¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?

En el contexto del pasaje vemos el costo de seguir a Jesús, si pensabas que seguir a Jesús y ser discípulo suyo era algo realmente fácil, pues déjame decirte que estas totalmente equivocado. Hay un costo que tienes que pagar. En primer lugar, Cristo debe estar por encima de tus relaciones personales e incluso por encima de ti mismo. La palabra de Dios dice “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” En segundo lugar, Cristo demanda tomar nuestra cruz cada día y seguirle únicamente a él. La Biblia dice “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”. Y por último Cristo debe estar por encima de todas nuestras posesiones. La palabra de Dios dice “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” Con estas palabras Jesús pone las cosas bien en claro, él sabía que es posible que estés en la iglesia pero que a la vez estés lejos del Cristo de la iglesia. Si seguir a Jesús te costará todo, déjame decirle que el no seguirlo también tendrá un costo. Si tú dices eso del cristianismo no es para mí, y decides aferrarte a tu propia vida, vivir para ti mismo, seguir los placeres de tu corazón y nunca comprometerte fielmente con Cristo déjame decirte que eso también tendrá un costo. Dice el texto “¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?” esta es una parábola donde vemos a dos reyes marchar para la guerra. El primer rey o rey menor, representa a cada uno de nosotros, quienes, en este mundo por nuestra naturaleza caída, vivimos con la meta de construir nuestro propio reino. Hay una canción de Vicente Fernández que se hizo tan famosa ya que refleja muy bien el sentir de toda nuestra sociedad, el coro de la canción dice lo siguiente: “Con dinero y sin dinero, yo hago siempre lo que quiero, y mi palabra es la ley. No tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey.” Por otro lado, tenemos al segundo Rey, y este rey representa a Dios, el Rey de reyes y Señor de señores. Y saben, entre estos dos reyes hay un conflicto tremendo. La Palabra de Dios enseña que todo incrédulo está en guerra, enemistad y rebelión contra Dios, y lo que es peor Dios también está en guerra contra los pecadores. No podemos dudar del amor de Dios para con la humanidad, pero tampoco podemos pasar por alto su aborrecimiento del mal. Salmos 7:11 dice lo siguiente “Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días.” hay una guerra evidente y la pregunta es ¿Qué harás en medio de todo esto? ¿Iras en contra de Dios o bajaras tus armas y pedirás condiciones de paz?? El rey menor que representa al hombre sin Dios debe de sentarse, pensar, calcular y comparar su ejército con el del otro, él debe comparar su poder militar y sus fuerzas contra el poder militar y las fuerzas del otro rey. ¿Qué pasa si no hace? Pues sería el hombre más insensato y loco sobre esta tierra ya que entrar a la guerra contra un rey que es mucho más fuerte y poderoso que uno, es solo caminar directo a la destrucción. La enseñanza de esta parábola es bien clara y contundente. Dios detesta el pecado y a aquellos que van en pos de ella y dentro de muy poco tiempo el Rey de reyes y Señor de señores volverá a esta tierra, acompañado de millones y millones de tropas celestiales y vendrá ya no como salvador, sino como juez. juzgará al mundo con poder, destruirá y condenará en el infierno a todo incrédulo quien en su insensatez desprecio el bendito sacrificio de Cristo, menosprecio su sangre y tuvo en poco a su creador, vendrá por aquellos tibios, seguidores superficiales que solo se colaban en la multitud y pasaban desapercibidos, vendrá con ira y con poder sobre todo hombre que ves tras ves pospuso su arrepentimiento y y nunca se comprometió sinceramente por la causa de Cristo. ¿Dónde estarás en ese momento amado amigo? ¿Estarás en sus filas o estarás en contra del autor de la vida, que tiene poder para destruir y consumir tu vida en el infierno? Porque no te rindes delante de el con un corazón humilde, porque no vas con lágrimas de arrepentimiento delante de aquella cruz. Ven a Jesús querido amigo, ven a él mientras todavía haya tiempo. Dios los bendiga Corpus Unum