(Centro De Vida)
Escritura
Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
Pensemos en algunos programas de televisión en la actualidad y la manera que hacen ver a los padres, en la mayoría de ellos hacen ver al papá como un personaje tonto, que nunca ayuda, nunca ofrece una buena solución o como un hombre ausente que deja a su esposa e hijos. Esto es a causa de una profunda falta de respeto y comprensión de lo que Dios dice acerca de los papás y lo que han sido llamados a ser, ya que muchos padres son ese reflejo en las familias. Independientemente si tu padre se queda en casa, atiende un negocio, sale a trabajar, es importante honrarles y mostrarles respeto y amor. Ya que es la forma más sencilla de reconocer a nuestros padres y el trabajo que hacen por sus hogares. Sabemos que el respeto se define como un sentimiento de profunda admiración por alguien provocado por sus habilidades, cualidades o logros. Pero ¿cómo mostramos respeto? La Biblia nos enseña que podemos mostrar amor y respeto por nuestro Padre celestial siguiendo sus mandamientos. Una de las mejores maneras en que podemos respetar a nuestros padres en la tierra es siguiendo sus reglas y haciéndolo con un corazón agradecido. Sin embargo, el respeto no solo se demuestra siguiendo las reglas, sino también cuando creamos una relación real con nuestros papás al escucharlos y compartir con ellos regularmente. Cuando respetas a alguien y lo consideras importante, valoras lo que tiene que decir y cómo se siente. También compartes tus pensamientos y experiencias con ellos, lo que a su vez fortalece el vínculo que tienen. Lo mismo ocurre con nuestro Padre celestial. Sí, es importante vivir de una manera que glorifique y refleje a Dios, pero también se deleita cuando venimos a Él para escuchar su voz y compartimos nuestros corazones. Esforcémonos por poder mostrar, tanto a nuestro padre terrenal como al Padre celestial, su importancia comunicándonos con ellos con más frecuencia y agradezcamos por la sabiduría que no ha dado nuestro Padre celestial a través de su Palabra y nuestros padres terrenales por sus ejemplos.
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