Copyright 2016-2019 Lifeword
Oración
Falta De Sinceridad
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jun 15, 2022
Jun 14, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
8

Escritura

Isaías 1:15; Santiago 5:16.

Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Isaías 1:15 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16

Voy a confesarte un error que he encontrado en mi propia vida de oración. Dios me ha hecho ver que hay veces cuando he orado sin ser sincero. He orado muchas veces porque sé que debo orar. O sea, que he orado porque ha sido mi responsabilidad, y no porque he deseado hacerlo de corazón. Han habido muchas veces cuando he estado en un servicio y mi mente estaba lejos de lo que estaba sucediendo en el servicio. De repente he oído mi nombre, y me doy cuenta de que me han pedido que dirija en oración a la congregación. En realidad, lo debiera hacer, es decir: “Hermano, discúlpame, pero mi mente estaba en otra parte”. Pero no he hecho eso. Oro, pero me doy cuenta de que, en verdad, no estoy comunicándome con Dios. Nadie más se dio cuenta, pero yo sí y Dios también.   Eso nos trae al tercer error que cometemos al orar. Muchas veces no oramos con un espíritu de sinceridad. Demasiadas veces nuestras oraciones son formales, sólo son palabras emitidas de nuestra boca, en vez de ser sentimientos de nuestro corazón. Tales oraciones no tienen sentido, pues no logran ningún objetivo. Imaginémonos a dos actores. El drama que nos van a presentar se trata de dos enemigos. Uno de ellos, expresa su odio por el otro, con palabras fuertes y abusivas. Ahora, la verdad es que estos dos pueden ser amigos. Ninguno de los dos dañaría al otro en la vida real. Y esa es una buena ilustración de lo que sucede cuando uno ora con la boca, pero no con el corazón. Eso es lo que debemos aplicar a nuestras oraciones para acabar con el error de orar insinceramente. El decir palabras es muy diferente a orar con el corazón. Otra vez, la falta de sinceridad en nuestro orar es un grave error. Quiero que tomemos unos momentos para ver ejemplos de algunas oraciones que faltan sinceridad. Mayormente oraciones no sinceras, son hechas para impresionar a otros con nuestra habilidad de orar; o sea, que son para exhibición pública y no para comunión con Dios. Lo peor del caso, es que estas clases de oraciones son usadas para encubrir pecados. Jesús amonestó en contra de tales oraciones. El habló de los hipócritas que devoraban las casas de las viudas y como pretexto, hacían largas oraciones. Jesús dijo que ellos recibirían mayor condenación. Dios odia a los que oran usando la oración para disimular que son santos y que tienen una buena comunión con Él. Él amonesta en Isaías 1:15, “Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos”. Jesús dijo que el hombre que ora en público para ser visto por los hombres es un hipócrita. Jesús enseñó que el orar en privado con Dios, es mejor. Al orar en privado, de corazón sincero, expondremos nuestras peticiones y Dios nos contestará. Quiero recalcar en el hecho de que Dios no está en contra de orar en público, de ninguna manera. Él nos ha enseñado a orar los unos por los otros, pero sí rechazará la oración que es para alabanza de los hombres, y no para la gloria de Él. Las oraciones que no vienen de un corazón sincero tienen falta de un ingrediente especial, que Dios busca en el que ora. Quiero que leas conmigo en Santiago, 5:16, dice: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. Esta es la clase de oración que trae resultados. Es una oración poderosa y dinámica ¿Qué clase de oración es? La Biblia dice que es la oración eficaz del justo. Ahora, ¿qué es lo que significa esto? Significa que es una oración honesta, sincera y ferviente. Es una oración que sale del corazón de un hombre que ama a Dios y a su prójimo. Es la oración de un hombre conmovido de corazón, que desea el bienestar de otros ¡Que Dios nos libre de oraciones que no salen del corazón! Quiero que notemos también, la clase de hombre que hace este tipo de oración que recibe contestación de Dios. El versículo nos dice que es un hombre justo. El hombre que va a orar y recibir respuesta a su oración es el hombre justo. El que quiere recibir contestación de Dios a su oración debe buscar estar bien con Dios. ¿Qué tipo de oración tienen tú?  ¿Oras con la boca, o con el corazón? ¿Son sinceras tus oraciones? Para poder orar con sinceridad tendremos que meditar antes de orar. Necesitamos pensar en las bendiciones que Dios nos ha dado y anotarlas para darle gracias. Debemos ser sinceros en nuestro agradecimiento. Necesitamos considerar nuestros fracasos desde la última vez que oramos. Debemos hacer una lista de cosas en las cuales hemos afligido al Espíritu Santo, y así podremos ser sinceros al confesar nuestras ofensas a Dios. Necesitamos pensar en nuestras necesidades personales, sean materiales o espirituales. Debemos aprender a distinguir entre necesidades y deseos. Hagamos una lista de esas necesidades y presentémosla delante de Dios, pero con toda sinceridad. Necesitamos pensar en nuestros amigos y familiares. Puede ser que algunos ya hayan aceptado a Cristo y otros no. Oremos sinceramente por la salvación de ellos y por sus necesidades individuales. Necesitamos pensar en Dios, en quién es, en lo que ha hecho y en lo que significa para nosotros. Pensemos en nuestra mente, todas las descripciones que la Biblia nos da acerca de Dios; pensemos en lo mucho que Él nos ama. Y después de hacer todo esto, adorémosle de corazón, con toda sinceridad. La oración no es como una tienda a la cual entramos para examinar la mercancía, pero sin intenciones de comprar. La oración es algo serio que envuelve el escudriñar del corazón, el esperar a Dios y presentar peticiones específicas, hablando de los intereses más profundos que uno tiene con Dios. Ese es el tipo de oración que es una bendición y que trae bendición a otros. La oración que es falta de sinceridad, es una multitud de palabras inservibles, y esa no es la manera en que tú y yo, queremos orar. Al orar, debemos dirigirnos a Dios, y hablar con Él como si estuviéramos hablando con nuestro mejor amigo. No es necesario que usemos términos religiosos ni palabras brillantes; no tenemos que usar mucha palabrería ni repetir lo mismo una y otra vez. Simplemente debemos usar palabras ordinarias que usamos en nuestro diario conversar. Debemos exponer honestamente a Dios nuestro preocupar y los sentimientos de nuestro corazón. Debemos ser específicos, entrando a detalles. Y cuando oramos, debemos acordarnos de esta promesa de Dios que se encuentra en Jeremías 29, versículos 13 y 14, que nos dicen: “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón, y seré hallado por vosotros, dice Jehová”. Vamos a orar. Padre, perdónanos por las veces en que hemos orado sólo para que otros pudieran oír y estar impresionados con nuestra forma de orar. Discúlpenos por no ser sinceros y por no orar de corazón; hemos cometido un grave error al hacer esto. Y sabemos que tú no oirás, y mucho menos contestarás tales oraciones. Perdónanos y enséñanos a orar efectivamente, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Otros archivos en esta serie