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La Ruta Correcta
La Promesa del Mesías
Pastor - Carlos Panameño
(Centro De Vida)
Aired on Dic 04, 2023
Dic 01, 2023
Duración:
00:05:26 Minutes
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38

Escritura

Isaías 9:6-7

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

En las fiestas de diciembre, muchos olvidamos el verdadero significado de la Navidad, debido a que estamos enfocados en regalos algunos no nos acordamos de la promesa de un Mesías, un hilo de esperanza tejido a través de la historia, mostrándonos el camino a la redención del ser humano. Cada noche estrellada, nos debe de recordar la más grande promesa del universo que vino a esta tierra en la forma de un niño.   En el mes de diciembre muchos recordamos y reflexionamos de cómo ha sido el año que esta por finalizar. Pero en esta ocasión quiero animarte a que puedas reflexionar sobre la promesa de Dios a la humanidad. La llegada del Mesías no fue un evento repentino, sino el cumplimiento de una promesa.  Desde el principio de la historia humana, encontramos un anhelo profundo de redención y salvación.   Desde el momento en que Adán y Eva cayeron en pecado, la necesidad de un Salvador se hizo evidente. A través de las generaciones, Dios ha enviado profetas y mensajeros para revelar Su plan de redención. Uno de los profetas más destacados en esta historia fue Isaías. Él profetizó durante tiempos oscuros en la historia de Israel. Pero, a pesar de la oscuridad, su mensaje llevaba destellos de esperanza y luz.   Isaías 9:6-7 nos dice: “Porque un niño nos es nacido,  hijo nos es dado,  y el principado sobre su hombro;  y se llamará su nombre Admirable,  Consejero, Dios Fuerte,  Padre Eterno,  Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite,  sobre el trono de David y sobre su reino,  disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.  El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”.   En medio de una gran conmoción y oscuridad, Isaías ofrece una promesa de esperanza, un rayo de luz. Nos presenta la promesa de un niño, no es cualquier niño, sino uno cuyo "principado" estaría sobre Su hombro. Los nombres y títulos que se le dan a este niño no son comunes: "Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz."   Estos nombres no solo describen la naturaleza divina del niño, sino también la misión y el propósito de su venida. El Mesías, como se profetiza aquí, traería paz, justicia y juicio. Su reino se establecería sobre el trono de David, una referencia a la promesa dada a David de que tendría un descendiente que reinaría para siempre. Esto lo encontramos en 2 Samuel 7:12-16. La naturaleza eterna de este reinado y la paz que traería no tienen comparación. Esto es una señal de la divinidad del Mesías, una revelación de que no sería simplemente un humano, sino divino.   Hoy, como creyentes, tenemos la bendición de ver esta promesa cumplida en la persona de Cristo Jesús. Él es el niño prometido, el Mesías que vino a traer paz y justicia, y su reinado no tiene fin. En los momentos de oscuridad y desesperanza en nuestras vidas, podemos recordar esta promesa. Podemos descansar en la certeza de que el Príncipe de Paz está con nosotros y que Su reinado es eterno. No importa lo que enfrentemos, la esperanza del Mesías prometido brilla a través de la oscuridad, recordándonos que no estamos solos y que hay un plan divino en marcha.   Este mes mientras recuerdas y reflexionas de cómo ha sido este año en tu vida, en tu matrimonio, en tu hogar o en tu familia, Puedas decir: Señor, gracias por la promesa del Mesías, por enviarnos a Jesucristo, nuestro Príncipe de Paz. Ayúdanos a recordar siempre tu fidelidad y a confiar en Tu plan perfecto, incluso en medio de las tormentas de la vida. Que podamos descansar en Tu paz y en tu justicia…Dios te bendiga

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