Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.

El pecado siempre trae consecuencias y la nación de Israel es prueba de ello. A lo largo de la historia, la nación de Israel gozo del favor de Dios como ningún otro pueblo sobre esta tierra, los escogió de entre todas las naciones del mundo, los sacó con brazo poderoso de Egipto, abrió el mar rojo delante de ellos, de noche los guiaba con una columna de fuego y de día los cubría del calor intenso en el desierto, los alimentó con pan del cielo, los cuidó y los guio a una tierra donde fluye leche y miel, les dio leyes y ordenanzas para vivir una vida recta en este mundo, todos sus enemigos temblaban a sus pies, sin embargo a pesar de semejante amor la indiferencia, la murmuración, la desobediencia, la idolatría, la incredulidad y el pecado era el pan de cada día en su amado pueblo. Con el tiempo simplemente cosecharon el fruto de todos sus actos. De la ser una de las naciones más poderosas en la tierra, se convirtió en el hazmerreír de todos los pueblos, nación tras nación los conquistaban, los destruían, los saqueaban y por mucho tiempo no eran más que animales de carga para otros pueblos. Su constante incredulidad, desobediencia y pecado fue como una capa que cubrió sus ojos de su Mesías tan esperado, a quien en vez de amarlo simplemente los asesinaron en una cruz ya que no cumplía con todas sus expectativas…hasta el día de hoy la gran mayoría de Israelitas son ateos, otro grupo muy importante todavía espera a su Mesías y solo un grupo minúsculo son realmente cristianos, seguidores del maestro. Sin embargo, esta incredulidad un día no muy lejano llegará a su fin. Antes del regreso de nuestro salvador por segunda vez a la tierra, en medio de una feroz persecución de parte del anticristo, muchos judíos reconocerán, clamarán misericordia y entregarán su vida al salvador. Es en este contexto en el cual se escribió este pasaje que dice “Ciertamente volverán los redimidos de Jehová” la palabra redimir es un término que se utilizaba muy comúnmente en la comercialización de esclavos. cuando alguien movido por la misericordia y la compasión veía una fila de esclavos que estaban puestos a la venta, sacaba cierta cantidad de dinero y compraba al esclavo, al cual luego lo dejaba en libertad, eso era redimir a alguien. Cristo hizo eso por nosotros, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados y vivíamos en una triste condición de esclavitud, Cristo con su sangre pagó el precio de nuestra liberación. En los últimos tiempos una gran cantidad de judíos redimidos volverán a su nación y lo harán cantando y coronados de alegría eterna. Será ahí cuando el dolor y el luto que por mucho tiempo han experimentado quedará solo en el olvido. Saben de esta historia podemos aprender muchas lecciones: en primer lugar, separados de Dios nada podemos hacer, no importa cuán exitosos seamos en este mundo lejos de él nuestra vida se resume en un simple fracaso. En segundo lugar, las aflicciones del tiempo presente no se comparan con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse, en este mundo la vida de un cristiano no puede ser nada fácil, pero recuerden esta no es nuestra casa. En tercer lugar, solo Cristo te puede dar paz, esperanza, alegría y gozo duradero. Dios los bendiga