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Desde Mi Corazón
Pasos de Regreso A Casa.
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Nov 28, 2023
Nov 28, 2023
Duración:
00:04:19 Minutes
Vistas:
6

Escritura

Lucas 15:20

Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

¡Bienvenidos todos a Desde Mi Corazón! Estoy emocionada de estar aquí con ustedes hoy para hablar sobre una historia que ha resonado a lo largo de los siglos, una historia que todos conocemos como "El Hijo Pródigo". Esta parábola, contada por Jesús, nos ofrece lecciones profundas sobre el arrepentimiento, el perdón y, sobre todo, el regreso a casa. Imaginen a un joven que decide alejarse de su hogar en busca de independencia y placer. Este hijo pródigo derrocha su herencia en un estilo de vida desenfrenado y se encuentra en una situación difícil. Pero, lo más impresionante de esta historia no es la caída, sino el regreso a casa. Hoy quiero enfocarnos en ese momento crucial, cuando el hijo pródigo toma la decisión de regresar a casa. ¿Qué lo motivó a dar ese paso? ¿Y qué podemos aprender de su experiencia? Veamos en nuestras Biblias que es lo que nos dice Jesús en Lucas 15:20: Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Lucas 15:20 Primero, recordemos que todos cometemos errores. A veces, caemos en la trampa de pensar que nuestros errores nos alejan para siempre de aquellos que amamos y de Dios. Pero la historia del hijo pródigo nos recuerda que no hay error tan grande que Dios no esté dispuesto a perdonar. El hijo pródigo se dio cuenta de su error, reconoció su necesidad de cambiar y decidió volver a casa. Este es un recordatorio poderoso de que el arrepentimiento es el primer paso hacia la reconciliación. No se trata solo de sentir remordimiento, sino de tomar medidas concretas para cambiar. Además, la historia nos muestra que el padre del hijo pródigo lo esperaba con los brazos abiertos. Dios nos espera de la misma manera, ansioso por recibirnos de nuevo, sin importar cuán lejos hayamos llegado. Esto nos habla del amor incondicional de Dios y su deseo de restaurar nuestra relación con Él. Entonces, ¿Cómo podemos aplicar estas lecciones a nuestras vidas? Primero, reflexionemos sobre nuestras decisiones y acciones. ¿Hay algo en nuestras vidas que nos esté alejando de casa, ya sea física o espiritualmente? Si es así, es el momento de tomar la decisión de regresar. En segundo lugar, recordemos que el regreso a casa implica humildad. El hijo pródigo regresó dispuesto a admitir sus errores y dispuesto a someterse al perdón. La humildad es clave para reconciliarnos con Dios y con aquellos a quienes hemos herido. Finalmente, celebremos la gracia y el perdón. El regreso a casa es motivo de gozo y alegría. Al igual que el padre del hijo pródigo, Dios se regocija cuando volvemos a Él. No importa cuánto tiempo hayamos estado fuera, siempre es el momento adecuado para regresar a casa. Así que los invito a reflexionar sobre esta poderosa historia y considerar qué significa para cada uno de nosotros el regreso a casa. Que podamos encontrar la inspiración y la fortaleza para dar ese paso crucial, sabiendo que somos amados y esperados con los brazos abiertos.

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