(Centro De Vida)
Escritura
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Alguna vez te has puesto a pensar si para Dios son importantes las dificultades que a nuestro parecer son cosas pequeñas. Muchas veces han venido a nuestra mente pensamientos como: “Nada de lo que estoy viviendo es importante para Dios porque son cosas sin valor, tiene cosas más importantes que hacer”. Mermando nuestros sentimientos como consuelo a nuestras desgracias, como si Dios solo tuviera ciertas áreas las cuales puede trabajar y otras no. En cuanto a este pensamiento, Romanos 8:28 nos dice: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28 Este versículo es una promesa para todos los creyentes que vivimos bajo la gracia y absoluta soberanía de Dios. Nos dice que a todos aquellos que estamos luchando y haciendo todo lo posible por obedecer que, aunque cosas malas, tristes o negativas toquen nuestra vida, aunque creamos que hay cosas de menor importancia o prioridad para Él, Él es más poderoso que cualquier situación o sentimiento, Él puede redimir y restaurar cualquier cosa para nuestro bien y su gloria. Puede que no todas las cosas sean buenas, pero Dios puede y usará todas las cosas para nuestro bien. Isaac Newton decía: “De la misma forma que un ciego no tiene ni idea de los colores, igualmente nosotros no tenemos ni idea de la forma en la que Dios, en su infinita sabiduría, percibe y comprende todas las cosas”. Hay algo muy importante en cuanto a la cita de este científico y es la fe. Debemos aprender a vivir confiados en Dios, a dejar todo en sus manos. Si Dios permite que todo pase en nuestras vidas es porque es un Dios de propósitos. Y Él se preocupa hasta de los más mínimos detalles en nuestras vidas. Vayamos a Él ante toda situación, cada día de nuestras vidas porque todo lo que sentimos le importa, Él no minimiza nuestros sentimientos o problemas. Dios sabe y tiene el control de todo. Y aunque muchas veces no entendamos lo que hace, confiemos en Él, en su Hijo y Espíritu Santo que todo lo puede.
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)