(Centro De Vida)
Escritura
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel.
En los videos anteriores, hemos reflexionado sobre cómo vivir una Navidad diferente, poniendo a Jesús en el centro, experimentando su paz, y compartiendo su amor. Hoy continuaremos hablando sobre el mensaje más asombroso de la Navidad: Dios con nosotros. El nacimiento de Jesús no solo es un evento histórico, sino una declaración de que Dios decidió acercarse a la humanidad, vivir entre nosotros y ofrecer su gracia y salvación. En el libro de Mateo 1:23 vemos lo siguiente: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel”. 1.Emanuel: Dios Con Nosotros La promesa de Emanuel nos recuerda que Dios no está distante. Él está presente en nuestras vidas. La Navidad celebra esta cercanía divina. En los momentos de alegría, Él está con nosotros. En las dificultades, Él está con nosotros. En nuestra soledad, Él está con nosotros. Tal vez esta Navidad te encuentres pasando por un momento difícil: una pérdida, una enfermedad o incertidumbre. Recuerda que Jesús vino para acompañarte y fortalecerte. Como un padre que toma la mano de su hijo para cruzar una calle peligrosa, así Jesús está contigo en cada paso de tu vida. 2.La Humildad de Dios: Jesús en el Pesebre Jesús, el Rey del universo, no nació en un palacio, sino en un pesebre humilde. Esto nos muestra la increíble humildad de Dios al hacerse hombre. Filipenses 2:6-7 dice: “Quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos”. La Navidad nos invita a la humildad y al servicio. En lugar de buscar grandezas, busquemos maneras de ser útiles para los demás. La pregunta es ¿Estamos reflejando el carácter humilde de Jesús en nuestras vidas? 3.El Propósito de Dios: Redención y Restauración El nombre “Jesús” significa “El Señor salva”. Su venida no fue accidental; Él nació para salvarnos del pecado y reconciliarnos con Dios. Juan 3:17 nos dice: “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” La Navidad es el tiempo perfecto para reconocer nuestra necesidad de Jesús como Salvador. Así como Él nos restauró, somos llamados a ser instrumentos de restauración en nuestras familias y comunidades. Perdona a quien te haya lastimado, reconcilia relaciones quebradas y permite que el amor de Dios transforme tu corazón. La Navidad no solo nos recuerda que Dios vino a la tierra, sino que también está con nosotros hoy. Su presencia nos llena de esperanza, su humildad nos inspira a servir, y su propósito nos invita a vivir vidas redimidas para su gloria. ¿Estás viviendo con la certeza de que Dios está contigo? ¿De qué manera puedes reflejar la humildad y el amor de Jesús en esta temporada? ¿Has aceptado a Jesús como tu Salvador personal? Esta semana, toma un tiempo para reflexionar sobre las maneras en que puedes ser consciente de la presencia de Dios en tu vida y compartir ese regalo con otros.
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