Escritura
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Este texto es el pacto incondicional de Dios con su siervo Abraham y fue hecha no en base a la inteligencia o la pasión que él tenía por Dios, sino en base a la voluntad soberana de Dios. Abraham era un tipo común y corriente, creció en Ur de los Caldeos, una tierra pagana e idólatra, no tenía hijos, algo que era considerado una señal de maldición y ahora viviría como peregrino y extranjero lejos de su familia y de su nación. No tenía muchas cosas a su favor, sin embargo, un día ante el llamado de Dios dejó a un lado esa falsa religiosidad para tener una comunión estrecha con Dios. Dios toma a este hombre con tan pocas cualidades humanamente hablando y le hace una promesa maravillosa. Le dice “haré de ti una nación grande, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás de bendición” waoo que increíble promesa, promete darle hijos, multiplicar esos hijos, bendecirlos y hacer de ellos una nación grande. La promesa continúa diciendo “bendeciré a los que te bendijeren”. Cuando alguien pronuncia una bendición sobre otra persona no está más que expresando un simple deseo de que todas las cosas le vayan bien, ya que el hombre carece de poder para que esa bendición de cumpla. En contraste, cuando Dios bendice a alguien, él si tiene el poder de impartir un bien en las personas. En otras palabras, lo que dice el texto es lo siguiente “yo otorgaré o derramare el bien sobre aquellos que desean tu bien”. Y por el contrario “a los que te maldijeren maldeciré” aquí vemos dos tipos de maldiciones, una es la maldición humana y otra es la maldición divina y ambas tienen un significado diferente. los que maldicen a Abraham y a sus descendientes son aquellos que lo tratan con ligereza, que lo calumnian o que blasfeman contra él, sin embrago cuando se habla de la maldición de Dios sobre aquellas personas implica un juicio severo y destructivo. Y por último vemos una promesa universal “y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Este texto es una referencia al Mesías a nuestro Señor Jesucristo ya que solamente por medio de él y no de un hombre como Abrahán puede venir una bendición tan grande. ¿Cómo lo sabemos? Por lo que expreso el apóstol Pablo en la carta a los Gátalas 3:16 al decir “ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: y a tu simiente la cual es Cristo” Ahora ¿son solo los judíos los beneficiarios de tan tremenda bendición? Claro que no. También los gentiles. El apóstol Pablo en Gálatas 3:7-8 dice “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.” Que maravilloso toda persona que coloca su fe en Jesucristo ya sea judío o gentil es heredero de esta promesa. Gálatas 3:29 dice “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” No hay nada mejor que tener a Cristo en el corazón y a través de él gozar de paz, seguridad, amor y esperanza. Dios los bendiga. Corpus Unum.
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