Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Mientras que el mundo se pregunta ¿de dónde viene el hombre? Nosotros los creyentes tenemos las cosas bien claras. Dios creo al hombre, primero formó a Adán del polvo de la tierra y soplo en él aliento de vida y fue el hombre un ser viviente. Luego plantó Dios un huerto en Edén y puso allí a Adán a quien había formado. Adán disfruto de la maravilla creación de Dios, sin embrago a pesar de estar rodeado de innumerables plantas y animales se sentía solo, ya que ninguno de esos seres creados podía acompañarlo física, intelectual y espiritualmente. Dice el texto “y dijo Jehová: no es bueno que el hombre este solo” Dios nos creó para tener comunión con otras personas de nuestra propia naturaleza, él no desea que andemos por el mundo como llaneros solitarios, sino que vivamos en comunión unos con otros. Este era el plan de Dios desde el principio. Y al ver que el hombre vivía en soledad, dijo Dios “le hare ayuda idónea para él” Dios proveyó lo que él necesitaba, una ayuda idónea. Alguien que lo apoyara no solo en el trabajo diario o la procreación, sino también que estuviera con él en comunión intima, alguien con la cual pudiera tener una relación mutua física, mental y espiritual. Entonces hizo caer en sueño profundo a Adán y mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerro la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová tomó del hombre hizo la mujer y la trajo al hombre. Waoo que increíble Dios realizó el maravilloso milagro de traer a la existencia al ser que sería el complemento ideal, la ayuda perfecta para el hombre. ¿y cómo la formo? Anestesió a Adán y mientras este dormía tomo una de sus costillas, de la cual formo a Eva.  Alguna vez de han preguntado ¿Por qué lo hizo de esa forma? Juan Crisóstomo responde a esta pregunta de la siguiente manera: «La mujer no fue sacada de los pies del hombre para que no fuese una esclava, ni de la cabeza para que no dominase sobre él. La mujer fue sacada del costado de Adán para que fuese su compañera y su ayuda idónea». Fue formada de un hueso que esta al costado del corazón, para que la cuidara, protegiera y amara. Hace algún tiempo escribí un poema que retrata el momento de este maravilloso suceso y las características de una mujer que ama a Dios. el poema dice los siguiente:  El narrar tu origen es toda una aventura, rodeada de jazmines en un claro atardecer; bajo un destello puro, colmado de ternura, respirando paraíso, Él te vio nacer. El Omnipotente cirujano, vestido de blanco, anestesió a Primero, brindando su regazo; y cual bisturí su mano, como tiro al blanco, retiro una costilla de un solo trazo. y cual mágico Arquitecto en un solo instante, tomó el material pétreo y lo hizo de carne; dando silueta y perfección constante, llámenla algunos: la mejor obra de arte. Estos fueros tus inicios dulce primavera, delicada cual gacela, blanca paloma. frágil y quebradiza, te derrites como cera y cautivas mil almas con tu dulce aroma. En este mundo hostil marcas la diferencia, alumbrando amor, ternura y esperanza; con paciencia, valentía y constancia, para ti, oh mujer, es toda mi alabanza. Quitas lo mejor de tu plato por dar a otros, y tu felicidad es el bienestar ajeno; gastas tu cuerpo por amor a tus hijos, y brindas calor y cobijo a los más pequeños. Si no cuentas con nada, buscas de donde sea, un dulce sueño en mente aligera tus pasos; El ver que tus hijos sean mejores es tu máxima presea, Oh bella mujer, cada vez más linda, aunque pasen los años. Dios los bendiga. Corpus Unum.