena. La arena se movería y aún la parte que está sobre la roca, sería arrastrada por la parte que fue construida sobre la arena. De igual manera, si tú estás confiando un poco en Jesús, un poco en María, un poco en los santos, y un poco en la religión, buenas obras o cualquier otra cosa, estás edificando sobre muchos fundamentos y vas a caer. No existe otro fundamento más que Jesús.   Fue nuestro Señor quien dijo, en Juan 14:6, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. 1 Timoteo 2:5, dice. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Hechos 4:12, nos enseña: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Y aún con todo esto, que más claro no puede cantar un gallo, el hombre está obstinado en rechazar a Cristo como el único fundamento, y Satanás, está encantado.   En tercer lugar, tenemos que comprender que Dios sólo aceptará los sacrificios que vienen de parte de su Hijo Jesucristo. La Biblia nos enseña que nuestras buenas obras son como trapos de inmundicias a los ojos de Dios. Lo único que Él aceptará de parte nuestra, es lo que hacemos en nombre o de parte de Jesús. Esa es la razón por la cual, Colosenses 3:17, nos dice. “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús”. Esa es la razón por la cual uno debe unirse a la iglesia, porque es el cuerpo de Cristo aquí en la tierra. Cosas que se hacen aparte del cuerpo de Cristo, no son aceptadas a Dios. Conste que esta casa espiritual, de que estamos estudiando, es la iglesia. Bueno, el tiempo se nos ha ido, así que vamos a orar y continuaremos nuestro estudio, en el próximo programa.   Oremos. Padre, gracias te damos por todas tus bendiciones. Agradecemos mucho el hecho de que nos hayas dejado tu Palabra para instruirnos en tus caminos, y por el Espíritu Santo, quien nos guía a toda la verdad. Padre, quiero pedirte de una manera especial por mis amigos que no se han acercado a la piedra viva. Te suplico que les hables al corazón y que abandonen sus creencias, en toda cosa fuera de la persona de Cristo Jesús, pues sino lo hacen, nunca podrán ser parte de esta casa espiritual, se morirán, e irán al infierno. Te ruego por sus almas, hazles comprender; te lo suplico en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Abr 04, 2023
Piedras Vivas

Construyamos Una Casa Espiritual
¿Te acuerdas del relato bíblico concerniente a la Torre de Babel? ¡Imagínate! Antes de esa época, todos hablaban el mismo idioma. No tenían la confusión que tenemos hoy día, y podían viajar a cualquier lugar sin necesidad de aprender otro idioma. Pero regresando al asunto de la Torre, siempre me he hecho la pregunta: “¿Por qué desagradó a Dios, que los hombres quisieran edificar una torre para llegar hasta el cielo donde estaba Él? ¿Acaso no quiere Dios que le busquemos? ¿Acaso no desea tener compañerismo Dios con su creación?   El asunto es que la torre fracasó por el simple hecho, de que no era para que el hombre se acercara a Dios. No la iban a edificar con el fin de tener compañerismo con el Creador. La razón por la cual deseaban edificar la torre era para su propia gloria, un monumento a la grandeza del hombre. Otra razón era porque no deseaban esparcirse sobre la faz de la tierra, así como Dios les había ordenado. La torre iba a ser un punto de referencia para mantener unida a la humanidad. Todo el asunto era, edificar una torre tan alta, que podía estar a la vista de todos, y así uno no se podía perder. De esta manera, todos podían permanecer unidos.   Esto no era la voluntad de Dios. Él había ordenado a Adán y Eva, a multiplicarse y llenar la tierra; no quedarse en un solo lugar. Entonces Dios se vio obligado a interferir en los planes del hombre, para que su voluntad, se pudiera llevar a cabo. Confundió el hablar de la gente, y como no se comprendían, pues no pudieron ponerse de acuerdo para edificar la torre. Finalmente, lo que sucedió, fue que los que se entendían se apartaron de los demás, y Génesis 11:8 nos dice: “Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra”.   Hoy el hombre sigue construyendo monumentos para sí mismo, castillos en el aire, sin tomar en cuenta la voluntad de Dios. Hoy Dios sigue involucrándose en la vida de los hombres, para llevar a cabo su voluntad. Y ¿sabes quién va a ser victorioso? Yo creo que sí sabes. Dios quiere que construyamos un edificio, una torre, si es que queremos llamarla así. Pero este edificio, es algo especial, y debe ser construido de acuerdo al plan maestro de Dios. El diseño ha sido dibujado por Él. Él es quien proveerá los materiales necesarios, y Él es el ingeniero encargado de la construcción.   En esta serie de cinco estudios, vamos a observar algunos puntos importantes, en relación a este edificio que Dios quiere que los hombres construyamos. Encontramos el diseño o plan de construcción, en 1 Pedro, capítulo 2, versículos 4 y 5. Vamos a nuestras Biblias para ver lo que nos dice: “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Lo que más me interesa en estos versículos, es que Dios quiere que construyamos una casa, pero no es una casa cualquiera. No es una casa común y corriente. Es una casa especial; edificada de una manera especial, sobre un fundamento especial, y por una razón muy especial. No es una casa muerta y estable, sino una casa viva y vibrante, llena de energía y amor. Es hecha de piedras vivas, y edificada sobre la roca, Jesucristo mismo. Es una casa que puede amparar a los miles de necesitados, brindándoles refugio, seguridad y descanso, y todo esto, para la honra y gloria de Dios.   En estos dos versículos, encontramos algunas verdades, que nos muestran la manera, en la cual tenemos que construir esta casa. Vamos a hacer un corrido ligero de estos puntos hoy, y en los próximos cuatro estudios, podemos profundizarnos un poco más, viendo estos puntos con más detalles.   En primer lugar, notamos que esta construcción se tiene que levantar con materiales vivos. No se puede edificar una casa viva, con materiales muertos. La Biblia nos enseña que el mundo se compone de dos tipos de personas. Los primeros son aquellos que tienen vida física, pero que nunca han nacido espiritualmente. La manera en que uno nace espiritualmente es por medio de arrepentirse de los pecados que uno ha cometido, pedir perdón a Jesús, el Creador, y aceptar el sacrificio que Él hizo en la cruz del calvario, creyendo que Él murió por los pecados que uno cometió, que fue sepultado, pero que resucitó al tercer día y que hoy está vivo. Uno le pide a ese Jesús, entrar al corazón de uno, aceptándole como único y suficiente Salvador. Cuando uno hace esto, Dios le hace nacer espiritualmente y el individuo se convierte en el segundo tipo de persona: los que tienen vida física, pero tienen vida espiritual, también. La casa que Dios quiere que se construya, será edificada con el segundo tipo, o sea, los que tienen vida espiritual. ¿Por qué? Porque la casa que se está construyendo es una casa espiritual y, no puede construirse una casa espiritual, con piedras muertas, sino piedras vivas.   Conste que hoy existen muchas religiones e iglesias, que no pertenecen a la casa espiritual que Dios desea, porque están llenas de piedras muertas, o sea, personas que nunca han aceptado a Jesús como Salvador, y por lo consiguiente, no tienen vida espiritual. Pueden hacer algunas cosas buenas, pero no tendrán el poder de Dios, porque no son piedras vivas, y Él no los usará para su construcción.   En segundo lugar, debemos notar que estas piedras vivas, van a ser edificadas en una casa espiritual. Hoy día, tenemos demasiados cristianos que se creen llaneros solitarios. Piensan que Dios los ha llamado únicamente a ellos, y que no existe nadie, quien puede hacer el trabajo mejor que ellos. No quieren cooperar con otros, no quieren ser responsables de nadie; sólo quieren hacer sus propias cosas cuando ellos lo sientan conveniente. Esto no es lo que Dios quiere. Dios quiere que trabajemos unidos, ayudándonos los unos a los otros, como un solo cuerpo. Todo esto involucrará que, ciertos individuos comprendamos, la necesidad de aceptar la cadena de autoridad que Dios ha establecido. Que estemos dispuestos a cooperar, obedecer y humillarnos muchas veces ante otros. Sólo así, es que podremos ser utilizados como piedras vivas, en este edificio que Dios construirá.   En tercer lugar, vemos que esta casa espiritual es una casa de sacerdocio santo. ¿Quiénes son los sacerdotes? Pues, las piedras vivas. Todo aquel que ha recibido a Jesús en su corazón, es considerado sacerdote por Dios. Esto lo veremos más a fondo en otro estudio. Pero por el momento, quiero que entendamos, que esta casa espiritual de sacerdocio santo tiene el fin de ofrecer sacrificios espirituales que serán aceptables a Dios. Estos sacrificios sólo pueden ser agradables y aceptados por Dios, si es que vienen por medio de su Hijo Jesucristo. ¿Cómo puede venir por medio de Jesús el sacrificio, cuando es la casa espiritual la que lo está haciendo? La respuesta es sencilla. La casa espiritual de la cual estamos hablando, no es otra cosa más que la iglesia, y la iglesia, es el cuerpo de Jesús. Por lo consiguiente, cuando esta casa espiritual hace las cosas correctamente, por las razones correctas, es Jesús quien está haciendo las cosas, y por eso Dios recibe el sacrificio. Dios Padre, se complace únicamente con lo que hace Jesús, su Hijo.   En cuarto lugar, necesitamos comprender que el resultado de todo esto, no es para levantar un monumento al hombre, sino levantar un recordatorio vivo de la gracia de Dios para su honra y su gloria. Un monumento vivo y eterno, que permanecerá por los siglos de los siglos, sin fin, porque es una casa espiritual que trata de lo eterno. No una casa física que pronto se acabará; un monumento de almas agradecidas que cantarán alabanzas a Jesús, por toda la eternidad, agradecidas por el perdón y la misericordia de Dios, Todopoderoso.   Todos tenemos una tarea que realizar, si es que vamos a cumplir con el propósito de nuestra existencia, Lo que necesitamos estar haciendo, es construir una casa espiritual, la cual ofrecerá sacrificios agradables a Dios, por medio de Cristo Jesús. Los que no han recibido a Jesús, necesitan hacer eso, antes de poder hacer ninguna otra cosa, pues son piedras muertas y se necesitan piedras vivas para la construcción. Los que ya hemos recibido a Jesús, necesitamos unirnos con nuestros hermanos en la fe y luchar por construir este edificio. En realidad, todos tenemos mucho trabajo que hacer, así que ¡Al ataque!   Vamos a orar. Padre, comprendemos que tenemos un trabajo de por vida delante de nosotros. Muchos de mis amigos que están escuchando en este momento, no te conocen, no han nacido espiritualmente, aún están muertos en sus delitos y pecados. El asunto es que no han comprendido debido a que Satanás tiene sus ojos vendados. Te suplico que les permitas ver la luz del evangelio. Y en cuanto a nosotros tus hijos, ayúdanos a comprender la importancia de ser piedras vivas y no piedras de tropiezo. Ayúdanos a construir este lugar especial que traerá honra y gloria a tu nombre. Te lo suplicamos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Abr 03, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Lo Que Sucede Si Lo Añadimos A La Fe
No es demasiado difícil para nosotros a veces, tolerar las necesidades de los niños; esperamos que ellos actúen de acuerdos a sus impulsos, pues no han obtenido suficiente experiencia para saber dominarlos. No han alcanzado una madurez intelectual para saber cómo deben comportarse en ciertas situaciones, no han aprendido a cooperar y respetar los derechos de las demás personas, actúan como niños porque lo son. Y tomando en consideración este hecho, los toleramos con paciencia, haciendo lo que podemos para educarlos y ayudarlos a alcanzar un nivel de madurez más alta, o simplemente ignorándoles dejando la tarea de su educación a otros individuos, algunos les enseñamos, otros les dejamos la tarea a otras personas. Pero algo que sí es difícil tolerar, son adultos que actúan como niños, personas que ya han tenido tiempo para ser educados y tiempo para adquirir experiencia y que sin embargo, están decididos a vivir como infantes, esperando que se les dé de comer, que se les atienda a su antojo y lanzando sus pequeñas demostraciones de mal temperamento cuando no se les concede lo que desean, de hecho a veces tenemos el deseo de tomar a estos individuos, ponerlos sobre nuestras rodillas y darles unas cuantas palmaditas en ese lugar que Dios hizo para eso, pues si quieren comportarse como niños, vamos a tratarles como niños, pero sabemos que eso no se puede hacer pues ya son mayores de edad.   Es triste cuando analizamos que la mayor parte de los cristianos son así, han nacido espiritualmente a la familia de Dios, pero no han crecido espiritualmente. Todavía se comportan como niños espiritualmente hablando. El apóstol Pablo nos habla de tales personas en Hebreos 5:12, diciendo: “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido”.   La razón por la cual el cristiano se queda niño sin crecimiento es porque no añade a su fe. En nuestros últimos estudios hemos hablado de una lista de cosas que encontramos en 2 Pedro 1, versículo 5-10, que se debe de añadir a nuestra fe. Uno nace físicamente, pero tiene que practicar ciertas cosas, si es que desea crecer. De la misma manera uno nace espiritualmente a la familia de Dios por medio de fe, pero si desea crecer espiritualmente, hay algunas cosas que va a tener que practicar.   Hoy queremos hablar de lo que podemos esperar si es que no añadimos a nuestra fe, pero antes vamos a regresar a nuestro texto en 2 Pedro, capítulo 1, versículos 5-10, para leerlo y refrescar un poco nuestra memoria, dice así: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. En nuestro texto notamos tres cosas que nos sucederán si no añadimos virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor a nuestra fe. En primer lugar, quedaremos sin fruto, en segundo lugar, tendremos la vista muy corta, y, en tercer lugar, no podremos pararnos firmes si no que nos encontraremos siempre caídos en el suelo.   La Biblia nos enseña en Juan 15, versículos 1 y 2, que nosotros debemos llevar fruto. Jesús dice: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto”. Nuestro texto nos enseña que, si añadimos a nuestra lista de cosas, estas que dicen en 2 Pedro, capítulo 1, versículos 5-10, a nuestra fe y estas cosas abundan en nosotros, no podemos estar ociosos ni sin fruto. Una vez que estamos practicando hacer el bien, estudiando la Palabra para ver lo que Dios desea de nosotros y cómo cumplir lo que desea, controlando nuestros deseos carnales, siendo pacientes con otros, practicando el compañerismo entre hermanos y testificando acerca de la salvación que pueden tener en la persona de Cristo Jesús, el resultado de esas cosas va a ser fruto. Y entre más frutos damos, más bendecidos vamos a ser por el Señor. Dios nos dará a conocer su voluntad y eso nos llevará a la producción de más fruto, la cual traerá más felicidad a nuestras vidas y deseará producir más frutos. ¡Gloria a Dios!, nuevamente quiero hacer énfasis en el hecho de que es nuestro deber producir fruto. No solo el pastor debe producir frutos, sino que cada hijo de Dios debe dar fruto. Jesús dice en Juan 15:8: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”. La razón por la cual muchos cristianos no están dando fruto, es porque no han añadido a su fe. La segunda cosa que nos sucederá si no añadimos a nuestra fe, será que nuestra vista será corta. Esto simplemente significa que no podremos ver más allá, del lugar donde actualmente estamos. Cuando uno tiene el privilegio de visitar otros lugares, conocer a otras personas y ver diferentes costumbres, su conocimiento crece y uno tiene un apetito por conocer aún más, ya no vive dentro de los límites de su pequeña ciudad o país, sino que desea alcanzar nuevos horizontes. Cuando tiene que desarrollar un trabajo su manera de actuar y expresarse no será limitada, pues uno ha adquirido información que lo ayudará a desarrollarse con más amplitud. El cristiano que ha recibido a Jesús, y no añade las prácticas de estudiar la Palabra para ayudar a otros, vivirá la vida de un recién nacido que llora cuando tiene hambre y que desea ser cargado siempre por los demás, será una persona egoísta que solo piensa en su propio bienestar, sin tomar en cuenta el desvelo y la angustia que les causa a otros. Es normal que el cristiano nuevo sea cargado y protegido por sus hermanos mayores por un tiempo, pero cuando pasan años y el bebé no ha crecido, lo que tenemos es una anormalidad. Conste que la familia de Dios está llena de cristianos anormales que nunca han crecido espiritualmente, hijos que son un peso para la familia en vez de una bendición ya que únicamente piensan en sí mismos, quieren que sus hermanos siempre los tengan en brazos, siempre desean que uno los esté mimando, pero nunca levantan un dedo para contribuir al bienestar de la familia, piensan que todos les deben brindar ayuda pero que ellos no tienen ninguna responsabilidad para con nadie. Como dice en nuestro texto, se les ha olvidado todo lo que Jesús tuvo que hacer para que pudieran pertenecer a la familia de Dios, lo que sucede, y esto es verdaderamente lamentable, es que están abusando de los privilegios que Jesús les ha dado a costa de su propia vida, lejos sea de nosotros mostrar nuestro agradecimiento de esta manera.   Ya se sabe, y esto nos trae al último punto, que esta persona no va a poder parase firme. No tiene estabilidad, no tiene experiencia, no ha salido a la batalla, es un bebé, en vez de proteger, tiene necesidad de ser protegido y lo triste es que, en vez de ser un guerrero, se ha convertido en un peso enorme para el ejército, quien no solo tiene que cuidarse del enemigo, sino también de él mismo, pues con su inhabilidad, puede ser hasta peligroso para sus compañeros combatientes. Es como ir a una batalla con puros novatos, uno tiene que cuidar su espalda al igual que su frente pues quien sabe lo que estos soldados sin experiencia van a hacer, a lo mejor le disparan a uno creyendo que es el enemigo. El cristiano que no añade a su fe va a vivir cayendo a cada momento en las trampas que el enemigo les tiende, y los hermanos, en vez de estar ganado armas, tienen que dedicarse a salir de un lio tras otro.   Hermanos, con toda sinceridad, debemos dedicarnos a luchar diligentemente por añadir estas cosas a nuestra fe, pues si no, no vamos a producir fruto, seremos cortos de vista y viviremos cayendo a cada instante. Esta no es la manera en que un hijo de Dios debe vivir. Todos tenemos una obligación de crecer y de ser fuertes y saludables, para la honra y la gloria de nuestro Señor.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por la serie de estudios que hoy estamos finalizando, te pedimos perdón por no haber sido más diligentes en añadir estas cosas a nuestra fe para así ser más responsables y productivos, en la lucha que tenemos contra el mal, Padre, pedimos ayuda para aplicar estas cosas a nuestras vidas, ya que sin ti estamos totalmente perdidos. En el nombre de Jesús, oramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 24, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Añadiendo Amor
La Palabra de Dios nos dice que, aunque hablemos en árabe, italiano, chino, inglés, español y cualquier otro idioma, de nada nos sirve si no tenemos amor, nos enseña que, si tuviéramos la capacidad de predecir el futuro, y no tenemos amor, de nada nos sirve. Nos declara que, aunque entendiéramos todas las ciencias, pudiendo explicar lo misterios del mundo, que no nos serviría de nada si no tenemos amor, y aunque tuviéramos tal fe como para ordenar a una montaña, quitarse de su lugar, de nada nos sirve si nos falta amor. Podríamos ser tan religiosos como para dar todos nuestros bienes a los pobres y entregar nuestros cuerpos en sacrificio. Pero si no tenemos amor, Dios dice que de nada nos sirve, o sea, que el haber hecho todas estas cosas sin amor, es haber hecho absolutamente nada en los ojos de Dios. El asunto es que Dios no está interesado con nuestros sacrificios sino con actitud de nuestro corazón. Podemos hacer sacrificios por compromiso y no por las razones correctas. Podemos hacer cosas por responsabilidad y deber y no porque nuestro corazón está en ello.   Me acuerdo cuando mi papá me hacía pedirle disculpas a mi hermano menor, cuando yo lo había golpeado o le había hecho algún daño, y me paraba frente a mi hermano y le decía lo siento. Pero era de boca nada más, lo decía porque sabía que me iba mal con mi papá sino le obedecía en decirle perdón a mi hermano, pero en mi corazón no estaba arrepentido yo de nada.   Así es con la mayoría de los cristianos quienes honran a Dios con sus labios, pero cuyos corazones están lejos de Él; mi papá no podía ver mi corazón, Dios si ve el corazón y sabe cuándo estamos haciendo algo de corazón o simplemente porque es nuestro deber.   Hemos estado estudiando acerca de una lista de cosas que necesitamos añadir a nuestra fe para poder crecer espiritualmente. Hoy vamos a tocar el último elemento mencionado en nuestro texto de la serie de estudios, es amor.   2 Pedro 1:5-10, dice: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”.   Todos sabemos que Dios es amor, y si Dios vive en nosotros, su amor también está en nosotros, sin embargo, tener amor y expresar amor, son dos cosas muy distintas. Yo amo a mi esposa y a mis dos hijos, pero muchas veces se me olvida expresarles mi amor en palabra y en hecho; no existe ninguna duda de que ellos me aman a mí, pero siempre me agrada escuchar un te amo de parte de ellos. MI hija tiene costumbre de dejarme notitas donde las puedo encontrar y siempre me animan. La realidad del asunto es que todos queremos ser amados. Practicar amor es algo difícil. Por eso nuestro texto, al igual que todos los demás elementos, nos enseña que debemos añadir estas cosas con diligencia, mostrando la urgencia de que tengamos estos ingredientes en las vidas e indicando que no será una tarea fácil de lograr.   Es difícil practicar amor en nuestro diario vivir, simplemente porque tenemos una naturaleza carnal, la cual siempre va en busca de su propio bienestar. Nuestra naturaleza carnal bajo la influencia de Satanás nos hará sentir que somos superiores a los demás y que nosotros merecemos recibir homenaje de los demás. Como hemos mencionado en otros estudios anteriores, aprendemos por repetición.   Vivimos en un mundo donde el amor no es practicado, vivimos en un mundo en donde todos tratan de aprovecharse de los demás, esta repetición se ha incrementado profundamente en nuestro subconsciente, de tal manera que nosotros nos hemos contagiado y hacemos lo que hemos visto hacer. No debiera sorprendernos el hecho de que el mundo no practique amor, pues Dios es amor, y como el mundo no le conoce, pues, ¿cómo va a practicar amor? Tomando en cuenta lo de nuestra naturaleza carnal, nos será necesario tomar medidas prácticas para poner en práctica este elemento, nos será necesario poner en práctica el método del apóstol Pablo, mencionado en 1 Corintios 9:27, donde el famoso siervo del Señor, dijo que a veces le era necesario golpear su cuerpo, haciéndolo sujetarse al espíritu; aquí es donde entra el asunto del dominio propio, porque habrán momentos en nuestras vidas cuando será más fácil ser odioso y tratar mal a las personas, especialmente cuando sienten que merecen sr tratados así, lo que debemos comprender es que todos somos influenciados por Satanás, y que debido a nuestra naturaleza carnal, no es fácil rechazar dicha influencia, principalmente cuando uno no es salvo o no ha sido instruido en la Palabra de Dios. Una vez que hemos aprendido a hacer las cosas por amor a Dios y al prójimo, y no porque es nuestro deber o responsabilidad, nuestro punto de vista concerniente a la vida, cambiará totalmente. Hace unos momentos estábamos hablando acerca de poder mover montañas y predecir el futuro además de otras cosas, y vimos que la Biblia nos enseña que, aunque pudiéramos hacer todas esas cosas, de nada serviría si no tenemos amor. La razón por la cual no serviría de nada es porque el poder hacer esas cosas, no trae ninguna satisfacción eterna, sí pueden complacer por el momento, pero esa complacencia, pronto se acaba, porque es carnal, mientras que cuando las cosas se hacen con amor, el resultado es muy diferente.   Muchas veces yo he ido al templo porque era mi deber hacerlo, era mi responsabilidad estar ahí, yo tenía que traer el mensaje, o dirigir los cantos o dar la en la escuela dominical. Mi perspectiva o punto de vista era que Dios iba a estar agradecido por la sencilla razón de que yo estaba cumpliendo con mis deberes, ¿cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no era así? Dios no se complace con un sacrificio no hecho de corazón. Cuando voy al templo debo ir para bendecir a Dios, no porque es mi deber hacerlo, debo ir para hacer una bendición a Él, y no porque es mi responsabilidad; debo ir porque amo a Dios y porque estoy agradecido por la vida eterna que me ha dado, y cuando llego de esta manera al templo, entonces soy bendecido, porque cuando bendigo a Dios, soy bendecido por Él. Lo que el hombre sembrare, eso también segará. Si siembro bendición, segaré bendición, y esto si complace a Dios. El no practicar amor en nuestras vidas, nos llevará a una vida fría, amarga y solitaria. Nuestro texto dice que la persona que no añade amor a su fe será corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados, o sea que esta persona se olvidará de lo mucho que Dios la ha perdonado, y buscará la manera de desquitarse con el mundo, su vida se llenará de veneno, siempre verá el mal en las personas, siempre esperará que le traten mal y por lo consiguiente nunca establecerá amistades. Llegará a ser una persona digna de lástima, un pobre ejemplo de lo que es un verdadero cristiano, hermanos, si nosotros hemos llegado a ser así, es hora de cambiar eso, no podemos agradar a Dios viviendo de esa manera. El amor se debe ver en nuestras vidas, el amor. El amor es algo que debemos buscar añadir a nuestras vidas con diligencia, y la única manera de compartir amor es compartir a Dios, pues como dijimos anteriormente, Dios es amor. Este amor es desinteresado, no espera nada a cambio, es compartido porque el individuo desea compartirlo y únicamente por eso. Ese es el tipo de amor que Jesús tiene para con nosotros, nos amó aun cuando nosotros buscábamos su muerte, de hecho, fueron nuestros pecados los que le enviaron a la cruz del calvario. Así que debemos luchar por añadir amor a nuestra fe, cuando aprendemos a practicar amor en nuestras vidas, vamos a observar muchas bendiciones de parte de nuestro Padre Celestial.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el amor que tú tienes para con nosotros. Estamos sumamente agradecidos. En estos momentos venimos ante tu trono para suplicarte que nos ayudes a compartir tu amor que está en nosotros, con las personas quienes nos rodean. Padre, nuestro hábito ha sido hacerle mal a los demás, antes de que nos hagan mal a nosotros, hemos sido egoístas haciendo las cosas por interés para nuestro propio beneficio. Te pedimos que nos perdones y esperamos tu auxilio, ya que esto no va a ser cosa fácil para añadir a nuestra fe. Confiamos en tu Palabra, en que no hay nada imposible para ti, y dependemos de ti y de tu ayuda para poner en práctica el amor. En el amor de Jesús, en el nombre de Él te lo pedimos todo. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 23, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Añadiendo Afecto Fraternal
Cierto día, un padre de familia envió a sus hijos al patio, indicándoles que cada uno debía traerle dos ramas finas, de un árbol que había frente a la casa. Al regresar sus hijos, el padre hizo que se sentaran y les dio una enseñanza que jamás se les olvidaría. El padre se acercó al primer hijo y le pidió una de las dos ramas que había traído. Tomo la rama en sus dos manos y dijo: Esta rama eres tú, y la quebró. Fue al segundo hijo e hizo lo mismo, y así sucesivamente con todos ellos. Al terminar les dijo: Si ustedes intentan enfrentarse a la vida solos, o sea, individualmente, fácilmente pueden ser quebrados. Sin embargo, dijo, quiero mostrarles algo, y enseguida le quitó la segunda rama a cada uno, las puso juntas e intentó quebrarlas. No pudo. Pasó las ramas a cada uno de sus hijos, y les ofreció un premio si pudieran quebrarlas así unidas.   Todos intentaron quebrar las ramas, pero todos se dieron por vencidos, pues era imposible. El padre los volvió a ver, sonrío y expresó lo siguiente: “Hijos míos, en la unión hay fuerza”.   Nosotros estamos haciendo un estudio de una serie llamada Añadiendo a nuestra fe. Nuestro texto se encuentra en 2 Pedro 1:5-10 y ya hemos estudiado sobre el asunto de añadir virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, y piedad a nuestra fe. Hoy vamos a hablar acerca de algo que traerá unión y fuerza a nuestra familia, la familia de Dios; este asunto es el afecto fraternal. Pero antes de profundizarnos en nuestro tema, vamos a ir a nuestro texto para leerlo. 2 Pedro, capítulo 1, versículos 5-10, dice así: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”.   Nuevamente, queremos hacer énfasis en el hecho de que estas cosas se deben añadir con diligencia, pues si no será difícil que den frutos, nos volveremos cortos de vista, nos quedaremos estancados espiritualmente y no tendremos las fuerzas que necesitaremos para servir a nuestro Señor.   Afecto fraternal es nuestro tema hoy. Notemos que en la lista de cosas que debemos añadir con urgencia a nuestra fe, afecto fraternal, viene después de virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia y piedad, es así porque pienso que se necesita de todo lo antes mencionado, para lograr afecto fraternal. Es casi imposible encontrar una iglesia en donde todos los hermanos se amen, se respeten y se traten con cariño unos a otros, unidos en su lucha en contra de Satanás. Eso no es nada normal, pues acordémonos de los pleitos entre los discípulos de Jesús, aun estando Él con ellos aquí en la tierra. Se ponían a discutir que quien amaba más a Jesús, que quien se iba a sentar a su derecha o izquierda cuando estuviere reinando y cosas así, y no nos olvidemos del argumento entre Pablo y Bernabé. Estos dos hermanos se separaron debido a una discusión que tuvieron en cuanto a Juan Marcos, el sobrino de Bernabé. Sí, este asunto de afecto fraternal es difícil de lograr. ¿Quieres saber por qué es tan difícil? Es difícil porque Satanás hará todo lo posible para que haya discordia entre nosotros, hace esto porque sabe lo peligroso que sería para él, si nosotros estuviéramos unidos en nuestra lucha. Por eso es que nos mantiene separados lo más posible. ¿Te acuerdas de la ilustración de la familia y las ramas? Si Satanás nos puede mantener separados, puede luchar en nuestra contra con más éxito, recordemos que la unión hace la fuerza, el día en que nos ponemos de acuerdo en luchar contra él, será el día en el que tenga que retirarse a una esquina para sobar sus heridas. La promesa de Jesús a su iglesia ha sido que ni las puertas del infierno pueden prevalecer contra ella. El asunto es que la iglesia se compone de muchos miembros, y si Satanás puede tener a muchos miembros peleando entre ellos mismos, pues no tiene de que preocuparse.   Nuestro texto nos enseña, que si el afecto fraternal, acompañado de las demás cosas que hemos estudiado, abunda en nosotros, seremos productivos, daremos fruto, eso es una promesa, así que debemos luchar para que pueda hacer afecto fraternal en nuestras congregaciones para el avance del reino de nuestro Señor. Hay un sinnúmero de versículos en la Palabra de Dios, que nos enseñan a perdonarnos los unos a los otros, soportarnos los unos a los otros, y animarnos los unos a los otros. No puede haber un deseo de hacer ninguna de estas cosas, si no existe un afecto sincero de los hermanos los unos para con los otros. Se les enseña a los mayores de edad en la fe, a proteger y cuidar de nuestros hermanitos menores; y el apóstol Juan, para hacer hincapié en el hecho de que debemos amar a nuestros hermanos, nos escribe estas palabras en 1 Juan, capítulo 4, versículos 20 y 21, dice así: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quién ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de Él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”.   El hermano en la fe que no tiene afecto fraternal debe considerar seriamente su situación, nuestro texto nos dice que tal hermano tiene la vista corta, tiene la vista corta porque no puede ver que esto es para su propio bien, Jesucristo le ha dejado la tarea de discipular a las naciones, esta tarea será imposible sin la ayuda de otros, no tenerles afecto a los hermanos, no ayudarles para que se edifiquen espiritualmente, será perjudicar su propia causa. Además de eso, segamos lo que sembramos, si yo quiero comprensión, afecto y la ayuda de los demás, debo sembrar comprensión, afecto y ayuda. Si nosotros hemos alcanzado cierto nivel de crecimiento espiritual, no lo logramos a solas, alguien nos instruyó, haya sido en ejemplo o en palabra, ¿acaso se nos ha olvidado cuando nosotros éramos novatos en las cosas del Señor? ¿Se nos han olvidado las preguntas que para otras eran tontas que nosotros hicimos cuando recién recibimos a Jesús en nuestro corazón?, ¿acaso nosotros lo sabemos todo ahora y no necesitamos del compañerismo y afecto de nuestros hermanos en la fe? ¡Claro que lo necesitamos! Sería imposible aguantar a solas el peso del evangelio, por eso es que Dios nos ha puesto aquí. Nadie nos puede comprender mejor que un hermano en la fe, nadie nos entiende mejor que un hermano en la fe y de hecho, llegan momentos cuando somos más allegados a nuestros hermanos en la fe, que a nuestros hermanos carnales. Debemos recordar que nosotros somos seres de hábitos, la manera de añadir afecto fraternal a nuestra fe es por medio de pedir a Dios que nos ayude, primeramente, y después buscar maneras de animar y ser una bendición para las personas quienes nos rodean, especialmente a nuestros hermanos en la fe. Cuando hacemos esto, debe ser un acto no egoísta, sin esperar nada a cambio. Tendremos que aprender cuando cerrar nuestras bocas y cuando abrirlas, tendremos que aprender a edificar a otros, en vez de destruirlos. No será fácil, pero entre más practiquemos afecto fraternal, más fácil será.   Hay algo más que debo decir antes de terminar nuestro estudio hoy, como en todas las cosas, Satanás buscará la oportunidad de meterse y destruir. Cuando hablamos de afecto fraternal, debe ser precisamente y única eso, amor entre hermanos, no debe pasarse de este punto; y está en nosotros el practicar el afecto fraternal correctamente. No debemos abusar ni permitir tampoco que otros abusen. ¿Cómo hacemos para reconocer cuando alguien está abusando? Observemos el fruto que da. Si todo es habla, y no hay acción bendecida por Dios, probablemente hay un lobo entre las ovejas. Tenemos que cuidarnos.   Vamos a orar. Padre, te damos gracias por el estudio de hoy, Señor, comprendemos que, para ser fuertes, tenemos que estar unidos. Hemos observado hoy que el afecto fraternal es una clave para unirnos. Te pedimos que nos ayudes a poner este elemento valioso en práctica en nuestras vidas. No lo pedimos para nuestro propio bienestar, aunque sabemos que seremos beneficiados sino lo pedimos para tu honra y tu gloria, para el engrandecimiento de tu reino. Te lo pedimos, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 22, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Añadiendo Piedad, Misericordia
¿En qué situación nos encontraríamos si Dios no hubiera tenido piedad de nosotros?, el hombre en su perversidad, en total rebeldía a Dios, ha levantado su rostro en desafío al creador del universo. Ha decidido hacer su vida sin tomar en cuenta la razón por la que fue creado. Con un solo gesto de desprecio, Dios ha sido expulsado de las escuelas, gobiernos y de la unidad familiar, para ser reemplazado por el humanismo secular, la creación ha decidido que el Creador no hace falta y que las respuestas al éxito de la humanidad se encuentra en nosotros mismos; tal pensar  lleva en sí sus propias consecuencias, por las cuales estamos pagando a precio muy caro sin tomar en cuenta que Dios con una media palabra, podría borrarnos eternamente del mapa, enviando nuestras almas directo a un trágico sufrir por toda la eternidad, pero Dios es amor, y en su amor ha tenido piedad, compasión y misericordia para su creación. Viendo la situación desesperada del hombre, envió a su unigénito Hijo Jesucristo a morir en la cruz del calvario para que el hombre pudiera escapara de su enorme lío.   La realidad es que todos debiéramos morir físicamente después de sufrir las consecuencias de una vida en rebelión a Dios y luego padecer los sufrimientos dentro de las llamas del infierno por el resto de la eternidad, porque para ir al cielo, por méritos propios, uno tendría que ser completamente perfecto, sin haber pecado ni una sola vez, así que todos quedamos excluidos, pues la Palabra de Dios, nos dice en Romanos 3:23, que “Todos hemos pecado, y por lo consiguiente estamos destituidos de la gloria de Dios”. Menos mal que Dios ha tenido piedad de nosotros. Siendo nosotros hijos de Dios, la piedad se debe ver en nuestras vidas también. Para nosotros no será tan fácil practicar la piedad, es algo que tendremos que añadir a nuestras vidas, es algo que tendremos que practicar una y otra vez para que llegue a ser hábito en nuestras vidas. Con la ayuda del Espíritu Santo y la práctica continua de la piedad, podemos añadirla a nuestras vidas y así crecer espiritualmente. Vamos a nuestro texto en 2 Pedro 1:5-10, para refrescar nuestra memoria y así entrar al séptimo estudio de la serie “Añadiendo a nuestra Fe”, dice: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. La Palabra de Dios es muy clara en enseñarnos que debemos ser diligentes en añadir ciertas cosas a nuestra fe para que podamos dar fruto y nos enseña que, si no añadimos esta lista de cosas, es porque tenemos una vista corta de lo que es ser cristiano y estamos ciegos en cuanto a lo que Dios espera de nosotros y de que nos hemos olvidado de lo que somos en Cristo Jesús. Además de todo eso, nos hace ver que viviremos cayendo momento a momento, por falta de madurez y fuerza espiritual que vienen con el añadir estas cosas a nuestras vidas.   Ya hemos estudiado acerca de añadir virtud, el deseo de siempre hacer lo bueno, conocimiento, el obtener información bíblica que nos ayude a hacer lo bueno, el dominio propio, autocontrol, para que hagamos siempre lo correcto y paciencia, o sea, la habilidad de sufrir cosas con resignación, dando tiempo a que haya un resultado positivo. Hoy llegamos a un elemento más que debemos añadir a esta lista de cosas: Piedad.   Es sumamente importante que el discípulo de Jesucristo muestre “Piedad”, piedad no es más que compasión mezclada con misericordia, si el cristiano no siente compasión y misericordia por el pecador, dejará de hacer lo bueno, dejará de compartir el evangelio de Cristo con otros, dejará de dar un buen ejemplo al incrédulo, porque no le importará el destino eterno de las almas. Conste que esto es algo, nuevamente que el discípulo de Jesús debe buscar añadir a su fe con diligencia. Si uno no tiene piedad debe postrarse ante Dios y suplicarle que le ayude a obtenerla, ¿por qué? Porque si el creyente tiene piedad, no se cansará de anunciar la buena nueva de la salvación de Cristo Jesús, no se cansará de ayudar al pobre, no se cansará de apoyar a sus hermanos en la fe, y entre más practica la misericordia, más le dará Dios para poder continuar en la práctica de la misma. Claro está que el que siembra piedad, cegará piedad, su recompensa, será grande. Por otro lado, si el creyente no añade esto, será obstaculizado y detenido en su crecimiento espiritual, tendrá la vista corta, no vera todas las cosas maravillosas que Dios puede hacer con su vida, no verá las posibilidades de cambios en personas que pueden lograrse por medio de su intervención y que luego serán de bendición y beneficio a la obra del Señor. Muchos enemigos fuertes del evangelio han llegado a ser fuertes aliados del evangelio debido a que alguien, con piedad para ellos fue constante en compartir el mensaje de Dios. Estas personas que habían añadido piedad a su fe aguantaron las burlas, el menosprecio y las injusticias de dichos enemigos, pero la piedad que sentían para dichas personas les hizo ser constantes en anunciar el amor de Dios y finalmente, el amor venció.   El creyente que no añade piedad a su fe llega a cegarse al significado de su existencia, su mente se nubla y queda sin comprensión del propósito de su llamado, se le olvida que él una vez estaba en la misma situación y que Dios y otros tuvieron piedad de él. Se le olvida que él iba camino al infierno debido a sus pecados, que merecía pagar la consecuencia de sus pecados, pero que Jesús con piedad murió en su lugar, se le olvida que alguien le anunció esta verdad y que cuando vino a Cristo para pedirle perdón, Jesús le perdonó de todos sus pecados dándole vida eterna y un propósito para vivir, se le olvida que Dios le adoptó a su familia y que le llama hijo.   Una persona en esta condición, habiendo recibido tanta bendición de Dios, realmente está ciega. ¿Cómo es posible que tantos cristianos nos encontremos en esta situación? La respuesta es fácil, hay cosas que necesitamos añadir a nuestra fe y una de ellas es piedad. Esta falta de piedad nos hace caer una y otra vez, cuando no tenemos compasión para el pecador, nos convertimos en personas egoístas, queriendo tener todo para nosotros, pero no queriendo que nadie más alcance lo que hemos obtenido. Nos convertimos en malos siervos, así como el siervo mencionado en la parábola de los talentos; escondemos nuestra fe, no compartimos a Cristo con otros y no agradaremos al Señor de esta manera. Nuestra falta de ser productivos traerá un estancamiento a nuestro crecimiento espiritual. Cuando somos atacados por Satanás, caeremos por falta de fuerza. Cada uno de nosotros necesitamos luchar diligentemente por añadir piedad a nuestra fe. Conste que el hecho de que la Biblia nos indique que debemos añadir piedad a nuestra fe, es porque hay una falta de piedad en nosotros. Muchos creyentes piensan que tenemos todo ya establecido en nuestras vidas. Desde el momento en que recibimos a Jesús, piensan que somos perfectos conste que esto no es así, de otra manera, la Biblia no nos haría ver la necesidad de añadir algo, si no tenemos piedad, lo primero que necesitamos hacer es orar, pidiendo a Dios que nos de piedad para con otros y preguntarnos: ¿Cómo me sentiría yo si estuviera así? ¿Qué iba a querer yo que otros hicieran en mi situación?, al ponernos en el lugar de otros, muchas veces las cosas se ven diferentes, permitiéndonos empatizar con las personas. No es que la piedad sea algo fácil de añadir, si lo fuera la Biblia no nos diría que buscáramos añadirla con diligencia, pero sí es esencial añadirla a nuestras vidas si queremos crecer espiritualmente y dar fruto que honre y glorifique a Dios.   Vamos a orar. Padre, antes de todo, queremos agradecerte por haber tenido piedad de nosotros. Somos inmerecedores de tu amor, y en cambio de la piedad que nos has mostrado, te suplicamos que nos permitas a nosotros mostrar piedad también en nuestras vidas. Nosotros queremos ser como tú, queremos agradarte con nuestras vidas, por todo lo que nos has dado, ayúdanos a añadir este valioso elemento a nuestro diario vivir. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 21, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Añadiendo Paciencia
“Te voy a echar ranas en la panza”. Esas fueron las palabras del curandero que se enfadó conmigo por predicar en contra de la brujería, ¿cuál fue mi contestación? Le dije que me echara cien mil ranas si es que lo podía hacer. Cuando lo dije, lo dije sin ninguna paciencia, lo dije sin comprensión, lo dije sin amor, no he cambiado mi mensaje hoy, es el mismo, y quizás contestaría de la misma manera, pero esta vez mi actitud sería diferente; el hecho de que tengo la verdad no da derecho a abusar de otras personas. Mi deber debió haber sido el de ganarme al curandero para la honra y gloria de mi Padre celestial. Yo lo único que quería lograra en aquel entonces, era probar que yo estaba en la verdad y que no le tenía miedo. Con el tiempo, el cristiano obediente a Dios alcanzará madurez espiritual. Obtendrá una experiencia que le convertirá de un soldado sediento para la batalla y la fama, a un verdadero guerrero discípulo que no huye de la batalla, pero que entra a ella con astucia para la honra y gloria de Dios. Día a día es transformado de un soldado desesperado para la victoria, a un guerrero que reconoce que la victoria es ya nuestra, pero quien desea minimizar la tragedia de la batalla sangrienta; para lograr este tipo de actitud, el creyente necesita añadir a su fe paciencia.   Hemos estado estudiando acerca de añadir a nuestra fe, ya hemos estudiado acerca de añadir los elementos de virtud, conocimiento bíblico y dominio propio, hoy deseamos analizar el siguiente elemento: Paciencia. Vamos en nuestras Biblias a 2 Pedro 1:5-10, para refrescar nuestra memoria concerniente al texto de estudio y después podemos hablar acerca de paciencia. 2 Pedro 1:5-10, dice: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”.   Es necesario recalcar sobre tres asuntos, al igual que en los estudios anteriores de esta serie. La primera cosa que nuestro texto nos señala es que debemos buscar añadir esta lista de cosas a nuestras vidas. Pero hace hincapié en el hecho de que debemos añadir estas cosas con diligencia. En segundo lugar, vamos a analizar lo que significa paciencia y cómo es que vamos a añadirla a nuestra fe, virtud, conocimiento y dominio propio. En tercer lugar, vamos a ver el resultado de añadir paciencia, al igual que el resultado de no añadir paciencia a nuestras vidas. Necesitamos comprender que añadir paciencia a nuestra vida no va a ser ninguna fiesta. Con esto quiero dar a entender que no va a ser asunto que se logra a base de mucha alegría, no va a ser algo que se alcanza con facilidad, por eso es que la Biblia nos exhorta a buscar añadirla con diligencia; dice diligencia, porque sabe que la tarea será una de dificultad, pero al mismo tiempo, es algo que se necesita hacer con urgencia para nuestro propio bienestar, y el avance seguro del reino de nuestro Dios. Paciencia es una virtud que poseen aquellos que saben sufrir las cosas con resignación, es la capacidad de poder esperar con tranquilidad y soportar eventos pesados que vienen a la vida de uno. Muchos de nosotros somos rápidos para tirar la toalla, simplemente porque no sabemos ejercer paciencia. Es importante que comprendamos que la paciencia es algo que se puede aprender, es algo que podemos añadir a nuestra manera de vivir, para algunos de nosotros, será fácil ponerla en práctica en nuestras vidas, para otros será más difícil, pero todos podemos obtenerla. Con esto quiero animarte, pues, la paciencia mora en nosotros solo es asunto de saber aplicarla a nuestra forma de ser.   Todo lo que hacemos lo hemos aprendido por hábito. Un hábito se forma por repetir algo una y otra vez. Cuando esta repetición es acompañada por una fuerte emoción, el hábito se crea con más rapidez, por ejemplo cuando uno viaja por la ciudad en su vehículo y el chofer de un taxi mira a un cliente y se cruza frente a uno haciendo que uno tenga que frenar con rapidez para no causar un accidente, de inmediato la emoción de enojo se siente, uno levanta el puño al aire y, sino es cristiano, comienza a decir cosas que en este programa no podemos repetir, no ensayó lo que iba a decir, y hasta puede ser que después se arrepienta de lo que dijo, pero el asunto es que dicho está, lo hizo fuera de hábito. Lo triste es que lo hará la próxima vez también, a menos de que cree otro hábito para el lugar del mal hábito que ahora tiene.   La mayoría de nosotros somos impacientes. Hemos aprendido a ser impacientes por hábito. Cuando nos encontramos en ciertas situaciones, comenzamos a sentir nauseas, desesperación y deseos de salir corriendo. Comenzamos a caminar de un lado para otro, nuestra mente nos indica que no somos importantes pues nos está haciendo esperar demasiado y nos volvemos impacientes, pronunciamos algunas palabras que definen nuestro disgusto, tiramos algo y nos vamos. Todo esto lo hemos practicado una y otra vez, repitiendo el proceso de tal manera que ha llegado a ser nuestra forma de actuar. Lo que se tiene que hacer es: cambiar ese proceso de computación, tenemos que borrar el programa viejo e insertar un programa nuevo por medio de repetir una y otra vez otro proceso, el programa nuevo debe basarse en la Palabra de Dios. Lo que tenemos que hacer es, cuando nos encontramos en la misma situación, nuevamente, tener una actitud diferente, y practicar esa actitud, lo que hemos añadido a la lista de nuestro texto, nos ayudará a alcanzar este paso con más facilidad; tenemos fe en Dios y sabemos que Él nos ayudará aun cuando pensamos que pudiera ser imposible cambiar. Tenemos virtud, o sea, el deseo de hacer lo que es correcto y bueno, tenemos conocimiento de lo que Dios espera de nosotros como sus hijos, y sabemos que Él desea que seamos ejemplo en todo confiando en Él siempre. Tenemos dominio propio, o sea que podemos detenernos cuando vamos mal para poner en práctica lo que es correcto. Todas estas cosas nos ayudarán a poner en práctica este asunto de paciencia. Pienso que una de las cosas que más me cuesta a hacer es tolerar la ignorancia, así como en el caso del curandero, quizás a otras personas, los podría mantener disminuyendo el poder bajo su control y el poder de Satanás, pero que este individuo pensara que yo iba a retroceder, con una cosa tan ridícula como la de echarme ranas en el estómago, irritó mi paciencia. Aparentemente este curandero era ignorante del poder de Dios que yo recibí cuando acepté a Jesús como mi Salvador, aparentemente desconocía que el Espíritu Santo moraba en mí y que no existe poder más grande que el poder de Dios. Mi falta de paciencia para tolerar esta ignorancia me hizo corresponder fuera de la voluntad de Dios, pues, respondí con enojo, respondí con orgullo y superioridad y Dios no iba a bendecir mi actitud, no di buen ejemplo, no di fruto.   Cuando no somos pacientes, el resultado casi siempre va a ser desastroso. Es así porque herimos a personas a quienes no queremos herir, recuerda que esta actitud de la impaciencia surgirá quiera o no, porque uno responde por hábito, somos impacientes para educar a nuestros hijos, somos impacientes para hacer nuestro trabajo; el no añadir paciencia a nuestras vidas es convertirnos en monstruos gruñones que serán evadidos por las demás personas. Si no tenemos paciencia, nada nos saldrá bien. Por otro lado, si aprendemos a ser pacientes tomando las cosas con calma y actuando como es debido de acuerdo a las Escrituras, veremos cambios muy positivos en nuestras vidas. Como dice nuestro texto: No quedaremos sin fruto. Espero que todos meditemos seriamente sobre este asunto de añadir paciencia a nuestra fe, es necesario para tener una vida productiva que agrade a Dios.   Vamos a orar. Padre, te damos gracias por el estudio de hoy, y te pedimos que nos ayudes con este proyecto de añadir paciencia a nuestra lista de cosas que hacer. Padre, tú mejor que nadie sabes lo difícil que es para nosotros no desesperarnos en este mundo donde todo parece ser una carrera de ratas; en tu Palabra nos indicas que debemos estar quietos y reconocer que tú eres Dios. No será fácil para nosotros emprender esta tarea, pero tampoco será imposible, especialmente si tú nos ayudas. Suplicamos tu asistencia en este asunto, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 20, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Añadiendo Dominio Propio
Como cuesta controlarse uno mismo, la cosa más fácil para mi es darles consejos a otras personas, pero vieras como me es de difícil aplicar mis propios consejos a mi propia vida. Cuando otros están teniendo problemas familiares la situación se me hace bien clara y sin problema alguno doy mi diagnóstico y la receta para arreglar el mal. Pero cuando se trata de aplicar los principios de ser buen marido o padre a mi propia de repente se me nubla la mente y por algún motivo simplemente no puedo dominar o controlar la situación.   Cuando veo a personas con problemas de salud, no me cuesta decirles que deben tener cuidado de su alimentación, asegurarse de dormir lo suficiente y establecer un programa de ejercicio corporal pero ¿Me domino yo cuando me ponen un delicioso plato enfrente, duermo yo mis 8 horas diarias, hago yo mis ejercicios cada día? ¡Claro que no! ¿Por qué? Porque estas cosas requieren dominio propio, estas cosas requieren tener control sobre uno mismo y como dijo el Señor Jesús en Mateo 26:41 “el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. En esta serie de estudios hemos estado hablando acerca de añadir ciertas cosas a nuestra fe, yo sé que existen personas quienes tienen la opinión de que a la fe no hay que añadirle nada y cuando se trata de la salvación de nuestra alma yo estoy de acuerdo. Sin embargo, si el cristiano va a crecer espiritualmente existe la necesidad de añadir un sinnúmero de cosas a la fe, de hecho, la fe motivara a añadir estas cosas a su vida para poder crecer espiritualmente. Uno no tiene que hacer nada para nacer, pero si va a crecer tiene que hacer muchas cosas. Y este mismo principio se aplica a nuestra vida espiritual al igual que a nuestra vida física.   Esta verdad está enseñada en 2 Pedro 1:5-10 nuestro texto dice: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados”. Ya hemos hablado acerca de añadir a la fe virtud y conocimiento y vemos que la siguiente cosa que necesitamos añadir es dominio propio. Observemos el orden en que estas cosas están puestas, primero hay que nacer a la familia de Dios por medio de la fe, pero ahora es necesario no queremos ser anormales; entonces el primer paso es virtud o sea practicar cosas buenas. Todo hijo de Dios necesita entender que lo más importante de la vida es practicar el bien y no el mal; luego para avanzar en la práctica de hacer bien uno necesita tener conocimiento. ¿Como va uno a saber lo que es bueno para uno y lo que es malo si no tiene conocimiento de la Palabra de Dios? Sería imposible por eso el paso número dos es: añadir conocimiento. Y ahora llegamos al tema de hoy, tener conocimiento no es suficiente, uno tiene que saber dominarse. De que me sirve saber que debo hacer ciertas cosas y que hay otras cosas que no debo hacer sino voy a dominarme en hacer o no hacerlas; si la Biblia me enseña que debo asistir a la casa de Dios pero yo no voy a ir ¿de qué me sirve tener el conocimiento? Solo servirá para condenarme. Si la Biblia me enseña que la fornicación, el adulterio, la mentira y otras cosas van a destruir mi vida, pero yo no voy a dominarme en estas cosas ¿de qué me sirve el conocimiento? Por eso es que la Biblia me enseña que al conocimiento que adquiero debo añadirle dominio propio, notemos que dice dominio propio.   Yo no puedo controlar a las demás personas, Dios no espera eso de mí, pero si espera que yo me controle a mí mismo y cada individuo rendirá cuentas a Él por no aprender como dominarse. El problema más grande que tenemos es que nos falta disciplina personas sin disciplina no llegan lejos, personas sin disciplina no alcanzan sus metas y viven vidas sin sentido, personas sin disciplina se autodestruyen y todo esto sucede porque no tienen la voluntad de decir no. Es bien triste ver a las personas tomar, fumar y usar drogas simplemente porque no le pueden decir no a esos vicios. Es absurdo decir que estas personas son muy hombres cuando estos vicios son lo que están en control. Hombres y mujeres hoy día destruyen sus hogares porque no tienen control sobre sus apetitos sexuales, saben que no deben estar en esas relaciones ilícitas y sin embargo no tienen dominio propio; conste que hay quienes discuten que esto no es culpa de uno, hay quienes dicen que ellos no tienen control o sea dominio propio pero que no son responsables pues por algún motivo u otro nacieron así y la situación está fuera de sus manos. Por eso la sociedad hoy disculpa a los homosexuales, las lesbianas, los alcohólicos y drogadictos porque por algún desbalance físico nacieron con esos defectos y por lo consiguiente no son responsables de lo que hacen. El asunto está en que todos nacemos con la capacidad de pecar, todos nosotros tenemos la capacidad de convertirnos en las personas más perversas que pudieran jamás existir, por favor no intentemos echarle la culpa a quien no se lo merece; la Biblia enseña claramente en Romanos 1:28 que: “como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen”. Por esta razón es que debemos practicar el dominio propio, dominio propio es simplemente aprender a decir no a las cosas que nos convienen, las cosas que no nos convienen son aquellas cosas que van en contra de la voluntad de Dios. Así que debemos tener conocimiento de la voluntad de Dios para nosotros   físicamente, intelectualmente y espiritualmente. Y luego aplicar un poco de dominio propio para así poder tener éxito creciendo y llegando a tener la madurez que Dios quiere que alcancemos.   Vamos a orar. Padre, te damos gracias por la enseñanza de hoy, entendemos que debemos practicar dominio propio aprendiendo a decir no al mundo y si a los principios que tu has establecido en tu Palabra para nuestro bienestar. Señor sabemos que esto no será fácil y esto no será fácil simplemente porque nosotros tenemos naturaleza carnal, pero estamos confiando en que tú nos ayudaras en nuestro crecimiento guiándonos en todo lo que hacemos. Padre, deseamos añadir dominio propio en nuestras vidas, ayúdanos. Porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 17, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Añadiendo Conocimiento
Pienso que una de las cosas que más me deprimen a mí es ser ignorante sobre tantas cosas. Si tan solo supiéramos de mecánica, nunca tendríamos que pagarle a otro para arreglar nuestro transporte; si supiéramos de electricidad, cuánto dinero nos ahorraríamos en arreglar los aparatos electrónicos que se descomponen a cada momento en nuestros hogares; si supiéramos de medicina, no nos asustaríamos tanto al enfermarnos, ni pagaríamos consultas cuando no fuera necesario. Tantas cosas que existen en el mundo ¿Verdad? De las cuales somos totalmente ignorantes. Lo mismo sucede en cuanto a lo espiritual, el hecho de que hayamos nacido a la familia de Dios y que somos sus hijos no significa que sabemos todo lo que hay que saber acerca de lo espiritual; si tal fuera el caso no necesitaríamos la Biblia.   Hoy vamos a añadir un elemento más a nuestra fe, vamos a añadirle: conocimiento. Conste que si vamos a crecer espiritualmente nos es necesario ejercer nuestra fe; hay cosas que debemos añadirle. Debemos recordar que la fe sin obras es muerta, podemos nacer a la familia de Dios y quedar niños para siempre a menos de que hagamos algo con nuestra fe y lo que debemos hacer es añadirle las cosas que encontramos en la lista que nos da 2 Pedro 1:5-10. Vamos a refrescar nuestras memorias y leer el pasaje nuevamente, en realidad no nos haría mal memorizar esta porción de las Escrituras y autoanalizar nuestro crecimiento espiritual regularmente. 2 Pedro 1:5-10 dice: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”           .   En nuestro pasado estudio hablamos de virtud, la primera cosa en nuestra lista, hablamos de practicar todo lo que es bueno. En el estudio de hoy vamos a analizar la segunda cosa dice que debemos añadir a nuestra fe virtud y a nuestra virtud conocimiento ¿Por qué conocimiento? ¡Ah! Porque el conocimiento nos hace libres. Yo una vez era esclavo de Satanás estaba atado, ciego y sin poder moverme hasta el momento en que llegue a conocer acerca de Jesucristo, me hablaron de como Él había muerto por mis pecados, que había resucitado de los muertos y que hoy estaba en el cielo a la diestra del Padre listo para salvar a todo aquel que quiera creer en Él; este conocimiento me libro. Pedí perdón, acepte a Jesús y hoy soy un hombre libre, no comprendía todo lo que había que saber acerca de Dios, pero la pequeña cantidad de conocimiento que si tenía me hizo libre. Otra vez admito que no soy mecánico, no sé cómo es que funciona un automóvil, pero si tengo conocimiento de como conducir un auto y ese conocimiento me da libertad para ir de un lugar a otro. Hay personas que ignoran como conducir un auto y por lo consiguiente están atados a tener que depender de otros para su transporte. Mi falta de conocimiento me ata en el hecho de que si se descompone el auto yo no sé qué hacer y por lo consiguiente me tengo que quedar donde estoy cuando podría ser un asunto tan mínimo como el de asegurar los cables de la batería.   Para poder crecer espiritualmente debemos de tener conocimiento espiritual no es necesario saber cómo funciona todo para poder obtener libertad y Satanás sabe eso por eso es que no le gusta que vayamos a la iglesia, que tengamos compañerismo con otros hermanos o que leamos la Biblia; él sabe el daño que le podemos causar con tan solo un poco de conocimiento bíblico. Cuando los creyentes en Cristo Jesús tenemos conocimiento sobre armas espirituales, así como el estudio de la Palabra, la oración, el compañerismo y el testimonio nos libramos de cadenas y ataduras que nos tienen aún amarrados a la vida. Existen religiones hoy día que quieren mantener ignorantes a sus feligreses puede ser porque los dirigentes de dichas organizaciones no quieren tener que estudiar, puede ser porque están metidos en la organización por ganancias personales, puede ser porque simplemente son plantas sembradas por Satanás para mantener al pueblo en ignorancia y no importan cual sea la razón ellos tendrán que rendir cuentas a Dios por lo que hacen. Hay pastores y predicadores que le tienen miedo a la ciencia, creerán que quizás la ciencia va a probar algún día que realmente venimos de los simios o que se yo. A esos hermanos yo les digo que no se preocupen, la ciencia siempre retorna a Dios, siempre regresa a Dios. Un sinnúmero de científicos han salido con toda diligencia para probar que Dios es un mito, solo para luego doblar sus rodillas y llamarle Señor. Recuerda que Romanos 1:20 enseña que “las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. Cualquier persona que estudia ciencia se verá obligado a enfrentarse con el Creador de toda ciencia, no hay que temerle a la ciencia porque siempre regresara a Dios.   Vamos a orar. Padre tu Palabra nos enseña que debemos añadir conocimiento a nuestras vidas para no cometer grandes errores en nuestra búsqueda de conocimiento ayúdanos a siempre analizar nuestros hallazgos a la vista de tu Palabra. Te damos gracias, Padre por haber iluminado nuestras mentes con el conocimiento del evangelio, reconocemos que para servirte mejor nos es necesario crecer espiritualmente y esto significa obtener más conocimiento de las cosas que realmente son importantes. Padre, nuevamente suplicamos tu ayuda; así como a Salomón, danos sabiduría para servirte mejor, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 16, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Añadiendo Virtud
¡Qué tremendo es ser un hijo de Dios! El haber nacido a la familia de Dios realmente es una bendición que ninguno merecemos, pero de la cual todos somos partícipes; si únicamente estamos dispuestos a ponernos de acuerdo con Dios, en reconocer que somos pecadores, arrepentirnos de nuestros pecados y aceptar el sacrificio que Jesús hizo por nosotros en la cruz del calvario, así es de sencillo nacer de la familia de Dios, ¿quién ha hecho que sea tan sencillo? ¡Dios mismo! Él no quiere que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento y perdón de pecados. En nuestro estudio hoy no vamos a tratar tanto el asunto de nacimiento espiritual sino vamos a discutir el asunto de crecimiento espiritual.   Como ya declaramos, nacer espiritualmente, no es difícil, pero crecer, y llegar a tener madurez espiritual no es fácil. No hay caminos cortos para llegar a la madurez espiritual, uno tiene que esforzarse y tiene que invertir mucho tiempo y sacrificio, para llegar a ser el verdadero guerrero que Dios quiere que todos sus hijos sean, vamos a ir a 2 Pedro, capítulo 1 para leer los versículos del 5 al 10 y ver una lista de cosas que debemos aplicar a nuestras vidas, añadiéndole a nuestra fe, para poder alcanzar así una madurez espiritual, la cual nos va a permitir caminar con más sabiduría y nos hará ser mejores ejemplos de lo que realmente significa ser un hijo de Dios, 2 Pedro 1:5-10, dice: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. Quiero que nos fijemos en el hecho de que necesitamos hacer esto, con toda diligencia, no será asunto fácil, no es cosa que simplemente nos vendrá por ser hijos de Dios, es algo que nosotros tenemos que hacer con mucha dedicación y devoción. Es algo que nosotros tenemos que luchar por hacer, a nuestra fe, necesitamos añadirle estas cosas, si es que vamos a crecer y pasar del punto donde estamos espiritualmente. La primera cosa que debemos añadir a nuestra fe de acuerdo a esta lista es virtud. El diccionario Larousse usual, nos da la siguiente definición de la palabra virtud, dice: “Capacidad para producir cierto efecto. Disposición constante de obrar bien. Cualidad que se estima como buena en las personas”. O sea, que lo que debemos añadir a nuestra fe es una vida de buenas obras, una vida de hacer constantemente el bien, cuando las personas nos vean, debe ver a una persona en quien puedan confiar que no les hará mal, porque tiene costumbre de hacer bien a todos. Como nos dice nuestro Señor en Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Lo que el mundo debe ver en nosotros, es virtud, y cuando ven virtud en nuestras vidas, levantarán los ojos al cielo y glorificarán a nuestro Padre celestial, y esto traerá satisfacción a nuestras vidas, porque para esto hemos sido creados, para glorificar a Dios. Dentro del ejército cristiano, necesitamos personas de virtud para guiarnos; personas de virtud, no buscan su propia felicidad, sino que han comprendido que es más bienaventurado dar que recibir. Estas personas buscarán el bien de todos y no su propio bienestar, y sobre todo buscaran hacer lo que es correcto delante de Dios; es muy importante tener personas de virtud en la estructura de toda iglesia local. Yo entiendo que en nuestra mente está el pensamiento de que el pastor de las congregaciones debe hacer todo el trabajo, para eso se le paga, ¿no?; pero aunque este pensamiento nos suene fabuloso no es un pensamiento bíblico, el pastor, y los maestros de la congregación están para preparar a los Santos para la obra del ministerio, según Efesios capítulo 4, versículos 11 y 12. El pastor no está para hacer el trabajo, sino para enseñar cómo hacer el trabajo, claro está que esto no solo lo hace de boca, sino también con su ejemplo, pero no es responsable por hacer todo el trabajo, no importa cuánto le están pagando, una iglesia donde el pastor hace todo, es una iglesia inmadura que tiene mucha falta de crecimiento espiritual; este principio bíblico es enseñado en el Antiguo Testamento, en el libro de Éxodo, los israelitas habían salido poderosamente de Egipto, su líder era Moisés, ellos eran  miles, Moisés era uno; llegando a casa de su suegro Jetró, Moisés no recibió un regaño, pues Jetró se fijó en que todo problema tenía  que ser resuelto por Moisés, al amanecer, se hacían largas filas de personas; cada una de ellas, esperando a  hablar con Moisés, sobre problemas que habían dentro del campamento; Jetró le dijo a su yerno, hijo, esto no está bien, escoge de entre todo el pueblo varones de virtud,  temerosos de Dios, varones de verdad que aborrezcan la avaricia y ponlos sobre el pueblo por jefes; mi pregunta es esta: ¿Por qué tenían que ser hombres de virtud? Y la respuesta es sencilla: Si eran hombres de virtud, buscarían el bien del pueblo, no intentarían subestimar la autoridad de Moisés, no tratarían de sacarle al pueblo dinero y tendrían un deseo genuino de intentar resolver los problemas de Israel. Imagínate si todos nuestros gobiernos hubieran sido dirigidos por hombres virtuosos.   Con mucha más razón, necesitamos hermanos y hermanas de virtud, dentro de nuestras congregaciones, estas personas traerán un nivel de espiritualidad más elevado, y las congregaciones prosperarían pues estarían sirviendo a Dios como se le debe servir, por amor y no por ganancia propia.   Vamos a orar. Padre, venimos en este momento a pedirte que nos ayudes a añadir virtud a nuestra fe, tus hijos deben tener una perspectiva positiva. Existen tantas personas en nuestro mundo hoy que abusan de los demás haciéndose ricos a costillas de los menos privilegiados, nosotros no debemos ser así. Señor, ayúdanos a recordar que nuestros tesoros están en los cielos, no aquí, y Padre, tú tienes muchos hijos inmaduros que no hemos crecido, nosotros deseamos crecer, ayúdanos a practicar lo que es bueno, ayúdanos a añadir virtud a nuestras vidas, te lo pedimos, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 15, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

No Hay Caminos Cortos
No existimos simplemente para existir. No hemos nacido para sacarle el jugo a la vida, pasando por encima de quienes tenemos que pasar, para llegar a donde queremos llegar, la vida aquí no se trata de una selva, no vivimos de acuerdo a esa ley que indica que  el más fuerte es quien sobrevive y no es así porque hay un Dios Todopoderoso quien está a cargo de las cosas, Él es el Creador de todo lo que hay y sin Él nada de lo que existe existiera, no tiene que darle explicaciones a nadie, porque no hay nadie sobre Él, Él es Dios, el propósito de habernos creado a nosotros, no es para que nos convirtiéramos en dioses pequeños, sino para que le adoráramos. Ha habido otro ser que no ha querido jugar de acuerdo a las reglas de Dios, ese ser, igual a nosotros, ha querido ignorar la razón de su existencia, intentó establecer su propio trono en el cielo y fue lanzado fuera; hoy busca seguidores e intenta influenciar al hombre a creer que no hay ningún Ser Supremo a quien uno deba someterse, su fin, al igual que el de todos que no aceptan conformarse con lo que Dios ha establecido es el infierno. Debemos recordar siempre que Dios es amor, su esencia es amor y cuando Dios nos indica que hagamos las cosas es para nuestro propio bien, por qué no simplemente perdona a todo el mundo del mal que hace, porque al igual que ser amor, Dios también es justicia, su esencia es justicia. Dios ha hecho suficiente con dar a su Hijo Jesucristo a morir por el pecador, ahora le toca al hombre aceptar la realidad de que somos pecadores y que necesitamos a Dios y que debemos ser obedientes a Él, el no aceptar esto, será una tragedia.   El hombre más sabio que ha existido nos dice en Eclesiastés 12:12-14: “Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”. Así que, si existimos, es con un propósito, nadie ha nacido por coincidencia. Los que somos hijos de Dios, aquellos quienes nos hemos arrepentido de nuestros pecados y aceptado a Jesús como nuestro Salvador, debemos comprender esto mejor que nadie. Efesios 1:4 y 5 nos enseña que Dios “nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto y su voluntad”.   No fue ninguna coincidencia que naciéramos, ya Dios lo tenía planeado, ¿y para qué? Efesios 1:12, dice: “A fin de que seamos para alabanza de su gloria”. Y Efesios 2:10, nos indica, que “somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.   No entiendo cómo una persona, puede leer estos versículos y después decir: Solo existimos porque sí; y hay que sacarle el jugo a la vida, mientras se pueda. Nadie existe solo para existir, estamos aquí por un propósito y el propósito es para traer honra a Dios, el asunto está en que podemos honrarle por las buenas, o a las malas, aquellos quienes obedecemos a Dios, le honramos al someternos a su señorío en nuestras vidas. Aquellos quienes no quieren obedecerle, siguiendo al diablo, le honrarán un día, arrodillándose delante de Él y proclamando que realmente Él es Dios. Lo triste es que, para ellos, será demasiado tarde, con Dios no se puede Jugar. Creo que está bien claro el asunto de que nosotros los cristianos, hemos sido creados para buenas obras, estas obras las hacemos, no para salvarnos, sino porque ya somos salvos, fuimos creados en Cristo Jesús para honrar a Dios por medio de hacer buenas obras, o sea, servir a la humanidad en su nombre. Es aquí en donde nosotros tenemos que añadirle a nuestra fe, permíteme explicar, el solo creer en algo, no es suficiente. Yo puedo creer que tengo la capacidad de ser millonario y sin embargo morirme un hombre pobre; lo que tengo que hacer es: Añadirle a mi creer, ¿qué es fe? Fe es creer en lo que no se ve, fe es creer lo que Dios ha dicho, aunque uno no lo ve, fe es aceptar la Palabra de Dios creyendo, pero uno puede creer que Jesucristo le puede salvar y nunca arrepentirse de sus pecados, nunca pedir perdón y nunca invitarle a entrar en su corazón. Por eso es que Santiago 2:17, nos enseña que “la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. Otra vez, uno puede tener la fe de que puede llegar a ser un excelente cristiano, guerrero de Dios, y nunca serlo, por no añadir acción a su fe. Conste que, sin fe, es imposible agradar a Dios, tú tienes que creer, pero también hay que actuar, no nos olvidemos de que debemos ser hacedores y no solo oidores.   Existen aquellos quienes piensan que no tenemos que prepararnos, y que el Señor se encargará de todo cuando llega el momento de servirle, tal no es el caso. Si vamos a crecer espiritualmente, tendremos que hacer algo más que simplemente nacer a la familia de Dios. Existen muchas cosas que tendremos que añadir a nuestras vidas para alcanzar madurez y llegar a ser los hijos que Dios quiere que seamos, si queremos dar frutos y ser productivos como hijos de Dios, si no queremos andar cayendo a cada momento en nuestras vidas espirituales, si deseamos tener dirección de Dios en nuestras vidas, vamos a tener que añadirle a nuestra fe, esto es lo que nos enseña 2 Pedro capítulo 1, versículo 5-10, y será el enfoque de nuestros siguientes estudios, dice: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por permitirnos servirte, tú eres Dios y nos humillamos en tu presencia, suplicándote que nos ayudes en nuestro crecimiento espiritual, para así poderte honrar como mereces ser honrado. Queremos que estés orgulloso de nosotros, en el nombre de Jesús oramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 14, 2023
Añadiendo A Tu Fe (Parte 2)

Nacimos Para Crecer
Hay quienes piensan que existimos por una coincidencia, y que realmente no tenemos ninguna función más que la de sacarle el jugo a la vida. Tales personas son conocidas como existencialistas. La vida nos enseña que tal forma de pensar es una necedad pues hemos sido creados para honra y gloria de nuestro Creador, Jehová Dios. El sabio Salomón escribe en Eclesiastés 12:13, “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”. Salomón, después de haber hecho todo lo que el hombre puede hacer en esta vida, después de establecer todo lo que el hombre hace para sí mismo y que es vanidad de vanidades, escribe, para que todos entendamos que la razón de nuestra existencia es temer a Dios, o sea, respetarle sobre todas las cosas y cumplir sus mandamientos, o sea, serle obediente. Salomón aclara: Esto es el todo del hombre, no existimos para sacarle el jugo a la vida, tampoco existimos por pura coincidencia. Dios sabe exactamente lo que hace, de esto podemos estar seguros; todo lo que hace será para su honra y gloria y entre más rápido aceptamos esta verdad más pronto podremos alinearnos con su forma de pensar y así estar seguros de caminar dentro de su voluntad. Quienes debemos comprender este concepto mejor que nadie somos nosotros los cristianos. No hemos sido creados en Cristo Jesús para ocupar un espacio en un escaño del templo, Dios no nos ha llamado a calentar bancas, Efesios 2:10, nos enseña con gran claridad que “Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Yo te aseguro, basado en la Palabra de Dios, que nosotros los cristianos, no estamos aquí para beneficiarnos de lo que este mundo puede proveernos, nosotros estamos aquí para hacer buenas obras y nunca he visto a nadie llevar a término una obra parada y con los brazos cruzados. A menos de que su trabajo sea probar chalecos de fuerza para los manicomios. Hermanos, existimos, no para existir nada más; sino para traer honra y gloria a nuestro Padre que está en los cielos. Jesús dice en Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo”.   Para nacer a la familia de Dios, no tuvimos que hacer otra cosa más que aceptar las verdades de Dios, arrepintiéndonos de nuestros pecados, pidiendo perdón y aceptando a Cristo como nuestro Salvador debido a su sacrificio en la cruz del calvario por nuestros pecados. Lo que tuvimos que hacer es ejercer fe. Nosotros no vimos a Jesús morir por nuestros pecados, no le vimos resucitar de los muertos, no le vimos sentarse a la diestra de Dios para ser nuestro abogado, no vimos ninguna de estas cosas, lo que hicimos, fue creer a Dios. Dios dice que todas estas cosas son así y nosotros aceptamos su Palabra, lo que sí hemos podido ver es el resultado de haber creído en Dios y este creer sin ver se llama fe. Fe es todo lo que se necesita para nacer a la familia de Dios, uno no puede ganarse entrada a la familia de Dios por alguna hazaña que haga o  un acto de heroísmo, uno no puede adquirir un puesto en la familia de Dios por medio de comprarlo, para entrar a la familia de Dios, uno tiene que ponerse de acuerdo con Dios, admitir que es pecador y aceptar por fe que Jesús murió por nuestros pecados y que hoy está vivo para ser nuestro Salvador, esto es todo lo que se tiene que hacer y es todo lo que se puede hacer. Y cuando hacemos esto, Dios nos hace nacer a su familia, por medio de enviar su Espíritu Santo a nuestro Espíritu Humano en el preciso instante en que pedimos a Jesús entrar a nuestro corazón.   Es realmente lamentable que la mayoría de cristianos se encuentren todavía en esta etapa de su vida cristiana, han nacido en la familia de Dios, son hijos de Él, pero no han crecido, es cierto que para nacer uno no tiene que hacer nada más que aceptarlo, el recién nacido sale del vientre de la madre y recibe en sus pulmones oxígeno, sino acepta el oxígeno, morirá; el hombre que no recibe a Cristo como Salvador, también morirá espiritualmente y lo único que tiene que hacer es aceptar la verdad de Dios así como el bebé recibe  el oxígeno, pero nosotros queremos analizar el asunto de cumplir con la razón de nuestra existencia, que es: Servir a Dios, y para hacer esto, tenemos que hacer más que solo tener fe. Como hijos de Dios, tenemos que añadirle a nuestra fe para poder crecer correctamente y así estar capacitados para servir a Dios. Así como el niño no puede ser servicial en la sociedad, si no hace más que solo nacer, así tampoco el cristiano podrá servir a Dios, si no hace más que solo nacer a su familia. El niño debe aprender a gatear, caminar y después correr, el niño necesita ir a la escuela para tener un desarrollo intelectual y aprender cosas que van a serle útil en movilizarse dentro de nuestra sociedad, así también el hijo de Dios tendrá que añadir a su fe, ciertas cosas, para poder ser útil en engrandecer el reino de Dios aquí en la tierra.   Existe una lista de cosas que podemos añadir a nuestra fe en 2 Pedro, capítulo 1, versículo 5-7, las cuales nos ayudarán a llegar a ser cristianos fuertes y maduros, en nuestros próximos estudios, vamos a analizar esta lista y observar algunas cosas que pueden ser de mucho beneficio a nuestro crecimiento espiritual, pero por el momento el tiempo se nos ha ido, así que vamos a orar.   Padre, gracias te damos por habernos hecho nacer a tu familia, solo tú sabes lo agradecidos que estamos, pero Padre no queremos ser niños toda la vida, queremos ser hijos espiritualmente maduros y responsables, Señor queremos mostrarte nuestra gratitud, por medio de engrandecer tu reino aquí en la tierra, queremos poder defendernos en contra del mal y no estar tropezando a cada momento, por eso pedimos de todo corazón que tú, Padre, nos enseñes por medio de tu Palabra, los pasos que debemos tomar para alcanzar esta madurez y serte más serviciales, te lo suplicamos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 13, 2023
Actitudes

¿Qué Puedo Hacer? Yo No Soy Nadie
Existe tanta maldad en el mundo hoy día, encendemos nuestros televisores o la radio, solo para escuchar noticias de una tragedia tras otra, asesinatos, robos, drogadicción, abortos, y la lista sigue y sigue; en todas partes del mundo se oye de guerras, hambres y nuevas enfermedades que están acabando con el hombre. Ante tan abrumadora conglomeración de asuntos, nos sentimos debilitados, es como que si estuviéramos en altamar nadando y ya sin fuerzas para mantenernos a flote.   Yo me he dedicado a luchar en contra de las fuerzas del mal, he levantado mi voz en contra del pecado en diferentes partes del mundo, he suplicado al ejército del Señor, despertarse y tomar parte activa en la lucha contra Satanás. Día tras día estoy aquí para reunirme contigo y para tratar de compartir enseñanzas de la Palabra de Dios que te fortifiquen y te den ánimo para la batalla, sin embargo, en más de una ocasión, me han dado deseos de abandonar la batalla, me pongo a pensar: ¿Y quién soy yo?, ¿acaso una sola persona puede hacer un cambio en este mundo cuando existe tanta maldad? A veces siento que estoy tratando de sacar toda el agua del océano con una pequeña taza, ¿cuándo acabaré? Es en ese momento, que el precioso Espíritu Santo, con aquella voz quieta, me reprende fuertemente, me hace ver que, si tengo esa actitud, nunca haré nada, también me recuerda que no soy yo quien hace cambios si no Dios, lo único que tengo que hacer yo, es ser obediente a su liderazgo en mi vida, y Él se encargará de lo demás. Yo no me mantengo a flote en este mundo, es Dios con su mano poderosa quien me mantiene en donde estoy, y si Dios está conmigo, ¿quién puede hundirme o dañarme?, lo único que interesa en cuanto a mi vida, es asegurarme de obedecer a Dios, y Él hará todo lo demás. Lamentablemente, hoy existen muchos cristianos que han sido vencidos por Satanás de esta misma manera, Satanás viene a ellos con la mentira de que no saben nada, de que son demasiado débiles, de que no tienen popularidad de que están solos y de que nunca podrán servir a Dios, ellos le creen sus mentiras y nunca hacen nada para el Señor, no importa que Filipenses 4:13 les indique que “Todo lo pueden en Cristo quien les fortalece” ellos prefieren creerle al diablo porque es más fácil así, pero déjame decirte que de esa manera nunca llegarán a conocer la verdadera felicidad, siempre vivirán oprimidos y humillados. Dios no desea eso para nosotros, para Él nosotros somos muy especiales, Él quiere que tengamos victoria en esta vida y Él está ahí para asegurar esa victoria si solo nos rendimos a Él y le obedecemos, no importa cuál sea nuestra edad, estatura, nivel de educación, no importa el nivel que tengamos en la sociedad, somos especiales para Dios y Él nos dará la victoria una y otra vez si nos sometemos a Él confiando en su Palabra y siendo obedientes a ella.   El profeta Jeremías, fue uno de los que tuvo que pasar por esta valiosa lección. Vamos en nuestras Biblias al libro de Jeremías, busquemos el capítulo uno y leamos los versículos 4-8. Jeremías 1:4-8, dice lo siguiente: “Vino pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formases en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová”.   Como puedes ver, la excusa que quería usar Jeremías era su edad, ¿cuántas veces no he visto yo a padres quienes detienen a sus hijos de servir al Señor por decir que eran demasiado pequeños para ello?, ¿Cuántas veces no he oído a los jóvenes decir que no pueden hacer algo porque nadie les tomará en cuenta debido a que están tiernos todavía? Cuando me pidieron a mí ser el portavoz del Contacto Cristiano, todas estas cosas corrieron por mi mente, pero el Señor prometió estar conmigo y nunca, nunca me ha dejado, yo sé que el Señor me ha usado porque recibo cartas cada semana de personas quienes hacen comentarios del programa, y con cada carta, Dios me dice, ¿te fijas?, y tú me estabas poniendo pretextos, yo puedo usar a cualquier persona, en cualquier lugar en cualquier tiempo, con tal de que  me obedezcan, el asunto es que yo estaba confiando en mí poder y el Señor estaba confiando en su poder, y ahora comprendo que yo debo olvidarme de mi poder y confiar en el suyo también.   En este momento me estoy acordando de un hermano a quien estimo mucho en el Señor. La primera vez que tuvo su encuentro con nosotros, fue en su casa, unos hermanos de nuestra iglesia, habían llegado a su hogar para hacer un estudio bíblico, este hermano con su pelo largo y  en traje de baño, se sentó en medio del piso para escuchar, quizás en su corazón se había decidido a comprobar a todos los presentes que el evangelio a él no le podía afectar, pero mi hermano Oscar Alfaro, no sabía con quien se había metido, pocas semanas después Dios tocó su corazón, el hombre se arrepintió de sus pecados, invitó a Jesús a entrar en su corazón, aprendió a leer la Biblia en  nuestra iglesia, se graduó del instituto bíblico Centro de Vida, y ahora está sirviendo al Señor como misionero en la ciudad de Abilene Texas en los Estados Unidos. Este hermano, salvadoreño, mucho mayor que yo en edad no solo nos ha sorprendido a todos nosotros, sino que se ha sorprendido a sí mismo, el hombre es un vivo testimonio de lo que Dios puede hacer, no existen excusas. Mi hermano Óscar Alfaro te puede decir que si Dios ha podido usarlo a él, puede usar a cualquier persona y yo te digo lo mismo, Dios nos puede tomar por muy ignorantes que seamos y hacer algo maravilloso con nuestras vidas, no importa cuál sea nuestra edad o nivel de educación. ¿Usó Dios a un hombre adiestrado en armas para luchar en contra del gigante Goliat? ¡No!, usó al pequeño David, un niño derribó al gigante y el arma que usó fue una honda que llevaba una piedra la cual Dios dirigió directamente a la frente del gigante. Dios obtuvo la victoria ese día usando a un niño. Todo esto te lo estoy diciendo porque quiero que comprendas que la persona que se presta para ser usada por Dios será usada. Dios tomará a la persona sin tomar en cuenta sus capacidades y la usará para su honra y gloria, capacitando a la persona para lograr el propósito que Él quiere llevar a cabo, lo único que la persona tiene que hacer es obedecer. Si tú tienes esta actitud, hazla a un lado, esa actitud no hará nada bueno. Si no conoces a Cristo, comprende que Él te quiere, así como eres Él tomará tu vida, la cambiará y hará algo maravilloso contigo, solo tienes que venir a Él, si no sabes cómo, escríbeme, yo con gusto te enseñaré lo que tienes que hacer. Si eres mi hermano, ya no pongas excusas. Moisés dio la excusa de que no podía hablar bien, Jeremías dijo que él era niño, pero Dios los usó, ¿qué excusa vas a poner tú? Lo único que hace esa actitud es estorbar nuestro crecimiento espiritual, es dañino para nosotros, así que pon a un lado las excusas, confía en el poder de Dios y sé obediente a su llamado, esto es todo lo que tenemos que hacer y veremos su poder en acción en nuestras vidas.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por amarnos y por hacer algo maravilloso con nosotros, siempre y cuando nos rendimos a tu voluntad, te doy gracias por el privilegio de servirte y por usarme en este medio, reconozco y en mí no hay nada que haga que en este programa tenga éxito, pero estoy confiando en tu poder, eres tú quien tocas y cambias vidas, eres tú quien das iluminación e inteligencia. Solo tú eres digno de la honra y gloria de todo lo que este programa representa, ayúdanos a comprender que contigo mi Señor, no hay nada imposible, quítanos la actitud de que no somos nada y que no tenemos la capacidad de servirte. Haznos comprender que tú nos capacitarás, así Padre, podemos servirte de todo corazón, y podremos estar seguros de que nuestras vidas tendrán éxito, en el nombre de Jesús te lo imploramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 10, 2023
Actitudes

Soy El Único A Quien Le Interesa
¿Cuántos creyentes hay en el mundo hoy? Deben de haber miles de personas que han confesado que creen en la persona de Cristo Jesús, según las encuestas de campañas evangélicas y los reportes de misioneros alrededor del mundo hay buen número de personas quienes reciben a Jesús como Salvador cada año, sin embargo, yo no los he visto, al caminar por las calles del mundo hoy día, son muy pocas las personas a quienes yo consideraría llamarles mis hermanos en la fe, ¿A dónde están todos los cristianos? ¿qué se hicieron?, me imagino que existen una gran cantidad de pastores y misioneros quienes están haciendo todo lo que está a su alcance para avanzar el reino de Dios aquí en la tierra, hombres que gastan sus energías, tiempo y dinero en una lucha por ganar las almas y entrenarlas para servir a Dios, yo conozco a algunos de ellos, hombres que han dejado las comodidades de un buen empleo para predicar el evangelio, han dejado sus países , familiares y profesiones, para ir a lugares donde son odiados y  despreciados, pero lo hacen porque aman a Dios y quieren obedecerle, no importa el precio que  tengan que pagar. Cuando una persona está sirviendo a Cristo con todas sus fuerzas y vuelve a ver a sus lados y ve a otros cristianos sentados sin hacer nada, comienza uno a pasar por diferentes grados de sentires, hay peligro cuando uno pasa por estos sentimientos, porque Satanás los usará a su favor para tentar al individuo en dejar de servir a Dios, yo he pasado antes por estos grados de sentimiento.   Ha habido veces cuando yo he dicho: No importa si los demás no quieren servir a Dios, yo siempre le serviré, no lo he dicho hipócritamente, cuando lo dije, ese era mi sentir y seguía fielmente al Señor sin que nada me detuviera, el Señor me ha bendecido y me ha usado como un instrumento de acercar a muchas personas a Él, pero ha habido momentos en mi vida, en que he traído a estas personas al templo para que otros hermanos en la fe me las corran. Quizás, ni se han dado cuenta de lo que han hecho, pero en ese momento, otro sentir viene sobre mí y digo: ¿De qué sirve que yo me esté matando para acercar a las personas al Señor, cuando estos me las van a correr?, luego el diablo me siembra el pensamiento de que soy la única persona que está sirviendo al Señor y que estoy solo y que a nadie le importa lo que estoy haciendo y que lo que debiera hacer es alejarme y no hacer nada, echándole la culpa a los demás por mi inactividad. ¿Sabes de lo que estoy hablando?, ¿nunca te has sentido tú así? Yo sí, y no ha sido una sola vez. Son varias las ocasiones en que Satanás me ha atacado de esa manera, como sabes, hemos estado hablando de actitudes en esta serie de estudios, actitudes que dañan y afectan nuestro servicio a Dios, actitudes que debemos despojar de nuestras mentes para llevar a término la voluntad de Dios en nuestras vidas.   La actitud que acabo de mencionar es la actitud de: Yo soy el único a quien le importa, a nadie más le preocupa. Soy el único interesado en las cosas espirituales, las cosas de Dios. Mientras que yo lucho por construir, las demás personas vienen y destruyen lo que estoy edificando, así que lo mejor que puedo hacer es dejar de desperdiciar mis energías, me voy a apartar de los demás, voy a buscar una cueva en lo más alto de una montaña y ahí podré servir a Dios, leeré mi Biblia, oraré y cantaré alabanzas a su nombre, será precioso porque ahí nadie me va a estorbar en mi servicio a Dios, solo hay un problema con todo esto, el problema está en que Dios nos ha puesto aquí para dar fruto, nos ha puesto aquí para engrandecer su reino, nos ha puesto aquí para servir a otros en su nombre, y ¿cómo vas a cumplir su voluntad encerrado en una cueva encima de una montaña?, esto es precisamente lo que le pasó a uno de los profetas más  grandes de la historia, creo que uno de los profetas más preferidos de todos los estudiantes de  la Biblia, es el profeta Elías, creo que es así debido a que Elías en varias ocasiones se tuvo que enfrentar a solas con los enemigos de Dios y  nunca tomó pasos para atrás, siempre se les opuso en el poder de Dios confiando en Dios en librarle y hablando con la autoridad con que muchos de nosotros quisiéramos  hablar. Al pensar en Elías, yo siempre le miro sobre el monte Carmelo, frente a un altar, pidiendo fuego de los cielos para consumir el sacrificio que había preparado. Elías amaba a Dios y no le daba pena decirlo a nadie.   Los profetas de Baal ya habían tenido su oportunidad, el profeta de Dios los había retado, construirían dos altares y pondrían un buey como sacrificio sobre el altar. El Dios verdadero, consumiría el sacrificio por medio de enviar fuego del cielo; los profetas de Baal eran 450 hombres, Elías, estaba solo. Los profetas de Baal pasaron desde la mañana hasta el mediodía gritando a Baal de consumir su sacrificio, todo este tiempo, Elías estaba a un lado burlándose de ellos. 1 Reyes 18:27, dice que Elías les decía: “Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va camino; tal vez duerme, y hay que despertarle”. Elías sabía que Baal no era nadie, los profetas de Baal le alababan con dedicación, cortando sus cuerpos con cuchillos y dejando fluir la sangre en un intento de agradarle y hacer que contestara sus lamentos, pero Baal, no era nadie.   Finalmente le llegó el turno a Elías, pero Elías quería aclarar la cosa de una vez y para siempre, envió a que mojaran con agua el sacrificio, que hicieran una zanja alrededor y que la llenaran de agua, oró a Dios y Jehová le contestó consumiendo el sacrificio y secando la zanja de manera que no quedara ni una sola gota de agua. Luego Elías llevó a los 450 profetas al arroyo de Sisón y los degolló. ¡Qué hombre de Dios! ¿Quién le podría detener?, ¿pero sabes qué? En el siguiente capítulo de la Biblia encontramos a Elías huyendo en terror de una mujer, huye lejos a una cueva para pedirle a Dios que le quite la vida, pues piensa que él es el único que tiene interés por las cosas del Señor. ¿Qué pasó? Me imagino que lo que Elías quería era que todo el pueblo se parara firme después de la exhibición sobre el monte Carmelo, pero cuando volvió a ver que la gente seguía igual, sin hacer cambio alguno, se deprimió y dijo en sí: ¿De qué sirve que yo le esté hablando a la gente? De todos modos, siguen igual, luego cuando la reina Jezabel dijo que le iba a matar, así como él había matado a los profetas de Baal, en vez de fijarse en el poder de Dios Elías permitió que Satanás le atacara por medio de una mala actitud. Y pensó, esta reina me va a matar y a nadie le va a importar, ninguno levantará ni un dedo porque a nadie le importa que yo sea siervo de Dios, estoy solo, entonces el hombre valiente de Dios huyó y se escondió en una cueva. Jehová le habló a Elías y le hizo ver que él no era el único fiel, también le dijo que él tenía un trabajo que cumplir y que nadie le quitaría la vida, Elías regresó a su trabajo como profeta y continuó su servicio a Dios, pero por un momento una mala actitud le había vencido y le había detenido de cumplir su trabajo, ¿nunca has tenido esta actitud tú? A mí sí me ha venido y no solo una vez, pero no podemos permitir que Satanás use tal actitud para derrotarnos, no estamos solos y no somos los únicos quienes nos preocupamos por las cosas del Señor. Dios tiene un ejército de soldados en todo el mundo, quienes no doblarán rodillas a nadie, sino a Él, y no debemos olvidarnos de ello.   Vamos a orar. Padre, tenemos que ser honestos contigo y admitir que de vez en cuando, nosotros hemos tenido esta mala actitud. Te pedimos que nos perdones y que nos hagas comprender que otros hermanos, quienes al igual que nosotros están luchando por avanzar el engrandecimiento de tu reino, están ahí en el mundo al igual que nosotros. Al mismo tiempo te pedimos que pongas el deseo de servirte, aunque fuéramos los únicos quienes lo estuviéramos haciendo, porque contigo somos la mayoría, contigo no hay quien pueda vencernos, ayúdanos a entender esta valiosa lección, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 09, 2023
Actitudes

He Peleado Suficiente, Descansaré Un Poco
Todos los días me levanto a las seis de la mañana para pasar un rato con el Señor. Me baño y salgo para la oficina, me siento junto al escritorio, meto una hoja de papel a mi máquina de escribir y le pido a Dios que me dirija en lo que voy a escribir, esto sucede de lunes a viernes, todas las semanas. Escribo mis pensamientos para este programa radial, orando todo el tiempo que  Dios me de las palabras correctas y que las use para cambiar vidas, al terminar de hacer esto, paso a las otras actividades del centro de vida, donde sirvo como uno de los pastores, mi especialidad es trabajar con jóvenes, ¿por qué? No lo sé, solo sé que el Señor me ha dado un sentir muy especial para  la juventud, sin embargo, la juventud tiene gran cantidad de problemas, así que la tarea de trabajar con ellos no es fácil, requiere mucho trabajo, paso día tras día, semana tras semana, mes tras mes, y año tras año, estudiando planeando y llevando a término metas que Dios  nos ha dado. Junto con otros hermanos dedicados a esta obra, oramos, preparamos cantos y estudios especiales que tienen la meta de ayudar a los jóvenes, vivir vidas que agraden a Dios y que les dará la victoria sobre el mundo. Al mismo tiempo creo en discipular, así que existen varias personas a quienes atiendo personalmente, ayudándoles a entender el porqué de la vida cristiana y mostrándoles sus responsabilidades como hijos de Dios. Nuestra iglesia tiene un plan fuerte de evangelismo. Realizados por medio de estudios bíblicos en casa, estas casas es de miembros de nuestra membrecía, los que dirigen los estudios bíblicos en sus casas, son líderes en nuestra congregación, cada uno de ellos, ha recibido estudios especiales y son extensiones de los pastores para atender mejor a los miembros y amigos de nuestra congregación, siendo uno de los pastores, yo los dirijo indicándoles estudios que la congregación necesita, pasando tiempo con ellos en oración, animándoles cuando los veo decaídos y entrenándoles para servir mejor al Señor. Nuestra iglesia, tiene un instituto bíblico para entrenar bien a los que tienen puestos en nuestra congregación. Nosotros creemos en preparar a los miembros de nuestra iglesia, para que ellos puedan hacer la obra del ministerio, nuestro deseo es que sepan pelear la buena batalla. Nuestro instituto actualmente está abierto los días domingo, lunes y martes de las 6:30 am hasta las 10:00 pm. Tenemos tres meses de estudio, un mes de descanso y continuamos con otros tres meses de estudio, al hablarte de todas estas cosas, no lo hago para que digas: ¡Mira cuánto trabajo hace el hermano Ricardo! Te lo estoy diciendo porque quiero que te des cuenta de lo fácil que sería para mí decir: Pienso que he peleado suficiente, creo que me merezco un descanso. Hoy voy a divertirme un poco en las cosas del mundo, me he ganado este derecho, al hacer esto, cometería un grave error, porque Satanás lo usaría para destruir mi testimonio, tener la actitud de que ya he hecho suficiente, yo hago más de lo que hace la mayoría es una actitud pésima que nunca debería ser permitida permanecer en nuestra mente. Nuestra actitud debería ser: No importa cuánto he hecho, nunca podría pagarle a Dios por todo lo que Él ha hecho por mí. Mi deseo es servirle cada día de mi vida y hacer todo lo que pueda por avanzar en su reino, sucede que llega un punto en la vida de todo cristiano, cuando se le crece un poco la cabeza y siente que es casi invencible, lo que debiera entender es que nunca debiera bajar la guardia en este mundo, no puede darse el lujo de descansar, porque en el momento en que se descuida Satanás estará ahí para pegarle un golpe que le traerá al suelo.   1 Corintios 10:12, dice: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”. La batalla no se acabará hasta que regrese mi Señor Jesús, Satanás no dejará de atacarme, debo estar preparado, nunca puedo ser tan ignorante como para tener esa actitud de que he peleado yo lo suficiente, ahora voy a descansar y dejar que otros peleen, yo ya terminé, déjame decirte algo, cuando hayas terminado el Señor te lo hará saber porque te llevará a casa. Entre tanto tenemos vida, debemos servirle y luchar por engrandecer su reino aquí en la tierra.   Al rey David, le sucedió algo semejante a lo que estamos hablando, si quieres puedes leer del relato histórico en 2 Samuel, capítulo 11 de tu Biblia. Sucede que en el tiempo en que todos los reyes salían a guerra, David, con su actitud de que ya había peleado lo suficiente, envió a su general Joab a pelear  para él, él se quedó en Jerusalén descansando, cuando debió haber estado con sus tropas, quienes habían situado la ciudad de Rabá, se sentía fuerte y firme ahí en su palacio, pasando el día durmiendo mientras que otros peleaban por engrandecer el reino y por defender sus propias vidas, la Biblia dice que al caer la tarde, se levantó David de su cama y salió al terrado de su casa, donde vio a una mujer que se bañaba. En vez de taparse los ojos, el rey bajó la guardia y permitió que Satanás le tentara, vinieron a su mente las vidas de otros reyes quienes no eran tan poderosos como él y que se divertían en sus orgías. Él había peleado fuertemente por llegar al lugar donde estaba y merecía un poco de diversión, ¿qué malo había en que mirara a una mujer desnuda? Le era imposible tocarla pues ella estaba lejos y se la quedó observando, bajó más la guardia y Satanás lanzó otro golpe, ahora el rey David envía por uno de sus siervos y les pide información acerca de la mujer, el siervo regresa con la información que David desea, la mujer se llama Betsabé, es casada pero su marido anda en la batalla contra Rabá, con el general Joab, ella está sola. David, por haberla quedado viendo, ahora ha permitido que Satanás tenga lugar en su carne y no ha sido suficiente verla, los deseos de su carne aumentan, manda por Betsabé y tiene relaciones con ella. Satanás tiene bien agarrado al rey del pueblo de Israel y ahora no soltará a David. Betsabé queda embarazada, David hace un sinnúmero de intentos de tapar su error, pero no pudiéndolo hacer, finalmente sale a asesinar al marido de Betsabé para poder quedarse con ella, así que el que piensa estar firme, mire que no caiga. ¿Cuál fue la ruina de David? Una mala actitud, la actitud de que yo he peleado bastante, me merezco un poco de diversión, voy a descansar un poco y dejar que otros peleen en mi lugar; si tan solo hubiera ido a pelear con el ejército, si tan solo hubiera huido de la situación, en vez de creerse lo suficientemente fuerte para poderla vencer.   Esto era lo que quería que entendieras cuando yo te conté de todo el trabajo que estoy haciendo, no es asunto de jactarme, y no importa qué tan activo es el cristiano en los quehaceres para el Señor, no importa la posición que tenga, nunca está exento de ser golpeado por el enemigo, le es necesario asegurarse de que su relación con Dios vaya bien momento a momento y nunca, nunca, nunca bajar la guardia, porque en el momento que lo hace por muy fuerte que piense estar, verá que el enemigo es astuto y totalmente preparado para tumbarle, y así aplastarle en su  servicio a Dios, debemos tener cuidado de cultivar esa actitud de que  yo he peleado suficiente y ahora merezco un descanso. La batalla no termina hasta que viene Cristo y debemos estar preparados. Debemos velar, orar y luchar con todas nuestras energías, te aseguro que si estuviéramos en una batalla física y viéramos los balazos. Las bombas y al enemigo que nos estaba tratando de destruir, no nos descuidaríamos, por muy cansados que estuviéramos, no pondríamos nuestra arma la mantendríamos prepara y lista para atacar o defender. Así mismo debemos estar en la batalla espiritual, siempre preparados, no podemos darnos el lujo de dormirnos, ni de bajar la guardia.   Vamos a orar. Padre, el problema con el estudio de hoy, es que el enemigo no quiere que creamos en una batalla espiritual, la carne tiene el deseo de ver y tocar y nos cuesta mantener la mente en lo que está sucediendo en espiritualmente. Padre, ayúdanos a ver lo que está sucediendo a nuestro alrededor, aumenta nuestra fe y danos la fuerza que necesitamos para luchar en contra de Satanás. Recuérdanos mantener arriba nuestra guardia y nunca bajarla, ayúdanos a depender más y más de ti, porque si no aprendemos a hacerlo, Satanás nos golpeará y nos atrasará. Todo esto te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 08, 2023
Actitudes

Esta Gente Merece Ir Al Infierno
Uno pensara que con el tiempo ciertas cosas pasarían de moda. Digo, con el tiempo la ropa cambia, los cortes de pelo cambian, la música cambia, muchas cosas cambian con el tiempo, y tomando en cuenta esta verdad, yo diría que otras cosas, tarde o temprano tendrían que cambiar también, pero encuentro que no es así. Uno pensara que con la tecnología moderna, el hombre cambiaría su trato con otros seres humanos, uno pensara que llegando a conocer a otras personas, en otras partes del mundo y llegando a entender sus costumbres y la manera en que piensan, que podríamos hacer a un lado nuestros prejuicios, y el racismo y tantas otras cosas horribles que tenemos en lo profundo de nuestro ser, pero no es así, en realidad, la situación en cuanto a esto no ha mejorado, sino que se ha puesto peor, si yo te preguntara acerca de tú actitud concerniente a personas de otro color o de otra parte, ¿Qué me contestarías? Me dirías que con tal que no se metan contigo y te dejen en paz que todo estaría bien.   Una de las razones por las cuales tantas personas van camino al infierno hoy día, es simplemente porque tú y yo, tenemos una mala actitud en cuanto a la salvación de ciertas personas, según nuestra actitud, existen personas que merecen ir al infierno. Permíteme darte un ejemplo: Vamos a suponer que vas caminando con tu mejor amigo en el parque, van hablando tranquilamente acerca de las cosas del Señor, tu amigo ha mostrado un interés en las cosas espirituales y está cerca de aceptar a Jesús como su Salvador, de repente, oyes un sonido como de disparos, voltean su cuerpo hacia el lugar de donde han escuchado los disparos y ven que un hombre viene con una bolsa corriendo directamente a ustedes, tras él viene  la policía con armas en mano, tú te quitas del camino. Tu mejor amigo paralizado, no hace nada, el ladrón le grita que abra paso, pero tu amigo tiene miedo, no se puede mover, el malhechor apunta su arma en dirección de tu amigo, tú lo ves todo. Miras el rostro del ladrón y luego a tu amigo, y las cosas van ahora en cámara lenta, tú quieres gritar, pero no sale ningún sonido de tu garganta, escuchas otro disparo, todo vuelve a su paso normal, el ladrón llega a la esquina, da la vuelta, ya no lo puedes ver, el cuerpo de tu amigo está tirado sobre la acera del parque, inmóvil, ha muerto. Pasa el tiempo, y 6 meses después estás en el mismo parque sentado en una banca, pensando y hablando con Dios, de pronto sientes que alguien se sienta a tu lado, pero estás tan imbuido en lo que haces que no le prestas atención. En eso el Espíritu Santo te habla y te hace saber que debes testificarle a esta persona que está a tu lado acerca de la salvación que hay en Cristo Jesús, eso te vuelve al momento de ese día terrible cuando tu mejor amigo cayó muerto, en ese mismo parque momentos antes de invitar a Cristo a su corazón, sin embargo, tú tienes la responsabilidad de olvidarte de ello por el momento y hablarle a esa persona que está a tu lado el Espíritu de Dios te ha indicado y tú debes obedecer, vuelves a ver al lado y el Espíritu de Dios te lo ha indicado, y tú necesitas hablarle a esta persona de Cristo Jesús y  sabes en tu corazón que eso es lo que tienes que hacer, vuelves a ver a esta persona y tú puedes ver que tiene dolor en su rostro, comienzas a hablarle de la salvación en Jesús y te das cuenta que has visto a esta persona antes, de repente te acuerdas del lugar, es el ladrón es el que asesinó a tu mejor amigo, ¿Qué harías? Le seguirías hablando de Jesús o le darías sentencia de muerte diciendo: Este merece ir al infierno ¿Qué harías? Muchas veces llega el momento en nuestras vidas cuando nosotros pensamos que  tenemos el derecho de señalar quienes tienen la razón y  quienes no, quienes tienen derecho de entrar al cielo y quienes no, y cuando hacemos esto, hacemos mal, porque no tenemos ningún derecho de decir quién puede entrar al cielo y quien no, de hecho, si nos ponemos a eso, tendríamos que llegar a la conclusión de que nadie debería entrar al cielo, sino fuera por la bondad y misericordia de Dios, ninguno entraría.   Dios nos da una buena lección bíblica concerniente a esta actitud en el libro de Jonás, Dios le había dicho a Jonás que fuera a una ciudad llamada Nínive a predicar, los de Nínive eran enemigos de los israelitas y siendo israelita Jonás, él pensó que los habitantes de Nínive merecían morir, merecían el castigo de Dios, así que, en vez de ir a predicarles del arrepentimiento, Jonás se subió a un barco para ir en dirección contraria a la que Dios le había señalado. La desobediencia abierta de Jonás desagradó a Dios y envió una tormenta, la cual resultó en que los marineros echaran de la nave a Jonás, lo tiraron al agua y se lo tragó un pez grande que Dios había preparado especialmente para esa ocasión, dentro del vientre del pez, Jonás tuvo tiempo para meditar sobre su situación, prometió a Dios que iría a Nínive, y le pidió perdón por haberle desobedecido, Dios hizo que el pez lo arrojara en la playa del mar mediterráneo y Jonás inició su viaje a Nínive. Nínive era una ciudad enorme, cruzar la ciudad a pie le llevaría uno o tres días de camino. La ciudad tenía una población de 120,000 habitantes, los guerreros de Nínive eran hombres crueles, cuando iban a batalla, le quitaban las cabezas a sus víctimas y al regresar a Nínive, las colgaban de los muros enormes que rodeaban la ciudad, probablemente este era el escenario que dio la bienvenida a Jonás al aproximarse a la ciudad. Al entrar a los muros de la ciudad, el profeta Jonás inició su trabajo de predicar el mensaje de Dios a Nínive, en vez de hablarles de arrepentimiento y de dejar sus caminos malos para acercarse a Dios, Jonás les profirió estas palabras: De aquí a cuarenta días, Nínive será destruida, ¿cuál fue el resultado de su mensaje? Escuchemos lo que la Biblia dice en cuanto a ello en Jonás, capítulo 3, versículo 5 y 6, dice así: “Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza”. Todo el pueblo se arrepintió, todos aceptaron el mensaje de Dios 120,000 personas, claro está que cuando se arrepintieron Dios los perdonó y no los castigó como había dicho que lo haría si no se arrepentían. La campaña evangélica del reverendo Jonás había sido todo un éxito. Me imagino que lo encontraremos en algún lugar saltando de arriba para abajo, contento de la victoria, ¿no? Bueno, vamos a ver.   Observemos el capítulo 4, versículos 1-3 de Jonás para ver qué es lo que sucedió, dice: “Pero Jonás, se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Yo sabía que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. Ahora pues, te ruego que me quites la vida”. Jonás en vez de alegrarse por la salvación de tantas personas, mejor quería morirse, porque según él, todos ellos merecían morir una muerte horrible; es entonces cuando Dios le pregunta: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? O sea, Jonás qué derecho tienes tú de enojarte, ¿dónde estarías tú si yo no fuera misericordioso?, ¿acaso eres tú mejor que ellos?, ¿quién te ha dado a ti el derecho de señalar quienes merecen castigo y quienes no? ¿A caso puedes tú ver el corazón de las personas? Jonás, tú tienes una mala actitud.   Mi hermano, ¿cuál es nuestra actitud? Yo he notado en mi vida que hay ciertas personas a quienes trato de esquivar, hoy en mi santidad, no quiero tener que ver con ciertas personas, ni siquiera para hablarles del mensaje de salvación, y dicha actitud es mala, siento que a veces nos hemos convertido en fariseos quienes criticaban a Jesús por juntarse con pecadores. Jesús les contestó: “La gente sana, no tiene necesidad de médico. Yo he venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”.   Vamos a orar. Padre, siento que a veces tus hijos nos hemos puesto en una posición que no nos pertenece, siento que a veces se nos olvida de dónde salimos, habiendo sido perdonados, nos sentimos mejor que otras personas y se nos olvida que no somos perfectos, sino solamente perdonados, nos llenamos de orgullo y nos ponemos en una posición de juez cuando no nos luce, Padre, cambia nuestra actitud, y ayúdanos a perdonar, así como tú nos perdonas, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 07, 2023
Actitudes

¿Cuáles Son Mis Derechos?
No sé cuántas veces he visto cómo una mala actitud arruina la relación que uno puede tener con su Dios. A veces nosotros los cristianos nos olvidamos de donde salimos, se nos olvida lo que Dios ha hecho en nuestras vidas se nos olvida cómo éramos nosotros en el pasado y de lo mucho que Dios nos ha perdonado; han existido momentos en mi vida cuando he dicho: ¡Esto no es justo!, ¿cómo es posible que Dios permita que esto siga aconteciendo? ¿A caso no hay justicia en nuestro mundo hoy? Y comienzo a exigir y demandar justicia. Todo ser humano quiere que las demás personas sean justas en sus tratos con uno, pero siendo humano y teniendo la capacidad de cometer errores queremos misericordia y perdón, cuando se trata de nosotros mismos, para las demás personas queremos justicia, para nosotros mismos queremos misericordia, comprensión y mucha compasión. Permíteme darte un ejemplo de lo que estoy diciendo. Vamos a suponer que llegamos a una tienda a comprar. Supongamos que la persona encargada de la tienda pensó vernos echar un artículo valioso de la tienda a nuestro bolsillo, la persona pensó que le estábamos robando a su patrón, así que la persona se nos acerca y pide que le mostremos lo que tenemos en nuestros bolsillos, claro que, aunque no tenemos nada, ha sido un insulto que nos hayan acusado de ladrones, nos sentimos heridos y queremos hablar con el gerente de la tienda. La persona encargada pide disculpas, pero eso no es suficiente para nosotros, nos han insultado y en público, exigimos hablar con el gerente, el encargado nos pide disculpas otra vez y va a buscar al gerente, el encargado, ante su gerente le explica de lo que ha sucedido y le cuenta cómo nos ha pedido disculpas y  todo, ahora el gerente nos pide disculpas y nos promete que el incidente no volverá a suceder, pero todavía no estamos contentos, le preguntamos al gerente ¿y eso es todo?¿eso es todo lo que le vas a hacer a este individuo que nos ha acusado falsamente de ser ladrones?, el gerente nos pregunta lo que queremos que le hagamos al pobre individuo, y le respondemos: No estaremos tranquilos hasta que lo despidas por esta gran injusticia que nos han hecho, y claro está que tenemos toda la razón porque este individuo nos ha hecho una gran injusticia. Lo justo es que lo despidan, por la equivocación que ha cometido. ¡Ahh! Pero si nosotros fuéramos el individuo que se había equivocado, íbamos a querer paciencia y comprensión de la persona a quien habíamos ofendido, íbamos a querer que nos dieran otra oportunidad, íbamos a querer que nos perdonaran la ofensa, lo que sucede es que tenemos una mala actitud concerniente a las demás personas, y esto arruina nuestra relación con Dios.   Quiero que pensemos hoy sobre cual debiera ser nuestra actitud concerniente a las injusticias del mundo y también acerca de nuestros derechos como cristianos, hijos de Dios, salvos por la fe en Cristo Jesús, ¿tenemos derecho nosotros de exigir justicia?, para contestar esta pregunta, vamos en nuestras Biblias a 1 Corintios, capítulo 6 y vamos a leer los versículos 19-20, dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. Ahora, según este versículo, yo veo que nosotros como cristianos no tenemos derechos, aparentemente ya ni siquiera nos pertenecemos a nosotros mismos, según este versículo, hemos sido comprados con precio y ya no nos pertenecemos así que, ¿qué derechos tenemos? Cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador, le entregamos nuestras vidas, Él puede hacer con nosotros lo que bien le parece. Él tiene todos los derechos a nuestras vidas, y si Él quiere permitir que injusticias vengan a nuestras vidas para hacernos crecer espiritualmente, o para probar su grandeza, o para atraer a otras personas a la salvación ¡Alabado sea su nombre! Él tiene ese derecho, Él es Dios, pero en cuanto concierne a nosotros, ya le cedimos todos los derechos a nuestras vidas, lo único que nos toca hacer es someternos a su voluntad, ser obedientes y comprender que Él hará lo mejor para nosotros. No hay lugar para una actitud de rebeldía debido a que nosotros pensamos que alguien está siendo injusto, claro está que nosotros debemos luchar en contra de las injusticias del mundo, pero sin pedir justicia para nosotros mismos, yo sé que esto suena un poco raro, pero es la verdad y en explicarlo, podemos usar como ejemplo a nuestro Divino Maestro, el Señor Jesucristo mismo, creo que todos saben que Jesús, siendo Dios vino al mundo para tomar forma de ser humano y así habitar entre los hombres, ¿cuál fue su razón de hacerlo? Para ayudar al hombre a rescatar su alma del infierno. Jesús vino en justicia a luchar por nosotros y librarnos de las garras del diablo, en hacer esto, Jesús tuvo que abandonar todos sus derechos como Dios, dejar los lujos del cielo, vivir como un ser inferior y morir crucificado en la cruz del calvario. Jesús, en toda su vida, no cometió ni un solo pecado, con gran injusticia, padeció persecución, fue azotado y maltratado fue humillado públicamente por las mismas personas a quienes quería salvar, le escupieron su rostro, le golpearon su cara, le pusieron una corona de espinas y finalmente lo colgaron en una cruz, mi pregunta es esta: ¿Qué si Jesús hubiera pedido justicia para sí en ese momento?, ¿qué esperanza tendríamos tú y yo?, Dios no nos pide que hagamos algo que Él no estaría dispuesto a hacer. Él dio su vida por nosotros sufriendo las injusticias del mundo sin pedir justicia para sí mismo, en un acto heroico, sin egoísmo, alcanzó a abrir paso al cielo para todo aquel que se arrepiente de sus pecados y confía en Él como único y suficiente Salvador.   Vamos a Filipenses capítulo 2 y leamos los versículos 5-8 para ver cuál debiera ser nuestra actitud concerniente a todo esto, Filipenses 2:5-8, dice así: “Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y  estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. ¿Cuál debiera ser nuestra actitud? La misma de Jesucristo, el hecho de que seamos salvos e hijos de Dios no nos da ningún derecho para exigir justicia para nosotros mismos y ¿en realidad queremos exigir justicia para nosotros?, porque lo justo sería que todos fuéramos al infierno, lo justo sería que Dios nos permitiera sufrir por toda una eternidad por habernos rebelado en su contra, habiéndonos creado ha tenido que soportar nuestra insubordinación, en su amor para rescatarnos del infierno, envió a Jesucristo, su unigénito Hijo, para morir en nuestro lugar, injustamente y aún en así nosotros tenemos la audacia de exigir justicia.   Pienso que tenemos una mala actitud concerniente a este asunto y esa actitud arruina nuestro proceder de hijos de Dios en el mundo, si eres salvo, tú y yo no tenemos derechos, hemos sido comprados con la sangre preciosa de Cristo Jesús, ya no nos pertenecemos, somos propiedad de Jesucristo, nuestro Señor nos ha enviado al mundo para predicar el evangelio, sufriremos persecuciones, Él nos lo dijo, sufriremos injusticias en nuestra lucha contra el mal, lo que nos debe animar en nuestra marcha contra la injusticia, es comprender que la justicia prevalecerá, sin embargo nunca debemos olvidarnos de donde salimos y que nosotros hoy somos justicia porque Cristo fue hecho injusticia por nosotros, y que sin Él, nosotros nunca habríamos sido justificados y por lo consiguiente debiéramos ser considerados, misericordiosos y muy perdonadores.   Vamos a orar. Padre, ha habido veces cuando yo, en mi ignorancia, he exigido justicia, para mí. Te doy gracias por tu Palabra que me ha hecho ver que debo luchar por la justicia de otros, pero al mismo tiempo comprender que seré tratado injustamente, debido al pecado que hay en el mundo; debo seguir el ejemplo de mi Señor, quien sufrió toda injusticia para librarme. Padre, gracias por tu misericordia y por haber tenido compasión de mí, cuando yo merecía ir al infierno, ayúdame a mí y a mis hermanos a tener estas cualidades que tú tienes mi Padre, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 06, 2023
Lo Oculto

Poder Para Vencer Lo Oculto
No es fácil la tarea que tenemos como cristianos en el mundo. Mientras que la mayoría de las personas desconocen lo que está sucediendo, nosotros sabemos bien quién está detrás del escenario llevando a término sus planes malévolos, con astucia nuestro enemigo engaña a las naciones y miles y miles cooperan con él para la destrucción de la humanidad. Aún cristianos son reclutados de vez en cuando para servicios especiales. Efesios 6:12, dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Este versículo, muestra la realidad que lo que le espera a todo soldado del Señor. Para hablarte de Jesucristo, no solo es asunto de abrir la boca y comenzar a decir palabras. Ojalá fuera tan fácil, tú tienes que comprender que cada vez que yo predico un mensaje radial tengo que enfrentarme a la verdad de que tendré que pelear fuertemente para hacerte comprender la verdad de Dios. Cuando tú escuchas los programas de deporte, no existen distracciones, cuando estás oyendo un programa de risa no hay distracción, pero al momento en que yo comienzo a hablarte de las verdades de la Biblia, entregándote el mensaje de Dios, el diablo envía cuantos mensajeros le es necesario enviar para distraerte para que tú no puedas escuchar. De hecho, sino fuera por el Espíritu Santo, ángeles de oración y guerreros de oración, la verdad de Dios nunca te llegaría. Ante tan poderoso ejército del enemigo es fácil caer si no estamos bien armados, nuestro enemigo tiene poder, mucho poder. Nosotros delante de él no somos nada, él pudiera tomarnos y zarandearnos al gusto si no fuera por el amor de Dios. Lo triste del caso, y estoy hablando de los que han recibido a Jesús como Salvador, no tienen una buena relación con el Padre y por ese motivo son fácil presa para Satanás. La mayoría de ellos están sentados en casa con miedo de salir y enfrentarse al enemigo.   Hay poder en el ocultismo, el poder es tanto que muchos creyentes han quedado inmóviles, espantados de lo que han visto. Hay personas en nuestro mundo hoy día que sacrifican a otros humanos para tener poder para sí mismos, hay madres que dan a luz sus propios hijos y los ponen sobre altares a Satanás, toman un cuchillo y lo sacrifican al momento de nacer sobre sus propios cuerpos, dejando fluir la sangre de la inocencia para tener poder. Hay personas que filman sus propios actos de violencia y luego lo muestran a sus amigos jactándose de lo que han hecho. Hay personas que toman la Biblia y la maltratan en rebeldía abierta para con Dios. Toman su nombre en vano y escupen en la cara de su hijo, ¿y tú crees que es fácil salir y hablar con ellos de su necesidad de Jesús? A ellos les caería bien escupir en nuestro rostro también. Y ojalá solo fuera eso. Claro que no es fácil predicar el evangelio, ojalá la gente quisiera oír el mensaje de Dios, pero el mensaje de Dios dice que todos somos pecadores, el mensaje de Dios es un espejo y cuando el hombre se ve, mira algo horrible, por eso el evangelio le disgusta. No lo quiere oír, no lo quiere aceptar y sin embargo la tarea de nosotros los hijos de Dios es entregar ese mensaje a la humanidad, nosotros queremos hacer un bien, pero lo hacemos a veces a costa de nuestras propias vidas, ¿me preguntas que si me da miedo enfrentarme al ocultismo? No seré hipócrita contigo, sí me da temor, pero ¿quieres saber por qué lo hago?, es porque Dios ha puesto su amor en mí, y su amor es perfecto.   1 Juan 4:18, dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”. Al sentarme aquí para hablar contigo, me pongo a pensar en los miles de demonios que no quieren que tú escuches este mensaje, me pongo a pensar en mi capacidad como ser humano ante la potencia que poseen ellos, si solo fuera uno me sería difícil; pero el Espíritu de Dios que está en mí me recuerda que Jesús me ha encomendado la tarea. Me recuerda de que yo estaba, así como estás tú en este momento, me recuerda el hecho de que, si yo no te presento la verdad, quizás nunca tendrías otra oportunidad de salvación. Me recuerda del hecho de que Satanás desea llevarte consigo al infierno y luego me muestra el amor que Jesús tiene por ti, un amor tan grande que estuvo dispuesto a morir por tus pecados en la cruz del calvario, derramando cada gota de su sangre para que tú pudieras ser libre. Ese amor que está en mí me da valor y hablo, y aunque tú no quieras creer, eso no importa, yo tengo que entregarte el mensaje; yo tengo que hacer lo que yo pueda para que tú veas la verdad y ese amor que está en mí hecha afuera cualquier temor que yo pudiera tener. Ese perfecto amor que viene de Dios y que da victoria sobre el diablo y su ejército entero, es lo que me conmueve y lo que me motiva a continuar. 1 Juan 4:4, dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”. Cuando el hijo de Dios reconoce esta verdad y tiene una buena relación con su Padre celestial, no hay nada en el mundo que le pueda detener, y cuando se une con sus hermanos en la fe y marchan contra Satanás, ni las fuerzas del infierno pueden prevalecer contra ellos. Todo cristiano debe ser realista, estamos en una batalla, vamos a tener problemas aquí en el mundo, nuestro Señor Jesucristo no nos ha ocultado esa verdad en Juan 16:33, Juan nos dice claramente: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. La clave de vivir en victoria, aun cuando nos enfrentamos con el ocultismo, es permanecer en Jesús.   Nuestro maestro divino nos dice otra verdad en Juan 15:5: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.  Yo sin testimonio, una buena relación con el Señor sería como Sansón sin pelo, totalmente incapaz de defenderme contra el enemigo, pero con una buena relación con Cristo, no hay nada en el mundo que pueda vencerme, ¿por qué? Porque Jesús camina a mi lado, y el diablo tiene que darle paso. ¿Qué dice Santiago 4:7? “Someteos, pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Si yo me someto a Dios, permanezco en Jesús, así puedo resistir al diablo y tiene que apartarse.   A veces los cristianos perdemos batallas, pero nunca perderemos la guerra, la guerra la ganó Jesús en la cruz del calvario. La única manera en que Satanás pudiera vencernos por completo sería eliminar a Dios y eso es imposible. Quizás a ti te ha llamado la atención la magia blanca, brujería, hechicería o como quieras llamarle. Quizás el ocultismo te ha interesado y has estado estudiando el horóscopo o has estado repitiendo alguna oración de la hermana fulana de tal. Déjame decirte con todo el amor que puedo, que, en el momento de la muerte, cuando vengan a pedir tu alma, ningún encantamiento te va a servir, ningún horóscopo decidirá tu destino para ese día, ninguna oración de la hermana fulana de tal podrá librarte, la Biblia declara a gritos en Hechos 4:12: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. 1 Juan 5:12, dice: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”.   Hay dos clases de personas en este mundo: Los que tienen a Cristo en su corazón y los que no le tienen. Aquellos quienes le tienen le tienen porque se han arrepentido de sus pecados pasados presentes y futuros, y le han pedido entrar a su corazón para ser su único y suficiente Salvador, han quitado su confianza de la religión, de buenas obras, de María de los santos de cualquier cosa, y la han depositado en la persona de Cristo Jesús. Estas personas son salvas y el ocultismo no tiene ya poder sobre sus almas. Han pasado de muerte a vida y ninguna condenación ha pasado para ellos, ¿Tienes tú esta salvación? Si no la tienes, si quieres puedes recibir a Jesús en este preciso momento, solo tienes que pedirle perdón e invitarle a entrar a tu corazón, si lo haces creyendo, Él te salvará, yo te lo prometo.   Vamos a orar. Padre, te pido que ayudes a mi amigo a comprender lo que hemos estado diciendo, yo sé que Satanás y sus demonios están haciendo todo lo posible para distraerle y mentirle, te pido que tu Espíritu ilumine la verdad en este momento y que puedan revertirse sus pecados y que puedan invitar a Jesucristo a entrar a su corazón, creyendo de una vez y para siempre, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 03, 2023
Lo Oculto

La Influencia De Lo Oculto
Tantas cosas diferentes, tantas creencias, tantas religiones, tanta confusión ¿Cómo podemos saber lo que debemos hacer?, ¿cómo podemos estar seguros de no cometer errores y agradar a Dios en las decisiones que tomamos? Estas preguntas son hechas por miles de personas. La respuesta es sencilla: Escrudiñad las Escrituras. Lo único que tenemos que hacer es ir a la Biblia, estudiarla de corazón pidiéndole al Espíritu Santo que nos enseñe, eso es todo lo que tenemos que hacer. Cuando el Espíritu nos ha enseñado las verdades que hay en las Escrituras, entonces tenemos la obligación de aplicar esas enseñanzas a nuestras vidas y de esta manera saber qué hacer y estar seguros de a Dios le agradará lo que hacemos, porque simplemente estaremos obedeciendo lo que nos ha ordenado.   La respuesta fue fácil para mí porque yo ya he aceptado la Biblia como la Palabra de Dios, y mi máxima y única fuente de autoridad. El problema con muchos es, que en medio de tanta confusión, han querido aceptar la palabra de personas que consideran ser buenas, las tradiciones que otros han llevado por centenares de años, y las costumbres del mundo, sobre la autoridad de la Biblia, o sea que la Biblia para ellos no es la máxima fuente de autoridad en sus vidas, esto causa un trastorno en sus vidas debido al hecho de que son fácil presa para Satanás; disfrazado como ángel de luz, él entrará a sus vidas con preguntas y razones que suenan maravillosas, les hará sentirse bien físicamente con las decisiones que han tomado y cuando vuelven a ver, están haciendo cosas totalmente en contra de lo establecido por Dios en su Palabra. Lo triste es que están desobedeciendo a Dios, pero en su nombre, lo que ha sucedido es que han seguido la influencia que Satanás les ha ofrecido, han sido influenciados por el diablo sin darse cuenta de ello.   Déjame presentarte un ejemplo de lo que estoy tratando de decir: Observamos un comercial sobre la pantalla de nuestro televisor. Están hablando de las drogas, están mostrando los peligros de las drogas y están dando un mensaje que hará pensar a los videntes acerca de lo dañinas que son las drogas. Al terminar de ver el comercial, uno vuelve a ver a sus hijos y les dice: ¿Vieron eso?, hay que decirle ¡no! A las drogas. Pero ese comercial es seguido por otro, y en el siguiente comercial están anunciando cierta marca de cerveza. En el comercial tú ves a todos los participantes cuerdos, con cuerpos saludables y divirtiéndose a lo máximo, ¿cuál es el mensaje de ese comercial? El mensaje es: Si quieres divertirte, ser sano y saludable, debes tomar cerveza. Ahora, déjame explicarte la locura que ha causado la influencia de ese comercial: Según el comercial de la televisión, el enemigo es la droga y la cerveza es buena. Pero si tuviéramos el caso de acuerdo a las estadísticas acumuladas por instituciones de renombre, hay muertes y hogares quebrantados por la influencia de la cerveza y el alcoholismo, que por drogas. Sin embargo, la cerveza es aceptada y las drogas no. Pero si nos basamos en la Palabra de Dios, veremos que ambas cosas son enemigas de la humanidad y no deben ser toleradas. Ni las drogas ni la cerveza tienen cabida en nuestras vidas, con la excepción de cuando son usadas responsablemente para motivos medicinales. El problema está en que aquellos a quienes les gusta tomar cerveza, no van a aceptar la autoridad de la Biblia, lo que van a hacer es buscar la influencia de una institución religiosa que les permitirá vivir en su pecado y ser religioso a la vez. Lo triste es que lo que han hecho, es alejarse de Dios y han seguido una influencia de Satanás, lo cual les va a perjudicar grandemente. En Juan 8:44 y 45, encontramos unas palabras bien fuertes que pronunció el Señor Jesucristo, el Señor dijo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque le digo la verdad, no me creéis”. Pienso que mi Señor estaba un poco molesto cuando dijo estas palabras, debe haber estado hablando con algunas personas muy ignorantes en cuanto a las Escrituras, ¿no crees? Pues no es así, en esta ocasión Jesús estaba hablando con hombres sumamente religiosos. Eran un grupo de personas que eran estudiosos de la Palabra y que eran maestros entre los judíos. ¿Por qué les habló Jesús así?, ¿por qué llamó homicida al diablo, y luego les dice a ellos que ellos tienen deseos de hacer la voluntad de su padre? Otra vez la respuesta es sencilla. Satanás quería acabar con Jesús, quería su muerte, quería terminar con Él y así extinguir cualquier esperanza que el hombre pudiera tener de salvarse. Los fariseos, siendo influenciados por Satanás y motivados por el odio en sus corazones que tenían para con Jesús, deseaban también quitarle del camino, por eso Jesús les dijo: “Los deseos de vuestro padre queréis hacer”. Ellos se llamaban hijos de Abraham, conocían el mandamiento bíblico que dice: “No matarás”. Y sin embargo la influencia de Satanás en sus vidas los había apartado de la verdad bíblica y los había llevado a pecar, ¿y sabes en nombre de quién lo estaban haciendo?, según ellos lo estaban haciendo en el nombre de Jehová Dios, y siguiendo con la influencia del diablo en sus vidas, sí lograron cumplir con la tarea. Crucificaron a Jesús.   Quiero que escuches bien lo que voy a decirte. Si tú estás aceptando cualquier influencia que no se basa en la Biblia vas mal. De hecho, estás jugando con el ocultismo. El asunto es que lo que oculto a los ojos del mundo, es que el mismo Satanás, quien está tras toda organización o movimiento que aleja al hombre de ser obediente a Dios. Existen muchas organizaciones que llevan nombres bíblicos y que hacen muchas cosas buenas, pero  sus raíces están podridas, sus buenas obras solo son una fachada hermosa para atraerte a la organización y luego hundirte y llevarte al infierno, ¿cómo puedes darte cuenta de que algo es malo para no caer en la trampa? Lleva contigo la luz de las Escrituras, alumbra a la organización y fíjate si están operando de acuerdo a principios bíblicos, si encuentras algunas cosas buenas, ten cuidado, porque eso no significa nada. Acuérdate de que el diablo hace un poco de bien para atrapar a uno, tienes que ver meticulosamente y si hay fallas, te aseguro de que no las podrán tapar para siempre, ¿por qué? Porque el diablo no puede esconder su naturaleza para siempre. 1 Juan 2:22, dice: “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”.   Una pregunta, ¿En qué se basa más tu religión? Es Jesús tu única fuente de salvación o existe un sinnúmero de maneras para salvarte. La influencia del ocultismo ha penetrado las barreras de las religiones. Hoy el hombre piensa salvarse por medio de hacer buenas obras, invalidando el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, hoy el hombre quiere ir a otros personajes como a María y a los santos, sin tener ninguna base bíblica sobre la cual basar sus creencias. Al mismo tiempo, la Biblia aclara enfáticamente en Hechos 4:12: que “en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. 1 Timoteo 2:5, dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre”. La decisión es tuya, vas a creer en tradiciones de hombres influenciados por el diablo mismo, o vas a basarte en la única cosa en la cual el hombre puede depositar al cien por ciento su confianza: La Palabra de Dios. Tú tienes que decidir, mi oración es que escogerás la Palabra de Dios.   Vamos a orar. Padre, es cierto que vivimos en un mundo confuso y que muchos somos los que decimos tener la verdad, pero Padre, yo sé que tú eres verdad, tenemos tu Palabra para cerciorarnos de las cosas, pero muchas veces no queremos aceptar la verdad. Te pido en este momento que ayudes a mis amigos a comprender el no seguir bajo la influencia del ocultismo y de ser influenciados únicamente por lo que dice tu Palabra. Solo así es que podrán conocer la verdad, solo así es que podrán ser libres. En el nombre de mi Señor y Salvador Jesucristo presento mi petición. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 02, 2023
Lo Oculto

Observando Las Diferencias
Cuatro jóvenes corren por un parque y notamos que uno va bastante adelante de nosotros, el parque está vacío y ya está poniendo oscuro. Los cuatro jóvenes son amigos, pero algo ha sucedido, al que corre adelante corre con una desesperación, corre como quien quiere salvar su vida, si pudiéramos acercarnos a él notaríamos ver que está herido, sangre fluye de un golpe que lleva en la cabeza, sus tres amigos lo alcanzan y comienzan a patearle, el más grande llamado Jaime, saca un bate de Beisbol y comienza a golpear frenéticamente al pobre Esteban quien ahora trata de cubrirse la cabeza lo mejor que puede. Esteban les grita la pregunta ¡¿Por qué?! Una y otra vez. Jaime contesta: Porque esto es divertido. Con grandes risas los tres jóvenes matan a golpes al que hace unos momentos era su amigo, al terminar la tarea malévola, los tres se miran el uno al otro y unánimes dicen: Un sacrificio a Satanás.   El relato que te acabo de narrar no es ficticio. Realmente sucedió, la policía pudo capturar a los tres. Ni siquiera huyeron. Al ser interrogados acerca del crimen que habían cometido, ninguno de los tres pudo decir por qué lo habían hecho. Algo se había apoderado de ellos. Después de investigar a fondo el asunto, salió a luz el hecho de que los muchachos habían estado jugando con el asunto del ocultismo. Para Esteban, el ocultismo le causó la muerte; para sus tres amigos, pues, ellos tendrán que cargar el resto de la vida la culpa de haberle quitado la vida a un individuo, sin ninguna razón.   Miles de personas buscan su fuerza para el diario vivir en el ocultismo, diariamente multitudes se levantan de la cama y lo primero que hacen es buscar el horóscopo para ver si deben salir de la casa ese día o no. Cantidades van a que les lean la mano. Todas estas prácticas son parte del ocultismo, y el misterio de ellos es claramente prohibido por Dios en su Palabra. Aparentan ser cosas sencillas e inofensivas, sin embargo, son instrumentos que Satanás usa para la destrucción mental de las personas que confían en esas cosas. En vez de poner su fe en Dios Todopoderoso, comienzan a depositar su confianza en estrellas, amuletos, crucifijos y la famosa pulsera de balance. Practican hechizos amarrando cosas al cuello de sus hijos para que no les dé mal de ojo. Quizás piensan que estoy haciendo burla de estas cosas, pues no es así, no estoy ridiculizando, estoy tratando de hacerte comprender que estas cosas abren paso a la entrada de espíritus malignos en tu vida, espíritus que pueden aparentar ser buenos al principio, pero que luego te destruirán. ¿Por qué crees que uno de los diez mandamientos dice así? “No te harás imagen de ninguna cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte y celoso”.   Dios no quiere que pongamos nuestra confianza en ninguna otra cosa más que en Él. Él es celoso, Él no va a compartir su gloria con las estrellas, ni con pulseras de balance ni con santos que nosotros mismos inventamos. No me importa cuántas estatuas de San Cristóbal tengas en tu carro, solo Dios te puede librar de un accidente, y cuando Él decide que es tiempo de que vayas al más allá, puedes tener cien mil estatuas religiosas en tu vehículo, que no te servirán absolutamente para nada. Es mejor que deposites tu confianza en Dios Todopoderoso y que confíes únicamente en Él. Muchos creen en tener imágenes en su casa, esto es ocultismo, es idolatría. La Palabra de Dios lo condena con gran claridad, escucha lo que dice el Salmos 115:3-8: “Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, más no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos”. Mientras que el individuo que practica el ocultismo busca su propio bienestar, los que practican el cristianismo, buscan el bienestar de otros que siguen cautivos y esclavizados al pecado. Tienen la mente del Señor Jesucristo quien dice en Mateo 20:28: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Y esto es precisamente la meta de cada cristiano salvo por la gracia de Dios. Vivir el resto de su vida de tal manera que traiga a otros a los pies de Jesucristo.   Pero dejemos de momento las cosas superficiales que alcanzan a las personas para atraerlas como un imán al ocultismo y profundicemos por unos segundo hasta la raíz del ocultismo. Miremos por un segundo, la diferencia verdadera que hay entre el ocultismo, y las cosas de Dios. En primer lugar, el ocultismo pone en alto la desobediencia a la autoridad. Cualquier autoridad. El ocultismo odia la disciplina, piensa en la rebeldía de los jóvenes hoy día que no tienen respeto a sus padres, la policía ni a la educación. Son rebeldes a cualquier tipo de organización que impone orden, aman el caos y la destrucción. Luego escucha la música que oyen constantemente, y dime que no es ocultismo. Muestran falta de respeto en su hablar, su vestir, sus ademanes y en casi todo lo que hacen. ¿A qué se debe? Se debe a que están siendo influenciados por Satanás, se debe al hecho de que escuchan más a los mensajeros de Satanás que a los mensajeros de Dios. Por otro lado, el cristianismo enseña obediencia a los padres, las autoridades y sobre todo a la palabra de Dios ¿por qué?, porque en la organización hay armonía y edificación. En el desorden solo hay destrucción.   En segundo lugar, el ocultismo les enseña a sus practicantes de que ellos son dioses y que deben velar por su propio bienestar, si quieren algo deben tomarlo de otro que es más débil que ellos. Practican la ley de la selva. Se reúnen alrededor de un pentagrama, para cortarse, tomar su propia sangre mezclada con orín para tener más fuerzas para sí mismos y pedir la destrucción de otros, sacrificando a veces humanos inocentes o animales para asegurar de que sus súplicas sean escuchadas por Satanás. Por otro lado, el cristianismo enseña a sus practicantes que ellos son creación de Dios, fueron creados para alabar a Dios y para dar vida, no muerte. Se les enseña a perdonar a sus enemigos. En cuanto a sacrificios, solo ha habido uno, el sacrificio que Dios mismo hizo por nosotros, en la cruz del calvario para librarnos del pecado y del infierno y así traernos vida eterna. En tercer lugar, el ocultismo tiene como líder a Satanás. Un llamado Dios que se ha autoimpuesto sobre sus seguidores, prometiéndoles fama, dinero y mucha alegría, pero cuyo propósito es arrastrar a cuantos él pueda al infierno con él. Y todo por un deseo de desquitarse con Dios quien no le permitió ser igual a Él.   Por otro lado, Dios dio su vida en la cruz del calvario e invita a todos a venir a la salvación. Lo único que tienen que hacer es arrepentirse de sus pecados y aceptarle como único y suficiente Salvador; no hace vanas promesas y lo que ha hecho para el hombre es en bienestar del hombre. Le ofrece vida eterna en el cielo con Él, no como súbdito, si no como hijo. Mi amigo, si estás involucrado en el ocultismo, abandónalo, no juegues con esas cosas. Toma tu Biblia, estúdiala y practica las cosas que ella enseña. Busca a Dios, para tu bien te lo digo.   Vamos a orar. Padre, tengo tantos amigos que están involucrado en lo oculto. No se han dado cuenta de lo peligroso que es. Otros si saben y se sienten presos sin salida, te pido en el nombre de Jesús que tú me les ayudes. Padre envíales la ayuda que necesitan para poderse librar de este mal que ha venido a sus vidas y que los está destruyendo. Te lo suplico en el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 01, 2023
Lo Oculto

El Truco De Satanás
Solo porque algo se mira bien, no significa que es de Dios. Hemos iniciado una serie de estudios sobre el ocultismo y quiero que hoy nos concentremos en la forma en que Satanás está engañando a muchos, por medio de hacer cosas que aparentan ser de Dios, Pero antes de profundizar en el estudio de hoy quiero que leamos unos dos o tres versículos que respaldan lo que vamos a estudiar. En Apocalipsis 12:9, encontramos las siguientes palabras: “Y fue lanzado fuera el dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero”. En este versículo quiero que nos fijemos en el hecho de que Satanás, dice la Biblia, engaña al mundo entero. No quiero que te olvides de esta realidad porque quizás voy a decir algo en unos momentos que no te va a agradar, y quiero que te acuerdes de que Satanás es sumamente astuto, y que conoce todos los trucos para ganar la confianza de uno; solo que él lo hace con el fin de esconder la verdad de las personas para llevárselas al infierno.   Vamos ahora en nuestras Biblias, al libro de 2 Corintios, capítulo 11, y leamos el versículo 14. Dice: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”. Conste que Satanás se viste de lo bueno y a veces hace lo bueno, pero solo con el fin de engañar, ganarse la confianza de las personas y así alejarlas de Dios. Esa verdad, finalmente llegó a mis cerebros, mientras estudiaba un pasaje de las Escrituras; es el pasaje de Mateo 7:21-23, en esos versículos encontramos a personas que profetizan en el nombre de Jesús, echan fuera demonios en el nombre de Jesús, y aún hacen milagros en el nombre de Jesús. Pero a la hora de presentarse ante el Señor Jesús, Él les dice: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Estas palabras me sorprendieron. ¿Cómo es posible que hicieran todas estas cosas en el nombre de Jesús, pero sin que Él los conociera? La respuesta es simple, Satanás los había engañado. Estas personas decían amar a Dios, decían servir a Dios, pensaban que lo estaban haciendo, pero no conocían la verdad. Pensaban que con milagros, echar fuera demonios y profetizar y que con eso se ganaban su entrada al cielo. Mi amigo, la Biblia enseña claramente y sin ninguna duda que la única manera en que uno puede entrar al cielo es por medio de arrepentimiento y fe en la persona de Cristo Jesús. Y si uno no se arrepiente de sus pecados aceptando el hecho de que es un malvado pecador, y si no cree de todo corazón que Jesús es el único quien puede salvarle, entonces no conoce a Jesús y no importa que haga un millón de cosas en su nombre, de nada le servirá. El diablo sabe esto, y por eso es que trata de desviar a las personas por medio de hacerles sentirse auto suficiente, les da medias verdades con medias mentiras, les hace creer que están haciendo lo correcto y por su culpa millares de personas van a ir al infierno pensando que habían estado sirviendo y agradando a Dios. Lo triste es que ellos no entienden que a Satanás no le importa que llamen a él, Jesucristo, o María, o cualquiera de los nombres de cualquiera de los santos, con tal de que las personas no se den cuenta de la realidad de su situación y vayan al infierno con él. De hecho, a él le encantaría que le reconociéramos como Dios todopoderoso. A él no le importa que le llamemos bautista pentecostal, metodista o católico. Él tiene sus servidores en cada una de esas organizaciones y él es activo en la iglesia, haciendo a las congregaciones creer que por sus obras pueden llegar al cielo. La pregunta que te hago yo es: ¿Si uno puede llegar al cielo por sus obras, por qué razón envió Dios a su Hijo a morir en la cruz? Y ¿Por qué dice en Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”?   Escúchame, Satanás conoce las Escrituras mejor que tú y mejor que yo, Él las sabe torcer y lo ha estado haciendo por siglos, solo hay una forma en la que nosotros podemos darnos cuenta de la realidad de las cosas y eso está en que nosotros dependamos totalmente de lo enseñado en esas Escrituras. Debemos estudiarlas bien para que Satanás no las pueda torcer en nuestras mentes, debemos entregarnos a un estudio completo de la Biblia y no tratar de interpretar versículos sacándolos de su contexto y torciéndolos para que digan lo que nosotros queremos. No podemos aceptar tradiciones que no pueden ser respaldadas por las Escrituras. Si vamos a aceptar una tradición, que sea claramente respaldada por la Biblia, sino no debemos aceptar tradiciones como si fueran ley.   A la edad de unos ocho años, había estado leyendo un libro que trataba de la segunda venida de Cristo. Cierta noche tuve un sueño y fue maravilloso. Estuve en una campaña en Nueva York, y ni conozco la ciudad, y de repente oímos el son de una trompeta. Todos los que estábamos congregados en ese hermoso lugar, salimos a la calle y vimos a un edificio enorme dar vueltas y convertirse en un trono. Al girar el trono, para ponerse de frente a la luz, nos dejaba ciegos, y era el Hijo de Dios quien se sentaba en el trono ¡Aleluya! ¡Magnífico! ¡Amén! No es magnífico porque es anti- escritural. Fue lindo el sueño para mí, me levanté emocionado y hasta iba a escribir un himno de mi experiencia, otros hermanos en la fe se hubieran regocijado diciendo ¡Qué maravilloso! Pero el sueño no era bíblico. En primer lugar, cuando suena la trompeta, Jesús no descenderá a la tierra, nosotros los redimidos nos uniremos a Él en los cielos, en segundo lugar, el día en que Él regresa a la tierra, no será a Nueva York, sino en el monte de los olivos en las afueras de Jerusalén. Mi sueño fue precioso para mí, pero no sirvió para nada. No era Bíblico, y lo más triste es que yo fácilmente pude haber sido usado por Satanás para hablar una cantidad de disparates a otras personas quienes fueran más débiles en la fe que yo y quienes hubieran tratado de muy espiritual mi situación cuando mi testimonio hubiera sido totalmente falso.   Tenemos que comprender que Satanás es muy astuto, y no le importa usar las mismas cosas de Dios con tal de alejar a las personas, del camino de verdad. Piensa en esto conmigo por un momento. La enseñanza de que María y los Santos pueden interceder por nosotros ante Dios es un pensamiento muy bonito. Pero uno puede confiar en la mediación de María y los Santos, e ir al infierno por toda una eternidad, porque no es más que eso: Un pensamiento bonito. ¿Cómo lo sé? Porque la Biblia me enseña claramente en 1 Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Juan 14:6, nos dice que “Jesús es el camino, y la verdad, y la vida; y que nadie puede llegar al Padre sino por Él”.   Jesús dice en Juan 10:1: “De cierto, de cierto, os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador”. Y en el versículo 7 Él dice: “De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas”. Todo eso de María, los santos y nuestras buenas obras, suena bonito, pero tienes que acordarte de las palabras de Jesús. No existe ningún otro mediador, y el que intenta llegar por otra manera, es ladrón. Satanás te dirá que esto es mentira, Satanás te dirá que hay otros caminos y otras personas quienes pueden ayudarte. Tú tendrás que decidir ¿Creerás lo que dice Dios en su palabra o creerás lo que otros te han dicho? En toda la Biblia no existe ni un solo versículo que respalde el hecho de que María, o los santos o religiones o ninguna otra persona puedan ayudarnos. Tú tienes que decidir, yo ya he hecho mi decisión. Yo decido por Jesús y lo que Él dice en su Palabra y solo en eso, no importa lo que otros me digan.   Vamos a orar. Padre, tu enemigo Satanás ha tenido engañado a muchos por tantos años ya. Te suplico que en este momento tu Espíritu toque de una manera especial nuestros escuchas y que en este momento tomarán la decisión de buscarte con sinceridad en tu palabra, y hacer a un lado las decisiones y tradiciones que han sido puestas sobre nuestros hombros por tanto tiempo, pido que les ilumines con la verdad, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 28, 2023
Lo Oculto

¿Qué Es Lo Oculto?
A todos nos llama la atención el poder. Eso es lo que nos motiva a muchos de nosotros, buscar posiciones altas en nuestros negocios, en el gobierno o en otras partes de la sociedad. Lo que sucede es que, con la posición, viene cierto sentido de poder o autoridad sobre otros. Con este sentir de poder en nuestras vidas, llegamos a un punto en donde nos sentimos seguros, y todos queremos tener seguridad, poder y autoridad infunden seguridad y por eso anhelamos tanto tenerlo. Muchas veces sin importarnos a quien tenemos que dañar para obtenerlo, y esto nos trae al tema de nuestro estudio hoy. Deseo que entremos a un estudio sobre el ocultismo, ¿Qué es?, ¿Cómo nos afecta?, ¿Qué tanto valor tiene en nuestro mundo hoy? Quiero que hablemos de este asunto, porque aunque la humanidad declara que el cristianismo y Dios son cosas del pasado, están adoptando el ocultismo con gran entusiasmo; la única razón por la cual lo hacen es porque los que realmente somos cristianos, no vivimos en el poder de nuestro Señor, no estamos mostrando al mundo la potencia que hay en el evangelio, no estamos repitiendo con Pablo, las palabras de Romanos 1:16, que nos dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”. Mientras que el cristianismo ofrece poder en Jesús, vida abundante siempre, y cuando uno vive de acuerdo a las reglas establecidas en las Escrituras, y conste que no estoy hablando de salvación. Estoy hablando de una vida abundante aquí en la tierra. El ocultismo dice brindar poder a aquellos quienes desean vivir de acuerdo a sus pasiones carnales, por esa razón, tantos jóvenes están entregando sus vidas a una búsqueda de poder dentro de lo oculto. Y no nos olvidemos de personas amargas que quieren venganza, el cristianismo enseña a uno a perdonar y a amar; habla en contra de dañar, destruir y matar, por lo consiguiente si uno le quiere hacer daño a alguien, no puede buscar poder dentro del cristianismo, tendrá que dirigirse a otra fuente de poder, tendrá que buscar poder dentro del ocultismo. A cuantas personas conoces tú que han ido a personas que practican el misticismo para poder adelgazar, conseguir novia, o para causarle un daño a otros ¿Habrán tenido resultados? Pues aparentemente sí, porque cientos y miles de personas siguen acudiendo a la ayuda del ocultismo, para resolver sus problemas. ¿Es bueno esto?, ¿cómo podemos saber si es bueno o no? Bueno, ya sabes tú mis pensamientos sobre el asunto. La única manera de llegar a un entendimiento sobre lo bueno o lo malo de algo, es por medio de alumbrarlo con la luz de las Escrituras. Ellas nos dirán si debemos tener algo que ver con el ocultismo o no.   El ocultismo viene de la palabra oculta o escondida. Juan 3:19, nos dice: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas”. En realidad, ya sabemos que los que practican el ocultismo, o buscan ayuda en el ocultismo, lo hacen, pero con intenciones que no son buenas. Permítame darte un ejemplo: El joven se enamora de una señorita. Ella no lo puede ver, pero ni en pintura, ya ella le ha dicho que no siente nada por él y que es por demás que él siga insistiendo. La señorita no lo quiere ofender, pero el joven no entiende, sigue neciamente, hasta que un día, la señorita tiene que ofenderle diciéndole que ella no tendría nada que ver con él, aunque fuera el único hombre en todo el mundo. Claro está que esto molesta al joven en gran manera, pero ¿se da por vencido? ¡No!, no importa que ella no sienta nada por él, él lo que sabe es que él la ama y no importa ninguna otra cosa en todo el mundo, ¿qué es lo que hace? Va a buscar a un cristiano, el cristiano le dice que él debe entregarse por completo a Dios y que, al hacerlo, Dios se encargará de enviarle a la persona correcta con quien podrá vivir feliz el resto de sus días, ¿Pero le satisface esta respuesta al joven? ¡Claro que no! Él no está pensando en nada más que su deseo de que la señorita le haga caso. Habiéndole fallado Dios, ¿a dónde irá? Así es, irá a buscar ayuda donde quiera que tenga que ir. ¿Y quién le está esperando? Satanás, ahí está rápido para decirle que él sí puede ayudarle, y sí le ayuda, pero ¿a cambio de qué? Lo que sucede es que Satanás está siempre dispuesto a ayudar a las personas, con tal de que vayan en contra de Dios, él está dispuesto aún a ayudarles bajo el disfraz de cualquier religión, siempre y cuando los pueda alejar así de Dios. Al diablo no le importa el nombre que le llamen, siempre y cuando, el obtenga los resultados que él esperaba tener. Él hará las cosas aún en el nombre de Jesús, si con eso logra llevarse a las personas al infierno con él. ¿No me crees? Entonces explícame las palabras de Mateo 7:22 y 23, que nos dicen: “Muchos me dirán en ese día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. No te olvides que los sabios del faraón pudieron imitar los milagros que hizo Moisés, repito: El diablo tiene mucho poder, y no le importa usar cualquier nombre con tal de obtener el resultado que a él le conviene. ¿Cuántas religiones no hay en el mundo hoy día? Y cada una de esas religiones te aseguran que tienen poder y sí lo tienen, pero no todas las religiones operan bajo el poder de Dios; la vasta mayoría de ellas operan bajo el poder de Satanás, disfrazado de Dios, ¿nunca has oído del anticristo?   Debemos hacer mención de que Satanás no es todopoderoso como Dios, no puede estar en todo lugar, no tiene todo conocimiento, entonces, ¿cómo puede tener tanto efecto? Su efectividad viene debido a toda la ayuda que tiene. Cuando Satanás fue lanzado del cielo a la tierra, logró traer consigo a una tercera parte de los ángeles, a estos ángeles, nosotros los conocemos como demonios, y ellos son numerosos. El trabajo de ellos es brindarle información a Satanás del avance de su reino malévolo y obedecer todos sus mandatos. La Biblia nos enseña que todos los que trabajan por Satanás son engañosos. 2 Corintios 11:14 y 15, dice: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”. Debemos tener mucho cuidado cuando aceptamos las cosas solo por aceptarlas. A veces pueden ser de Dios y a veces pueden ser de Satanás; por eso es que el apóstol Juan nos escribe lo siguiente en 1 Juan 4:1: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. Es sumamente importante que analicemos los eventos de acuerdo a lo que nos dice la Palabra de Dios, porque si no, podemos vernos involucrados en medio de asuntos que pueden vernos atados de manera que no nos podamos soltar con tanta facilidad.   Mi amigo, si tú has estado involucrado en estos asuntos, sepárate de tales cosas, entre más pronto, mejor. Herejías, hechicerías, adivinaciones, encantamientos. Todas esas cosas son prácticas condenadas en la Biblia, lo único que traerán a tu vida es destrucción. Aléjate de esas cosas. Si quieres verdadero poder vas a tener que venir a Jesús. Él es todo poder. Búscale.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el poder que tenemos en Cristo Jesús. Reconozco el poder del diablo y confieso que en mi poder ni me atrevería a proferir palabra contra él. Pero el que está en mí conforme a tu Palabra es más fuerte que el que está en el mundo, y basado en esa promesa me atrevo a predicar el evangelio. Señor, tantos de mis amigos y aun hermanos están jugando con el ocultismo. Te pido que les ayudes a ver el peligro que corren por participar en esas actividades diabólicas. Y padre, ayúdame a tener el valor de expresar con denuedo tus verdades, úsame para la liberación de tantos que viven esclavizados en sus pecados, permita que algunos hoy, comprendan el mensaje y vean la luz de Cristo, te lo suplico en el nombre poderoso de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 27, 2023
La Magia de la Música

¿Me Enveneno A Mí Mismo O No?
No sabes cuánto me alegro de que estés conmigo hoy para finalizar nuestro estudio sobre la música. Hemos hablado acerca de cosas muy importantes concernientes a la música. Hemos hablado de su poder y de cómo Satanás lo usa como un arma, hemos visto que nosotros también podemos usarla como un arma para bien, predicando a través de ella un mensaje que edifica. Discutimos del hecho de que la música es una forma de alabanza y cuando la escuchamos o cantamos estamos alabando al Dios verdadero o a Satanás. Hemos estudiado la verdad de que nuestra música dice algo acerca de nosotros, dijimos que era como un termómetro que mide nuestra espiritualidad; esto nos trae de nuevo al primer estudio que vimos cuando te hablé de cómo Satanás usa la música como una píldora azucarada para que nos traguemos sus mentiras, cómo la música es agradable a nuestros oídos, la escuchamos, pero sin darnos cuenta del mensaje que Satanás está metiendo en nuestra mente. Así lentamente, él ha venido envenenado a la humanidad, matándola. En ninguna otra etapa de la historia se ha visto tanta violencia como en nuestros días, por lo menos los salvajes del pasado podían matarse debido a su ignorancia y falta de educación, pero ¿cuál es nuestra excusa? Se supone, o por lo menos a mí me han dicho que nuestro mundo está mayormente civilizado y educado, se ha dicho que una vez que una gente recibe una buena educación habrá paz mundial y que no habrá necesidad de la locura de creer en un Dios. Déjame decirte mi amigo que precisamente por eso es que estamos metidos en el lío en que nos encontramos, el hombre en su vasta sabiduría, y perdona mi exageración, del tamaño de un frijol, ha querido apartar a su Creador omnisciente y está acabando con la humanidad. En su deseo de hacerse a sí mismo dios ha caído en la trampa de Satanás quien por esa misma estupidez fue lanzado del cielo, y ahora llegamos a la gran pregunta: ¿Tú qué haces en cuanto a ello?, ¿sigues a Dios?, ¿basas tu vida en su Palabra?, ¿estás escuchando un mensaje positivo de parte de Él o estás envenenando tu mente y ser con la basura que predica este mundo cuyo mensaje va encubierto en una música endulzada, para que no sientas el mal sabor? Te digo que hoy, tienes una decisión que tomar: O decidirás para bien o para mal, pero tomarás una decisión. En 1 Reyes capítulo 12, encontramos el relato histórico de Roboam, hijo del rey Salomón, su Padre había muerto y el reino había caído en sus manos, los impuestos que su padre había puesto sobre el pueblo eran pesados y la gente se quejaba de la carga, se presentaron ante Roboam, y le hablaron acerca de quitarles un poco la carga para que pudieran respirar. Roboam les dijo que regresaran en tres días y que él les daría entonces una respuesta. Al irse la gente, el rey llamó a los ancianos que habían aconsejado a su padre y les preguntó qué debía hacer. Ellos le contestaron con estas palabras: “Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre”. Después de haber hablado con los ancianos Roboam envió por sus contemporáneos, y les expuso el caso, así como lo había hecho con los consejeros ancianos. Los jóvenes consejeros le dieron este consejo: “Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre. Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, más yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, más yo os castigaré con escorpiones”. El rey Roboam, tiene ahora el consejo de los adultos y también el de los jóvenes, ¿cuál consejo hubieras tomado tú? ¿Le bajarías un poco los impuestos para ganarles el corazón y ayudarles un poco? ¿O les aumentarías los impuestos para aprobarles quién era el que mandaba?  Bueno, Roboam tiene que hacer una de las dos cosas, ¿sabes cuál consejo escogió? Escogió el consejo de los consejeros jóvenes. Hablo con dureza al pueblo para probarles quien estaba al mando y después de pocos meses, su reino se vino para abajo. Hoy tú tienes que tomar una decisión. Tienes que tomar una decisión concerniente a la música que vas a escuchar, es deber tuyo y de nadie más decidir lo que vas a hacer. Puedes buscar consejo; debes buscar sabiduría. Proverbios 1:7, dice que “El principio de la sabiduría es el temor a Jehová”. También dice: “Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”.   En estos pasados cinco estudios yo me he sentado contigo con la Biblia en la mano, para intentar hacerte comprender el poder que tiene la música. Como cualquier otra cosa, la música puede ser usada para bien o para mal, puede ser usada para edificar o puede ser usada para destruir, puede ser usada para alabar a Dios o puede ser usada para alabar al diablo, yo creo que lo más difícil para mí, es saber que algunos, aunque saben que digo la verdad, no les importa, se dan cuenta de que la música que escuchan no agrada a Dios, que va en contra de sus principios y que les está afectando de una manera muy negativa, pero aun así dicen: “A mí no me importa, me gusta mi música y nadie me va a decir lo que yo voy a escuchar”. A estas personas solo puedo repetirles el versículo: “El principio de la sabiduría, es el temor a Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”. Espero que tú busques a Dios y que tomes la decisión de hacer lo que a Él le agrade. Espero que tú escucharás el consejo de su Palabra y que dejarás de envenenar tu mente con el mensaje de destrucción que la mayor parte de la música hoy día predica, espero que tú decidas en tu corazón escuchar y cantar música que edifique y que alabe a Dios, y si lo haces, te puedo asegurar una cosa, te sentirás mejor, yo te lo aseguro. Solo hay una cosa más que necesito decirte: Si nunca has entregado tu vida a Jesús, no vas a poder luchar en contra de la música, ¿por qué? Porque solo hay una manera de poder pelear en contra del poder de Satanás y tú no tienes ese poder, solo hay una persona que puede ayudarte a vencer a Satanás, y ese es Cristo. Tú le necesitas en tu vida. Si vas a poder vencer el mensaje de la música negativa que has estado escuchando por tantos años escúchame, si sabes que lo que he dicho hoy es la verdad y sabes que poco a poco te estás muriendo, debido al veneno que hay en la música que escuchas, ¿por qué no vienes a Jesús hoy? Él quiere ayudarte, pero tú se lo tienes que pedir. Él quiere entrar a tu vida y ser tu Salvador, pero tú le tienes que invitar, ¿por qué no le pides que te ayude? Dile en tu corazón el problema que tienes. Dile que has sido esclavo de Satanás por demasiado tiempo y que ya no quieres seguir la vida que llevas, admítele que reconoces que solo no vas a poder y que solo Él ha vencido al mal cuando murió en la cruz y cuando resucitó al tercer día de la tumba, pídele que te perdone por haber caminado mal todos estos años e invítale a entrar a tu corazón para ser tu único Salvador, Él dice que entrará, Él dice que te dará vida eterna, ¿le crees? Pues si le crees, hazlo ahora con todo tu corazón. No dudes, porque yo te prometo, basado en la verdad de la Santa Palabra de Dios que el momento en que tú se lo pides creyendo, Él entrará y te dará la victoria. Hazlo ya, y escríbeme de lo que sucede. Quiero gozarme contigo.   Vamos a orar. Padre, yo sé que, en este momento, Satanás está estorbando a mi amigo para que no te conozca. En el nombre de Jesús suplico que tu Espíritu le ayude y que Satanás no pueda estorbar, suplico que dejes que mi amigo vea la verdad en lo que hemos estado hablando hoy y ayúdale. Padre celestial, este cambio yo no lo puedo llevar a cabo, pero tú si puedes; yo confío en tu Palabra de que tu mensaje que he anunciado no volverá vació, sino que hará lo que tú quieres y que será prosperado en aquello para que lo enviaste. Te amo Padre, escucha mi oración. En el nombre potente de mi Señor y Salvador Jesucristo te lo pido. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 24, 2023
La Magia de la Música

Una Medida De Espiritualidad
¿Sabías tú que por saber qué clase de música escuchas te puedo decir qué clase de persona eres? Lo puedo hacer porque uno no puede escuchar música sin ser afectado por el mensaje de la música que escucha, por ejemplo, si solo escuchas música romántica, yo diría que estás enamorado, porque lo que sucede es que uno busca ayuda cuando está en ciertas situaciones de la vida, cuando tú estás pasando por la etapa del romanticismo, vas a querer escuchar cosas que se relacionan con lo que estás pasando. Déjame inyectar aquí un consejo, cuando estás pasando por ciertas etapas de la vida, ten cuidado de lo que escuchas en cuanto a la música, porque como hemos visto en estudios anteriores, la música es un arma poderosa, Satanás conocerá la situación por la cual estás pasando y enviará una música que te sonará agradable, pero que va a llevar un mensaje que te alejará de Dios y que te hará hacer cosas que van en contra de su voluntad, así que debes tener mucho cuidado.   Regresando ahora al tema, pudiéramos decir que la música es un medidor, mide nuestro nivel de cultura, mide nuestro intelecto y mucho más; cuando hablo de medidor, estoy hablando de algo que muestra a otros lo que somos, así como un termómetro mide el calor de nuestro cuerpo. El termómetro indica si tenemos calentura o no, si no tuviéramos un termómetro no podríamos saber la cantidad de calentura o el nivel de la enfermedad, pues, así como el termómetro indica al médico la gravedad de nuestra calentura, así también nuestra música indica a otros mucho en cuanto a nuestras vidas. Uno puede engañar a las personas por un tiempo, pero tarde o temprano la verdadera personalidad de uno saldrá. Uno puede tomar un puerco, lavarlo, ponerle perfume y un listón en la cabeza, pero si lo sueltas el puerco te indicará su verdadera naturaleza, irá corriendo lo más pronto posible al chiquero para volverse a enlodar, nosotros también podemos arreglar nuestra forma de ser y aparentar ser algo que no somos por un tiempo, pero cuando tengamos la oportunidad regresaremos a nuestra forma de ser, no podemos seguir la fachada para siempre. El asunto es que nosotros somos lo que es nuestro corazón, somos lo que somos por dentro y lo que somos por dentro se verá por fuera, por eso es que te digo que puedo decirte qué clase de persona eres por la música que escuchas. El medidor de la música me indica lo que está sucediendo por dentro de ti; los jóvenes quieren música rápida y movida, ¿por qué? Pues porque ellos han llegado a un momento en la vida cuando tienen muchas preguntas y quieren todas las respuestas ya. Están listos para tomar el toro de la vida por los cuernos y luchar con él hasta que se someta. La música de ellos indicará esta situación, el mensaje de su música será confuso al igual que sus vidas. Al pasar de los años, se darán cuenta de que el toro no envejece, mientras que ellos sí, por medio de la experiencia, llegarán a tener un poco de madurez y verán la locura de la juventud, la música que escuchan indicará este cambio en sus vidas, ahora cambiarán la música rápida por algo más lento, algo que contiene un mensaje que va de acuerdo con las experiencias por las cuales ellos han pasado, claro está que siempre hay excepciones, de vez en cuando encontraremos a una pareja de ancianos que siempre les gusta su rock, al igual que encontraremos a algunos jóvenes reservados quienes son maduros, y su música lo demuestra.   Como medidor la música nos identifica con lo que creemos. Los jóvenes creen que hay que sacarle el jugo a la vida saboreando cada gota, y lo adultos se dan cuenta, por la experiencia, que eso solo lo lleva a uno a la miseria, ellos quisieran regresar a la juventud y vivirla una y otra vez haciendo los cambios necesarios para no desperdiciar sus vidas como lo hicieron. Tratan de aconsejar a la juventud, pero, en su falta de madurez, los jóvenes creen que uno ya se divirtió y quiere privarlos a ellos de gozarse lo mismo. La música de los adultos indica un deseo de regresar y remendar errores y la música de los jóvenes dice: “Vámonos, que la noche es larga”. En ambas situaciones, uno puede llegar a la conclusión de lo que la persona cree. En el libro de los Hechos, capítulo 16, encontramos a Pablo y su amigo Sila siendo encarcelados por predicar el evangelio de Cristo Jesús; el pasaje nos indica que ellos fueron azotados severamente con varas, fueron llevados al calabozo de más adentro de la cárcel y que aseguraron los pies de ambos en un cepo, no hay manera de escape, hay una guardia fuera de la celda a quien le han dicho que si escapan él va a pagar con su vida. La situación de los dos prisioneros es deprimente. ¿Cómo es posible que esto les haya acontecido y solo por hablar de Jesús? Tú quieres saber qué tiene que ver esto con lo que hemos estado hablando, ¿verdad?, bueno, déjame indicarte la prueba que vamos a hacer en estos momentos, vamos a entrar a la cárcel y vamos a entrar a la celda de Pablo y Sila, ¿para qué? Pues para ver si podemos medir el nivel de espiritualidad que tienen, vamos a escuchar lo que dicen y así podremos aprender algo acerca de ellos, ya estamos por llegar: Pero ¿qué oigo?, ¡Están cantando! Debe ser un canto de revolución, deben estar cantando de la injusticia de los romanos, de cómo los han azotado y encarcelado injustamente, quizás están cantando para animar a los otros presos en unirse a ellos en contra de la autoridad y la injusticia, pero no, no es un canto de revolución, quizás es una canción ranchera, donde están cantando acerca del deseo que tienen de emborracharse, para poder así olvidar la injusticia que les está pasando. O tal vez es una canción de Rock and Roll que indica el fastidio de la vida y que sería mejor que se pegaran un balazo, para acabar con todas las injusticias del mundo. Ya vamos a llegar a la celda… ¡Shh!, escucha… ¡Ya veremos qué están cantando!... ¡¿Qué?! ¡Están cantando un himno de alabanza a Dios!, ¡¿Qué no saben que están presos? acaso no se dan cuenta que han sido azotados y que los han encarcelad injustamente! ¿Qué viajecito, ¿verdad? Pero si pudimos aprender algo de Pablo y Silas, por la música que cantaban, vimos que el medidor de la música nos indicó el estado del corazón de ellos, nos mostró que ellos, no importa cuál fuera su situación, era una de confianza en Dios, y que no importaba qué tan dura era la vida, no tenían que tener miedo, pues Dios estaba con ellos. ¿Sabes qué sucedió después? Hubo un terremoto. Pablo y Silas salieron libres y el carcelero que los encerraba, pues, él recibió a Jesús como su Salvador, ¿qué te parece? Sí, la música es como un medidor que nos indica nuestro estado de salud para con Dios.   Una pregunta, la música que tú escuchas, ¿qué dice de ti?, ¿Indica una buena relación con Dios o indica lo contrario?, ¿indica que tu confianza está en Él o en las cosas del mundo?, ¿el mensaje de tu música va de acuerdo con su Palabra o va en contra de lo enseñado en la Biblia? Quizás por eso el mundo no nos cree a nosotros los cristianos hoy, quizás no nos creen porque nos ven confusos a nosotros en cuanto a lo que creemos, primero les decimos que Dios puede hacer un cambio en sus vidas y luego les cantamos canciones del mundo. Tal vez el mensaje que les damos es doble. ¿Que verán ellos en nosotros cuando usan el medidor de la música, solo tú puedes contestar esa pregunta?   Vamos a orar. Padre, tú sabes que yo he sido culpable de lo que hemos hablado hoy, quiero darte las gracias por haberme hecho ver que la música que escucho dice mucho en cuanto a mi persona. Ahora te pido que ayudes a mis hermanos y amigo a entender también esta valiosa lección; Padre, debemos tomar pasos positivos en hacer cambios en cuanto a la música que escuchamos y cantamos, debemos hacerlo porque nos afecta a nosotros y mayormente a nuestra relación contigo, Padre, que nuestra música revele al mundo tu amor y poder, que hable bien de nuestra relación contigo, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 23, 2023
La Magia de la Música

Un Arma Poderosa
El concierto comienza, el técnico de sonidos coloca un huevo de gallina delante de los parlantes del conjunto de Rock and Roll, la música empieza y no han ni comenzado a tocar la primera canción cuando los jóvenes presentes inician su movimiento con la música. La música es lo único que se escucha en el lugar, de hecho, la música es lo único que se escucha a tres cuadras del lugar, a mediados del concierto, el técnico regresa a los parlantes y remueve el huevo, está totalmente cocido debido a las vibraciones fuertes, el técnico vuelve a ver a los músicos y les da la buena noticia de que los parlantes que tienen son potentes. Mi pregunta es esta: Si son tan fuertes como para cocer un huevo, ¿qué le hará esta música fuerte a nuestro cerebro?, ¿cómo afectará a nuestros oídos?, ya había oído yo de experimentos hechos en la universidad donde usaban plantas, plantas que pasaban todo el día en un ambiente en donde se escuchaba música clásica, crecían; mientras que plantas en un cuarto en donde se escuchaba música Rock se morían, pero hay un peligro más profundo en toda clase de música, sin tomar en cuenta el sonido de las notas musicales o ruidos, estoy hablando del mensaje que ciertas canciones nos entregan. La música es un arma potente, muchos no escucharían este programa si no fuera por la música que sale en él. Cantidades de personas me escriben diariamente, muchos de ellos no quieren una copia del programa sino que quieren saber quién cantó uno de los himnos al inicio o al final del programa. Como puedes ver, en nuestro programa reconocemos el poder de la música y queremos usar ese poder para la honra y gloria de Dios; sin embargo, nosotros no somos los únicos quienes conocen el poder de la música y nuestro mundo está siendo atacado fuertemente por una música cuyo mensaje es destrucción y muerte. No importa la música, si es salsa, cumbia, romántica o rock, si su mensaje es negativo nos va a afectar y nos va a dañar. Lo que escuchamos tiene una fuerte influencia en nuestra manera de actuar, el mensaje de la mayoría de las canciones hoy es un mensaje que glorifica la inmoralidad el emborracharse el drogarse y muchas otras cosas que van en contra de los principios que nuestro Creador nos ha dado. Todas estas cosas las podemos hacer, pero también pagaremos las consecuencias de haberlas hecho, quizás tú estés pensando: ¿Y por qué tengo que hacer lo que Dios quiere?, ¿por qué no solo podemos vivir nuestra vida como nosotros queremos vivirla? La respuesta a esa pregunta es bastante sencilla. En primer lugar, tú no te creaste a ti mismo, tienes un Creador y ese Creador hace lo que Él quiere, tu Creador es Jehová Dios y Él te ha creado con el fin de que tú le adores, fuera de adorarle, tú no tienes ninguna función, por lo consiguiente, no estás realizando el propósito por el cual fuiste creado. Nadie puede ser feliz si no está realizando sus deberes, el que siente por dentro los deseos de ser doctor ayudar a otros por medio de practicar la medicina, no podría ser feliz si tiene trabajo como lechero, dentro de ti y dentro de mí, Dios ha colocado un deseo de adorarle, nosotros sabemos eso y a menos de que lo hagamos con nuestras vidas, nunca nos sentiremos satisfechos, nunca podremos ser felices. Dios te permitirá hacer lo que quieras, pero tienes que comprender que Él ha establecido organización en el universo y esas reglas son vigentes hoy, uno siempre recibirá lo que da, uno siempre cegará lo que siembra. Tú puedes hacer lo que quieras, pero debes estar dispuesto a pagar la consecuencia de tus hechos, Gálatas 6:7, nos dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Oigo a tantas personas hoy hacer el comentario de que hay tanta injusticia en el mundo, y que aparentemente los malos e injustos  nos son castigados, por una parte tienen razón, es cierto que hay mucha injusticia en  nuestro mundo hoy, pero no es cierto que la injusticia se saldrá con la suya esa regla Dios la ha establecido, Él no será burlado, uno tiene que pagar la consecuencia de sus actos, por eso es que la música es tan dañina hoy, porque niega la verdad que les acabo de presentar, el mensaje que recibimos en las canciones de hoy y que nos gustan debido a la música que acompañan las canciones, nos dicen que si algo se siente bien debemos hacerlo, eso significa que si otra mujer me emociona, aunque no sea mi esposa debo tener relaciones sexuales con ella, el mensaje que nos da el mundo es que si la cerveza me hace sentir bien y me aleja por un rato de mis problemas, pues, debo emborracharme, el mundo me dice en su música hoy que si las drogas me llevan a la nube más alta, pues debo inyectarme hasta no pode más, y ¿sabes qué? Muchos están haciendo lo que escuchan, Dios dice que estas cosas son pecado, Dios dice en su Palabra que estas cosas te destruirán, Dios dice que estas cosas son una abominación ante sus ojos y que Él no permitirá que quienes practiquen tales cosas entren al cielo. Esa es la verdad, mi amigo, si tú estás escuchando canciones que glorifican el pecado, y que te dicen que no hay que hacerle caso a lo que Dios dice, yo te aconsejo que dejes de escuchar esa música, no hará más que perjudicarte; de hecho, en este mismo momento, te está destruyendo, es un veneno que lentamente te está convirtiendo en un esqueleto, deja de escucharlo; lo que sucede es que Satanás lo está utilizando para atraerte a Él y Satanás te destruirá, si vas a escuchar música, no importa que estilo te guste, escucha canciones que tienen un mensaje que irá de acuerdo a lo enseñando por tu Creador, canciones que edifican canciones que van a estimularte a cosas buenas, lo triste es que hay muy poca música hoy que hable de Dios en la radio secular, esto se debe a que Satanás es el príncipe del aire, el Dios de este siglo, Él está atacando al mundo con música negativa que destruirá a la humanidad, pero yo te digo que hay una gran variedad de música cristiana hoy día, música que te edificará, que te hará reconocer tus responsabilidad para con la humanidad y que  te traerá una gran satisfacción y gozo, no es una música sensual que  causará divisiones si no una música que edifica en fe y que te acerca a Dios y te conserva en su amor. Es una música que habla de los principios encontrados en la Biblia y que dirigirán tu pensamiento a cosas buenas en vez de perversiones.   Colosenses 3:16, dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. La música, es un arma que puede ser usada para bien o para mal, es como una jeringa que puede llevar veneno o medicina, la mayoría de personas hoy día están recibiendo grandes dosis de veneno en sus cuerpos, observa sus vidas y dime si no están enfermos, son violentos, no tienen principios, son rebeldes a la autoridad, no respetan lo ajeno y solo piensan en sí mismos, ¿dime que no están enfermos? Claro que al recibir la inyección ellos se sienten muy bien, pero se están envenenando y lentamente se están muriendo, si tú eres una de esas personas, yo sugiero que pienses bien acerca de la música que escuchas, a quién alaba, a quién glorifica, ¿Edifica o destruye?, ¿Te dice que debes hacer lo que te parece o te dice que debes tener cuidado de lo que haces porque después pagarás la consecuencia? ¿Te acerca a Dios o te aleja de Él? Todas estas preguntas las tienes que contestar tú. No importa lo que las demás personas hagan tú respondes únicamente por ti delante de Dios. Cada quien responderá por sí mismo, ¿Qué vas a hacer con la música que escuchas? Ten cuidado, porque la música es un arma potente.   Vamos a orar. Padre, pido que lleves el mensaje hoy a alguien quien de veras lo necesite. Tengo muchos hermanos que son esclavos de la música que escuchan, tengo muchos amigos que se están envenenando y ni siquiera se dan cuenta de ello. Padre, llévales el mensaje hoy, ayúdales a llegar a la comprensión de que la música es un instrumento que puede matar o dar vida, destruir o edificar, ayúdales porque te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 22, 2023
La Magia de la Música

Un Método De Alabanza
¡Cómo me gusta la música! No tengo la mejor voz del mundo, pero me encanta cantar, también le hago un poquito a la guitarra y puedo decirte que la música ha sido una influencia tremenda en mi vida, me gusta la música. A través de mi vida, he tenido la oportunidad de escribir algunos himnos, pertenecer al conjunto internacional “Los mensajeros Maranata”, y dirigir los servicios de adoración en la iglesia donde asisto, pero no ha sido hasta en los últimos años de mi vida que había considerado a la música como un arma que puede ser usada para edificar o destruir a la humanidad.   En los pasados meses, he intensificado mi estudio de la materia, y he notado cómo la sociedad ha sido suavizada influenciada y cambiada por la música que escucha; la juventud que conocemos hoy es violenta, irrespetuosa, rebelde e inmoral, no voy a echarle toda la culpa a la música, pero en gran parte la música sí es culpable. Tenemos que comprender que la música es un arte que toca nuestras emociones, nos puede hacer llorar, reír, enojarnos, tener miedo y aún darnos valor. Cundo tú ves una película de terror, ¿qué es lo que te lleva a la cumbre de lo que estás sintiendo? ¡Claro, la música! Si quitaran esa música, quizás no sentirías nada. La música tiene mucho que ver con nuestros sentires, y por eso los productores de cine y televisión, pagan grandes cantidades de dinero para asegurar que tendrán música, ya que sin ella su producción sería un fracaso total. Con todo esto, quiero hacerte reflexionar sobre la forma en que la música nos afecta; ¿sabes que, si pusieran música de risa a una película de terror, no sentirías miedo en lo más mínimo? Más bien te reirías de lo que estás viendo. Por otro lado, puedes ponerle música de miedo a una caricatura o muñequitos, como los llamamos muchos, y si hay niños en el cuarto se alejarán con gran rapidez, o buscarán refugio cerca de alguien grande, ¿por qué? Porque la música tiene un poder sobre nosotros, un poder tremendo. Es Dios quien nos ha dado nuestros talentos musicales, si tú tienes una bella voz se la debes al Señor, si tienes buen oído para la música, se lo debes al Señor; si tienes la capacidad natural de tocar un instrumento musical, debes ese talento a Dios. Es Dios quien nos hizo y quien nos dio talento y cerebro para aprender e inventar, conozco personas que no pueden cantar una sola nota, pero Dios les ha dado la capacidad de escribir música y ponerle lindas palabras, aunque no cantan, la contribución de ellos a la música es enorme. Así también conozco personas que tienen una linda voz, pero no saben nada de música, no tienen la capacidad de escribir una canción. Todo esto lo ha hecho Dios para que cooperemos los unos con los otros y usemos nuestros talentos individuales para Él. Otros no pueden cantar ni escribir cantos, pero Dios les ha dado la capacidad de tocar un instrumento musical y así hay un coro humano a quien Dios le ha dado la capacidad de alabarle, así como los ángeles le alaban en el cielo. Tenemos que comprender que para eso hay música, la música existe para alabar a Dios; el hombre fue creado para alabar a su Creador y el Creador le dio la capacidad de la música para poderle alabar con estilo.   Quiero que vayas conmigo al Salmos 150 en tu Biblia, vamos a leer todo el capítulo. Salmo 150, dice así: “Alabad a Dios en su santuario; alabadle en la magnificencia de su firmamento. Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. Alabadle en son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya”.   Repito, Dios es el Creador, Él nos ha dado la capacidad de alabarle, Él merece que le alabemos, Él quiere que le alabemos y cuando cantamos o tocamos, debemos hacerlo para Él de una manera en que a Él le agradaría. Sino lo hacemos, no cumpliremos con el motivo por lo cual la música nos fue dada, y por lo consiguiente, no podremos realizar completa satisfacción al usar nuestros talentos musicales. Colosenses 3:23, nos enseña que “Todo lo que hacemos o debemos hacer de corazón para el Señor y no para los hombres”. Colosenses 3:16, dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. Como puedes ver, la música es simplemente parte del diario vivir del cristiano. Es una manera que Dios nos ha dado para alabarle por todo lo que Él ha hecho por nosotros, a Dios le encanta la música. En cierta ocasión puedes leer del relato en 2 Crónicas, capítulo 20, pero en esta ocasión, los ejércitos de Moab y Amón vinieron sobre el pueblo de Israel para destruirlos; en ese entonces, Josafat era el rey de los israelitas y viendo la gran cantidad de personas que venían contra su ejército, se presentó ante Dios y le pidió ayuda. Dios, por medio de su profeta, le dijo: “No temáis, ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. Mañana descenderéis contra ellos, no habrá para que peléis vosotros en este caso, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros, no temáis ni desmayéis, salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros”.   Ahora, la Biblia nos cuenta que Josafat y el pueblo de Israel, se postraron delante de Jehová y le adoraron. Al día siguiente salieron a batalla; Josafat puso un coro delante de su ejército para que cantaran y alabaran a Dios y ¿sabes qué pasó? La Biblia dice, que cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá y se mataron los unos a los otros, el pueblo de Dios comenzó a entonar himnos  de alabanza a su Creador y Dios encantado destruyó a los enemigos de Israel sin que ellos tuvieran que meter las manos, ese es nuestro Dios, le encanta que sus hijos le alaben, ahora, déjame hacerte una pregunta; si la música fue creada por Dios para alabanza ¿a quién alabas tú con tu música?, y aquí es donde viene la enseñanza de hoy. Satanás siempre ha tomado las cosas de Dios y las ha convertido en algo que destruye a la humanidad. Satanás quiere la alabanza que le pertenece a Dios y muchos seres humanos hoy han caído en su trampa, hoy muchos alaban al diablo, glorificando actos que van en contra de lo establecido por Dios, el mensaje de la mayor parte de la música hoy pone en alto el adulterio, las drogas, el engañar, mentir y gozarse a lo máximo a costillas de otros sin tomar en cuenta a quien están perjudicando. Quiero decirte que la música es un método de alabanza y tú con tu música estás alabando a alguien, finalmente podemos reconocer la verdad de que estás alabando a una de dos personas, o estás alabando a Dios o estás alabando a Satanás. ¿Cuál es el mensaje de la música que tú escuchas y cantas? Tu música, hace una de dos cosas, edifica o destruye. ¿Tiene un buen mensaje, o mal mensaje? ¿Alaba a Dios o alaba a Satanás? Por muchos años yo no me daba cuenta de lo que estaba haciendo, ahora trato de escuchar música que solo tiene un mensaje positivo y que enseña principios bíblicos que agradan a Dios, pero espero que tú hagas lo mismo, piensa en lo que hemos hablado hoy.   Vamos a orar. Padre, yo sé que tú nos has dado la música para  alabarte, Satanás la ha tomado y la ha usado como un instrumento de destrucción, propagando su mensaje negativo de muerte, pido en este momento que tú hagas que la verdad de lo que hemos hablado hoy llegue a nuestro corazón y podamos tomar pasos afirmativos en hacer cambios que a ti te van a agradar; Padre, muchos de mis amigos son esclavos de la música  que escuchan, yo te pido que hoy les des libertad, pido que nos ayudes a todos a comprender cómo la música nos afecta, y que todos usemos la música que escuchamos y cantamos como instrumento de justicia para tu honra y tu gloria en el nombre de Jesús te lo imploro. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 21, 2023
La Magia de la Música

Algo Dulce Para Diluir Lo Amargo
Yo era uno de esos niños enfermizos, al pensar en mi niñez, parece que mamá siempre me estaba llamando para darme algún tipo de medicamento, algunos de los medicamentos no sabían tan mal, pero otros eran amargos, y yo sentía que era preferible estar enfermo, antes de tener que tomármelos. Mamá era inteligente y ella sabía cómo esconder un poco la amargura de la medicina, por medio de mezclarla con miel o azúcar, a veces me ponía la, medicina en una bebida que a mí me gustaba, y hubo veces que pude detectar que tenía un sabor algo raro, pero por la mayor parte no. Todo este proceso, ocurrió para que yo me tomara la medicina y me curara; mamá cubría la amargura de la medicina con dulzura, así yo me la tomaba y me aliviaba de la enfermedad; pero existen personas en nuestro mundo que usan este mismo método para enfermar, en vez de curar.   Se han oído de casos donde personas con mentes torcidas, han dado veneno a otros por medio de mezclarlos en la bebida preferida de alguien a quien querían hacer desaparecer, hay personas que no temen a Dios que han ido al extremo de poner alfileres en los confites de niños por pura maldad, sin tener ningún motivo. Tales personas son motivadas por Satanás y necesitan mucha ayuda. Quizás te estarás preguntando la razón de por qué hablo de los asuntos como los que acabo de mencionar, a mí no me agrada hablar de esto, yo quisiera decirte que el uno va para arriba, pero, tal cosa no sería la verdad, nuestro mundo va de mal en peor; Satanás nos está envenenando lentamente y la mayoría de las personas están muriendo sin darse cuenta de ello. De hecho, están muriendo y creen que todo les va bien. Satanás y su ejército de demonios están dándonos a tomar grandes dosis de veneno cubierto en dulzura, y nosotros en vez de rechazarlo, lo aceptamos con gusto porque sabe tan bien.   Ya sé lo que está pasando por tu mente, estás pensando que se me aflojó un tornillo, ¿verdad? Pues, déjame decirte que no estoy loco, estoy bien de la mente, la único que te pido es que tomes unos cuantos minutos para analizar lo que estoy diciendo y después puedes tomar tui decisión, pero por lo menos, escúchame antes de rayarte de tu lista de personas favoritas.   La Biblia nos dice en 2 Timoteo 4:3 y 4: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Dios en su Palabra, nos dice que llegará el momento y  yo te digo que ya ha llegado, cuando las personas no querrán oír la verdad, van a preferir oír fábulas, van a preferir oír mentiras, y se amontonarán en grandes números para escuchar mentiras que nacieron en el mismo cuartel del diablo, saben que son mentiras, pero tienen comezón de oír esas mentiras y las han oído por tanto tiempo que  ahora las tienen como por verdad, se están envenenando, se están destruyendo a sí mismos, y lo triste del asunto es que les gusta. Uno de los métodos más potentes que Satanás está utilizando en estos momentos para envenenar a nuestro mundo es la música. Nuestra música de hoy está llena de basura, llena de mentiras, llena de suciedad, pero Satanás ha tapado todo lo feo, lo amargo, lo dañino en algo agradable al oído: La música. Y como las notas son agradables al oído, uno se traga el mensaje con toda la dulzura y lentamente estamos muriendo. ¿Has oído el mensaje de la música hoy? ¿Te has puesto a analizar las palabras? El mensaje y el contenido de la mayoría de las canciones hoy día son un mensaje en rebeldía abierta a Dios; niegan todo lo que Él ha dicho en su palabra, las canciones hoy día nos enseñan a vivir fuera de matrimonio con cuantas personas queremos, nos enseña que está bien acudir a la cerveza o  drogas cuando estamos deprimidos, algunas canciones hasta nos presentan una solución en el suicidio si la vida se pone demasiado pesada; sin embargo, como todos estos mensajes van envueltos en sonidos musicales  que agradan al oído, los aceptamos; ciertos conjuntos hoy han descubierto el poder que hay en la música y se han hecho millonarios a costillas de personas ignorantes que los idolatran, esos conjuntos pueden tocar cinco minutos de música y hacer que sus oyentes se vuelvan violentos y que pierdan toda su moralidad de tal manera que  destruyen el lugar donde están o se quiten la ropa y hagan actos sexuales de perversión, y no importa con quien. No, no estoy loco, esto ha sido comprobado científicamente, la música puede alterar la mentalidad de quienes la escuchan, ¿Crees que los comerciales no tienen efecto? Sino tuvieran efecto, crees que las compañías invertirían tanto dinero para publicitar su producto, ¡Claro que tienen efecto! El mensaje de esos comerciales entran en el subconsciente y tienen un efecto poderoso y de la misma manera cuando uno canta cierta canción que le gusta una y otra vez, el mensaje que contiene esa canción puede alterar su forma de vivir. Puede cambiar su manera de pensar. El apóstol Pablo en Romanos 12:2, nos dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Lo que Satanás está logrando por medio de la música es decirnos que todas estas cosas están bien, nosotros las estamos aceptando y lentamente nuestra sociedad está muriendo, nunca ha habido tantos divorcios, nunca ha habido tantos abortos, nunca ha habido tantos casos de violencia, y todo ha sido producto de conformarnos al mensaje de este siglo, y ¿sabes quién es el dios de este siglo? Así es, Satanás.  Lo triste del asunto es que hasta los cristianos se están ensuciando en el fangal de este siglo. La Biblia nos enseña que nosotros debemos tener una transformación en nuestra manera de ser. La Biblia dice que debemos tener una renovación de entendimiento, debemos cambiar de mentalidad. Los mensajes que recibe nuestra mente tendrán un gran efecto sobre la manera en que pensamos, por esa razón debemos ser cuidadosos con lo que oímos. La persona que vive escuchando un vocabulario sucio se encontrará diciendo las mismas palabras que  escucha, por eso es que debemos estudiar la Biblia, si la estudiamos, su contenido afectará grandemente  nuestra manera de pensar, nos dará una vida sana que agrada a Dios, pero si escuchamos la porquería que hay en el mensaje que nos lanza la gran mayoría de canciones hoy día, nos veremos metidos en una constante rebelión a las cosas de Dios; el mensaje de la música hoy enseña a nuestros hijos a no tener respeto por la autoridad, les dice que no tiene que prepararse, les dice que no necesitan de una buena educación, les dice que lo único importante es sacarle el jugo a la vida, y mientras que ellos escuchan tal mensaje, nosotros los padres meneamos la cabeza y decimos: Debe ser una etapa por la cual están pasando, yo te digo que estamos en batalla, una batalla espiritual y Dios quiere la salvación del hombre, Satanás quiere la destrucción del hombre, ¿qué dice la música que tú escuchas? ¿edifica, o destruye? ¿te habla de cosas que van de acuerdo a lo enseñado en la Palabra de Dios, o presenta un mensaje que va totalmente en contra de lo que dice la Biblia? Solo hay una persona quien decide lo que vas a escuchar, esa persona eres tú. ¿Tu música te acercará a Dios o te alejará de Él?, ¿estás siendo lentamente envenenado? ¿Te sigues tomando el veneno solo porque está cubierto de dulzura?   Vamos a orar. Padre, el tema que estoy tocando hoy está afectando grandemente a nuestra sociedad, Señor tú sabes que muchos van a pensar que yo estoy exagerando y que este asunto de la música no es tan dañino; lo único que yo puedo hacer es pronunciar el mensaje, no puedo hacer que nadie lo tome en serio pero Padre, te pido que los ayudes a comprender que  lo que escuchamos sí nos afecta; ayúdales a comprender que la música de hoy ha sido un arma que el diablo ha usado para llevarnos hasta el punto en donde se encuentra nuestra sociedad el día de hoy, ayúdanos a todos a tener cuidado con lo que permitimos entrar a nuestra mente que podamos tener pensamientos sanos que edifican, en vez de basura que contamina y destruya. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 20, 2023

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