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Desde Mi Corazón
Gratitud Al Ser Perdonados
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Jun 06, 2023
Jun 07, 2023
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Escritura

Lucas 7:36-39.

Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.

La gratitud es un sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o recibirá. Es aprecio y agradecimiento por las bendiciones o los beneficios que hemos recibido de parte de Dios. En la Biblia encontramos una mujer quien fue un ejemplo vivo de Gratitud a Dios, en Lucas 7:36-39 encontramos esta historia que dice: “Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Lucas 7:36-39.   En esta historia vemos a una mujer a quien probablemente muchas personas conocían su oficio, una mujer la cual su trabajo era deshonroso, una mujer con una fama muy mala, pero con un corazón puro, sincero que anhelaba el perdón y la presencia de Dios en su vida.   Cuando esta mujer pecadora se enteró de que Jesús iba a comer ahí su deseo era mostrarle amor y gratitud. Fue muy valiente para colarse en esa comida, a la cual no había sido invitada, inmediatamente al ver a Jesús empezó a llorar, pero de gozo, de gratitud, por sentirse perdonada. Estas muestras eran el resultado de un corazón arrepentido y perdonado por su vida de pecado y lleno de gratitud.   Jesús mismo anticipó que este pasaje resultaría algo muy comentado, por la fe de la mujer. Esta mujer estaba "gastando todo" en Jesús, con este símbolo de adoración extravagante ella daba una ofrenda de gratitud a Jesús. No un pago compensatorio, sino más bien una manera inusual de decir "gracias", de decir "te amo".   Pensemos en nosotros de qué manera le expresamos que lo amamos y lo único que deseamos es que esté en nuestras vidas. En nuestros casos debemos venir a diario ante la presencia de Dios, buscándolo a través de la oración, de la Biblia, de nuestro amor hacia los otros y nuestro ejemplo. Venir ante la presencia de Dios a diario debe ser nuestro anhelo a cada momento, buscarlo de mañana, de tarde, de noche, en todo tiempo y lugar. Venir ante su presencia con corazones humillados, agradecidos, en busca de su amor y misericordia; sabiendo que estamos bajo las manos del Creador del Universo. Esas deben ser nuestras maneras de mostrar gratitud a Dios siempre.

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