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Desde Mi Corazón
El Soberano que Cambia los Tiempos y las Edades
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Abr 02, 2024
Abr 02, 2024
Duración:
00:03:42 Minutes
Vistas:
2

Escritura

Eclesiastés 3:1

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

En medio de los altibajos y cambios constantes de la vida, a menudo nos encontramos buscando estabilidad y seguridad. Sin embargo, en un mundo lleno de incertidumbre, ¿dónde podemos encontrar esa seguridad perdurable? Dios es el único que tiene el poder de cambiar los tiempos y las edades. En un mundo que parece estar en constante cambio, donde las circunstancias pueden ser inciertas y el futuro a menudo se ve envuelto en sombras, es muy importante recordar que hay un Ser supremo que trasciende todo tiempo y espacio, y que está en control de todas las cosas. Es importante que a cada momento pensemos en el hecho de que Dios es el único que tiene el poder de cambiar los tiempos, circunstancias y edades. En el libro de Daniel, capítulo 2, vemos un poderoso ejemplo de este principio. El rey Nabucodonosor había tenido un sueño perturbador que ni sus sabios ni magos podían interpretar. Sin embargo, Daniel, un siervo fiel de Dios, fue capacitado por el Espíritu Santo para revelar el significado del sueño al rey. Daniel le dijo al rey que él era la cabeza de oro de una gran imagen, pero que después vendrían otros reinos representados por plata, bronce, hierro y arcilla. Este sueño no solo reveló los eventos futuros, sino que también demostró que Dios es el soberano sobre el flujo de los tiempos y las eras. Dios tiene el poder de levantar y derribar reinos, de establecer y cambiar épocas. En el libro de Eclesiastés, el sabio rey Salomón nos recuerda lo siguiente en Eclesiastés 3:1: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3:1 Es muy importante comprender que todo el tiempo está en las manos de Dios. Él determina el comienzo y el fin de cada era, y su propósito soberano se cumple a través de los acontecimientos que Él permite en cada temporada. Incluso en nuestras propias vidas, vemos el poder transformador de Dios sobre los tiempos y las edades. Hay momentos de gozo y prosperidad, pero también hay tiempos de dolor y dificultad. Sin embargo, en todas estas estaciones, podemos confiar en que Dios está obrando para nuestro bien y su gloria. Él puede convertir lo que parece ser un tiempo de prueba en una oportunidad para crecer en nuestra fe y dependencia de Él. Cada día aprendamos a confiar en el Señor aun en medio de los cambios y las transiciones de la vida. Recuerden que Él es el mismo ayer, hoy y por siempre, y su fidelidad no cambia. Aunque los tiempos y las edades puedan cambiar, nuestro Dios permanece constante en su amor y su poder. Pongamos nuestra confianza en Él y sigamos adelante con esperanza, sabiendo que Él está obrando todas las cosas para nuestro bien.

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