No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

La envidia es un camino, es una emoción que tiene enferma a gran parte de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Es un sentimiento poderoso que afecta mucho la vida de las personas de una forma negativa si no aprendemos a manejarla correctamente. Es grande la lista de personas que han cometido delitos impulsados por la en vidia.   La Biblia nos ofrece un camino sabio para evitar caer en el pecado de la envidia y poder encontrar la paz en lugar de la amargura. Deseo que esta mañana exploremos lo que la Biblia nos enseña acerca de "El camino de la envidia" y cómo podemos evitarlo para vivir vidas llenas de amor, gratitud y contentamiento.   En Éxodo 20:17 encontramos el décimo mandamiento que dice: No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.   En este mandamiento dado por Dios a Moisés se nos prohíbe codiciar las posesiones de nuestro prójimo, lo que incluye su hogar, su familia y sus bienes, ya que la envidia se manifiesta cuando deseamos lo que otros tienen, y esto puede llevarnos por un camino oscuro de insatisfacción y amargura.   En la mayoría de los casos se ha comprobado que la envidia tiene consecuencias destructivas en nuestras vidas y relaciones. Puede generar resentimiento, amargura y discordia. Cuando envidiamos lo que otros tienen, perdemos de vista las bendiciones que Dios nos ha dado, y esto nos aleja por completo de su camino por el cual Dios quiere que andemos y sobre todo nos olvidamos de ser agradecidos.   ¿Cómo dejar este camino de envidia? ¿Cómo aprender a vivir contentos? El apóstol Pablo nos enseña un maravilloso consejo en Filipenses 4:11-12 que dice: “No lo digo porque tenga escasez,  pues he aprendido a contentarme,  cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente,  y sé tener abundancia;  en todo y por todo estoy enseñado,  así para estar saciado como para tener hambre,  así para tener abundancia como para padecer necesidad.   El apóstol Pablo nos está diciendo he aprendió a vivir contento en cualquier circunstancia. Esta es una lección importante para nosotros. En lugar de enfocarnos en lo que no tenemos, debemos aprender a encontrar satisfacción y alegría en las bendiciones que Dios nos ha dado. Esto requiere un cambio de ruta en nuestra mente y corazón, esto requiero un cambio de perspectiva y una actitud de gratitud.   Permítanme decirles que la Oración juega un papel muy importante en todo esto. Cuando nos encontramos luchando contra la envidia, es importante llevar nuestros deseos y sentimientos a Dios en oración. Él conoce nuestros corazones y puede ayudarnos a superar la envidia y a encontrar la paz en Su presencia. Bendiciones