Copyright 2016-2019 Lifeword
Desde Mi Corazón
Las Excusas
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Sep 06, 2022
Sep 02, 2022
Duración:
00:04:26 Minutes
Vistas:
8

Escritura

Mateo 25:25

Por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.

Las excusas se han vuelto uno de los vicios más grandes que podemos ver en el mundo hoy, recurrimos a ellas como mecanismos de defensa para justificarnos ante algún error o incompetencia nuestra, es una manera de disimular las inseguridades y proteger nuestro ego.   La excusa es una hermana cercana de la mentira y el engaño, muchas personas acuden a ellas para poder huir de compromisos y responsabilidades, es un escudo de defensa para no quedar mal ante las personas, es una forma de disfrazar un “NO”. Es muy común que la utilicemos en nuestros hogares, el trabajo, la escuela, con amigos, en relaciones, en la iglesia. Pero quiero que pensemos cuando intentamos excusarnos ante Dios y su propósito en nuestras vidas.   Recuerdas la historia de los talentos que encontramos en la Biblia, en donde un amo dio a tres de sus siervos dinero a cada uno de acuerdo a su capacidad, dos de ellos hicieron algo con el dinero y pudieron multiplicarlo, pero al que se le dio poco fue y lo escondió. Al momento de regresar el amo y pedir cuentas, él no tuvo manera de responderle y por eso acudió a una excusa. Veamos lo que dice en Mateo 25:25: Por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Mateo 25:25 En esta historia podemos ver que las excusas son expertas en mostrar falta de interés por algo o por alguien, muestra falta de humildad porque muchos errores de los que cometemos también lo queremos disfrazar con una excusa para no dar la cara y afrontar las consecuencias de nuestras malas acciones y es lo que siervo quería hacer ante su señor.   Pensemos en aquellas personas que no conocen de Cristo y han sido invitadas a la iglesia, pero se rehúsan a conocerlo poniendo pretextos una y otra vez, utilizando como excusa su trabajo, sus estudios, su tiempo. Pensemos en aquellos “cristianos” hijos de Dios que han sido llamados a un ministerio en la iglesia, pero se rehúsan, poniendo como pretexto el no estar preparados o necesitar más tiempo. Pensemos en aquellos que tenemos un llamado y hacemos nuestros oídos sordos a Dios poniendo una y mil excusas. Estamos tan acostumbrados a ellas que hasta a Dios mismo queremos engañarlo. Cada excusa que le ponemos a Dios demuestra cuán duro está nuestro corazón y hasta dónde llega nuestro amor por Él, cada vez que le ponemos una excusa le estamos diciendo que no es importante para nosotros y hay muchas otras cosas que son prioridades en nuestras vidas.   Un escritor francés dijo: “Quien se excusa, se acusa”. Y así es, cada vez que nosotros huimos de Dios y a sus planes para nuestra vida, nos estamos quitando la oportunidad de ser bendecidos por Él. Por eso es muy importante que definamos nuestras prioridades y más nos vale que reflexionemos y dejemos de excusarnos ante su llamado.   En esta semana pidamos a Dios que nos dé un corazón que hable con la verdad, que pueda asumir sus compromisos y responsabilidades, en donde la prioridad en todo momento sea Él.

Otros archivos en esta serie