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Oración
Razones Equivocadas
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jun 16, 2022
Jun 14, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
8

Escritura

Santiago 4:3; Romanos 8:26.

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Santiago 4:3 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Romanos 8:26

He leído de hombres y mujeres cuyas vidas estaban marcadas por los resultados que obtuvieron sus oraciones. Aparentemente Dios estaba esperando que oraran, y que cuando lo hacían, Él se deleitaba en contestarles. Yo deseo vivir esa clase de vida; yo quiero que Dios conteste mis oraciones. En realidad, creo que todos los que son hijos de Dios quieren esta clase de vida. Y por eso es que tú y yo, hemos estado estudiando de errores comunes, en cuanto a la oración, con el fin de señalar algunos errores y corregirlos, para poder tener una oración más efectiva.   Hemos llegado al cuarto estudio sobre este tema. Quiero que observemos hoy, lo que hace el tener un espíritu equivocado cuando oramos. O sea, que quiero que miremos el daño que causa a nuestro orar, el no tener un espíritu correcto con Dios. Veamos algunos ejemplos. En primer lugar, quiero que observemos lo que sucede, si entramos a la oración con un espíritu de egoísmo. El apóstol Santiago puede darnos una ayuda concerniente a esto. Para principiar, Santiago nos recuerda la importancia de la oración diciendo: “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís”. Hay tantas cosas que Dios nos daría, si tan sólo se lo pidiéramos. No recibimos porque no pedimos. Después de esto, Santiago se dirige a aquellos que dicen: “Pero yo he orado y Dios no me ha contestado”. Él les dice en Santiago 4:3, “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Esto simplemente indica que la persona que pide para satisfacer sus deseos carnales no recibirá su petición de Dios. Dios no nos dará lo que queremos, sino lo que necesitamos. Dios no está en el negocio de suplir placeres personales, sino suplir necesidades. Hay un mundo de diferencias entre placeres y necesidades, y el comprender esto, podría cambiar en gran manera la forma en que nosotros oramos. El ignorar asuntos espirituales, perjudicarán nuestras oraciones. Cuando estamos faltos de entendimiento concernientes a asuntos espirituales, no podremos orar efectivamente. El apóstol Pablo lo aclara de esta manera en Romanos 8:26, “pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos”. Eso sencillamente recalca el hecho de que no sabemos orar como deberíamos. Si el ignorar asuntos espirituales perjudica nuestra vida de oración, cómo podemos vencerlo. Bueno, nuestra esperanza está en las palabras de las Sagradas Escrituras. Romanos 8:26 también dice: “El espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Seguimos leyendo el versículo 27; el 27 nos dice: “El que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”. Dios está tan listo para contestar nuestras oraciones, que aún nos da a su Espíritu Santo, para ayudarnos a orar correctamente. Cualquier persona puede orar efectivamente, si tiene al Espíritu de Dios ayudándole y debemos animarnos en devotar nuestras vidas a la oración. Si no sabemos orar, sólo tenemos que pedir a Dios que nos ayude y Él lo hará. Otra cosa que perjudicará nuestras oraciones, son actitudes no espirituales. Hay una declaración en la Biblia que muchos han mal interpretado. En el capítulo 6 de Efesios, después de darnos una descripción de la armadura del cristiano, Pablo nos anima con las siguientes palabras: “Orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Quiero que notes las palabras que indican que debemos orar en el Espíritu; ¿qué significa esto de orar en el Espíritu? Bueno, algunos nos quieren decir que esto significa que uno debe orar por medio de emitir sonidos estáticos que no pueden ser entendidos; es lo que ellos llaman: lenguas desconocidas. ¿Hace la Biblia una distinción entre oraciones que pueden ser comprendidas en el idioma del ser humano y oraciones en sonidos que no pueden entenderse? ¿Está enseñando la Biblia que el orar en español es inferior a hablar en jerigonza? ¿Nos está recomendando la Biblia que busquemos una forma más elevada de oración como lo dicen ciertas personas? Mi respuesta es: No. Tenemos que reconocer que la palabra Espíritu, en este versículo, está escrita con una “E” mayúscula, indicando que está hablando del Espíritu Santo. El versículo nos está diciendo que debemos orar bajo la dirección y el control del Espíritu de Dios. ¿Por qué? Simplemente porque el Espíritu Santo de Dios nos ayuda en presentar nuestras peticiones a Dios, de una manera en que a Él le agrada, así como lo dice Romanos 8:26. Orar en el Espíritu, no es más que estar sujeto al liderazgo del Espíritu Santo. Oraciones que no son del corazón, que están bajo del control del Espíritu, son carnales y mayormente no tienen efecto. En vista de todo esto, el entrar a la oración, cuando hacemos esto, debemos pedir al Espíritu Santo de Dios que Él nos ayude, y yo te aseguro que Él lo hará. La impenitencia es un espíritu que perjudicará nuestro orar. Quiero que vayas conmigo al Salmos división 66 y versículo 18, para leer algo concerniente a tener un espíritu no penitente, dice: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado”. Iniquidad es tener una disposición de caminar siempre hacia el pecado. Corazón se refiere en este versículo, al centro de la personalidad. Se refiere a la mente, las emociones, la voluntad de uno. En vista de esta descripción, esto es lo que el salmista nos está diciendo. Si yo considero a cualquier actitud o acción perversa como algo de gran importancia, de manera que no lo quiero soltar de mí ser interior, entonces Dios no escuchará mis oraciones. Ojalá esto no sea lo que está pasando contigo. Ojalá no tengas guardado en tu ser algún pecado favorito que no quieras soltar. Si es así, allí está la razón por lo que Dios no escucha tus oraciones. Debemos acordarnos que Dios no jugará con el pecado. El pecado en nuestra vida es dañino a nuestra salud espiritual. Es algo que Dios no va a tolerar. El pecado en nuestras vidas invalidará nuestras oraciones y no tendrán efecto alguno. Debemos arrepentirnos de todo corazón antes de orar, y prepararnos para no vivir en pecado, si es que queremos tener una vida efectiva en cuanto a la oración. ¿Sabes qué? Podríamos seguir con esta lista y discutir sobre asuntos como considerar la voluntad de Dios, falta de fe, ser negligente en cuanto a la Palabra, tener un espíritu de amargura contra otra persona y etcétera; digo que podríamos, porque todas estas cosas son asuntos que perjudican a la oración. Pero espero que lo que hemos estudiado hoy, nos abrirá suficientemente la mente, para poder comprender que hay cosas que perjudican nuestro orar y que si no quitamos estas cosas de nuestra vida, y no seguimos la dirección de Dios en nuestra vida, estaremos cometiendo un grave error, pues nuestras oraciones, en estas circunstancias, no serán contestadas por Dios. De una cosa sí podemos estar seguros, si hay algún problema en cuanto a nuestro orar, el problema es nuestro y no de Dios. Y si queremos que Él nos escuche y que conteste nuestras oraciones, vamos a tener que corregir el error, y aún en eso, podemos contar con la ayuda de Dios para poder ser victoriosos. Vamos a orar. Padre, gracias por ayudarnos en nuestras debilidades. Te pedimos que nos perdones por nuestra falta de orar. Sabemos que si hay un problema Padre, que el defecto está en nosotros y no en ti. Ayúdanos, Padre, nosotros queremos ser verdaderos guerreros de oración. En el nombre de Jesús, te lo pedimos. Amén.

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