Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu. 1 Pedro 3:18

No debiera de sorprendernos que muchas veces dentro de la voluntad de Dios se encuentra que el cristiano sufra por la causa de Cristo ya que nuestro maestro paso por lo mismo. Nuestro amado salvador vino a este mundo con ese propósito, nació sabiendo su destino final, vivió una vida perfecta, ni una pizca de pecado mancho su nombre. El único en la historia, el único digno de juntar la mano de Dios y la mano del hombre. Manos de un Dios Santo y Puro y manos de un hombre perverso y pecador. No siempre la mayoría tiene la razón, todo su pueblo gritaba ¡crucifícale!, ¡crucifícale!, sin embargo, todo estaba dentro del plan de Dios. él tenía que morir. Sin embargo, lo hizo voluntariamente, nadie lo obligo. Él dijo: “nadie me quita la vida, yo la pongo por mí misma, tengo poder para quitarla y poder para volverla a poner”. Su amor es sublime. No le importo el castigo, él siguió adelante; no le importo el desprecio, él cerro sus oídos; no le importo los latigazos, él los supo soportar; no le importo la vergüenza, su amor era más grande; no le importo el odio humano, el rogó el perdón por ellos. Su mira estaba en un una meta, salvar a este mundo de sus pecados y antes de morir, con voz apagada exclamó. Consumado es, la cuenta esta saldada. Es solo por gracia, el pastor muriendo por sus ovejas ¡Oh que amor incomprensible!, sin embargo, real. ¿Qué es un amigo? ¿Y cómo demuestra este su amor? Ninguno tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos, Jesús lo hizo y marco la diferencia. las palabras se pierden en el vacío y solo hechos salen a la luz. Muy pocas veces, habló de amor, sin embargo, en una cruz mostró cuanto nos amaba. Sin embargo, ahí no quedo todo, la muerte y el infierno se jactaban de una presunta victoria, sin embargo, en el asombro una mañana lo vieron despertar, la muerte esta vencida, Jesús resucito, ahora póstrese toda rodilla que vida nueva ofrece hoy. Recuerdo hace algunos años atrás cuando leía las escrituras y veía que lo golpeaban, lo escupían, lo maltrataban y lo exhibían desnudo públicamente en el madero mi corazón lloraba y gritaba por dentro ¡no lo hagan! ¡No lo maltraten!, ¡él es justo! Si pudiera estar ahí y defenderlo… sin embargo, me engañaba a mí mismo. Como una capa de justicia personal cubría mis ojos y me impedía ver quien realmente era, de pronto descubrí que yo era uno más de los verdugos que crucificaba al salvador. Dios a través de su palabra hablo a mi corazón, me dio convicción de pecado y fue como si me dijera ¿No recuerdas tus pecados?, yo los tengo escritos y registrados, cada uno de ellos, ¿Cuantas veces me fuiste infiel? ¿Cuántas veces me mentiste? ¿Cuántas veces negaste que existía? ¿Cuántas veces tuviste vergüenza de hablar de mí? ¿Cuántas veces desobedeciste a tus padres? ¿Cuántas veces hiciste quedar mal mi nombre? ¿Cuántas veces preferiste lo mundano que lo espiritual? ¿No lo recuerdas? Tus pecados son tan grandes que no lo puedes esconder, mis ojos todo lo ven, traspasan las paredes y son tan claros en medio de la oscuridad más profunda, sin embargo, si tu vienes a mí en este día y derramas tu alma y corazón en arrepentimiento y fe, yo perdonare tus pecados y sanare tu tierra. En ese día Dios me dio una nueva vida, que amor tan maravilloso y sublime, el justo muriendo por los injustos, impíos y pecadores. ¿Cómo uno podría rechazar semejante amor? Amado amigo ven a él en arrepentimiento y fe, no intentes mejorar tu condición para venir a él, él te espera tal y como tú eres. Él es un experto en restaurar corazones y hacer de la escoria de este mundo una nueva criatura, deja a un lado esos harapos sucios De tu vida y vístete del Señor Jesucristo. Dios los bendiga.