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Vida Nueva
Lección 18 - El Costo De Seguir a Jesús
Pastor - Paul Tinoco
(Centro De Vida)
Duración: 00:21:48 Minutes
Listens:
46
Aired on Ago 09, 2020

Escritura

Lucas 14:25-33

25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. 28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. 31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. 33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Seguir a Jesús no te tomará unos cuantos minutos en la vida, te tomará la vida entera. Hoy concluimos la serie “Vida Nueva” y el mensaje de este estudio se titula “El costo de seguir a Jesús” con ustedes su amigo y pastor Paúl Tinoco.   En el año 2004 acabe mis estudios en el Colegio Nacional San Ramón de Tarma. En ese tiempo estaba muy confundido de lo que sería de mí en adelante. Intente estudiar Literatura, Ingles y me estaba preparando en una academia en el área de Matemática. Sin embargo, todo me iba mal. Uno de esos días recuerdo oré al Señor y le pedí perdón por actuar de forma independiente y por no tomarlo en cuenta en mis decisiones, también le dije los deseos de mi corazón y acabé mi oración con un hágase tu voluntad y no la mía”   Pronto Dios abrió las puertas y por medio de unos misioneros que llegaron a la iglesia donde asistía viaje a Bolivia.   Dios fue bueno conmigo y permitió que pudiera estudiar por las noches en el Seminario la carrera de Teología de forma totalmente gratuita, luego paso algo increíble. Cuando fui a preguntar a una Universidad secular sobre la carrera de Medicina, me ofrecieron una beca que costeaba casi todos mis estudios. A lo largo de todos mis años en la universidad no pague ni una mensualidad, todos mis estudios me salieron completamente gratis, sin embargo, una vez ingrese a ambas carreras, me costó la vida entera.  Estudiaba día y noche para poder concluir mis estudios de forma satisfactoria y cuando llegué a mi último año de la carrera de Medicina casi dormía solo 3 días por semana, me costó todo, sin embargo, fue totalmente gratuito.   Saben, lo mismo sucede cuando uno ingresa al reino de Dios. La salvación y la entrada a ese reino es totalmente gratuita, no existe nada que el hombre pueda hacer para obtenerla, todo lo hizo nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, sin embargo, tomar esta decisión te costará la vida entera. Tendrás que morir a tu yo personal, tendrás que tomar tu cruz cada día, tendrás que renunciar a todo lo que posees y tendrás que dejar que sea Cristo quien reine ahora en tu vida. todos tus sueños, metas y propósitos serán reemplazado por las metas, sueños y propósitos de Dios.   Hoy estudiaremos el tema “el costo de seguir a Jesús” les invito a abrir sus Biblias en el libro de Lucas capítulo 14:25-33. La palabra de Dios comienza diciendo “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo”   El texto comienza describiendo un número grande de personas que seguían al Maestro. Muchos estaban ahí por simple curiosidad, otros llevaban a sus enfermos para que Jesús los sanase, algunos simplemente lo seguían buscando alguna falla en él para desacreditarlo y muy pocos de ellos estaban ahí por los motivos correctos.   Saben, es muy fácil estar en una multitud, uno puede pasar desapercibido, uno puede estar ahí sin el mínimo compromiso posible y eso es lo último que desea nuestro Maestro.   Esta es la razón por la cual fijó su mirada en ellos y les dijo: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”   Este un llamado a seguirlo y es un llamado en el cual todos están incluidos, no importa la condición social, el sexo, el color de la piel, la nacionalidad o el pasado oscuro que uno tenga, la invitación a venir a él es universal.   Venir a él es sinónimo de creer en él, de confiar en él y de seguirlo de forma personal. La invitación está en tu puerta, puedes tomarla y acercarte al salvador o simplemente puedes ignorarla y hacer caso omiso de ella.   A lo largo de todas las escrituras Jesús siempre ha llamado a las personas a dar un paso de fe. Llamó a Mateo y le dijo “sígueme”, llamó a Pedro y Andrés quienes estaban pescando y les dijo “venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres” llamaba a las personas y les decía “venid a mi todos los que estéis trabajados y cargados y yo os haré descansar” y ahora llama esta multitud y les dice “si alguno viene a mí”.   Seguido a esto dice algo impresionante y seguramente dejo con la boca abierta a más de uno. “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” Waooo ¡que palabras¡ primero les diré lo que no significa y luego les diré lo que significa. No significa que para seguir a Jesús tienes que odiar a tu familia ya que a lo largo de todas las escrituras Dios nos manda a amar y honrar a cada uno de ellos. ¿entonces qué significa? Aquí nuestro Señor está usando una figura literaria llamada hipérbole que consiste en aumentar o disminuir de forma exagerada lo que se dice con el fin de enfatizar algo. Por ejemplo, ¿han oído alguna vez decir a un jovencito a su enamorada: te amo tanto que por ti bajaría una estrella del cielo? ¿Significa esto que el joven tiene que volverse astronauta y viajar a una estrella cercana y tomar un pedazo de ella y dárselo a su enamorada? Claro que no, lo que significa es que su amor hacia ella es tan grande que haría cualquier cosa con tal de verla feliz.   De la misma forma, con estas palabras nuestro Señor no está pidiendo que detestemos a nuestros seres queridos, lo que él quiere enseñar es que nuestro amor a Dios tiene que ser tan alto y profundo, tan maravilloso y sublime que, si pudiéramos comparar el amor que tenemos a Dios con el amor que tenemos a nuestra familia o incluso a nuestra propia vida, estos últimos serian pequeños y minúsculos en comparación al amor a nuestro Señor.   Alguien dijo que el mejor intérprete de la Biblia es la Biblia misma y saben en Mateo 10:37 encontramos la interpretación de este texto. Ella dice lo siguiente “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”. lo que Jesús está diciendo es que nuestro amor hacia él tiene que ser más grande que a cualquier cosa que existe en este mundo. Él debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, él debe ser el Señor de nuestro corazón y el amo de nuestra barca.   Amigo ¿Amas a Jesús más que a tu familia? Cuantas veces no he escuchado decir “me gustaría seguir a Jesús, pero si tomo esa decisión mis padres se ofenderán grandemente y   muy posiblemente me echen de la casa” ¿saben que respondería Jesús ante esto? Él diría: está bien respeto tu decisión, pero recuerda esto: no puedes ser mi discípulo.   Amigo ¿Amas a Jesús más que a tu propia vida? El amor hacia uno mismo se manifiesta en la preocupación y el cuidado que tenemos hacia nuestra propia persona, vamos a donde nosotros queremos ir y hacemos las cosas que nosotros queremos hacer, todo, absolutamente todo gira alrededor nuestro. Ante esto ¿Qué diría Jesús al respecto? El diría. Si vas a vivir para ti mismo, si el centro de tu vida vas a ser tú mismo, puedes hacerlo, pero no puedes ser mi discípulo. No puedes ser mi discípulo.   Seguido a esto nuestro Señor dice “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” Muchas personas al leer este texto piensan que lo que Jesús está pidiendo es simplemente cargar un crucifijo en el pecho. ¡cuán equivocados están ¡   Hablar de la cruz es hablar de muerte. La crucifixión era una de las formas más crueles y bárbaras de muerte conocidas por el hombre. nunca se aplicaba a ciudadanos romanos, pues esta forma de castigo se reservaba para las personas más despreciadas: los esclavos, los peores criminales y los no romanos. Estos eran juzgados y una vez condenados tenían que cargar su propia cruz por las calles de la ciudad como señal de vergüenza, hasta llegar al lugar de su ejecución.   Este acto se parece mucho a lo que pasa cuando uno toma la decisión de seguir al Maestro. Espiritualmente uno se encuentra delante del juez supremo, condenado a muerte por nuestros pecados. Y ahora tenemos que cargar nuestra cruz por este mundo en reconocimiento de nuestra culpabilidad y sumisión delante de Dios, quien es el Señor de nuestras vidas y en esta condición morimos cada día, morimos a nosotros mismos, morimos a nuestros deseos y metas personales, morimos a nuestros placeres pecaminosos, morimos a nuestra vida centrada en nosotros mismos, morimos a nuestro yo personal y hora dejamos que sea Dios quien controle nuestra vida, que sea él quien viva a través de nosotros.   Seguido a esto nuestro maestro dice “y viene en pos de mi” no basta solamente creen en él y arrepentirnos de nuestros pecados, ahora tenemos que ir en pos de él. Así como un niño sigue los pasos de su padre en la playa, de la misma forma el nuevo creyente debe de seguir los pasos del maestro.   Amado amigo ¿estas llevando tu cruz? ¿estas siguiendo al maestro? tal vez digas me gustaría hacerlo, pero dejar a un lado mis placeres y pecados, dejar a un lado a mis amigos, dejar a un lado mis metas y sueños personales me parece una locura. ¿sabes que respondería Jesús a esto? Él te diría: si no estás dispuesto a hacerlo no puedes ser mi discípulo.   Después de esto nuestro Señor cuenta dos historias. La primera de ella nos enseña el costo de seguir a Cristo. La palabra de Dios dice “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.” ¿Qué quiere enseñarnos Jesús al contar esta historia?  Creo que el mensaje es bien claro. Si   vamos a seguir a Jesús, no tomemos esta decisión a la ligera, ya que podríamos seguir el paso de este mal constructor, que seguramente comenzó alegre y emocionado, creyendo que las cosas serían fáciles, pero pronto se cansó y se le acabo los materiales y dejo a medias lo que había comenzado. Seguir a Jesús no será una tarea sencilla, hay un costo que pagar y si no estás dispuesto a pagar el costo menor ni te atrevas a seguir a este camino.   Luego continua con la segunda historia donde nos muestra el costo de no seguirlo. La palabra de Dios dice “¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.” ¿a quiénes representan estos reyes? El primer rey, aquel que tiene un ejército de diez mil, representa a cualquier persona en este mundo, representa a cualquiera de sus oyentes dentro de la multitud. El segundo rey por su parte, aquel que tiene un ejército de veinte mil representa a Dios quien es el rey de Reyes y Señor de Señores. Entre ambos hay una guerra, y si por cualquier motivo el rey menor va y se enfrenta al rey mayor, hacerlo sería una completa barbaridad ya que acabaría completamente destruido. ¿Qué quería enseñarnos el maestro con esta historia? Lo que él está diciendo es que, si cualquier persona no se acerca humildemente delante del Rey de reyes en arrepentimiento y fe, clamando misericordia y buscando estar en paz con Dios a causa de su pecado, ¿saben lo que va a pasar? Un día el Rey mayor vendrá a este mundo y va a destruir en el infierno a todos aquellos que despreciaron las condiciones de paz y dieron la espalda a su creador.   Por último, nuestro texto concluye con las palabras “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” ¿Qué significa renunciar a todo lo que uno posee? Significa que cuando tú sigues a Cristo, ahora no solo tu vida entera le pertenece, sino todo lo que él te ha dado. Tu familia, tu esposa, tus hijos, tu casa, tu carro, tu cuenta bancaria, tu profesión, tus talentos, tus habilidades, todo le pertenece a él y tu llegas a ser ahora solo un administrador. Y un día darás cuenta por la forma como administraste todo lo que le pertenece a tu Señor.   ¿Qué si no estás dispuesto a hacerlo? La respuesta es sencilla: no puedes ser discípulo de Cristo.   Para acabar quiero preguntarte amado amigo ¿eres uno de la multitud o eres discípulo suyo? ¿estas con el siguiendo sus pasos o estas en contra del camino al infierno? La invitación a seguirlo y rendirte a él está a tu puerta en el día de hoy, ven a él querido amigo, ven a él con un corazón quebrantado por tu pecado y por tu maldad, clama misericordia y fija tu mirada únicamente en él, él puede salvarte, él puede limpiar tus pecados, él puede darte una vida nueva. Sin embargo, no tomes esta decisión a la ligera, considera el costo y se valiente y aunque en esta vida transites por un camino estrecho, áspero y lleno de dificultades, ten la seguridad que Jesús ira contigo, y con él todo es posible.

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