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Desde Mi Corazón
Ejemplos A Otros
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Ago 22, 2023
Ago 16, 2023
Duración:
00:03:27 Minutes
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Escritura

Romanos 10:1-2

Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. 2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.

En el libro de Romanos 10:1-2 encontramos las siguientes palabras que nos dicen: Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. 2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Romanos 10:1-2 Crees que ¿Sinceridad es igual a verdad? En otras palabras, crees que ¿determina la pasión de una persona si tiene razón o se equivoca en cuanto a una cuestión en particular? Alguien puede ser sincero en cuanto lo que dice y cómo actúa, pero al mismo tiempo estar completamente equivocado. En nuestros versículos vemos que Pablo habló partiendo de la experiencia. Pablo quería hacer entender al pueblo que celo no es lo mismo que conocimiento y eso es lo que le hacía mucha falta al pueblo. En una época, Pablo perseguía celosamente la iglesia. Porque él pensó que era lo correcto.  Hasta que el Señor Jesucristo le habló y convirtió su vida. Pablo nos dice que los israelitas son celosos para Dios, pero su celo no está basado en el conocimiento verdadero. Esto significa que, aunque los israelitas sabían acerca de Dios, tenían mucha historia con Dios, y eran apasionados por la ley, ellos realmente no conocían a Dios. Podemos preguntarnos ¿cómo los judíos, el pueblo escogido por Dios, perdieron el curso? La respuesta es que ellos escucharon más las instrucciones de otros que la que verdaderamente importaba, la de Dios. Ellos habían perdido el objetivo y conexión con el Rey de Reyes. Debemos tener mucho cuidado ya que al igual que ellos nosotros también estamos expuestos a perder el curso cuando la pasión nos ciega y vamos en caminos en los cuales pensamos que “ayudamos” a Dios; convirtiendo como prioridad nuestros deseos e intereses. Debemos tener cuidado de no perder el verdadero objetivo, glorificar y exaltar el nombre de Dios, sobre todo.

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