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La Ruta Correcta
La Pesca Milagrosa
Pastor - Carlos Panameño
(Centro De Vida)
Aired on Jul 14, 2025
Jul 14, 2025
Duración:
00:04:05 Minutes
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Escritura

Lucas 5:4

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.

Pedro y sus compañeros habían trabajado toda la noche sin pescar nada. Estaban cansados, frustrados, y a punto de terminar su jornada sin resultados. Pero en medio del cansancio y el fracaso, Jesús sube a su barca. Lo que parecía un día más de derrota, se convirtió en el inicio de una transformación radical. A veces, lo que necesitas no es más esfuerzo, sino la dirección de Jesús.   En Lucas 5:1-11Encontramos esta maravillosa historia como la Pesca Milagrosa. Quiero leerles el versículo cuatro que dice: “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.”   Jesús enseña a la multitud desde la barca de Simón. Luego le pide que bogue mar adentro y eche las redes. Simón responde que han trabajado toda la noche sin éxito, pero por la Palabra de Jesús lo hará. Al hacerlo, las redes se llenan de tantos peces que casi se rompen. Piden ayuda a otra barca y ambas se llenan hasta casi hundirse. Pedro, al ver esto, se postra ante Jesús, reconociendo su indignidad. Jesús le dice que ahora será pescador de hombres. Ellos dejan todo y lo siguen.   Este milagro muestra cómo Jesús puede transformar el fracaso en propósito cuando obedecemos su voz. Pedro no discutió mucho; simplemente dijo: “en tu palabra echaré la red”. Esta es la fe que obedece, aunque la lógica diga lo contrario. La pesca milagrosa no solo fue una provisión material, fue un llamado divino. Pedro pasó de pescar peces a ganar almas. Dios usa nuestras barcas vacías para llenarlas de propósito. Lo importante no es lo que tienes, sino quién está en tu barca. El milagro no fue solo abundancia de peces, fue la revelación de Jesús como Señor, y eso llevó a Pedro a rendirse completamente.   ¿Y Tú, Te sientes frustrado porque tu esfuerzo no da frutos? Déjame decirte que Jesús no ignora tus noches sin pesca. Él puede convertir un mar vacío en una red repleta. Lo que necesitas no es más fuerza, sino una palabra suya.   ¿Estás dispuesto a obedecer, aunque no tenga sentido? Pedro era pescador experto, pero obedeció a un carpintero. La obediencia produce milagros. ¿Echas las redes donde Jesús manda, o donde tú crees que funciona?   ¿Has reconocido quién es Jesús en tu vida? El verdadero milagro fue que Pedro se postró y lo llamó Señor. Tu barca llena vale poco si no reconoces al que está en ella.   ¿Estás dispuesto a dejarlo todo para seguirlo? La pesca fue buena, pero ellos dejaron todo. ¿Tu corazón está tan lleno de Jesús que puedes dejar tus redes atrás?

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