(Centro De Vida)
Escritura
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
La gracia de Dios es un regalo inmerecido que nos reconcilia con Él y nos ofrece la esperanza de una nueva vida en Cristo. A través de la muerte y resurrección de Jesucristo, tenemos la oportunidad de recibir el perdón de nuestros pecados y experimentar la gracia redentora de Dios. No importa cuán lejos hayamos caído, Dios siempre nos ofrece la oportunidad de arrepentirnos y volver a Él. Efesios 2:8-9 nos dice: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9 Quiero que comencemos hablando acerca de: 1- La necesidad de la gracia: Todos hemos pecado y fallado a la gloria de Dios. Sin la gracia de Dios, estaríamos perdidos en nuestras transgresiones. Por eso cada día reconocer nuestra necesidad de la gracia es el primer paso hacia la redención. 2- El regalo de la redención: La gracia de Dios nos ofrece la oportunidad de ser redimidos y reconciliados con Él a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Aunque éramos pecadores, Dios nos amó lo suficiente como para enviar a Su Hijo para que muriera por nuestros pecados. 3- La oportunidad de la transformación: La gracia de Dios no solo nos perdona, sino que también nos capacita para vivir vidas transformadas. Somos hechos nuevas criaturas en Cristo, y la gracia nos brinda la oportunidad de vivir en la libertad y el poder que provienen de una relación con Él. 4- La responsabilidad de compartir la gracia: La gracia que hemos recibido no es para guardarla egoístamente, sino para compartirla con otros. Tenemos la oportunidad de ser canales de la gracia de Dios, extendiendo amor, perdón y compasión a aquellos que nos rodean. Cada día reflexionemos en la asombrosa oportunidad de la gracia que Dios nos ofrece. Agradezcamos por la redención en Cristo, vivamos vidas transformadas por Su amor y compartamos esta gracia con un mundo que anhela ser reconciliado con Dios. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)