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Escritura
Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
El relato de la conversión de Saulo es uno de los pasajes más impactantes y significativos en el Nuevo Testamento. Saulo, un perseguidor ferviente de los seguidores de Jesús, experimentó un encuentro extraordinario con el Señor en el camino a Damasco. Durante ese encuentro, Saulo quedó ciego, hoy deseo compartirles el momento en que Dios eligió restaurar su vista. Hechos 9:11-12 dice: Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Ananías es un personaje importante en este capítulo de Hechos. Él es el instrumento que Dios utiliza para sanar a Saulo. En cierto modo, Ananías es como el médico que Dios usa para curar a alguien que está enfermo. Pero Ananías es un médico de la fe, es un hombre de oración. Cuando Dios le dice que vaya y salve a Saulo, a pesar de que Saulo era conocido por perseguir a los cristianos, Ananías no duda en obedecer. Esto es un momento poderoso en la historia del cristianismo. El camino de Saulo a la restauración de su vista y a su conversión es un testimonio de la gracia y el poder transformador de Dios. En su viaje a Damasco, Saulo fue confrontado, Fue en ese momento donde Saulo se encuentra vulnerable que Dios interviene. Permítanme compartirles cuatro cosas que sobresalen de este texto… La Ceguera Espiritual: La ceguera de Saulo representa la ceguera espiritual que todos experimentamos antes de conocer a Jesús. Antes de su encuentro con Cristo, Saulo estaba perdido en la oscuridad del pecado y la ignorancia. Muchas veces la ceguera espiritual nos impide ver la verdad y nos aleja de Dios. La Importancia de la Oración: Mientras Saulo estaba ciego y en oración, Dios se le reveló a través de una visión. La oración es un momento de encuentro con Dios, donde podemos experimentar Su gracia y dirección. No importa que tan ciegos estemos espiritualmente, la oración nos permite conectarnos con el Dios que puede hacer milagros. La Obra de Dios a Través de Personas: Dios eligió a Ananías para ser el instrumento de la restauración de la vista de Saulo. A menudo, Dios obra a través de personas comunes para llevar a cabo sus propósitos. Ananías fue obediente al llamado de Dios y fue usado de manera poderosa en la vida de Saulo. Último Punto; La Restauración de la Vista: Cuando Ananías impuso las manos sobre Saulo, inmediatamente recuperó la vista. Este acto de restauración física es un reflejo de la restauración espiritual que Saulo experimentó al convertirse en un seguidor de Jesús. La ceguera espiritual fue reemplazada por una comprensión clara de la verdad. La historia de la restauración de la vista de Saulo nos recuerda el increíble poder transformador de Dios. Él puede tomar a aquellos que están espiritualmente ciegos y darles una nueva visión de Su verdad y amor. Al igual que Saulo, aquellos que todavía no se han encontrado con Jesús, necesitan urgentemente un encuentro con él, ya que solo él tiene el poder de sacarte de la oscuridad espiritual y nos llevará a una luz de Su gracia. A través de la oración y la obediencia a Dios, podemos ser instrumentos de restauración en la vida de otros, ayudándoles a ver la verdad de Cristo. Este pasaje que hemos estudiado hoy es un recordatorio de que Dios utiliza a personas ordinarias como Ananías para hacer cosas extraordinarias en el mundo. Todos tenemos el potencial de ser un instrumento en las manos de Dios, y a menudo Dios nos llama a hacer cosas que son incómodas o que están fuera de nuestra zona de confort. A veces, lo que Dios nos pide que hagamos no tiene mucho sentido para nosotros es algo ilógico. Pero, como Ananías, debemos aprender a ser obedientes y confiar en que Dios está trabajando por nuestro bien y por el bien de Su reino. La vista es un regalo de Dios, y al recuperarla, Saulo también recupera la visión espiritual. Como cristianos, podemos estar ciegos a muchas cosas que Dios quiere que veamos. A veces, Dios nos permite pasar por situaciones difíciles para que podamos ver más claramente. Podemos orar pidiendo a Dios que abra nuestros ojos espirituales para que podamos ver lo que Él está haciendo en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea. Es por eso que yo te digo este día si tu estas en Cristo vas por el camino correcto Dios te bendiga.
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