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Desde Mi Corazón
Una Vida A La Ligera
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Mar 28, 2023
Mar 15, 2023
Duración:
00:03:59 Minutes
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6

Escritura

Eclesiastés 3:1-9

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?.

Eclesiastés 3:1-9 dice: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?. Eclesiastés 3:1-9.   Muchas veces me he encontrado en situaciones de mucho estrés; debido a la universidad, el trabajo, la familia, amigos y mi servicio en la iglesia. Teniendo una vida tan ocupada, viviendo todo a la ligera día a día. Muchas veces cometemos el grave error de que esto nos distrae de nuestra meta principal como hijos de Dios, de la base que sostiene el propósito de todas las demás cosas, de lo más importante en nuestras vidas, nuestra relación con Dios.   Pero la pregunta a todo esto sería, entonces sí hemos vivido la vida de esta manera ¿cuál es entonces nuestra motivación detrás de todo lo que hacíamos? Meditando en esta pregunta podría responder vivir con prisa. Esto es algo muy común en esta generación, vivimos en un tiempo en el cual existen muchas cosas rápidas desde comidas hasta relaciones; podemos ver las vidas de otros y las nuestras y llegaríamos a la conclusión de que el ser humano vive su vida como si alguien los persiguiera. Cuando vemos la vida de Jesús, sabemos que Él empezó su ministerio a los 30 años. En una generación como la nuestra eso se vería como “un comienzo tarde”, pero lo cierto es que Jesús no vivía con prisa.   Y si Él no lo hacía tampoco espera que nosotros lo hagamos. Esto no quiere decir que vamos a vivir nuestras vidas sin un propósito o vivir a lo que salga del día a día. Esto quiere decir que debemos ser muy cuidadosos de no distraernos de la batalla que estamos luchando y que armas deseamos usar. Debemos aprender a vivir vidas que vayan en la dirección correcta, y esto significa que muchas veces vamos a tener que quitar de nuestras vidas aquellas cosas que nos hacen vivir con rapidez y nos distraen del propósito de Dios.   No importa cuántos años tengamos si somos niños, jóvenes o adultos no debemos de correr en nuestra vida espiritual ni en nuestra vida física, debemos de disfrutar el camino y paisaje de la mano de Dios. Debemos vivir un día a la vez. Recuerda que Dios está en control de todo, nunca llegarás tarde porque Dios nunca llega tarde.    

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