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Primera Linea De Defensa
Primera Linea De Defensa Madre - Parte 1
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:05:11 Minutes
Listens:
12
Aired on Jul 15, 2019

Escritura

Tito 2:4

que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos

Las ancianas a las que hace referencia Pablo son mujeres de alrededor de 60 años, son parte muy importante para la iglesia local y merecían todo el respeto, estima y consideración. Esta es la razón por la cual, si había entre ellos una viuda de esa edad, que era una mujer piadosa, servicial y que no contaba con una familia que le apoye, la iglesia se encargaba de proveerle apoyo económico y sustento. Las ancianas servían de muchas formas en la iglesia local: visitaban a los enfermos y a los que estaban en prisión, salían por las calles y plazas de mercados buscando a recién nacidos que eran abandonados y se encargaban de cuidarlos y entregarlos a familias de la iglesia para su adopción, sin embargo, una de las funciones claves que tenían era el enseñar y animar a las más jóvenes en los asuntos del Señor. Esta es la razón por la cual se les llamaba maestras del bien, ya que impartían instrucción en aquello que era noble y excelente. El texto hace referencia a ellas al decir “que enseñen a las mujeres jóvenes” enseñar es una de las artes más bellas y hermosas que existe en esta tierra, ya que uno toma de su tiempo, conocimiento y experiencia para comunicar a alguien algo que lo pueda cambiar y ayudar en el curso de su vida. Las ancianas piadosas tenían este llamado, el invertir su vida en la vida de las mujeres jóvenes. Pero ¿Qué tenían que enseñar? Dice el texto “a amar a sus maridos y a sus hijos” aquí el Apóstol Pablo no está hablando de un amor romántico o sexual, lo cual por cierto tiene un lugar apropiado en el matrimonio, sino de un amor comprometido, voluntario y determinado que no se basa en la dignidad de un esposo sino en el mandato de Dios. Este amor implica tener detalles amorosos hacia la otra persona, implica colocar los intereses y el bienestar de su esposo y sus hijos por encima de los propios, incluye darse uno mismo de manera sacrificada por el bien de la otra persona, ese es el amor del cual habla Pablo. Les pregunto ¿será que una mujer tiene este tipo de amor cuando rehúsa someterse al liderazgo de su esposo, demandando igualdad con él en todo? ¿será que expresa este amor cuándo no desea que su esposo ni sus hijos se interpongan en sus propias metas personales? ¿será que muestra este amor cuándo pasa más del 50% del tiempo fuera de casa, cuándo se dedica en cultivar solo su aspecto físico y no su aspecto espiritual o cuándo no valora el esfuerzo y la dedicación de su pareja? ¿Y qué del amor a los hijos? ¿será que los ama cuando el único desayuno que conocen sus hijos es cereales y café? ¿será que los ama cuando mete a sus hijos en una guardería y no se dedica ella misma a cuidarlos, enseñarlos y velar por ellos? ¿será que los ama cuando coloca una televisión en el cuarto de sus hijos con tal de que no interrumpan su rutina diaria? ¿será que los ama cuando ve que sus hijos se pierden en el alcohol y las drogas y no hace nada para ayudarlos? La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo no. La mujer que hace eso no muestra un amor verdadero sus hijos ni a su pareja. Dios ayude y guía a todas las mujeres de nuestra congregación a ser mujeres de bien, a mostrar un amor genuino por su pareja y sus hijos, a trabajar arduamente por el bien de su familia, a ver el trabajo de ama de casa no como algo inferior y denigrante sino como una función exaltada. Ann Landers dijo lo siguiente “su trabajo no es glamoroso: conductora, sirvienta, cocinera, arbitro, filósofo, rescatadora, anfitriona, tutora y psiquiatra, ponga todo esto junto y deletreara: mamá” Dios los bendiga. Corpus Unum

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