Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?

1 Corintios 14:8 “Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?” El contexto de este pasaje es el uso del don de lenguas de una forma inadecuada y para contrarrestar aquel abuso el Apóstol Pablo intenta corregir a la iglesia de Corinto a través de una ilustración. La ilustración que toma Pablo es el de un soldado que cuida la muralla de una ciudad, este está expectante y vigilante y tan pronto ve acercarse al enemigo, toca su trompeta de una forma tal que con esto alarma a todos para que se preparen para la batalla. Los soldados tienen sonidos especiales con cierto tono y ritmo para cada evento en particular, hay un sonido de alerta, hay un sonido para mantener la calma y el orden, hay otro sonido de retirada, hay otro sonido de victoria y hay otro sonido para reunir al pueblo ¿Qué pasaría si en vez de tocar un sonido que llame a todos a prepararse para la guerra, tocara uno que llame a todos a permanecer en calma? Las consecuencias serían desastrosas y solo llevaría a su pueblo a la ruina. De la misma forma dice Pablo ¿no les parece tonto e inútil hablar en lenguas que los demás no entienden, solo con el fin de lucirse e impresionar a los demás? hacer esto no edifica a la iglesia y solo crea confusión, desorden e improductividad. En este texto vemos la importancia que tiene el dar un mensaje claro a todo un ejército y la importancia que tiene el dar un mensaje claro a toda una congregación. tan esencial es esto que hacerlo de una forma equivocada solo llevaría a la muerte de una multitud, de la misma forma sucede en la iglesia, un predicador que comunique mal la palabra de Dios puede llevar a la muerte espiritual de sus oyentes. Predicar la palabra de una forma clara y correcta es vital para la edificación de la iglesia, el pueblo de Dios necesita dejar de escuchar experiencias, filosofías, historias, fabulas y sabiduría secular y prestar atención a la voz de Dios y si un día de estos amado pastor no tienes nada que comunicar al pueblo, simplemente párate en el pulpito, abre tu biblia, levántala, léala en voz fuerte, suéltala y deja que se proclame a sí misma. En medio de una batalla cuán importante es escuchar la voz y la dirección de Dios. Recuerden que nos encontramos en una guerra de vida o muerte, millones mueren cada día sin Cristo, millones viven esclavizados por diferentes adicciones que les privan de libertad, millones de familias son destruidas y terminan en el divorcio, millones de hijos abandonados, millones de vidas desperdiciadas, millones vagan sin rumbo, propósito y dirección. Satanás ha tomado la batalla muy en serio. La pregunta es ¿Cómo lo estas tomando tú? La voz de nuestro comandante es un sonido claro y preciso. Ella grita a todo momento “Ponte la armadura que hay una batalla que pelear”. En primer lugar, nos ha dado su palabra de que es como una espada que penetra hasta partir el alma y es como un martillo que quebranta el corazón más duro de una persona, en segundo lugar, nos ha dado la oración que es el medio por el cual nos comunicamos con él, recibimos órdenes y tomamos decisiones sabias. En tercer lugar, nos ha provisto del compañerismo, con el fin de enseñarnos que no estamos solos en esta batalla, tenemos una familia en Cristo que pelea a nuestro lado y juntos podemos hacer grandes cosas y por último nos ha dado el testimonio que es el medio por el cual podemos liberar a millones que están cautivos en las manos de Satanás y por medio de presentar Cristo proveerles de vida y libertad para siempre. El mensaje es claro. ¿estás dispuesto a ponerlo en práctica? Dios los bendiga Corpus Unum.