Copyright 2016-2019 Lifeword
Desde Mi Corazón
Nuestro Llamado
Wendy Carolina Escobar
(Centro De Vida)
Aired on Feb 01, 2022
Feb 01, 2022
Duración:
00:04:08 Minutes
Vistas:
10

Escritura

1 Pedro 1:16

porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

Alguna vez te has preguntado ¿Por qué eran Santos los Santos? La respuesta a esta pregunta es Fácil Porque eran “alegres” cuando era difícil serlo. Porque eran “pacientes” cuando era difícil la paciencia. Porque “avanzaban” cuando tenían más deseos de quedarse quietos. Porque “callaban” cuando era más fácil hablar. Porque eran “agradables” cuando tenían deseos de ser desagradables. La Escritura nos manda como cristianos a ser como nuestro Señor y Salvador en todo, y principalmente en nuestra conducta diaria. Nosotros somos sus testigos terrenales, y debemos vivir nuestras vidas para que seamos un reflejo adecuado de Él. En 1 Pedro 1:16 podemos encontrar las palabras que el Apóstol Pedro dijo: porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 1 Pedro 1:16 Los Santos según la Biblia son personas destacadas por sus virtudes y son tomados como modelos capaces de mostrar a los demás un camino ejemplar de perfección. De acuerdo con la Biblia, Dios es amor, la principal virtud de los santos es su capacidad para amar a Dios y a los demás. Todos los cristianos estamos llamados a ser Santos y a seguir a los Santos, que representan el ejemplo de creencia y seguimiento de Dios, cuya vida puede resumirse en un solo concepto: el amor a Dios. La santidad es posible porque es un don de Dios, que Él ofrece a todo el que quiere recibirlo. No importa lo que hayamos logrado y obtenido en la vida, si no tenemos la santidad de Dios, nos hemos perdido de lo fundamental. El significado de la palabra “santo” es simplemente “separado o apartado” para Dios. El cristiano es “santo” porque ya no es “hijo de Satanás”, sino hijo de Dios. Ha sido apartado del “mundo” para pertenecer al Reino de Dios. Pero ser santo como Dios es santo, ya no habla de nuestra posición en Cristo; sino de nuestra calidad de vida. Una persona se puede considerar hijo de Dios, siguiendo un estilo de vida que está lejos de ser santo. “Este llamado a la vida santa se basa en el hecho de que Dios mismo es santo. Porque Dios es santo, exige que nosotros también seamos santos. Muchos cristianos tienen lo que podríamos llamar una ‘santidad cultural’. Se adaptan al carácter y al esquema de comportamiento de los creyentes que los rodean. Si la cultura cristiana que los rodea es más o menos santa, dichas personas son más o menos santas también. Pero Dios no nos ha llamado a ser como los que nos rodean. Nos ha llamado a ser como Él mismo es. La santidad consiste en nada menos que la conformidad con el carácter de Dios”. La Biblia dice que ya somos santos en Cristo, pero también aclara que todavía no somos en su sentido pleno. Nuestro esfuerzo tras la santidad debe ser visto en relación con Dios. Debemos evitar el pecado, no sólo porque le hacemos daño al prójimo o a nosotros mismos, sino principalmente porque desagrada a Dios. El carácter de Dios debe ser nuestro modelo para seguir. Robert Leighton dice: “La esencia de la religión consiste en la imitación de aquel a quien adoramos”.

Otros archivos en esta serie