El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Quiero que leas conmigo en la Biblia el libro de 1 Corintios 13:4-7 que dice: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4-7. Si quisiéramos hablar del verdadero significado de la Palabra amor no la podríamos definir como sentimientos, porque sabemos que los sentimientos son un estado de ánimo, algo que sentimos momentáneamente. Creo que la mejor manera de definirlo sería acción o decisión. A nuestra familia, amigos, hijos, hermanos, esposos mostramos nuestro amor a ellos cuando decidimos tomar el compromiso de buscar su bienestar y esa es la mejor manera de mostrarles que los amamos, por eso es que el amor es una decisión en acción. Algunas características del amor son la incondicionalidad, el amor debe ser mutuo, generoso, sano, no causa sufrimiento, debe ser eterno, respetuoso, compasivo, sincero, comprometido, honesto, y hay un sinfín de características más. Dios a través de su Palabra nos ha enseñado en muchas historias de la Biblia acerca de lo que es el verdadero amor y no solo con palabras sino con hechos a través de su Hijo Jesucristo. Podemos ver el amor que Dios nos tiene, no sólo nos corrige y perdona, sino que también restaura y alienta a nuestras vidas, que bonito es saber que le importamos a alguien que trata de darnos un amor puro y sincero en donde a pesar del sufrimiento se ama, es bueno, no desea lo nuestro y se alegra por nuestros triunfos, no presume lo que da, sino que es compasivo, un amor que no es arrogante. Recordemos que venimos de un lugar en donde la falta de amor es la principal causa de su destrucción. Cuando llegamos a Cristo, venimos con una vida hecha pedazos y gracias a su amor en el camino hemos sido restaurados. Podemos comprobar que su amor fueron decisiones, decisiones en las cuales iba en juego su vida. El amor no es envidia, no es odio, no son golpes, palabras hirientes. Satanás y el mundo quieren confundirnos para manipularnos y que creamos que aquellos que tienen ciertas actitudes con nosotros es porque les importamos y nos aman, cuando no es así, debemos tener cuidado de no confundirlo. Ya sabemos que es lo que realmente significa y vale el amor que Dios nos da a través de sus acciones, la tarea para nosotros es mostrar también este amor a los demás a través de hechos, de acciones. Nuestra vida puede ser dirigida por dos cosas: amor o miedo. Y sabemos que el miedo es el desconocimiento del amor. Está en nosotros tomar la decisión de la manera en que queramos vivir, pero debemos tomar en cuenta que nosotros los hijos de Dios no somos ignorantes de este amor. Así que anímate a amar con el amor de Cristo.