(Centro De Vida)
Escritura
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno
Jueces 4 Débora fue una mujer que gobernó a la nación de Israel. Su carácter firme, su facultad de entendimiento, su opinión acertada, su dependencia de Dios la llevó a poder ser juez en todos los asuntos de su pueblo. Además, animó al capitán de su ejército a enfrentar a sus enemigos que los provocaron a guerra, recordándole que Dios había prometido darles la victoria. Ella tuvo que acompañarlos, ya que el capitán le respondió que, si ella no iba con él, no iría a la guerra, porque reconocía que ella era una mujer que se sometía y buscaba a Dios. En el tiempo antiguo no era común que una mujer gobernara, sin embargo, Débora es un referente bíblico que Dios ha dejado para la actualidad. La valentía, el entendimiento, la determinación y la fe para llevar a cabo grandes y pequeñas cosas pueden marcar la vida de muchos, pero también la nuestra. Comencemos por nuestro hogar, por nuestra familia. Luego avancemos a las personas que nos rodean y nuestra comunidad Si hemos de sobresalir que sea primeramente por nuestra actitud de dependencia y sometimiento a Dios. Cada una de nuestras capacidades, cada una de nuestras virtudes las debemos a Él, no mal gastemos ni un momento de nuestra vida. Aprendamos a reconocer los méritos de otros; apoyemos a los que podamos en su misión, en su crecimiento. En el lugar donde estamos, con las personas que estamos, donde tenemos influencia, allí enseñemos justicia y verdad, allí brillemos con la luz de Cristo. Cumplamos y hagamos cumplir Su voluntad en este tiempo. ¡Cada una de tus capacidades acompáñala siempre con la virtud de la humildad! “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. Romanos 12:3
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)