Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

El texto comienza diciendo: “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad”. Los soldados romanos siempre llevaban puestos una túnica, y como el combate en tiempos antiguos se daba cuerpo a cuerpo, una túnica suelta era una carga y hasta un peligro para quien la portaba, por tal motivo todo soldado antes de librar una batalla fijaba su túnica a su cuerpo con un cinturón grueso y pesado de cuero, que mantenía ceñidos o ajustados los lomos de los soldados. El ceñir los lomos era una costumbre normal en el medio oriente, siempre que un judío estaba apresurado o tenía un trabajo pesado que hacer, o bien se quitaba el manto o lo ceñía alrededor de su cintura. De ahí que “ceñir vuestros lomos” era una expresión utilizada que indicaba la prontitud, la diligencia y la preparación en hacer algo. El cinturón de la verdad es una referencia en primer lugar a la verdad de palabra de Dios. Satanás nos va a bombardear con mentiras de toda clase, mentiras como “el cielo es un cuento de hadas” “Dios no creo al hombre, el hombre creo a Dios”, “para que pierdes tu tiempo yendo a la iglesia” “Dios no existe” “come, bebe y disfruta que cuando mueras ahí acabará todo” etc. estas mentiras vendrán de todas partes, aún en la voz de un profesor de universidad. Ante todos estos ataques mentiroso y engañosos tenemos que aferrarnos a la verdad de la Palabra de Dios. Por otro lado, el cinturón de la verdad, también indica la actitud propia de una persona veraz, sincera y comprometida. Satanás nos va a presentar un montón de cosas que serán solo serán un estorbo en nuestro caminar con el Señor, ante esto como buenos soldados tenemos que amarrar con firmeza todo pedazo suelto de la vestimenta antes de entrar en batalla, en otras palabras, tenemos que deshacernos de todo lo que nos impida crecer y servir con lealtad a nuestro Señor. El texto continúa diciendo “y vestidos con la coraza de justicia” La coraza era una pieza solida de la armadura que cubría todo el tórax y abdomen del cuerpo humano, era hecha de cuero o de metal que se amoldaba al cuerpo. Su función era proteger el corazón, los pulmones y los órganos abdominales. La coraza de justicia es la justicia práctica de una vida vivida en obediencia a la palabra de Dios. En pocas palabras representa la santidad y la pureza del creyente. Satanás va a bombardearnos con toda clase de impurezas, él querrá que usted lea y mire películas pornográficas, el querrá que usted se involucre en negocios deshonestos, el querrá que usted soborne a la policía en vez de pagar sus infracciones. Ante esto la única forma de contrarrestar el ataque del enemigo es viviendo en obediencia diaria a la palabra de nuestro Dios. Por último, el texto finaliza diciendo “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.” los zapatos de un soldado eran zapatos hechos con materiales resistentes y duraderos para proteger sus pies, en la suela tenía incrustaciones de metal para tener mayor agarre al subir un cuesta resbalosa y mayor estabilidad en el combate sobre cualquier terreno. Así de importante en una batalla es el calzado espiritual que en este texto es representado como el evangelio de la paz. El evangelio de la paz es la verdad maravillosa de que en Cristo ahora estamos en paz con Dios y somos uno con él. Antes de tener una relación personal con Jesús éramos enemigos de Dios e Hijos de ira a causa de nuestro pecado, sin embargo, por medio de la fe en Jesucristo somos reconciliados con Dios y adoptados como hijos suyos. Esta hermosa verdad es la que nos mantiene firmes en medio de la batalla. Dios nos ayude a examinar nuestro corazón cada día y antes de pensar en que ropa me voy a poner hoy, debemos reservar un momento para ver si estamos vestidos de estas tres piezas que son parte de la armadura de Dios.