Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

Prometo lealtad a la Biblia, la Santa Palabra de Dios. La haré lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino, y guardaré sus palabras en mi corazón para no pecar contra Dios. INTRODUCCIÓN: El ejército más potente en nuestro mundo físico hoy, a pesar de lo que pudiera decir cualquier experto militar, es el ejército de Israel. Conste que es así, no debido a inteligencia, ni números, ni armamento, ni valentía; sino debido a que tiene un arma secreta, que no es secreta: ¡Dios! Israel no caerá, debido a que Dios no permitirá que caiga. Sin embargo, quiero que sepan que para la nación de Israel, su ejército y las cosas de su ejército no son ninguna broma para ellos. Ellos toman muy en serio, su ejército, porque saben lo importante que es para la sobrevivencia de su nación. Esto lo menciono porque nuestra sobrevivencia en este mundo y el ejecutar nuestra misión como ejército de Dios, para la salvación de almas y el engrandecimiento de Su Reino, depende de qué tan en serio tomamos la batalla espiritual. nuestro cristianismo va a ser flores, jardines, haz lo que sientas hacer, y todo amor, amor, amor…¡ya estamos destruidos! Es cierto que Dios es amor, pero, si pensamos que en Su Amor, Él permite que vivamos como nos viene en gana, pues, ¡nos equivocamos! La razón por la cual nos encontramos aquí hoy, es levantar en el alto el nombre de Jesús. ¿Por qué? Porque es nuestro Salvador, Campeón que vino a pelear la batalla en contra del diablo, para lograr nuestra salvación. El CDV se encuentra aquí hoy, no porque la batalla ya terminó, sino porque nos hemos unido a nuestro Rey en continuarla, llevando a cabo la voluntad de nuestro Padre Celestial. Es cierto que ya no hay condenación eterna para nosotros, pero, aquí en esta vida podemos ser destruidos por el enemigo en un dos por tres, si es que no tomamos las cosas en serio. En el CDV estamos tratando de formar un ejército que Dios puede utilizar para el engrandecimiento de Su Reino. Sabemos que necesitamos que cada soldado, desde el más grande hasta el más chico, estemos entrenados y entregados al éxito de nuestra misión. (CDA…Intino…Club Infantil) Uno de los problemas que tenemos nosotros los cristianos, es el no tomar en serio la batalla espiritual. Mientras venimos los domingos a sentarnos un par de horas en el Servicio De Celebración para cantar nuestros himnos y escuchar un mensaje que habla del maravilloso amor de nuestro Dios, Satanás se toma las 24 horas del día, los 7 días de la semana (aún cuando estamos sentados aquí), para destruir nuestras vidas, matrimonios, Centros De Acción e Iglesia. Déjenme decirles hermanos, que si no dejamos de ver nuestras Iglesias, Centros De Acción y hogares como Centros de Motivación Personal, para sentirnos bien en cuanto a nosotros mismos, para comenzar a vernos como los escuadrones del ejército de Dios, que somos, vamos a ser destruidos, y de la manera más insensata que pudiéramos caer. Colosenses 2:8 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Nuestro ejército no pelea con armas de este mundo. Pelea en contra de filosofías y huecas sutilezas según las tradiciones de hombres, influenciados por un ejército de espíritus malignos, quienes prefieren seguir desapercibidos, porque así es como ganan…en las tinieblas. Al formar nuestro ejército para luchar en contra del mal, hay ciertas cosas que los miembros del CDV tenemos que tomar en cuenta. Hoy quiero que consideremos las siguientes instrucciones. Primero: El Ejército Que Vamos A Formar Tiene Que Ser De Dios, No Nuestro. Una de las primeras cosas que le dijo David a Goliat fue, “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos”. Cuando David dice estas palabras trae una honda y una piedra en su mano, mas no está confiando en ninguna de las dos cosas. Si el CDV se va a confrontar al mundo y al dios de las tinieblas con su ejército de demonios, en su propia fuerza, ya estuvo que perdimos. Si vamos a confiar en nuestra visión y habilidad de servir, evangelizar y discipular, puedo declarar derrota en este mismo momento, y todos podemos ir a casa para esperar nuestra ruina…porque vendrá. La confianza de David no estaba en su expertés con la honda. Ni siquiera la mencionó. Su confianza estaba en Dios de utilizarlo a él, con lo único que sabía usar: La honda. En el CDV hablamos de la visión y armas espirituales que Dios nos ha dado, sencillamente por esa razón: ¡Son la visión y armas que Dios nos ha dado! No estamos confiados, ni en la visión, ni en las armas espirituales. Las usamos en obediencia a Él, confiando en Él de dirigir la piedra a la frente del gigante. David podía haber salido a pelear a Goliat con la armadura de Saúl. Pero, era mejor utilizar lo que Dios le había dado. Y qué bueno que David obedeciera a Dios, confiando en Él, en vez de prestarle atención a Saúl. Lo mismo tenemos que hacer nosotros. segundo: El Ejército Que Vamos a Formar Se Compone De Escuadrones. David menciona las palabras, “Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel”. Un escuadrón era una unidad militar dirigido mayormente por un capitán. El capitán recibiría sus órdenes de la comandancia mayor y dirigiría a su escuadrón para llevar a cabo la misión que le había sido encargada. Conste que si un escuadrón se dedicara a hacer lo suyo propio, causaría un desastre, poniendo en peligro la vida de todos los demás soldados del ejército. Al formar el ejército CDV, debemos comprender que los Centros De Acción, Intino, Club Infantil, ministerios y familias son escuadrones del ejército. Estos escuadrones tienen su capitán: El líderes, comandantes, instructores y jefes de hogar. Cualquiera de estos escuadrones que se dedicara a lo suyo propio, causaría un desastre, poniendo en peligro el bienestar espiritual de los demás. Cualquier ejército, indisciplinado, que desconoce o que desobedece las reglas, será fácilmente destruido por el enemigo, incluyéndonos a nosotros. Todos los capitanes de los diferentes escuadrones que acabo de mencionar, tenemos que ser disciplinados en prestar atención a lo que estamos haciendo, pues, debido a ello, mucho ejército ha sido destruido. (Se podría decir que nuestro ejército es tan fuerte como su escuadrón más débil.) tercero: El Ejército Que Vamos A Formar, Va A Pelear, Porque El Enemigo Ha Provocado a Nuestro Dios David le dijo a Goliat, “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos…¡a quien tú has provocado!” El arcángel Miguel y sus escuadrones de ángeles no toleraron que Satanás hiciera de las suyas en el cielo. La Iglesia del Señor Jesucristo tampoco lo permitirá aquí en la tierra. Nuestro Dios no necesitó del arcángel Miguel en el cielo, ni necesita de nosotros aquí en la tierra. Pero ¿qué clase de ángel sería Miguel si no se levanta a la hora de que provoquen a su Dios? ¿Qué clase de hijos seríamos nosotros al no hacer nada a la hora de que alquien se atreviera a provocar a nuestro Padre Celestial? Y cuando entramos a la batalla, cuidadito, pues, vamos respaldado con toda la autoridad y poder de ¡Jehová de los ejércitos! Conclusión: Hermano, el CDV, siendo Iglesia, es un ejército. Y si eres miembro del CDV eres un soldado en las filas del ejército de Dios. El enemigo ha provocado a nuestro Dios, y así como David, vamos a hacer algo en cuanto a ello. Como soldados todos tenemos nuestra responsabilidad. Realizar con éxito nuestra responsabilidad nos ayuda avanzar. No hacerlo, representa un peligro para nuestra Iglesia. Amigo, ¿peleas al lado de Dios, o lo provocas? Si reconoces que estás mal, ¿qué te parece si te arrepientes, y vienes a hacer lo correcto, uniéndote a Dios?