Escritura
Él es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.
Si pudiéramos contar todo lo que Dios ha hecho por nosotros creo que el día quedaría corto para hacerlo. Dios hizo cosas grandes y portentosas a los ojos de su pueblo Israel, aquí alguna de ellas. Él fue quien por gracia escogió a un hombre pecador como Abraham para hacer de él una nación grande y poderosa, él fue quien obro un milagro en la vida de Sara para que esta concibiera un hijo siendo ya anciana, él fue quien llover sobre Sodoma y Gomorra fuego y azufre a causa de su depravación, él fue quien guio a Eliezer para que este encontrara esposa para el hijo de su amo, él fue quien sacó a José de la cárcel para hacerlo uno de los hombres más poderosos en la tierra, él fue quien multiplico las 60 personas que entraron a Egipto y los convirtió en una nación de más de 2 millones de personas, él fue quien utilizó a un anciano de 80 años para liberar a su pueblo de Egipto, él fue quien con plagas poderosas quebró el corazón de Faraón, para que este dejara ir a su pueblo, él fue quien abrió el mar rojo en presencia de sus enemigos y permitió que su pueblo pasase en seco, es fue quien destruyó todo el poderío militar de la nación más poderosa de su tiempo, él fue quien formó una columna de nube de día y una columna de fuego de noche para guiar a su pueblo, él fue quien hizo llover pan del cielo y cubrió de codornices el campamento para alimentar a su pueblo, él fue quien en medio del desierto hizo brotar agua para calmar la sed de su pueblo. Todo esto es solo una pisca de las grandes cosas que hizo Dios con su pueblo, ante semejante amor y grandeza ¿Cómo no alabarlo? ¿Cómo no cantar de sus grandes hazañas? ¿Cómo no exaltar su bendito nombre? ¿Qué de nosotros? ¿hemos experimentado el amor y la grandeza de Dios? claro que sí y de muchas formas. No podría ni concebir la pregunta que hice si no fuera por él. ¿Qué sería del hombre si por unos cuantos minutos Dios se descuidara del aire que respiramos? Sencillamente moriríamos. ¿y que de las fuerzas? ¿son innatas en uno o vienen de Dios? cierto día escuche a un hombre decir: yo no le debo nada a Dios, yo trabajo con mis manos día y noche, y todo lo que tengo lo debo a mi esfuerzo y dedicación… ¡Oh necio! Si tan solo supieras, que, si hoy puedes pararte para ir al trabajo, es solo por la gracia de Dios. Es él quien da la chispa de energía al nodo sino auricular para que esta estimule la contracción cardiaca y así tu corazón pueda latir todos los días. Es Él quien creo los alimentos y permitió que estos se metabolicen en la maravillosa fábrica del cuerpo y así generen energía para tus movimientos. ¿Acaso tú hiciste algo? Todo lo hizo él. Su sol, su aire, su agua, su pan, sus talentos y toda la belleza de la creación es solo un regalo de la gracia de Dios; sin embargo, el mayor acto de grandeza fue que él se hizo hombre, habito entre nosotros, vivió una vida perfecta y como un cordero fue llevado al matadero, entregando su viva como el pago por el pecado del Hombre, el justo muriendo por los injustos, el creador muriendo por sus criaturas ¡oh que amor tan maravilloso¡ ¡el murió¡ y fue por su sangre preciosa derramada en ese madero, que la mugre de nuestros pecados puede ser limpiada. Ante tanto amor ¿Cómo no alabarle? Nuestra vida entera debiera ser un canto continuo de alabanza a Dios por todo lo que él y es y por todo lo que él ha hecho. No salgas de casa hoy sin alabar el nombre de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo. ¡a él sea la gloria por siempre? Corpus Unum.
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