Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche

En el Salmo capitulo uno encontramos una maravillosa imagen de la bendición que acompaña a aquellos que eligen caminar en el camino de Dios. Esto es un llamado a la reflexión sobre la forma en que vivimos nuestras vidas y las decisiones que tomamos a diario.   Salmos 1:1-2 dice: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche”   Permítanme compartirles tres pensamientos que encontramos en estos versículos.   Primero, observamos que la bendición no viene de seguir el consejo de los malos. Es muy importante comprender esto. Esto nos recuerda que nuestra vida cristiana no puede ser conformada por los estándares del mundo. No debemos dejarnos influenciar por valores que contradicen los principios de Dios. Es importante discernir cuidadosamente el consejo que seguimos y asegurarnos de que esté alineado con la Palabra de Dios.   Segundo, el Salmo nos advierte del cuidado que debemos de tener y no detenernos en la senda de los pecadores. Aquí se nos recuerda que no debemos comprometer nuestros valores o desviarnos de la verdad para adaptarnos a las normas de la sociedad. A menudo, el camino más fácil puede llevarnos a alejarnos de Dios. Es crucial mantenernos firmes en nuestra fe y en los principios que Dios nos ha enseñado.   Finalmente, el salmista nos presenta una imagen positiva: el deleite en la ley del Señor y la meditación en ella día y noche. Esta es la clave para experimentar la verdadera bendición en nuestras vidas. Al sumergirnos en el camino de la Palabra de Dios, encontramos dirección, consuelo y fortaleza. La meditación constante en la Palabra nos ayuda a mantenernos arraigados en la verdad y a resistir las influencias negativas que nos rodean.   Así que es muy importante que hoy reflexionemos sobre nuestras decisiones y acciones. ¿Estamos siguiendo el consejo de los impíos? ¿Estamos en el camino de los pecadores? O ¿Nos estamos deleitando en la ley del Señor? Recordemos que la verdadera bendición proviene de caminar en el camino de Dios, y que Él nos guiará y nos sostendrá en cada paso del camino.   Oremos para que el Señor nos ayude a seguir sus caminos y a encontrar verdadera satisfacción y bendición en Él.   Padre celestial, gracias por tu Palabra que nos guía y nos da dirección en nuestras vidas. Ayúdanos a no conformarnos con los consejos del mundo, sino a deleitarnos en tu ley y meditar en ella día y noche. Que podamos experimentar la verdadera bendición que viene al caminar en tu camino. En el nombre de Jesús, amén.  Que Dios los bendiga…