Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.

Una de las formas como se evidencia el amor de Dios hacia sus hijos es a través del castigo. Dice el texto “porque Jehová al que ama castiga” Esto a simple vista parece algo contradictorio ya que nuestra sociedad clama a gritos “que el castigo es una muestra de abuso, odio y desprecio hacia alguien” sin embargo Dios piensa todo lo contrario. Las pruebas y los sufrimientos en la vida del creyente vienen de parte Dios, él los utiliza para corregir, educar y disciplinar a sus hijos y tiene como fin y propósito la bendición personal de aquellos a quien ama. La palabra de Dios dice “y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. A lo largo de las escrituras vemos la mano y corrección de Dios en la vida de sus hijos. Por ejemplo, José experimentó el desprecio de sus hermanos, la esclavitud y la cárcel en Egipto, sin embargo, él entendió que lo que aparentemente había sido una etapa de sufrimiento, era el modo como Dios realizaba el propósito establecido para él y su familia. David experimento tiempos difíciles de soledad y persecución sin embargo ellas le sirvieron para forjar su carácter de modo que fuese instrumento útil en la mano de Dios. Job en un día lo perdió todo: su familia, sus riquezas, su salud y sus amigos sin embargo después de pasar por esta experiencia dijo lo siguiente en cuanto a Dios: antes “de oídas te había visto; más ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza”. Seguido a esto dice el texto “Como el padre al hijo a quien quiere” todo padre que verdaderamente ame a sus hijos los corregirá adecuadamente. ¿Qué padre al mirar que sus hijos están andando por malos caminos, se quedara sin hacer nada? Solo un padre descuidado e indiferente haría esto, pero no un padre que verdaderamente quiere el bien de sus hijos. ¿Cuál es el propósito del castigo o la disciplina? Es la corrección para la perfección. El rey Salomón dijo lo siguiente “castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo” el concepto de castigo no necesariamente significa azotes, es más cada vez que leemos vara en el antiguo testamento en todas ellas salvo en una no se trata de una vara como un instrumento para azotar, sino que es una figura de disciplina seria para corrección. La idea no es tanto pegar al hijo, sino corregirlo. ¿Cómo debiera de corregir un padre a su hijo? Creo que hay dos formas como podemos hacerlo, una es la disciplina verbal y otra es la disciplina física. Siempre debiéramos de comenzar por la disciplina verbal, sentar a nuestros hijos y conversar abiertamente sobre su mal proceder y si ellos no cambian su proceder podemos optar por disciplinas de restricción o retiradas de privilegios como la salida con los amigos, la exposición a la televisión o a la computadora, o la ausencia de una propina que normalmente se le da. Por otro lado, tenemos la disciplina física que debiera ser usada básicamente cuando el niño desafía abiertamente la autoridad de sus padres y no responde a la disciplina verbal. Sin embargo, este tipo de disciplina nunca debiera de lesionar o dañar físicamente al niño, nunca debiera de realizarse cuando el padre tiene un ataque de ira y siempre debe de ser administrado con amor. Disciplina o castigo es sinónimo de amor, no disciplina es sinónimo de descuido e indiferencia ¿Cómo piensas obrar con tus hijos? Dios los bendiga corpus Unum.