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Oración
La Necesidad De La Oración
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 29, 2022
Ago 29, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
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Escritura

Lucas 18:1-8; 1 Pedro 5:8

También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? Lucas 18:1-8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8

Si tienes tu Biblia vamos al Libro de Lucas capítulo 18 y vamos a leer los versículos 1 al 8. Lucas 18:1-8, leamos: “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que, viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”. Estamos iniciando hoy una nueva serie de estudios en nuestro programa de discipulado, vamos a tener cinco estudios sobre el importante tema de la oración. Mi oración es que, al terminar esta serie de cinco mensajes, tú y yo seremos verdaderos practicantes de la oración, guerreros de oración. En el estudio de hoy quiero que observemos tres puntos muy importantes en referencia a la oración. En primer lugar: la necesidad de orar; En segundo lugar: la razón por la cual debemos orar; Y en tercer lugar el por qué a veces nuestras oraciones no son contestadas. Nunca llegará el día, mientras que vivimos en este planeta, en que no necesitaremos orar. En el caso de la viuda de nuestro texto, encontramos que ella se enfrentaba a un adversario, el cual no le importó el hecho de que ella estuviera indefensa; en su situación sólo había una cosa que ella podía hacer: presentar su caso a alguien que sí podía hacer algo referente al problema; y al encontrar a ese alguien, el juez, la viuda fue persistente hasta obtener justicia. Como creyentes en Cristo Jesús nosotros también tenemos un adversario contra el cual somos indefensos, nuestro adversario es Satanás. 1 Pedro 5:8 dice: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. Solo existe una persona quien tiene poder para librarnos de un adversario tan potente como el diablo, y esa persona es Dios. Vivimos en un mundo que camina bajo la dirección del príncipe del aire, bajo la dirección de Satanás; no importa donde vayamos encontraremos que nuestro adversario ya tiene control: las drogas, pleitos, el alcoholismo, prostitución, lesbianismo, homosexualidad, abuso, violaciones por doquier, robos, hechicerías, y podría seguir yo por horas con esta lista; el diablo lanza estas cosas diariamente en el camino del cristiano, lo hace por puro gusto, sólo para vernos tropezar. Es en esos momentos cuando sólo queda una cosa por hacer: Orar. Tenemos que aceptar el consejo que Jesús da en Mateo 26:41, cuando dice: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Tomando en cuenta nuestra naturaleza carnal, sólo queda una cosa por hacer: acudir a un poder más alto, acudir a Dios, solo Él puede darnos justicia, ¿Pero nos defenderá? ¿Se preocupará Dios por nuestra situación? Jesús dice que sí, Jesús dice: “Ya ves, el juez injusto hizo justicia a la viuda, ¿acaso Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a Él día y noche? Os digo que pronto les hará justicia”. Jesús dedicaba su tiempo a la oración, cuando el Señor tenía una decisión grande que hacer, pasaba toda la noche anterior en oración con el Padre. Te digo que, si Jesús sentía la necesidad de orar, cuánto más nosotros debiéramos orar. Pero ¿Por qué la oración? ¿Por qué no por otro medio? Tiene que ser por medio de la oración porque ese es el medio que Dios ha establecido para que nos comuniquemos con Él. Orar es simplemente hablar con Dios; es decirle con el corazón lo que sentimos; es ser honestos con Él; orar no es decir algo que otros han escrito, no es un encantamiento, no es memorizar palabras y repetirlas una y otra vez. Jesús dice en Mateo 6:7: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”. Repito: orar es hablar con Dios, es comunicarnos con Él. Lo podemos hacer donde quiera que estemos, porque Dios está en todas partes; podemos orar en voz alta o podemos orar dentro de nuestros pensamientos, no importa porque Dios nos oye. Uno puede estar parado, sentado o acostado, la posición tampoco tiene importancia. 1 Tesalonicenses 5:17 dice que debemos “Orar sin cesar”. O que debemos estar en comunicación continua con Dios. Claro está que la oración es algo de fe, aquellos quienes dudan de la existencia de Dios, no van a hablar con Él. Existen muchos cristianos que piensan que la oración es pérdida de tiempo, digo que esto es su pensar porque no oran; si tuvieran fe, y creyeran que Dios contesta la oración, pasarían más tiempo comunicándose con Él. La mayoría de los creyentes buscan a su Padre celestial únicamente cuando están metidos en problemas y no tienen otra alternativa. Las personas quienes hacen esto son personas interesadas que se aprovechan de la nobleza de Dios. Esto nos trae al tercer punto de nuestro estudio hoy, ¿Por qué a veces Dios no contesta nuestras oraciones? Existen varias razones por las cuales Dios no contesta nuestras oraciones; una de las razones es porque nosotros pedimos egoístamente. ¿Por qué me va a dar Dios un Mercedes Benz a mí, cuando todos los que viven junto a mí andan en bicicletas? Lo que pasa es que yo pido un Mercedes Benz, porque así la gente me respetará más a mí, ¿No es verdad? ¿Por qué Dios no contesta mi oración cuando le pido un Mercedes Benz? Pues, porque mis razones por pedirlo no son buenas, ni son honestas. En Santiago 4:3 encontramos estas palabras: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Así que cuando vamos a Dios en oración, no debemos ser como niños mimados que sólo piensan en su propio bienestar, debemos acercarnos a Él pidiendo su voluntad y no la nuestra. Otra razón por la cual Dios no nos contesta es porque hay pecado no confesado en nuestras vidas, el Salmos 66:18 dice: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado”. Pero si venimos a Dios con pesar en nuestro corazón por nuestra maldad y le pedimos perdón, y buscamos arreglar nuestras vidas, el Señor nos oirá y nos contestará. 2 Crónicas 7:14, dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. No podemos vivir en contra de lo que Dios dice, siendo desobedientes a Él, y esperar que Él conteste nuestras oraciones, eso es ridículo. Pero hay quienes lo hacen, y se enojan con Él porque no les da lo que piden. Espero que nuestro estudio hoy te haya servido para abrir la mente y reflexionar sobre el asunto de la oración. La oración ha sido puesta a un lado en la vida de demasiados cristianos, es hora de que echemos mano a este poderoso medio de compartir con los poderes de las tinieblas. Es hora de levantar nuestras voces al cielo y pedir justicia de aquel quien puede aplicarla correctamente. Si quieres ser buen discípulo de Jesús, vas a tener que practicar este asunto de la oración. Vamos a orar. Padre gracias te doy por este medio tan importante, por medio del cual nosotros nos comunicamos contigo. Gracias por escucharnos y por contestarnos. Te pido que uses la lección hoy, para reprendernos y acordarnos de lo importante que es la oración. Ayúdanos a estar en constante comunión contigo hoy, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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