(Centro De Vida)
Escritura
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe.
Gálatas cap. 5:22 dice: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe. Cuando pensamos en cómo debería ser el carácter de un hijo de Dios, fácilmente podríamos relacionarlo con el fruto del Espíritu Santo, y podemos estar de acuerdo que es la esencia del carácter de un cristiano. Ahora bien, una vida que refleje el fruto del Espíritu debe ser una vida guiada por el Espíritu Santo. Jesús es el mayor ejemplo de una vida conducida por el Espíritu Santo la cual se reflejaba a través de sus frutos. Como creyentes nuestras acciones deben estar guiadas por la presencia del Espíritu Santo, sin embargo, Pablo en su carta a los Gálatas nos dice que podemos vivir de dos formas, o reflejando las obras de la carne, o como hijos de Dios, manifestando el fruto del Espíritu. Entonces, hablemos del Amor. Consideremos la primera y la mayor de todas las virtudes que el apóstol Pablo enumera en Gálatas 5:22 el Amor. El amor en sí constituye la base donde tienen origen las virtudes humanas. El amor es definitivamente uno de los más nobles y sublimes de las virtudes humanas, como en el libro de Cantares 8:7 lo describe como un don incalculable que nadie puede extinguir. El amor es un concepto muy utilizado en nuestra sociedad, y hasta cierto sentido, a perdido su originalidad, pero a la luz de las Escrituras es un don otorgado por Dios por medio de su Espíritu Santo. Dice Romanos 5:5 “… porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Al mismo tiempo constituye la esencia de nuestro glorioso Señor. En nuestra sociedad, le llamamos amor a la pasión que dos jóvenes sienten el uno por el otro, al afecto de un padre hacia su hijo o viceversa, al cariño cultivado por una amistad sincera, al pacto matrimonial que mantiene unidos a una pareja; pero, realmente que es el amor a la luz de la Biblia. En Marcos 12:28-34 se relata un acontecimiento que dice: “28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle”. Decimos entonces que el amor es el cumplimiento de todos los mandamientos, todo esto nos muestra como algunos rabinos trataban de buscar entre todas las leyes, aquellas en las cuales se pudiera resumir toda la ley divina, de manera que Jesús tomó dos grandes mandamientos, resumiendo toda la ley. El amor es el fundamento del carácter en la vida cristiana, así como la principal de todas las virtudes humanas, sin él, las otras características del fruto serían imposibles desarrollarlas. Nuestro Señor Jesús instruyendo a sus discípulos los exhortaba no solo a amar a Dios, sino también a amarse los unos de los otros. El amor entre creyentes es una característica por la que se les debe reconocer en este mundo, a tal punto que nuestro amor no solo debe reflejarse en hacer buenas obras, sino en tener buenas relaciones con nuestros hermanos. Quiero que reflexionemos en estos dos puntos acerca del Amor que nos habla la palabra de Dios: Primer Lugar: El amor mas grande e inigualable es el de Dios, enviando a su único hijo. Segundo Lugar: El Amor más grande de Jesús aceptando ser sacrificado y venciendo a la muerte. Para que todo aquel que en el crea no se pierda más tenga vida eterna. Dios es Amor y por ende los hijos de Dios también debemos cultivar amor en nuestras vidas, demostrando a nuestro prójimo, o hermano en la fe de donde proviene dicho amor y es solamente de nuestro Dios porque el nos amo primero antes que nosotros le amaramos a él. Y si se encuentra alguien escuchando este mensaje y no a conocido el verdadero amor quiero invitarte a que ores conmigo y puedas conocer a Jesús y entregar tu vida a él. OREMOS: Señor Jesús, quiero este día entregar mi vida entera a ti, reconocer y gozar de ese amor el cual tu eres el autor, entregando tu vida por la mía, me arrepiento de mi maldad y reconozco que solo en ti hay vida y vida en abundancia. Amen.
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