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¿Que Me POngo Hoy?
Un Manto De Justicia - Parte 2
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:05:44 Minutes
Listens:
9
Aired on Mar 05, 2019

Escritura

Gálatas 3:11

Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá.

¿Sabías que no importa cuánto te esfuerces nunca llegarás al cielo por tus buenas obras? Alguien dijo: “Es mejor tratar de cruzar el Atlántico en un barco de papel que tratar de llegar al cielo por medio de buenas obras”. Todos tus esfuerzos serán vamos, todas tus energías serán inútiles, todos tus intentos serán fallidos, así que mejor no lo intentes ya que al final te darás cuenta que solo estás llenando un saco roto. ¿Entonces para que Dios nos dio la ley? ¿Cuál fue el motivo por el cual Dios nos dio los 10 mandamientos? Al leer por primera vez “no harás esto” y “no harás aquello” nos dimos cuenta de que era el pecado. Vino la ley estableciendo cuales eran las exigencias de Dios para satisfacer sus pautas de santidad, pero no pudimos cumplirlas. La ley nos decía a gritos ¡no, no, no¡ pero aun así seguimos pecando. La ley nos presentó las exigencias de la perfección, pero no nos dio auxilio ni estímulo para cumplirlas. Lo que sí hizo fue identificar nuestras faltas, intensificar nuestras culpas y hacernos penosamente conscientes de nuestra maldad. La ley refleja el carácter de Dios y a la vez nos dice lo lejos que estamos de vivir conforme ella manda. No existe hombre en esta tierra que no haya quebrado la ley de Dios, no existe hombre en el mundo que sinceramente pueda decir “yo he sido fiel a ley de Dios toda mi vida” todos estamos en la misma condición, todos hemos pecado y en consecuencia ninguno podrá presentarse un día delante de Dios y ser declarado justo en base a su justicia personal. Creo que la palabra ninguno no requiere mucha explicación, absolutamente nadie podrá salvarse intentando guardar la ley de Dios, ningún pecador será declarado justo en base a sus buenas acciones, nadie, ni el más santo de los Santos, ni el más vil de todos los pecadores. ¿Entonces cómo podemos salvarnos? ¿Cómo podemos lavar nuestra iniquidad y ser declarados juntos delante de Dios? nuestro texto tiene la respuesta “el justo por la fe vivirá” en contraste a lo inútil que es descansar en el cumplimiento de la ley de Dios como medio para la salvación, hay algo sólido y firme en el cual si podemos descansar y ese es Cristo. William Hendriksen expreso lo siguiente “El justo por la fe vivirá. Es el hombre que ha puesto toda su confianza en Dios, confiando incondicionalmente en él y aceptando con alegría de corazón la provisión de gracia que ha hecho su Padre misericordioso para su salvación. Es él, digo, y sólo él, que vivirá. Este vivir consiste en cosas como estas: Gozar de la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento; tener comunión con Dios en Cristo; regocijarse con gozo inefable y glorioso, siendo transformados en la imagen del Señor de gloria en gloria y por último, pero no menos importante, luchar por ser una bendición espiritual para otros para la gloria de Dios. No sé si sabían, pero la forma como uno entrará a la gloria será en base a nuestra forma de vestir, aquellos que se vistan de los harapos de su justicia personal, aquellos que estén cubiertos con años y años de iniquidad constante, serán condenados, sin embargo aquellos que se vistan de la justicia de Cristo, aquellos cuya iniquidad fue lavada por la sangre de Cristo, aquellos que descansan y confían en la roca firme gozaran de la salvación y la vida eterna, no en base a sus méritos personales, sino en base a los méritos de Cristo. Ahora con esto no quiero decir que las buenas obras no sirven para nada. No somos salvos por obras, pero si somos salvos para buenas obras, es más son las buenas obras el reflejo de que verdaderamente conocemos al Señor. Bien dijo nuestro maestro “no todo el que me diga Señor, Señor entrara en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos” Dios los bendiga

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