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Tengo Ganas De...
Alabarle - Parte 2
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:05:37 Minutes
Listens:
50
Aired on Abr 09, 2019

Escritura

Romanos 2:29

sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres sino de Dios.

El apóstol Pablo comienza explicando quien es un verdadero judío. Con estas palabras no da la posibilidad de que un gentil se convierta con el tiempo en un judío, sino que para ser un verdadero judío una persona tenía que cumplir ciertos requisitos espirituales. La mayoría de los judíos creía que, porque contaban con la ley o porque podían enseñar su genealogía, o porque podían demostrar que habían sido circuncidados al octavo día ya eran judíos completos. Sin embargo, el Apóstol Pablo enseña que un judío verdadero no lo es externamente sino en el interior, el interior es una referencia al corazón, a los más íntimo de la vida espiritual. Seguido a esto el Apóstol Pablo señala “y la circuncisión es la del corazón, en espíritu no en letra” ¿Qué era la circuncisión? Era una marca daba a Abraham, un símbolo del pacto de Dios, sus bendiciones, su bondad y su protección como pueblo escogido por Dios. A la edad de 8 días de nacido a todo bebe judío se le cortaba circularmente la piel del prepucio en el órgano sexual masculino, esta parte del cuerpo era lo que más claramente exponía la profundidad de la depravación del hombre, ya que era ella el portador de la semilla que producía pecadores depravados, no hay duda de que esta cirugía representaba simbólicamente la necesidad de cortar el pecado y de una profunda purificación para contrarrestar los efectos de la corrupción en el hombre. Sin embargo, por importante que este rito fuera, el rito en sí mismo no tenía poder espiritual de ninguna clase. Muchos rabinos antiguos decían frases tales como “ningún judío circuncidado vera el infierno” o “Abraham se sienta en la puerta del infierno y nunca permite que entre allí un israelita circuncidado” estos hombres depositaban toda su confianza para la salvación en simplemente un ritual religioso y cuan equivocados estaban. El teólogo Charles Hodge escribió lo siguiente “siempre que la religión verdadera declina, toma fuerza una disposición para poner énfasis indebido en los ritos externos. Los judíos cuando perdieron su espiritualidad supusieron que la circuncisión tenía el poder para salvarles” La marca de un verdadero israelita o hijo de Dios no es un símbolo externo sino una condición del corazón que teme a Dios. la circuncisión del corazón del cual habla Pablo es un símbolo de la regeneración o del nuevo nacimiento. Siendo este un acto mediante el cual Dios da al creyente una nueva naturaleza espiritual que orienta al hombre a la obediencia y a cumplir la voluntad de Dios. este acto maravilloso de Dios no se obtiene por medio del esfuerzo humano sino únicamente por la gracia y la misericordia de Dios. El texto termina diciendo “la alabanza del cual no viene de los hombres sino de Dios” esta es una advertencia contra aquellos judíos que se alababan a sí mismos por su descendencia, por la posesión de la ley y por la señal de la circuncisión, creyendo que con esto estaban bien delante de Dios, sin embargo, Dios no mira lo externo sino él mira el corazón, un corazón rendido y comprometido con él es realmente aquello que el valora y alaba. ¿Qué de nosotros? ¿Dónde descansa nuestra fe? ¿es acaso es en nuestras buenas acciones, en nuestra religión, en nuestra denominación o en simplemente actos externos de religiosidad? pues si así es, estas rumbo a la perdición. Solo un corazón humilde que reconoce su pecado delante de su creador y se rinde a él en arrepentimiento y fe, es un corazón que Dios acepta. Alabado sea Dios por ello, alabado sea su santo nombre pues trasformo el corazón de piedra que teníamos por uno de carne, un corazón en el que mora el Espíritu Santo de Dios y por medio del cual somos transformados de día en día. Dios los bendiga. Corpus Unum

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